BS_1927_12

Ficha

Título
BS_1927_12
Descripción
Boletín Salesiano. Diciembre 1927
Fecha de publicación
1927.12
extracted text
DICIEMBRE, 1927

Año XLII.

Número 12.

B O LE T Í N SA L ESI A N O
REVISTA DE LAS O BRA S DE DON B O SC O

S U M A R IO : ¡F elice s P a scu a s! — Esludiando a Don & osco (V I). — Tesoro espiriíual. — D e la C asa
M adre: 52* expedición de M isioneros. - B odas de oro. - Festival de estudiantinas. - El primer O bispo japonés. - M uerte de D . Pedro Bonacina. - M ons. M assa. — D e nuestras M isiones: R io N egro - Jap ón - Nuevo
O b ra en A u stra lia .— Culto de M a ría A uxiliadora: La Virgen de Don B o sco ( X V ) . - G racias - P or intercesión del V ble. Don B o sco . - Invocando a Domingo Sav io. — P o r el Mundo Salesian o : Holanda - Tchecoeslovaqula - Iquique - La P lata - Montevideo - Asunción. — A l vuelo: Alicante - B og otá - Buenos Aires
- G ranada - Habana - La Ensenada - U m a - Panam á - San Isidro. — Libros Salesianos. — L os que mueren.
©O©®©®®®©©©©©®©©®©©®®®©©©©©®®©®®®©©©©®©®©®©®©®©©®®®®©©®®®®©®®©
©
©
©
©
©
©
©
©
©
©
©
©
©
©
¡ A m ados C oo p e
de Jesu c risto para
©
©
©
©
radores! D e nuevo
que sea adorado y
©
©
©
©
el mes de diciembre
glorificado por to
©
©
©
©
viene a traernos el
dos los hombres.
©
©
©
©
anuncio de / G / o Y como C oo p era
©
©
©
©
d o res Sa lesia n os,
©
©
©
©
y de
teneis también la
©
©
©
©
manera de mani
©
©
©
©
festar vuestra bue
©
©
©
©
na voluntad, con
©
©
©
©
H e ahí el augurio
una vid a indivi
©
©
©
©
que el “ B o l e t í n
dualmente cristia
©
©
©
©
S a l e s i a n o , , os
na, según el espí
©
©
©
©
hace de corazón.
ritu de D on B osc o
©
©
©
©
C om o C oopera
y con el apoyo
©
©
©
©
d o r es Sa lesia n os,
moral y material
©
©
©
©
teneis
en
vuestras
que prestéis a sus
©
©
©
©
manos un medio eficacísimo para O b ras, que tienden a la educación
©
©
©
©
promover la
en cristiana de la Juven t u d pobre y
©
©
©
©
la tierra, a fin de que sea un reflejo aban donada; con lo cual, sin duda,
®
©
©
de la que los ángeles le cantan en encontraréis aquella
que los
©
©
©
©
el C ielo y en los presentes tiempos ángeles brindaron
©
©
©
©
podéis lograrlo de un modo espe©
©
©
©
cial cooperan do con todas vuestras E n nombre de nuestro Su perior
©
©
©
©
fuerzas a la O b ra de las M isiones, G en eral, de todos los Salesia n os
©
©
©
©
que se propone extender el Reino y de todos n u est ros alum nos
©
©
©
©
©
©
e
©
©
©
©
©
©3 ® ® ® ® ® © © ® ® £® ® ® ® ® ® ® ® ® 3S® ® ® ® ® © ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® £9® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® © ® ® 9®

¡FELICES

PASCUAS!

r í a a D io s en Jas
a lt u r as!
¡P a z
en l a fie r r a a Jos
h o m b res d e b u e
n a vo lu n t a d!

G lo r i a d e D io s

paz
a l o s h o m b res
d e b u en a volu n t ad.

¡B U E N

F IN

Y F ELIZ

P R IN C IP I O

DE

AÑO!

T

354

Esfu d i a n d o a D o n B a sc o ( V I ) .

L o s p r o gr esos de D o n B o sc o
{Confinuaclón).

L a prim er a piedr a .
La mañana del día 8 de diciem bre de
18 41, fiesta de la inmaculada Concepción,
D on Bosco hallábase en la Sacristía de
la Iglesia de San Francisco de Asís, r e
vistiéndose para celebrar la Santa M isa.
Faltaba monaguillo para ayudársela, cuan
do en un ángulo de la sacristía apareció
un jovcncito de unos 15 años, de aspecto
tím ido, de aire apocado, como de cam pe
sino que llega a la ciudad. El sacristán
se dirige a él bruscamente y quiere a toda
costa que ayude la misa. El jovencito res
ponde que no sabe. — Pues si no sabes
ayudar a misa ¿a qué vienes a la sacristía?
¡L a rgo de ahí! — Y como el muchacho
aturdido no acertara ni a moverse, aquél,
enfurecido, la emprendió con él a golpes
y puntapiés, echándolo fuera en medi»'
de una lluvia de insultos.
Ante un proceder tan injusto, T j n
Bosco reprendió al sacristán, advirticndolc que había maltratado a un amigo
suyo e hizo que lo llamara de nuevo. V o l
vió el joven cabizbajo, pero la amabilidad
de su defensor le hizo desaparecer la mala
impresión y D on Bosco lo exhortó a oir
aquella misa y le dijo que después de ella
volviera a la Sacristía pues tenía que ha
blarle. Cuando se encontró de nuevo en
presencia del muchacho le preguntó ca
riñosamente:
— ¿C ó m o te lla m as?
— Bartolomé G arclii.
— 6 De qué pueblo eres?
— De Asti.
— ¿ Q u é oficio tie n es?
— - Soy albañil.
• ¿ r¡c n cs p ad res?
— N o señor, han muerto.
— ¿S a b es leer y escrib ir?
— N o señor, no se nada.
— ¿C u á n t os años t ie n es?
— Diez y seis.
— ¿ H ic iste ya la primera C om u n ión?
— 1 odavía no.
— ¿ Asistes al Catecismo ?

— M e da vergüenza, pues otros niños
más pequeños saben más que yo.
— ¿ Sabes can tar?
— N o señor.
— Y silbar ¿sab es?
El joven se puso a reir; la confianza
estaba ganada.
Entonces D on Bosco le propuso en
señarle el catecismo a parte y el joven
aceptó.
— ¿ Q u ieres que empecemos ahora
mismo ?
— Si a V . le parece bien, por mi parte,
con mucho gusto.
Y D on Bosco, después de rezar fe r
vorosamente un A ve M a ría , a la que él
atribuía más tarde todo el éxito de su
O bra, empezó su lección de catecismo.
Y en aquel instante en que, para empezar,
enseñaba a aquel jovcncito a hacer la señal
de la cruz, nacía la O bra Salcsiana. G arelli
era el primogénito de una ¡numerable
descendencia espiritual de niños, que en
todas las partes del mundo habían de ser
recogidos en el nombre de D on Bosco, para
aprender, bajo la disciplina del amor y de la
caridad, el camino de la virtud y del honor.
El domingo siguiente, el mismo Garelli
condujo a D on Bosco otros seis com pa
ñeros que se hallaban en sus mismas con
diciones y poco a poco el número fu é a u
mentando y los días festivos, la plazuela
de la Iglesia se llenaba por completo de
pobres hijos del pueblo, casi todos foras
teros, que con la mayor alegría rodeaban
al joven sacerdote. — Y él se preocupaba
por ellos no solo instruyéndolos en las
verdades de la fe y dándoles facilidad de
recrearse a sus anchas, sino buscándoles
buenas colocaciones y visitándolos cuando
se encontraban en sus trabajos.
Era el apostolado religioso y social que
más tarde debía ampliarse y concretarse
en los O ratorios Festivos y en las Escuelas
Profesionales de artes y oficios, donde,
por medio de la religión, deberían fo r
marse generaciones de obreros laboriosos
y honrados.

355

Los prim eros p asos.
D urante tres años, hasta 1844, aquella
obra que D on Sosco llamó con el nombre
característico de O ratorio, permaneció en
San Francisco de Asís, protegido y ayu
dado por los Rvdos. G uala y Cafasso y
el prim er núcleo se convirtió bien pronto
en un numeroso grupo de casi doscientos
niños. H acía falta buscar un lugar más
amplio y de mejores condiciones para en
tretener con juegos y otras diversiones a
todos aquellos niños, pues la plaza pública
y la misma iglesia de San Francisco de
Asís resultaban cada vez menos aptas para
el objeto.
Por otro lado, el joven sacerdote, t er
minados por completo sus estudios de p er
feccionam iento, tenía que pensar en su
porvenir y, dadas sus dotes excepcionales,
no le faltaron numerosas y ventajosas pro
puestas.
D e nuevo fue aquí el Beato Cafasso
para D on Bosco la voz de D ios y la mano
de la Providencia. F u é él quien disipó
una vez más todas las dudas y vacilaciones.
Por mediación suya f u é admitido Don
Bosco como capellán en el hospital anexo
al Rifugio, fu ndación de la M arquesa Barolo, en V aldocco. Y allí, como auxiliar
del benemérito Teo¡. Borel, que fu é desde
entonces uno de sus más fieles amigos, en
contró, además de la ayuda del buen sa
cerdote, un poco de local para sus niños.
Casi un año permaneció en esta nueva
demora que le deparó la Providencia y
dos cuartitos que para su obra le fueron
cedidos, los convirtió en una pobrísima
capilla, a la cual dió como Patrono a S an
Francisco de S ales, que quedó ya desde
entonces como Patrono y titular de sus
O bras, que por eso se llaman salesianas.
F ue también aqui donde junto con el Teol.
Borel inició una verdadera escuela nocturna
para pobres obreros, con clases de lectura,
escritura y cuentas.

L a vía doloroso,
Pero los 300 y m ás niños, que los do
mingos armaban un jaleo enorme por aque
llos corredores y escaleras, que no pecaban
de amplios, empezaron a molestar a ia
Marquesa Barolo, que acabó por poner a
D on Bosco en la alternativa, o de dejarse

... Don B o sco reprendió al sacrisfón. advirfífndole
que había maliralado a un amigo suyo e hizo
que (o llamara de nuevo...

de O ratorio y de chicos o de abandonar
el Rifugio. Y entonces, en conformidad
de lo que poco antes habia soñado, empezó
para él un verdadero viacrucis, para ir
en busca de un local permanente; viendo
lo cual, el T eo l. Borel le decía medio bro
meando para animarle: L as coles, para que
crezcan mejor, hay que trasplantarlas.
Encontró primeramente una iglesita y
patio m uy a propósito en el cementerio de
S an Pedro in Vincoli, pero el ama del
capellán al ver tanta algazara y movimiento
se puso furiosa e indujo a su dueño a
no tolerar más a aquella chusma; entonces
obtuvo del Ayuntamiento permiso para u ti
lizar la Iglesia abandonada de S a n M artin,
en los Molinos D ora, junto al pintoresco
mercado de Porta Pa la z z o; pero los ha-

55 Ó

hitantes de aquellos contornos, espantados
ante una turba tal de muchachos, cuyo
misterio no comprendían, considerán
dolos como un elemento peligroso, lo
graron que las autoridades los echaran de
allí. Por varios domingos D on Bosco no
tuvo más remedio que reunir a sus niños
en los prados de los afueras de la ciudad;
pero al llegar la estación invernal, logró
que un tal Rvdo. Moref fo, \ ^ alquilara al
gunos locales de una casa de vecinos, de
donde se vió expulsado al poco tiempo y
entonces ocupó un prado cercano, donde
no había más que una miserable choza
de paja, de que se servía para guardar los

cución, promovida por la tacañería o por
los celos, lo iba reduciendo a la im po
tencia; muchos arhigos se retiraban, las
autoridades se la mostraban desconfiadas.
H abía que abandonar el quinto local en
contrado, después de tantas fatigas. ¿Y
cómo lo comunicaría a aquellos jovencitos,
que lo seguían con tanto entusiasmo? ¿Q ué
lugar les señalaría para el domingo si
guiente?
A lli mismo, en medio del Prado, Don
Bosco se puso en oración visiblemente con
movido; los niños arrodillados a su alre
dedor, lloraban .....
E n aquel instante entra en el prado un

0^0

®OoO®

®000®
La C asa Pinardi (Turin-V aldocco), cana de la O b ra Salesiana.

pocos juegos y objetos de que disponía el
naciente y perseguido O ratorio Festivo.
V ida triste y errante, pero histórica
mente cristiana. ¿N o le sucedió algo pare
cido a jesús, cuando recorría la Galilea
y la Judea, predicando, sin tener morada
fija y seguido de las turbas a través de
campos y aldeas? Así hacia D on Bosco.
Predicaba, exhortaba, confesaba al aire li
bre a sus niños, que pasaban ya de cuatro
cientos y que atraídos po rsu bondad se reu
nían en torno suyo y le seguían por doquier.
Pero hasta de aquel prado se vió echado,
porque el dueño temía que aquellos ch i
cos no dejaran ni la raiz de las hierbas.

E l llonfo de D on Bosco.
i y Don Bosco lloró! — T odo se oscu
recía en torno suyo. U na solapada perse-

buen hombre que le ofrece en alquiler un
local en una casa próxi na, una especie
de cobertizo. D on Bosco fu é a verlo. Era
una especie de almacén desconchado, con
un techo inclinado y bajísimo, situado en
la parte posterior de la Casa Pin ardi, que
D on Bosco alquiló, junto con un poco de
terreno, por 320 liras anuales. El contrato
lleva la fecha de 1° de abril de 1846.
A llá, en el centro de la despoblada re
gión de V aldocco, en aquel miserable co
bertizo, convertido durante la semana en
pobre capilla (1) el O ratorio de D on Bosco
entró triunfalm en te el domingo siguiente,
(1) Este local que, a través de varios cambios, se
habia convertido en Refectorio de los Solesianos, ha sido
últiinamcntc restituido a su antiguo uso de Capilla, ar^
tisticamontc decorada, que recordará a las genaraciones
venideras el núcleo primitivo de la gran Casa Madre
de Valdocco.

757

fiesta de Pascua, y fijó allí sus tiendas,
para no levantarlas jamás.
E n efecto, a los pocos meses, alquiló
D on Bosco otra parte de la misma casa y
poco a poco fue adquiriéndola toda en
propiedad, librándose asi de vecinos poco
edificantes y pudiendo disponer de lo
cales más apropriados para las clases noc
turnas. T am bién el, pudo instalarse en
la casa de su propiedad y a élla condujo
poco después a su santa madre.

tabló con él un diálogo que constituye
una de las páginas más sublimes de la
vida de D on Bosco:
— Pero, ¿de dónde vienen tan cansados
y llenos de polvo?
— D el pueblo.
— ¿Y por qué a pie?
— Porque no tenemos... perras.

“ M amm a M a rgherífa
A quella buena m ujer, venerada de cuan
tos la conocían, bendecida por todos los
pobres de los alrededores a los cuales,
si bien pobre también ella, sabía socorrer
y consolar, comprendió a su hijo y se de
cidió con fortaleza y generosidad a llevar
a cabo un heroico sacrificio.
La afición cariñosa al proprio terruño
y a las cosas de su casa, que en estas almas
sencillas de los campos es como una se
gunda vida y que al romperse violen ta
mente causa una nostalgia indefinible, había
qua sacrificarla para ir al encuentro de
una vida ciertamente azarosa, llena de
privaciones y fatigas, sin la perspectiva
consoladora de ninguna ilusión terrena,
hecha más penosa aún por tener que ais
larse de la gente amiga y conocida.
Su hijo nada poseía y para seguir la
voz de D ios y cuidarse de sus niños había
renunciado hasta a su empleo y a la habi
tación que gratuitamente ocupaba. N o t e
nía más que la ropa que llevaba encima,
un gran corazón y una ilim itada confian
za en D ios. Pero ella veía realizado el
ideal que en su corazón y en su mente
se habia formado de su hijo, sacerdote
y pobre, completamente dispuesto a t r a
bajar sólo por D ios.
Y con las lágrimas en los ojos aquella
santa m ujer fue a buscar su ajuar de novia
por tantos años conservado, sus míseras
ropas, y a pie, como peregrino que va
hacia el C alvario del Sacrificio y de la
caridad, al lado de su hijo sacerdote, re
corrió los 32 kilómetros que separan a
Becchi de T u ri n a donde llegó hacia el
anochecer de! dia 3 de noviembre de t'846.
Al entrar en la ciudad se encontraron
con el Teól. Vola, amigo de D on Bosco,
que al verle llegar en aquella form a, e n

Ecneoiro de Don B o sco y Mamma M argherila
con el Teól. V ola.

— Pero ¿cómo van a hacer para vivir
en la ciudad, sobre todo ahora que V . se
ha quedado sin empleo?
— A la verdad no hemos pensado en
ello, pero nos ponemos en las manos de
D ios.
— ¿Pero al menos tendrán V ds. algo
para cenar?
— A lgo encontraremos; la Providencia
no nos abandonará.
— Pues, m ira; yo me encuentro ahora
sin dinero; pero toma por ahora. Y le alargó el reloj.
— ¿V e V .?, dijo D . Bosco a su madre;
he aquí una prueba de que la Providencia

5?8

de D ios está con nosotros. A delante, pues,
sin temor.
Y llenos de confianza subieron hacia
sus humildes cuartos, adornados de m i
seria y desolación.
Es este un episodio sublime en el que
no se sabe a quien admirar más si a la
madre o al hijo. Pocas veces se ha visto
un abandono voluntario tan com pleto en
los brazos de la D ivina Providencia.
Al cabo de poco tiempo, una noche,
mientras afuera rugía el huracán, llamó a
la puerta de aquella casa un joven de V alsesia; huérfano y sin hogar pedía albergue.
Don Bosco miró a su M ad re; M argarita
tenía los ojos llenos de lágrim as. L e d ie
ron un poco de comida, le prepararon un
lecho, aquella santa m ujer le recordó las
oraciones maternas que ya habia olvidado,
le dijo algunas buenas palabras y le au
guró buena noche.
A la vuelta de pocos años, niños como
éste, en aquel barrio lejano y de mala fama,
habia, alrededor de Don Bosco, más de 700.
i La Providencial
*
* *
Reflexionemos ahora, lector amigo, un
momentito dando una mirada a estos i n i
cios de la actividad de D on Bosco. .
Lo hemos visto niño aún, al lado de su
madre heredar y aprender de ella, hija
del pueblo y cristiana de cuerpo entero,
las primeras virtudes de la sencilla santitad de todo buen cristiano; lo hemos
visto constante y confiado en D ios en m e
dio de las primeras y dolorosas desilu
siones y vicisitudes de su vocación, que se
fue precisando cada vez más, hasta con
cretarse en los hechos primeros e incon
scientes de su juven tud; lo hemos seguido
a través de sus profundos estudios, en sus
p imeras experiencias, abrumado por las
primeras y dificilísimas pruebas.
En torno suyo y a su lado hemos visto
un pequeño grupo de almas santas que
lo sostienen, lo animan, le señalan al ca
mino. Sobre él vela la Providencia y la
augusta Señora del C iclo.
Y ahora, en 1846, lo encontramos li
bre, con la independencia del pobre; pero
tem plado para todo, dán dose cuenta de
lo arduo de su misión que se despliega
ante su vista, brillando a sus ojos' la visión
de un porvenir radioso; conocido en toda

la ciudad que se hace suya; querido por
la clase popular, por todos los trabajadores
de los talleres, de las plazas, del mercado;
adorado por los niños que a él solo confían
su corazón; esperado con ansia por las
almas que sufren y que sienten la nece
sidad de una última palabra que los con
duzca a D ios; y lo vemos, así, dar comienzo
sencillamente, pero conscientemente, a una
O bra gigan tesca..
Y a su lado hemos visto últimamente
a su madre, que de ahora en adelante
será la M amma M argheríta, que se des
prende de sus joyas, que vende su ajuar de
novia, que encuentra su alegría entre los
hijos de la caridad de su hijo, y cose sus
ropitas y al hijo repite aquellas expresiones
de bondad popular que habían formado en
el hombre de D ios el carácter de la bon dad.
D on Bosco está ya completo en 1846,
cuando a su alrededor no aparece todavía
nada.
En los artículos sucesivos, no explica
remos, porque humanamente no se puede
explicar todo, pero procuraremos describir
el desarrollo de su O bra.

Los Sres. Cooperadores Salesianos, cumplien
do los requisitos de costumbre, pueden ganar,
Indulgencia plenaria:
1. E l día que se inscriben en la P í a Unión.
2. Una vez al mes, a elección de cada cual.
3. Una vez al mes, asistiendo a la conferencia.
4. Asimismo, una vez al mes, el día en que
hagan el Ejercicio de la Buena M uerte.
5. El día que por primera vez se consagren
al Sagrado Corazón de jesús.
6. Siempre que hagan Ejercicios Espirituales
durante ocho días seguidos.

Además, los siguientes días:
Mes de Diciembre.
8. L a Inmaculada Concepción de M aría,
zy. N atividad del Señor.
Mes de Enero.
t. Circuncisión del Señor.
2. Sm o. N om bre de Jesús.
6 .' Epifanía.
18. Cátedra de S . Pedro en Roma.
19. L a Sagrada Familia.
23. Los Desposorios de M aría Santísima.
2y. Conversión de S . Pablo.

559

DE LA CASA MADRE
Lá despedida de 140 Misioneros Salesianos
L a activa propaganda misionera de estos
últimos años da sus consoladores frutos.
Ya van tres años seguidos que pasan de
100, los misioneros salesianos que, arro
dillados ante le imagen de M aría A u xilia
dora, en aquel San tuario del que dijo la
misma Reina de ios C iclos: « D e aquí
saldrá mi gloria », reciben el C rucifijo que
los arma caballeros del Evangelio, para pre
dicarlo y propagarlo en todo el mundo.
140 nuevos misioneros han recibido este
año el abrazo de despedida de los Su p e
riores mayores, en la conmovedora fu n
ción que desde, hace 52 años se renueva
sin cesar en el Santuario de M aría A u xi
liadora de T u rí n .
E l grandioso tem plo presentaba el as
pecto de las grandes solemnidades y una
imponente masa de fieles lo llenaba por
completo. El discurso de despedida es
tuvo a cargo dcl valiente y celoso M isio
nero M ons. Coppo, V icario apostólico dcl
K im berlcy (A ustralia) quien hizo una elo
cuentísima exposición de la obra de los
misioneros católicos a través de las edades,
viniendo a tratar en último lugar de las
M isiones salesianas, que, nacidas ayer, se
encuentran ya establecidas en todo el m u n
do y exhortando a los nuevos misioneros
a seguir las huellas de sus antecesores
para propagar con denuedo el reino de
C risto.
El E m mo. Cardenal G am ba, Arzobispo
de T u rín , que preside todos los años esta
fiesta con gran consuelo de su alma de
apóstol, bendijo y entregó a cada misionero
un hermoso C rucifijo, única arma de
que se han da valer para sus espirituales
conquistas, dirigién doles luego paternales
palabras de augurios y felicitaciones.
Los nuevos misioneros están asi repar
tidos:
39 sacerdotes
52 clérigos
31 coadjutores
38 adscritos

y pertenecen a las siguientes nacionali
dades:
73 italianos
26 alemanes
12 españoles
10 polacos
5 belgas
2 argentinos
2 franceses
2 mejicanos
2 yugoslavos
1 palestinés
1 tchecoslovaco
1 inglés
1 egipcio
1 lituano
1 húngaro
y van destinados a las siguientes M isiones:
9
7
16
6
11
]o
12
11
24
12
6
11
5

al Siam (Asia)
a Porto V clho (Brasil)
al Assam (India)
al M atto G rosso (Brasil)
*
a Venezuela (A mérica)
a C uba
a A ustralia
a Palestina
ai Brasil
a los Estados U nidos
al Ecuador
a la Pampa y Patagonia (Argentina)
al Congo Belga

A pocos días de distancia, salieron de
D erfilnger^ el
los distintos puertos el
« Augustas » el <' Genova ’ el « Pin dó » el
« O ra z io* el «O rmonde^ el <t Cimbria* y
el « D uilio * con rumbo a los diferentes
países, llevando en su seno un tesoro quizá
poco apreciado por el mundo, pero que
doquiera arribe producirá grandes frutos
de civilización y santidad.
N uestros Cooperadores tienen motivos
para dar gracias a D ios al ver el bien grande
que la Providencia obra por medio de las
limosnas que ellos generosamente entregan
a los H ijos de D on Bosco.

360
B O D A S D E O R O Como anunciamos en el pa3 A C ER D O T A LES.
Rvdmo. Sr.
D . Lu is N ai celebró el dia 22 de setiembre sus
bodas de oro sacerdotales, acontecimiento que dió
lu^ar a una verdadera manifestación de afecto
hacia el benemérito hijo de Don Bosco que
tanto bien ha derramado durante su larg'O y
fecundo apostolado de vida salesiana, tanto en
Europa, como en Asia, como en A mérica.
En la Casa M adre de T u rín celebróse la
Resta conmemorativa, el día 2 del pasado oc
tubre. A dem ás de todos los salesianos de la
Casa Capitular, que actualmente tiene el honor
de tenerlo como D irector, de los salesianos del
O ratorio y de muchos otros hermanos en re
ligión venidos de otras Casas, tomaron parte
en la Resta dos hermanos, cuatro primos y un
sobrino del festejado los cuales con la coope
ración de todos sus parientes le ofrecieron un
magnífico cáliz, verdadera filigrana de orfebrería
artística.
D urante la misa solemne jubilar, cantada en
el altar de la Basílica de M aría A uxiliadora, el
C ura-Párroco de la misma can tólas glorias del
sacerdote salesiano, del cual el festejado resultó
un verdadero modelo.
E l ágape familiar, en el que participaron los
superiores del Capítulo Superior presentes, fue
una verdadera expansión de afectos y de cariño
diciéndose a los postres conmovedores brindis,
coronados de vivas y aplausos.
Pero la manifestación verdaderamente co
lectiva y grandiosa tuvo lugar en la Velada
músico-literaria, en la que los salesianos, los
niños, los cx-alum nos y los cooperadores se
tmicron para manifestar al Rvdmo. D . Luis
N üi, toda la admiración y todo el afecto que
se le profesa. E l San to Padre, Cardenales,
O bispos, todos los Inspectores Salesianos del
mundo enviaron telegramas do felicitación y
adhesión al buen hijo de Don Bosco. Los salcsianos, los niños internos y externos del O ra
torio, la colonia chilena de la Crocetta, todos
iban a porfía para manifestar sus sentimientos
al querido superior, justamente se distinguie
ron en estas manifestaciones los ex-alumnos de
la Casa de San Benigno, donde el P. N ai pasó
tantos años formando vocaciones y haciendo
amar a Don Bosco; y los cx-alum nos de aquellas
Escuelas Profesionales quisieron concretar su
homenaje ofreciéndole un cáliz para que todos
los días se acordara de ellos al celebrar el Santo
Sacrificio.
Los salesianos' de C h ile le ofrecieron por
medio de uno de los miembros de su Colonia,

en la Crocetta (T urín), un artístico álbum,
donde, junto con las fotografías de todas las
Casas Salesianas de la República se hallaban
los retratos y las firmas de todos los salesianos,
alumnos y ex-alumnos de aquellos Colegios que
consideran al P. N ai como a su Padre cariñoso.
Los cooperadores chilenos, con todo los m iem
bros del dignísimo Episcopado a la cabeza, y
los ex-alumnos, han enviado centenares de
cartas y de telegramas, congratulándose con el
digno hijo de Don Bosco por el grande bien
que realizó en la que bien puede llamarse su
segunda Patria.
E l queridísimo Don L . N ai da, desde estas
columnas, las más expresivas gracias a todos
aquellos que le han escrito y a quienes no ha
podido contestar personalmente.
M uchas son las casas que han pedido el favor
de una de las misas del año jubilar y el Boletín
S alesiano se une con entusiasmo a todas las
felicitaciones y augurios recibidos, que todos
expresaban la esperanza de verle llegar a las
bodas de diamante.

U na de las Secciones que
FEST IV A L D E
EST U D IA N TI N AS, funcionan en el primer
O ratorio Salesiano de Valdocco (T urin), es la
orquesta de bandolines, bandurrias y guitarras,
compuesta de más de 50 músicos, que ha
alcanzado una perfección admirable, habiendo
merecido importantes premios.
Por iniciativa de esta Sección, se celebró en
el O ratorio Salesiano, los dias 8 y 9 del pasado
octubre, una especie de concurso entre nueve
de las sociedades similares existentes en T urín,
dando dos conciertos que atrajeron un público
numerosísimo y selecto que, en medio del más
absoluto silencio, escuchó brillantísimas eje
cuciones de las obras mas clásicas, antiguas y
modernas, admirando la perfección a que se
puede llegar con instrumentos a plectro.
A l final ejecutaron un grandioso himno todos
los grupos reunidos, consiguiendo un efecto
maravilloso.
He aquí una sección mucho más fácil de
organizar que u n a . banda o una orquesta y
que puede dar gran v'ida y esplendor a las fu n
ciones del Oratorio Festivo, o de los Ex-alumnos.

Obremos' eí bien mientras tenemos tiempo.
V en. Ju a n

B

o sc o .

3Ó2

El Primer Obispo Japonés.
El año pasado todo el orbe católico participó
a lá grande alegría con que su Santidad Pió X I
consagró a seis obispos chinos, dando así un
gran paso en la obra de la formación del Clero
indígena, tan importante para la difusión del
Evangelio en los pueblos del extremo O riente.
U na satisfacción semejante ha cabido este

«íi.

^I

LA PÉRDIDA DE OTRO MISIONERO
Don Pedro Bonacina.
Los hilos telegráficos acaban de traernos la
noticia del fallecimiento del sacerdote PedroBonacina salesiano, desde 1887, misionero de
la Patagonia. Es una gran pérdida para las m i
siones, porque cl finado era uno de los más ac
tivos, hábiles y preparados misioneros. A su ac
tividad se deben las residencias d c C h oclc Choel,
la ampliación de la misión de Pringlcs y la
casa de Fortín M ercedes, hoy seminario de la
M isión. E l P. Bonacina no paraba nunca. Re
corrió a caballo todo el Río N egro, parte del
C h ubut y el departamento de Villarino cerca
dcl Colorado. La muerte lo sorprendió en Junín de los A ndes, superior de aquella M isión.
M urió santamente y su desaparición será muy
sentida, porque al Padre Pedro, como se le llama
ba, todos le debían algún favor, y servicio espi
ritual o temporal. Formó también parte del
clero de la parroquia de san Juan Evangelista
durante tres anos; y cuando en 1S86, apareció
en Buenos A ires el cólera, el P. Bonacina dió
elocuente prueba de su caridad, acudiendo sin
temor a la cabecera de los atacados. E l P. Bo
nacina nació en M ilán, de fam ilia holgada. T e
nía dos hermanos sacerdotes y tres hermanas
religiosas. En el seminario fu é compañero de
S. S . Pío X I y de otros sacerdotes muy renom
brados.
La muerte lo sorprendió cerca de los 70 años
en plena actividad , hasta cl último día. Los
padres misioneros sienten profundamente su
pérdida, porque como subalterno, superior, maes
tro, sacerdote y misionero, fu e siempre digno
hijo de! Venerable Don Bosco. Lo recomen
damos a las oraciones de los lectores.

Mons. Hnynsakn, Primer O bispo japonés,
cunsa {rallo por S . S . Pió X I. ea la B asilica Vaticana
el dta 3 0 dcl pasado octubre.

año d su Santidad (y de ella participan todos
los buenos) al consagrar en la Basílica Vaticana,
cl día 30 dcl pasado noviembre, fiesta de Cristo
Koy, al prin\ cr obispo japonés Mons. Jenaro
H ayasaka, que sucederá a M ons. Combaz en
la sede de Nagasaki.
El Boletín S alesiano tiene especial motivo
de congratularse con cl nuevo Pastor y de augu
rarle un largo y fecundo apostolado, por ser la
diócesis de Nagasaki la sede de la misión salesíana en cl Japón, inaugurada hace poco más
de un año y que cuenta ya en la isla de K h iushiu con los tres importantes centros de M yacaki, C ita y N akatsu, que ofrecen las más lison
jeras esperanzas.

Mons. M assa, Adminisírador
Apostólico de Corumbá (Brasil).
M ons. M assa, actual Prefecto Apostólico del
Rio N egro y del Rio U apés, en cl Estado de
A mazonas (Brasil), ha sido nombrado A d m i
nistrador Apostólico de la Diócesis de Corum bá
en cl Estado de M atto Grosso, conservando to
davía su primera Prefectura, con lo cual se
duplica su campo de trabajo.
M ons. M assa cuenta 47 años y conoce muy
bien cl Brasil, donde se halla trabajando desde
la edad de 20 años. D e su celo y energía no co
munes se esperan grandes ventajas espirituales
para aquella región.

RIO NEGRO (Brasil)

De las selvas al Colegio.
(Signe !a relación de D . Antonio G iaccone).

E l sistem a de D o n Bosco.
Q uizá V . se imaginará, amadísimo Padre,
que educar a niños salvajes, que han vivido
siem pre según su capricho, deba ser cosa
m uy difícil. Es cierto que la experiencia de
un solo año no basta para poderse pro
nunciar en un argumento de tanta im por
tancia, pero puedo asegurarle que hasta
ahora los resultados obtenidos son verda
deramente consoladores. T a m b ié n entre
estos salvajes el sistema de D on Bosco
obtiene efectos adm irables. A sí nos lo dicen
ios mismos comerciantes que conocen bien
el ambiente y que observan a nuestros ni
ños, los mismos que decían a M ons. M assa
cuando se abrió la residencia de T aracuá:
— Si quiere dominar a estos indios, no
vaya con ellos con mucha caridad; procure
hacerse tem er y entonces obtendrá cuanto
quiera.
Asi hablaban gente acostumbrada a trat i r a los indios con maneras bruscas y
c:*n amenazas a mano armada, cuando no
hacen lo que ellos les mandan o no les
dan lo que ellos pretenden; y es por eso
que algunos indios temen y odian al c ivi
lizado más que a les bestias feroces. Pero
el salesiano, siguiendo el ejemplo de Don
Bosco, se ha entendido en seguida y muy
bien con estos pobres hijos de la selva, y
sin hablar su propria lengua (al principio
el misionero no sabia ni balbucir cuatro
palabras en tucano) sino con el lenguaje
universal, comprendido por todas las in te
ligencias, que penetra todos los corazones,
que se adapta a todos los climas, a todos
los pueblos, a todas las civilizaciones: la ca
ridad cristiana y la dulzura de D on Bosco.
Y es por eso que el indio tiene plena con
fianza en el misionero y le entrega sus hijos,
seguro de que serán tratados con el mayor
cariño y bondad.

Esp ír i t u de sacriScio»
El mismo día de la entrada dcl nuevo
alumno en la comunidad, cuando llega
la hora del trabajo en el campo, también
el recibe su azadita y va con los demás.
A unque sea la primera vez que se pone a
trabajar, no hay que hacerle grandes ex
plicaciones. O bserva a sus compañeros y
los im ita, trabajando con entusiasmo. V a
rias veces he tenido que dejarlos solos
trabajando, para ir a asistir a un enfermo o
atender a los indios que venían a vender
mandioca; y nuestros indiecitos seguían
en su trabajo como si estuviera presente el
superior. Los mayorcitos (de 12 a 14 años)
asisten y dirigen adm irablemente a los de
m ás. T rabajan siem pre de buena gana y,
aunque prefieren ir a la selva a cortar á r
boles, no se rehúsan para los demás trabajos.
N uestra Casa M isión es como una Casa
de noviciado; no hay ningún criado; los
niños lo hacen todo: barren, cortan la leña
y desempeñan todos los quehaceres do
mésticos. Con cuarenta niños que trabajan
tres horas al día en los campos parece que
deberíamos obtener buenas cosechas; pero
esta tierra se muestra tan ingrata que no
nos da más que mandioca, plátanos y
alguna otra fruta tropical.
S a st res y ca rpin teros.
D urante los trabajos dcl campo, 7 de
nuestros indiecitos, huérfanos de padre y
madre, aprenden a coser y así ha nacido
un pequeño taller de sastrería. U no de los
mas grandccitos a los 15 días ya fu é capaz
de cortar y coser, sólo, un par de panta
lones. Por ahora les enseñan este oficio las
H ijas de M aría A uxiliadora; pero yo le
ruego, amado Padre, que nos envíe cuanto
antes un salesiano coadjutor, sastre, pues
las H ermanas, aunque se cuidan m uy bien
del naciente taller, tienen sobrado que hacer
con las niñas. Así el pequeño taller de sas
trería de nuestros tucanos y piratapuyas
podrá desarrollarse y proveer de chaquetas
y pantalones a una gran parte al menos de
nuestros indiecitos.

364

O tros cuatro huérfanos aprenden de car
pinteros. Si su taller no se puede llamar
todavía una Escuela Profesional, por su
carácter elemental e incipiente, no dejan
de aprender bastante y son ya capaces de
hacer puertas, ventanas, bancos y mesas.
Si el Señor nos ayuda y van llegando
medios, quisiéramos poner un taller de
barcas y canoas, único medio de locomoción
por estas tierras.

Los padres de los chicos cuando vienen
a la misión a menudo quieren ver el cua
derno de su hijo y aunque no comprenden
nada, dan muestras de grande alegria. U no
de ellos, después de haber contemplado el
cuaderno de su hijo, se presentó en mi
clase diciendo: — Padre, dame cuaderno,
pluma y libro, porque yo quiere aprender
como mi hijo.

Est udio.

La música vocal es para ellos una d i
versión y la sienten con entusiasmo. T i e
nen todos oído finísimo; basta repetirles
dos veces un motivo y lo aprenden en se
guida; la dificultad está en las palabras,
debido sin duda a su lengua toda aspirada.
El canto gusta tam bién mucho a los
indios mayores; basta que nuestros niños
empiecen a cantar para que en seguida
lleguen hombres y mujeres de las chozas
vecinas para oirlos. Y aún se colocan de
trás del coro de los chicos para aprender.
T odos los domingos por la tarde nuestros
chicos dan un concierto para recreo y solaz
de aquella población, ejecutando los cantos
tradicionales de la colección S u cantiam.
La noche de N avidad, para entretener
a los trescientos y más indios que habían
venido de muchas malocas, sacamos el
armonium de la iglesia para acompañar los
cantos y dar al acto mayor solemnidad.
D e un lado estaban los hombres sentados
en el suelo, al otro las mujeres y en el
medio, delante del armonium, nuestros ni
ños internos. Entonces varios salvajitos p i
cados de la curiosidad, se fueron acer
cando poco a poco para ver mejor aquel
instrumento tan extraordinario y m ara
villoso. U no de ellos escuchó con tanta
atención qua cuando el coro repitió la p r i
mera parte del himno a D on Bosco, como
si lo hubiera oido centenares de veces,
unió su voz a la de los demás, cantando
con una seguridad pasmosa.
Por eso no es de extrañar que al cabo de
siete u ocho meses nuestros indiecitos
hayan aprendió ya, además de las coplas
ordinarias de nuestros colegios, dos M isas:
la de Angelis en canto gregoriano y una
misa coral de M agri, seis motetes en latín
a dos voces y un Laúdate de Perosi, sin
contar los cantos recreativos.
Como ve nuestros Tucanos y Piratapuyas
prometen mucho aún en este ramo tan

Como estos indios no han visto nunca
otra cosa más que bosques, río y canoa,
es bastante difícil hacer entrar otras ideas
en su cabeza, aunque se muestran muy
curiosos y deseosos de aprender. U n pe
dazo de papel con cualquier dibujo, por
ejemplo un caballo, un buey, un coche;
fotografías de paisajes, un sobre con sello
usado, una lata de conservas, son cosas que
les entusiasman en extremo. T odo lo guar
dan con gran cuidado y no estropean nada.
Los más pequeños aprenden con mucha
facilidad a escribir porque tienen un gran
instinto de imitación y una paciencia ad
mirable que difícilmente se encuentra en
tre los niños civilizados. T an to es así que
un indiccito que jamás ha visto tinta,
pluma, ni cuaderno, a los pocos meses es
capaz de copiar cualquier escrito de la
pizarra.
Leer les cuesta más, aunque algunos
hacen verdaderos progresos.
El hueso duro también para esto¿ in
dios es la aritmética; quizá sea porque en
su lengua no cuentan mas que hasta 20,
cuantos son los dedos de las manos y de
los pies. Pero pasar de veinte les cuesta un
triunfo.
U na mañana un Piratapuya después de
intentar varias veces inútilmente contar
hastá mas alia de veinte, enfadado consigo
mismo se daba de puñetazos en la cabeza.
C uando al fin llegan a contar hasta cien,
entonces se ponen a contar todo lo que
encuentran: piedras, árboles, plantas, etc.
U nos cuantos de los primeros saben ya
sumar y restar y a menudo se ve a algún indiecito acurrucado en un rincón contando
con los dedos de las manos y de los pies.
D ifícilmente se encuentra un chico que
no quiera estudiar; todos lo desean y si
acaso se retrasa la hora de la clase, se
muestran descontentos.

M úsica.

5 Ó5

importante de nuestro sistema y con sus
voces argentinas dan gran esplendor a las
fiestas religiosas, atrayendo a muchos sal
vajes. D espués de las fiestas de Pascua y
de M aría A uxiliadora, a las cuales asis
tieron más de 300 indios, hasta 15 fa
milias pidieron un poco de terreno para
establecerse junto a la misión. Ya han em
pezado a construirse las viviendas y ^sí,
en lugar de las grandes malocas, centros de
, corrupción y de continuas orgías, surgirán

N akafsa (Jap ó n ) —

JAPÓN.

Visiía del Rdo. P. Ricaldone
represeníaníe del R edor Mayor.
M ya z a k i, 9 julio 1927.
A madísimo Padre,
A nte todo, un gracias cordialísimo de
sus hijos lejanos, por la bondad con que
ha querido consolarnos con la visita de

Durante la vis^ia de Don Pedro Ricaldone.

varias pequeñas casitas alrededor de nuestra
residencia, que voluntariamente aceptan la
tutela y vigilancia del misionero.
Sería también sumamente útil un poco
de banda de música para acostumbrarlos
a nuestras fiestas y hacerles olvidar sus
frecuen tes y tradicionales cachiri, acom pa
ñados siem pre de danzas y orgías infames.
Pero no tenemos todavía ni instrumentos
ni maestro.
El interés que V . tiene por esta misión
y la caridad de los buenos Cooperadores
no dejarán de venir en nuestra ayuda, aji
lo esperamos.
{Continuará).

su representante, el amadísimo Don Pe
dro Ricaldone. E n verdad que D on Bosco
continúa siendo el espíritu animador de
toda nuestra fam ilia; " él es quien conti
núa teniendo el derecho, no sólo de le
jana paternidad sobre estas obras, sino de
autor siem pre presente, siem pre activo,
por la vitalidad perenne de sus normas,
de sus métodos y, sobre todo, de sus
ejem plos?. Y estas solemnes palabras del
gran Pontífice de las M isiones me las sen
tía resonar en los oídos mientras acom
pañaba a su enviado y las veía realizarse
y en las largas horas de viaje, soñando,
me parecía ver surgir majestuosa también

^66

en el remoto Oriente, la amable figura de
nuestro Padre Don Bosco abarcando con
su gran corazón a toda esta prometedora
juventud, que empieza a su vez a cantar:
Don Bosco es un canto infinito
Q ue oirán en el mundo ciudades sin fin.
i No le parezca exageración o exceso de
fantasía! Todos, mediante esta visita que
V. ha dispuesto, hemos sentido revivir a
Don Bosco, que se hallaba presente en el
recuerdo de sus normas, en las múltiples reuniones celebradas, estaba presente
en la meditación de sus ejemplos durante
los ejercicios espirituales, estaba presente
cf* el renovado propósito de trabajar según
el espíritu de nuestra familia y con la
observancia exacta de nuestras reglas, estaba presente en el espíritu de festiva familiaridad al ver entre nosotros a nuestro
amadísimo Don Pedro Ricaldone, al Sr.
Inspector, al encontrarnos aunque brevemente reunidos todos en M ya z a k i. Alegrías purísimas, que inundaban nuestras
almas excitándolas a una mayor actividad,
a una coordinación más sistemática de
fuerzas, que dan fundada esperanza en el
establecimiento sólido de nuestra Obra,
en esta grande y a la verdad característica
Nación.
Y sentíamos a Don Bosco finalmente
en sus recuerdos, amadísimo Padre, en sus
exhortaciones en la oración del Pa ter nosfer, que en adelante rezaremos con mas
devoción, i Ah, si; que sea santificado tu
Nombre, oh Señor, en el Japón; que venga
tu reino, oh Señor, para estas queridas
almas!

En t ra da en e/ Ja p ó n .
Y en segundo lugar ¿que decirle? Breves apuntes de crónica, que quisiera saber
vivificar, como las obras de cada uno de
nuestros queridos hermanos, como las
expresiones de cuantos cristianos o pánganos participaron en nuestra alegría.
El P. Ricaldone era esperado. Grandes
y pequeños a su llegada hablaron de nuestra Religión, de Don Bosco y de sus Obras.
Desembarcado en Kobe, donde fue acogido cordialmentc por los Padres de las
Misiones extranjeras de París, que le presentaron a Mons. Castanier, obispo de Osaka, prosiguió direcatmentc hacia Tokio,
siendo recibido con paternal bondad por

S . E . Mons. G ia rdin i que quiso hospedar
a nuestro Superior en su Sede. La breve
permanencia de nuestro Superior en la
Capital le sirvió para entablar importantes
relaciones y visitar los principales establecimientos y escuelas del Estado o de
Congregaciones religiosas, entre las cuales
el importante Instituto Estrella M atutina
délos PP. Marianistas. Tanto en le recepción que se le tributó en la embajada
Italiana, como en la visita al Arzobispo de
Tokio y demás lugares, nuestro Superior
en el nombre de Don Bosco, encontraba las
puertas abiertas, las caras sonrientes y
deseosas de conocer a Don Bosco y todos
hacian los más sinceros votos por la prosperidad de su Obra en el Japón. ¡Es bien
cierto que vivimos de la renta de nuestro
gran Padre. Verdaderamente que aún en
estas lejanas regiones, Don Bosco está
siempre presente, siempre activo, siempre
enalteciendo con la gloria de su nombre
a sus pobres hijos!
El P. Ricaldone al ver todo esto y al
contemplar con sus propios ojos las bellezas naturales, la prosperidad, el trabajo
febril, la organización admirable de esta
Nación en todos los ramos de la actividad
social moderna y el consolador movimie ito
hacia el catolicismo, que claramente va
delineándose, se mostraba entusiasmado
y veía abrirse un glorioso porvenir para
el desarrollo del programa integral de Don
Bosco en el Japón.
C oi 7 los sa lesia nos.
Pero el corazón de su representante estaba dirigido a sus hermanos deJ K hiusbiu,
que con no menos afectuosa ansia Jo esperaban. Su palabra de orden, oh amado
Padre, habia sido « Que mi representante
os encuentre en el trabajo» y todos, obedeciendo a este su deseo, pusieron manos
a la obra. Era el trabajo de pocos meses,
era un conjunto de ensayos en todo sentido para crear ambiente, costumbres, personas. Eran pequeñas tentativas o casi
diríamos análisis de laboratorio, sugeridas
por las circunstancias y más que todo
por el abandono filial en aquella Providencia que en formas diversísimas nos ha
conducido hasta el momento actual. Y
este trabajo, por medio de su representante,
se lo presentamos a V. para, que V. a su

567

O iia (Jap ó n) — Familia japonesa bautizada por Don Pedro Rlcaldone.

vez presentándolo a María Auxiliadora, nos
obtenga aquellos auxilios materiales y espirituales de que sentimos urgente necesidad.
Y aqui la pluma quisiera exponerle toda
la actividad de trabajo de cada uno de los
hermanos, de los cristianos, de los mismos
paganos con quienes nos relacionamos; pues
todos multiplicaron su buena voluntad y
la concretaron en obras que pudieran dar
al Superior una idea n>enos inexacta del
posible desarrollo de nuestra Obra. Y sobretodo el corazón quisiera expresarle el
consuelo de que se sintió inundado al volver a ver al representante del Rector Mayor

E n N a k afsu.
Entre los momentos inolvidables de la
vida contaremos también este. El P. Tanguy y el P. Piacenza vinieron a encontranos a M ojí, De nuevo en el tren, sin acordarse siquiera del cansancio del viaje, era
un verdadero fuego graneado de preguntas,
de noticias esperadas con ansia. A media
noche llegamos a N akafsu. i Oh buen Jesús,
Tú sabes las suaves dulzuras de aquellas
Buenas Noches escuchadas en la reducida

capilla! i Tú conoces la fervorosa oración
de todos nosotros en aquella noche en
que todos juntos nos ofrecíamos a ti y
te ofrecíamos las almas que nos han sido
confiadas!
Al día siguiente, domingo, los pocos cristianos se reunieron en la capilla, v con
ellos un buen número de paganos especialmente niños (más de cuarenta); pequeño grupo del incipiente Oratorio que
aquí como en O i f a y en M y a z a k i va organizándose. Juegos, cantos, grupos fotográficos, nos hacen vivir el ambiente salesiano. Una visita a las Escuelas y otra
a la T rapa donde fuimos cariñosamente
recibidos por el Superior P . Gerard. Una
reunión con los Padres Misioneros de las
Misiones de París más próximos a nuestra Misión, para repetirles la gratitud de
los pobres hijos de Don Bosco, puso término a aquellos inolvidables días.

E a O ifa.
Y llegó la vez de O iia . Los pocos cristianos y los muchos paganos amigos de
nuestra Obra recibieron al P. Ricaldone

?68

con cantos, música, iluminaciones y en
una magnífica academia quisieron decirle
en prosa, en verso, con cantos y con danzas, toda la gratitud que sentían por el
trabajo ya llevado a cabo por los hijos de
Don Bosco. Los niños, ya numerosos, casi
todos paganos, quisieron prepararle una
pequeña exposición de trabajos escolares
y domésticos y hasta le dieron la sorpresa
de un certamen catequístico. Pero lo que
colmó de alegría el corazón de su representante fué el bautismo administrado a 8
paganos. Como habrá gozado desde el
Ciclo el grande apóstol del Japón, S an
Francisco J a v i e r al ver, precisamente en
la ciudad tan querida a su corazón,
perpetuarse su Obra por medio del trabajo de los Hijos de Don Bosco.
Con la visita a las autoridades civiles y a los
principales establecimientos escolástico - educativos
terminaron los dias pasados en Oi f a tan llenos
de bendiciones.

la fe y por la conversión de las ovejas
descarriadas. También en M y a z a k i visitamos a las autoridades, admiramos los
grupos escolares; pero sobre todo se templaron las almas en la meditación, en el
examen de sí mismo, en el estudio de los
medios para coordinar el trabajo presente
y futuro.
Al llegar el domingo, fiesta del Sagrado Corazón, los cristianos quisieron dar
una hermosa prueba de su fe con numerosas comuniones, con la consagración de
sus familias al Sagrado Corazón y un pequeño grupo de niños recibió del P. Ricaldone, con el formulario de Don Bosco,
la medalla que los acredita como socios
de la compañía de San Luis. Entonces
pensaba en Don Bosco que en aquellos

E n M ya zok i,
Y todos juntos, los saIcsianos del japón nos
dirigimos a M ya z a k i. Era
la visita del representante
dcl sucesor de Don Bosco
al actual centro de M isión, era la vuelta de los
hermanos a la casa donde
pasaron el primor tiempo
de su vida misionera y
a donde vuelven para retemplar su alma con una
tanda de ejercicios espirituales. Es la alegría de la
Comunidad cristiana de
M y a z a k i que a la llegada
dcl tren prorrumpe en sus
característicos « banzai
de saludo y que en la
Misión vestida de fiesta,
por boca de los niños, de
los padres de familia, de
los hermanos, saluda al representante de Don Bosco
y que a los pies de jesús
Sacramentado da gracias,
ruega por los hermanos en

G I O R I O S A JO R N A D A S A L E S IA N A E N E L P E R Ú (28-V II1-J927
I. Ei Arzobispo de Lima AVons. Lisson bendice los nuevos locales para
3 . Desfile de los mismos por la Avenida del B rasil. — 4 . El P re sid rfl

T

369

momentos, sin duda, en medio de nosotros perpetuaba, con la eficacia de sus métodos, el bien de la juventud.
Por la noche los niños y las niñas con
representaciones escénicas con cantos y
con danzas, con discursitos y poesías quisieron manifestar al P. Ricaldoncsu alegría
y gratitud. Las melodías japonesas cantadas y acompañadas con los características
instrumentos nacionales se entrelazaban
con nuestras vigorosas canciones italianas
y dialectales. Fiesta de corazones, fiesta
de alegría, que luego repetimos nosotros
solos en la intimidad de la familia, el día
de la vigilia de San Pedro, onomástico
de nuestro visitador, antes de separarnos
para volver cada cual a su residencia y
trabajo.

L a despedid a.

-Y mientras el tren se llevaba a nuestros
hermanos de N a ka t z u y de Oi f a yo acompañé a nuestro superior a Kagoshima, lugar
donde desembarcó San Francisco javicr,
para hacer una visita a los bonísimos
PP. Franciscanos y darles las gracias por
el fraternal auxilio que prestan a los hijos
de Don Bosco. Y finalmente nos dirigimos a N agasaki, la tierra de los mártires,
la sede de la diócesis. Recibidos y hospedados por el paternal corazón del P. T hiry,
Vicario General, después de visitar las
principales obras católicas, recibidos doquiera con muestras de cariño y simpatía,
llegó la hora de la separación.
Mientras a bordo de la nave, con el
corazón henchido de emoción, daba a su representante un estrecho abrazo
que expresara también a V.
amado Padre la gratitud de
todos, abrazo en que se concretaban las aspiraciones,
los augurios, las oraciones,
en que se fundían nuestros
corazones con los de todos
los amigos lejanos, pensaba
en Don Bosco, que con la
delicadeza incomparable de
su gran corazón, daba' el
adiós a sus hijos que partieron los primeros para la
lejana América. Aqui desde
luego modalidades diversas: pero en realidad es
siempre Don Bosco quien
está presente y quien actúa.
La nave a toda marcha
se llevaba a nuestro Padre
hacia S hangai, para consolar y aconsejar a nuestros
probados hermanos. Y mi
tren atravesaba velozmente
las fértiles campiñas japonesas, llevando consigo en mi
corazón los últimos saludos,
los augurios, las oraciones
dei Padre, por todos los hermanos japoneses. Y yo en
nombre de todos me repito
de V . obedientísimo hijo
■olivo de las B odas de O ro de los Cooperadores ( V é a s e e/ n ú m e ro a n t e r io r , '.
V iC E K T E CiM A T T I Pbro.
‘s. - 2. M á s de 2 .0 0 0 D Ínos de las E scocias salesíaBas presencian la ceremonia,
Misionero S alesiano.
lo República, los O bispos d d Perú j demás autoridades preseDci.>n d desfile.

370

Nueva Obra en Australia.
Entre los numerosos misioneros que este ano
han partido para O riente algunos de los cuales
van dirigidos a las dos nuevas misiones de la
Isla de T lm or y de Siam , un tercero y nutrido
grupo se dirigió hacia el S u r de la Australia.
En aquel apartado continente se ha adquirido,
en el estado de < Victoria • una de las más
hermosas lincas de la isla, según escribe el The

Agrícola tuvo lugar el día 26 de junio revis
tiendo la solemnidad de un gran aco n tecí-'
miento religioso. Llevóla a cabo en nombre de
nuestro Superior General, el Inspector de los
Salesianos de N orte A mérica. Se hallaban pre
sentes las principales autoridades del Estado,
M ons. Cattaneo, Delegado Apostólico de A us
tralia y M ons. M an n ix, Arzobispo de M elbourne que se manifestó grandemente compla
cido de la llegada de los salesianos a su diócesis,
lograda al cabo de 25 años precisos, que su

Australia — Nueva fundación: la G ranja Agrícola R u p c r is w o o d .

Advócate, órgano ofícial de la Arquidiócesis de
M elbourne.
La propiedad, situada en Su nbury cerca de
M elbourne se llama Rupcrtswood. T iene una
extensión de 83 acres, o sea 345 hectáreas de
tierra excelente, con magnifíco sistema de riegos,
una grandiosa granja con todas sus dependencias
y un magnifico edificio que con pocas modifica
ciones podrá albergar un gran numero de jóvenes.
Desde mas de too años esta propiedad ha
estado en manos de la familia Clarke que tan
ta importancia ha tenido en la historia del
Estado de Victoria y el último propietario Sir
Rupert K larkc de quien ha tomado el nombre
actual (Rupertswood, Bosque de Ruperto) acaba
de venderla. L a venta se hizo en varios lotes,
de los cuales los Salesianos han adquirido, con
la ayuda de un Cooperador, el más importante.
L a toma de posesión de esta nueva Escuela

prcccccsor, M ons. Carr los había insistente
mente pedido.
Rupcrtswood será una Escu da de .Agricultura
para los jóvenes australianos y el Capitulo S u
perior de nuestra Sociedad ha dado tanta im por
tancia a la nueva obra que ha enviado allá para
montarla y organizaría, al mismo consejero
técnico de nuestras Escuelas Agrícolas, el Rdo.
P. G ullino, geómetra e ingeniero agrónomo.
Grande parece el porvenir de esta fundación
que goza de un clima sumamente templado y
a menos de 30 kilómetros del gran puerto de
M elbourne la segunda ciudad de aquel conti
nente que cuenta con 708 mil habitantes.

L a fe sin las obras para nada sirve; procu
remos pues que nuestras acciones correspondan a
¡a fe que profesamos.
V en. J u a n B o s c o .

L a V i r g e n de D o n B osc o .
XV.

M a ría A u x ilia do r a inspir a a D on Bosco
/a fu ndación de la P í a U nión de los
C ooper a dores S a íesia n os p a r a e l sosíenim ienío de sus O bras,
O tra obra, cuya institución D on Bosco
acariciaba desde hacia tiem po, era la P ía
Unión de los Cooperadores y Coopera
doras S aíesianos. Y a desde el principio
de su O bra, algunos buenos sacerdotes y
piadosos laicos habían venido en su au
xilio con su prestación personal y con sus
limosnas. Estos cooperadores fueron siem
pre el principal sostén de las obras que
D ios le inspiraba y D on Bosco quería
unirlos y organizarlos, dán doles un Re
glamento y formando una Asociación.
Y a en 1850 ideó una P í a Unión provi
sional bajo la advocación de San Francisco
de Sales. La concibió como una grande
Asociación que con todos los medios lí
citos y legales, había de dedicarse « a todas
aquellas obras de beneficencia escolástica,
moral y material, que se sonsideraran como
más aptas y conducentes a impedir los pro
gresos de la impiedad y a desarraigarla, si
fuera posible, donde hubiera puesto sus reales
En esta P í a Unión pensaba D on Bosco
cuando, al redactar las primeras C onsti
tuciones de la Pía Sociedad Salesiana,
puso un párrafo especial - D e los externos ,
para llam ar a form ar parte de la C ongre
gación a todos aquellos buenos cristianos
que quisieran vivir y actuar según su espí
ritu. D ecía así: Cualquier persona, aún v i
viendo en el siglo, en su propia casa, en el
seno de la familia, puede pertenecer a nues
tra Sociedad. N o harán ninguna clase de
votos; pero procurarán poner en práctica
aquella parte del Reglamento compatible
con su edad, estado y condición, como sería
enseñar el catecismo o promover las catc
quesis de los niños pobres, apoyar la buena
pr^isa, contribuir a la celebración de triduos,

ejercicios espirituales y a otras obras de
caridad, especialmente al bien espiritual de
la J uven t ud y de las clases populares.
Por consejo de la Sagrada C ongrega
ción de O bispos y Regulares este párrafo
no fu é incluido en las Constituciones de
finitivas, pero D on Bosco no dejó de
pensar en la institución de una verdadera
Asociación. E n 1874 compiló un primer
Reglamento, llamándola Unión Cristiana;
en 1875, junto con otras correcciones,
cambió el título por el de Asociación de
Obras Buenas, después Asociación S a le
siana y finalmente en 1876, P í a Unión de
Cooperadores saíesianos, o modo práctico
de promover la honestidad de las costumbres
y el bien de la Sociedad.
El 4 de marzo de 1876 acudió D on Bosco
al Santo Padre para que se dignara abrir
el tesoro de las indulgencias en favor de
los que habrían dado su nombre a la Pía
U nión y la O bra de M aría A uxiliadora
de que hablamos en el artículo anterior.
La instancia decía:
* Dos humildes instituciones parece serán
para mayor gloria de Dios en estos calami
tosos tiempos: U na llamada C o o pe r a d o r e s
S a l e s ia n o s y la otra O br a d e M a r ía Au x i l ia d o r a . L a primera es una especie de orden
tercera, que tiene por objeto asociar a los
buenos católicos del mundo y proponerles
una manera fá cil de cooperar con la Con
gregación S alesiana, observando sus reglas
en cuanto es compatible con el propio es
tado y ejercitando su celo en obras de caridad
y de religión, especialmente en favor de los
niños pobres y abandonados.
L a O bra de M a r ía Au x il ia d o r a tiene
por objeto buscar jóvenes adultos, de los 16
a los J O años, que deseen abra zar el estado
eclesiástico, para encaminarlos a l estudio
en casas a propósito para ellos y ayudándoles
a seguir su vocación. Terminados'los cursos
de la tín serán libres de volver a la propia
diócesis, de ir a las misiones o de abra zar
el estado religioso. D e esta obra se ha hecho

772

en el presente año (1875-76) ¡a primer prueba
que ha dado óptimo resultado ».
Habiendo ido poco después a Roma,
Don Bosco renovó de palabra sus instancias al Santo Padre para obtener la
aprobación y abundantes indulgencias para
ambas obras. Habiendo notado Pío IX
que solo se hacía mención de Cooperadores
S alesianos dijo a Don Bosco:

ÍL
a

A

U

mente. El 16 de noviembre de 1876 es
cribía D on Bosco a su prim er misionero
Juan C aglicro: « E l Señor está con nos
otros y nos bendice de una manera extra
ordinaria. Seis sacerdotes fueron a las
misiones y otros seis han entrado en nues
tra Congregación; siete clérigos partieron
para A m érica y otros siete pidieron y ob
tuvieron form ar parte de nuestra Congre-

íl

ÍL J :

- .1’

f

t

iíL

..íL

iÍ T

4

t

I

t'h

'I

H

%
ci

fA

H
í t
i.

>•

i

A

•2»

:%
á

7 N-

t

M
%

J:
•t

•t-

íjp

I

•'rt

.#3

ji

%
t

4

'

iíL

ÍL

/O,'

•I



/ ,1 -

i

'f

K

h

Ü

6

iír

I

ñ

c

i

h

t
M
J i.

Ah

A -

i

^$3

a

ÁA

ilL
i t

i í]

7^
-23

-r

^ 'í

-f

ííS?

ít
4

Uno {(rocía de Alarlo Auxiliadora en caracicrcs chinos.
(V'fm sc la Ira d a c c ló a en la p ó fin a sJ'gtifeale).

— ¿ Y por que no añadís a esta obra la
de las Cooperadoras? N o, no; no exclu
yáis a nadie. La mujer tuvo siem pre parte
principa! en las obras buenas de la Iglesia
y en la conversión de los pueblos y está
dotada más que el hombre de una in cli
nación natural a las obras buenas. Y Don
Bosco obedeció extendiendo la Asociación
a las Señoras, y el Santo Padre por su
parte enriqueció ambas obras con gran
abundancia de indulgencias.
Y el buen D ios las bendijo scnsiblc-

gación; 12 coadjutores tuve que mandar
a A m érica y a otros establecimientos y
otros doce han entrado. ¿ N o se ve en
estos hechos claramente la mano de D ios?
Así mismo florecen y prometen conso
ladores frutos las Asociaciones de M aría
A uxiliadora para vocaciones de adultos
y la de los Cooperadores y cooperadoras
Salesianos ».
Y ambas obras siguen haciendo en el
mundo un bien inmenso, como lo pueden
comprobar los lectores del Boletín.

573

Gracia de María Auxiliadora a un chinito.
N uestro tercer hijo el pequeño Lino, de seis
meses de edad, enfermó gravemente. F u e con
ducido al hospital protestante de la ciudad, se
consultaron los mejores médicos del lugar, se
le dieron todas las medicinas prescritas, pero
todo fué en vano.
Se hallaba ya en las últimas y ya no tomaba
leche desde hacía varios días; la palidez de la
muerte velaba ya su semblante y los ojos pa
recían apagados.
En nuestro grande-e indecible dolor nos p re
sentamos a nuestro misionero que nos exhortó
a confiar en la poderosa intercesión de M aría
Santísima A uxiliadora por medio de su devoto
siervo el V ble. Juan Bosco.
A las nueve de la noche del día 4 de febrero
de 1927, lo trasportamos a la capilla y delante
de la querida imagen de la V irgen pedimos
humildemente su santa bendición. E l M isionero
puso sobre la cabeza del adorado Lino, una
reliquia de Don Bosco y con el alma llena de
confianza pedimos la intervención de M aría
Auxiliadora y de su V ble. Siervo.
F u é un cambio repentino y radical. El niño
que lloraba sin cesar se calmó y durmió p láci
damente toda la noche un profundo sueño. A
la mañana siguiente era completamente otro.
Tomaba leche como un niño sano y fue mejo
rando tan rápidamente que ahora, al cabo de
dos meses, está mejor que nunca.
El domingo siguiente, recibimos los santos
Sacramentos para dar gracias a la .Auxiliadora
de los Cristianos y deseamos que se publique la
que precede para dar público testimonio de
gratitud a E lla y al V ble. Juan Bosco.
Nam Yung (C ian-K ong-C h ina) 6 april 1927.
L

eo ng

C

efe r in o

V isto: H u m b e r t o D

- Y

a l m a ss o

,

eo ng

L

u cia

.

Pbro. S alesiano.

B a r c e l o n a (España). — H allándose el año
pasado gravemente enferma una hermana mia
por habérsele roto una artería, según opinión de
los médicos reunidos en consulta, era grave el
peligro de muerte, pues iba desangrándose por
momentos, me encomendé a M aría Auxiliadora
prometiendo publicar la gracia en el Boletín
Salesiano y ofrecer una limosna a su Santuario
de Sarríá sí la salvaba de tal peligro.
E lla me escuchó como buena M adre pero
yo iba aplazando el cumplimiento de mi pro
mesa hasta que de nuevo me vi obligado a acudir

a ella, esta vez en favor de mi madre cuya vida
llegó a peligrar tanto que el médico de cabecera
nos aseguró tenía que morir forzosamente, ya
que se apoderó de ella una fatal bronconcumonia, complicada con una nefritis crónica y
palpitaciones de corazón, llegando al trance de
perder el conocimiento y delirando continua
mente.
Entonces volví mis ojos con más afán a la
misma Virgen, A uxilio de los Cristianos; le
pedí perdón por no haber cumplido mi pro
mesa y le aseguré públicar ambas gracias si li
braba a mi madre de las garras de la muerte,
a la que se acercaba por momentos puesto que
cada visita del Doctor era una advertencia que
nos preparáramos para el trance inevitable.
Redoblé mis súplicas a M aría y Ella, siempre
atenta a los ruegos de sus hijos, me escuchó de
nuevo y hoy al verla completamente restable
cida, gustoso cumplo mi promesa para mayor
gloria de la V irgen Santísima Auxiliadora de
los Cristianos.
Agosto 1927.
Ju an Pin

o l

R

o vir a

.

B u e n o s A i r e s (Argentina ).— Envío a Su Rveia.
un giro de mil liras para las obras Salesianas,
en cumplimento de una promesa por haber
recibido cierta gracia especial de M aría A uxi
liadora, evitándome un grave reves de fortuna.
A pesar de ser pobre y encontrarme con
penas y dificultades, todo lo espero de Don
Bosco cuya obra amo y admiro.
Respetuosamente presento a S. R. el testi
monio de mi alta consideración, encomendán
dome a sus valiosas oraciones.
9 setiembre 1927.
C . L . E. L .

(Idem ) . — A principios del año 1926 hallábase
mi hogar agobiado por los disgustos que ocasio
nara un hermano mío, el cual había tomado
un mal camino, el que por último acabaría por
deshonrar la familia y hcchar a perder otro her
mano menor.
A fligida por tantas penas, acudí con fervor
a M aría A uxiliadora, prometiendo publicar la
gracia en el « Boletín S alesiano » y enviar una
limosna para los huerfanitos de! Venerable
Don Bosco.
D espués de varios meses de haber hecho la
petición, haciendo novena tras novena, la V ir
gen Sm a. concedióme la gracia, volviendo mí
hermano a casa, y junto con él. Ja paz.
A unque tarde y sumamente agradecida,
envío esta pequeña limosna, e invito a todos los
necesitados a acudir a tan buena M adre, que
no dejarán de ser oídos.
2 agosto 1927.
A. D.
Ex-alum na de M aría Auxiliadora.

574

E l S a n t u a r i o (Colombia). — El infrascrito,
cura de la parroquia del San tuario certifica:
Q uel el Joven Francisco O campo hace unos
tres años más o menos estuvo, gravemente
enfermo, pero por intercesión de M aría A u xi
liadora mejoró de un día para otro, pues por la
tarde el infrascrito le administró los sacramen
tos de la penitencia, comunión y extremaunción
y por la mañana estaba completamente libre
de la enfermedad.
E l infrascrito para gloria de D ios y de la
San tísima V irgen da el presente certificado.
22 junio 1927.
J o sé

Ig n

acio

B

o teu.

L a C e j a (Colombia), — H acía año y medio
que padecía una horrible y penosa enfermedad
que seis eminentes médicos se vieron impo
tentes para combatir, opinando que no había
más solución que una operación quirúrgica.
Pero a pesar de las instancias de todos los miem
bros de mi familia yo no me quería decidir a
hacer la operación y en situación tan triste acudí
a M aría Auxiliadora prometiéndole que si me
curaba sin necesidad de operación me despren
dería de la alhaja que con más cariño conser
vaba, y daría una limosna en favor de los le
prosos dcl lazareto, publicando la gracia en
el Boletín Salesiano.
Cuan do más penosa parecía la situación,
puesto que la fam ilia estaba triste por mi resis
tencia a operarme, tuve un sueño durante el
cual me pareció que iban a operarme y que al
momento de ir a ponerme el cloroformo, un
anciano venerable vestido de sacerdote, a quien
yo no conocía, me dijo le siguiera y después de
exhortarme a confiar en M aría Auxiliadora
desapareció después de decirme que se llamaba
Don Bosco.
Al día siguiente llamé a una hermana salesiana y le pregunte si Don Bosco era sacerdote.
Entonces ella me explicó algo de su historia
contestándome que sí y me enseñó a hacer la
novena que aconsejaba el \ 'b le. Desde el 7®
día en adelante comencé a sentirme mejor y
al noveno día me desapareció espontáneamente
y sin remedio alguno la causa dcl mal, de tal
suerte que un médico eminente después de
visitarme cuidadosamente declaró que no había
ni huella de la enfermedad.
Hace ya tres meses que estoy completamente
sana y con gusto cumplo las promesas hechas,
y doy de todo corazón gracias a M aría A uxilia
dora y a su fiel Siervo Don Bosco.
Agosto 1927.
M

a r ía

Jesú s

U

r ib e

de A

n gel

— D oy las más efusivas
gracias a la Virgen San tísima Auxiliadora
por una señalada gracia obtenida por su valiosa
protección.
M

atar o

(Esp a ñ o).

H allándose la Casa Salesiana de M ataré en
una gravísima necesidad, que de no resolverse
favorablemente podía poner en peligro hasta
el porven ir del Colegio, recurrí con viva fe y
esperanza a M aría Auxiliadora prometiéndole
colocar dos arañas en la Capilla del Colegio y
publicar la gracia en el Boletín Salesiano en
caso de obtenerla.
La primera parte de la promesa está cumplida
y hoy cumplo la segunda ya que la gracia se
obtuvo completa, habiéndose mostrado la V ir
gen Sm a. una vez más A uxiliadora de los que
con fe la invocan.
marzo de 1927.
J u a n A l b e r t o , Director.
M é j i c o . — Penetrada del más profundo re
conocimiento hago público el favor con que la
Santísima V irgen Auxiliadora se dignó una
vez más manifestar su maternal protección
hacia nuestra fam ilia, ya que, no obstante las
actuales luctuosas circunstanciás por que atra
viesa nuestra pobre Patria, mis cortos años y
la continua competencia por los empleos, he
podido obtener después de una reiterada no
vena a la V irgen de Don Bosco, una conve
niente colocación.
E nvió mi humilde oferta para su Santuario
confiando siempre en su celestial ayuda.
12 abril 1927.
Bea

t r iz

Ba

r t h ez.

M o n t e v i d e o (Uruguay). — H allándose una
hermana mía, madre de tantos hijos, en punto de
muerte de una terrible enfermedad, acudí a
mi querida M adre, M . A uxiliadora invocán
dola de todo corazón y prometí publicar la
gracia en el Boletín Salesiano. H oy cumplo mi
promesa agradecidísima a tan buena M adre,
pues mi querida hermana goza desalud mejor
que antes, siendo la felicidad de su familia,
esposo é hijos.
Bendita sea la santa M adre de D ios, Virgen
M aría A uxiliadora.
8 agosto 1927.
S . Z . E. G .

Idem. — Encontrándome con una hermana
enferma, recurrí a nuestra buena M adre M aría
Auxiliadora pidiendo la salud de ella y rogándole
sanara sin necesidad de operación; ha pasado ya
algún tiempo y la enferma se encuentra bien
sin haberse operado, por lo que agradecida
cumplo con la promesa de publicar la gracia
en el Boletín Salesiano y mandar celebrar una
misa en los T alleres de Don Bosco.
50 setiembre 1927.
C

a rmen

F. S

a l a b e r r i.

M o s q u e r a . — E l 4 de M ayo del presente
año, caí gravemente enfermo de un agudo có
lico, del que padecía hacía 6 años, y que en

I

breves momentos me condujo al borde del
sepulcro. Y a no pensé, sino en morir; pero un
Padre que me visitó en aquellos instantes me
dijo: « Invoque a M aría A uxiliadora y rece el
santo rosario *.
M ientras el Padre me decía esto prometí a
la V irgen Auxiliadora publicar la gracia de la
curación si me la concedía, juntamente con otra
anteriormente recibida; al mismo tiempo que
esto hacía, tomé el rosario; pero no pude rezar
porque perdí inmediatamente el sentido.
M aría Auxiliadora no se hizo esperar, acudió
pronto en mi demanda y a la vuelta de pocas
horas me hallé perfectamente sano.
L a otra gracia de la cual hice mención acaeció

En mi aflicción acudí con mucha fe a M aría
Auciliadora y el mismo día ya encontré algím
alivio hasta que al cabo de poco tiempo me
encontré completamente curada.
Llena de alegría he cumplido mi promesa
en la Iglesia de Sarria y deseo que esta gracia
se publique en el Boletín Salesiano.
24 agosto 1 9 2 7 .
T e r esa M i l a .

D on también gr a cias a M a ría A u x i
liadora:
B o l l IGA (España). — Leandro M uñoz, A m
paro García y Lucia Bonilla y envian una li
mosna para la O bra Salesiana.

Riobamba (Ecuador) — Grupo de exalumnos en el dia de su Rcsia (29 -V-27 ).
en el pueblo del San tuario (A ntioquia) hace
4 años.
Atacado por un derrame cerebral y desa
huciado por el facultativo, ordené que se cele
brara una misa a M aría Auxiliadora y resignado
en las manos de D ios esperé la muerte. Según
testimonio adjunto recibí los sacramentos.
Q uedé luego profundamente dormido. A l des
pertar me hallaba curado por completo.
Agradecido por estos dos insignes favores
cumplo mi promesa; a! mismo tiempo exhorto
a todos a acudir en sus necesidades a la V irgen
de Don Bosco.
Septiembre de 1927.
F

r a n c is c o

O

campo

.

P l a {España). — H abiendo contraído una
grave afección a los ojos que me obligó a guardar
cama el m édira fu é de opinión que perdería
la vista. Al dia siguiente me levanté para ir a
un oculista pero después de tres días de dieta
y cama me encontraba tan prostrada de fuerzas
que no me atreví a salir.

C a u (Colombia). — Viceate S atíz abal, ma
nifiesta públicamente toda su gratitud á M aría
A uxiliadora, por haberle alcanzado, un impor
tante favor que le solicitó con filial confianza
y envía una ofrenda para la O bra Salesiana.
C a m a g u e y ( C u b a).— Dolores M a . Pichardo
y Lorfe de M ola y envía una lim osn a..
G o r a s t i a c a (Argentina). — M a ría Curtes,
por haber curado de la grippe y de pulmonía
doble después de una novena a M aría A u xi
liadora y tam bién por la salud de sus tres hjos.
G U A D A LA jA R A
(M cjico). — M a ría Dolores
N ava rra por haber obtenido que bautizaran a un
sobrino, cuyo bautismo se retardaba demasiado.
J a r u m a l (Colombia). — Dolores Berna z a de
Castillo por la conseguida salud de su esposo
y de una hijita se hace cooperadora y envía
una limosna.
M o n t e v i d e o (U ruguay). — Por tres gracias
recibidas y envía una limosna para su Santuario
d e T u rí n . M a ría Teresa AbaicaL

Ra ma (Nicaragua). — £ . M . y envía una
limosna para la obra salesiana.

37 ^
T e g u c i g a l p a ( H onduras). — Joselina de
Coelfo, por la salud obtenida y otros varios
favores y envia una limosna . — A na M aría
Uelés da gracias y envia una limosna.
Z a r a g o z a (España). — J osé Asín manda
aplicar misas en acción de gracias recibidas
por intercesión de M aría A uxiliadora y Don
Bosco.

Invocando
a Domingo Savio.

Por intercesión
del Vble. Juan Bosco.
Al hnblar de D . Bosco, como de los dem ás Siervos de .
O íos, nos im porta hacer constar que no queremos en
manera aleu n a con traven ir a las disposiciones po n tífi.
cias, ni atribu ir a ningún hecho una au torid ad su perior
a ia que merece un sim ple testimonio hum ano, ni p r o
ven ir el juicio de la Iglesia, de la cual, a ejemplo de
Don Bosco, nos gloriamos de ser obedicn tisimos Ivijos.

J e r e z (España). —r U na persona muy querida
tuvo una congestión; el médico dijo que no ha
bía remedio ni esperanza de curación, dada la
edad de la enfernna y el mal estado del corazón.
A pesar de todo no perdí la confianza y empezó
una N ovena a nuestro V ble. Padre Don Bosco
y puse una medalla tocada en su tumba en la
cabeza de la enferma. Recé mucho poniendo
siempre por intercesor a Don Bosco y, gracias
o Dios, la enferma recobró la salud.
Setiem bre de 1927.
Una H ija de M a ría Auxiliadora.
B o g o t á (Colombia). — D urante el tiempo
de mi N oviciado me sobrevino una grave enfer
medad que obligó a mis Su periorasa tomar la
resolución de enviarme a mi familia después
de haber hecho cuanto estaba en su mano para
salvarme.
Llena de amargura y cuando todo parecía
humanamente perdido, pues ya los míos estaban
avisados y fijada la fecha para nti salida de esta
Casa querida, acudí a Don Bosco pidiendo que
me diera la salud si era para gloria de D ios y
salvación de mi alma, prometiendo publicar la
gracia, el día de mi santa Profesión.
M uy llena mi alma de agradecimiento cumplo
mi promesa pues me cuento entre las felices
hijas de M aría Auxiliadora y espero con su
auxilio ser una digna hija suya y más unirme
con esta dulce M adre allá en el Ciclo.
A gost o 1 9 2 7 .
Sor M a r í a P o s a d a .
A r c o s d e l a F r o n t e r a (España). — Antonia
Ruiz, agradecida a Don Bosco por haber obte
nido la curación de su madre.
ViGO (Espa ñ a).— J a im e Isla por haber obteniundo feliz éxito en los exámenes.

El angélico joven Domingo Savio,
alumno dcl Venerable Ju an B osco,
por cuya inicrccaión se obtienen gracias exiraordinarias.

R o d e o d e l M e d io (Argentina). — H allábame
desde hacía mucho tiempo enferma y después
de haber probado muchos remedios y consultado
varios médicos, éstos declararon que mi enfer
medad era grave y humanamente incurable,
dada mi avanzada edad de 80 años.
Puse toda mi confianza en Dios e interesé en
mi favor al angélico Domingo Savio rezándole
todos los días un Padre nuestro, Ave M aría y
G loria Patri, seguido de una corta oración, con
la promesa de publicar la gracia y mandar una
limosna para su Causa de Beatificación.
i O h prodigio! a los pocos días, sin haber to
mado medicina alguna, me sentí mejorada
pudiendo ahora abandonar la cama y dedicarme
a algunos de mis quehaceres domésticos.
En acción de gracias por tan insigne favor
cumplo mi promesa y envío $0 pesos para los
trabajos de su beatificación.
20 pumo 1927.
M

a r ía

Pa

l e t

.

Los Salesianos en Holanda.
M u y cerca del importante Centro de Hecrlen
existe una pequeña localidad llamada N ieuwenhagen, situada en el centro de una cuenca
hullera, al fondo de la provincia holandesa de
Limburg.
H abiendo tomado gran desarrollo en aquella
región los trabajos, la sociedad que explota
aquellas minas ha decidido, hace dos años,
construir a 20 kilómetros al E . de Maestrícht,
entre H eerlen, distante 4 kilómetros, y la frontera
próxima alemana, una nueva y floreciente pobla
ción, que se llama Nieuwenhagen {nuevo puerto).
Dos arquitectos y una legión de empresarios
y albañiles trabajan activamente para construir
un primer grupo de 700 casas obreras, una
Iglesia y dos escuelas.
Este será el primer campo de acción confiado
a los salesianos en el territorio holandés. Han
sido allí llamados por el obispo diocesano de
Ruremonde, accediendo a la proposición del
santo y celoso M ons. Foel, apóstol incansable
de aquella cuenca minera.
Actualmente un solo salesiano se encuentra
allí, dirigiendo los trabajos, el P. Fischer, y
otros están ya preparados para cuando se pueda
empezar a trabajar. D eberán hacerlo en medio
de una población sumamente compleja, pues
además de los holandeses hay allí numerosos
alemanes, polacos y hasta italianos y para esto
se presta a las mil maravillas el carácter in ter
nacional de nuestra Congregación. Se trata de
obreros y de hijos de obreros y los salesianos
se encontrarán en su centro.
Los salesianos cuentan ya con el apoyo de
unos mil cooperadores organizados y aunque en
la actualidad no existen sino nueve salesianos
holandeses, también allí se presenta prometedor
el campo de las vocaciones, pues unos cincuenta
jóvenes ya crecidos, se hallan ya en nuestra
Casa de formación de Bélgica, deseosos de tra
bajar bajo la bandera de Don Bosco.

También en Tchecoeslovaquia,
Esta República de 140.000 K m . cuadrados
y unos 14 millones de habitantes, que el tratado
de Versailles ha señalado entre Polonia, A le
mania, A ustria, H ungría y Rumania es uno de
los principales centros de la industria mundial
y en agricultura ocupa uno de los primeros
lugares. Sus habitantes son sencillos, laboriosos.

trabajadores y de inteligencia despejada. Las
vocaciones florecen en gran número. Sobre
todo algunas Congregaciones misioneras lian
logrado grande desarrollo. Los P P . del Verbo
D ivino, por ejemplo, establecidos en N itra
(Eslovaquia) en 1927, han tenido que abrir
en seguida una segunda casa en la misma dió
cesis, la cual está ya a su vez llena de personal.
Pero también hay el reverso de la medalla.
L a Tchecoslovaquia sufre las consecuencias
de la inexperiencia política y mucho le cuesta
salir del mal paso donde la ha conducido una
primera legislación socialista.
Por otra parte el tcheco, de carácter ardiente
y amante de la independencia, se siente incli
nado a vivir fuera de ley. A dem ás la República
en general, pero sobre todo la parte tcheca (Bo
hemia y M oravia) sufre la influencia de j i logias
masónicas m uy activas y de numerosas sectas
protestantes, sin contar la iglesia cismática que
se formó después de la guerra.
L a legislación escolástica está completa
mente inspirada por el G ran O riente francés,
bajo cuya égida, se halla la más antigua e im
portante logia de Praga.
Por otra parte aunque el país sea rico, tanto
en industria como en agricultura, le falta orga
nización. N o hay el elemento directivo nece
sario para coordinar y dar trabajo a tanta mano
de obra, que emigra al extranjero en busca de
un trabajo que muy bien podría encontrar en
su país.
Los H ijos de Don Bosco, con sus O ratorios
Festivos, con sus Escuelas Profesionales, con
sus Granjas agrícolas, tienen pues en esta N a
ción un grandísimo campo de acción.
Cediendo a las vivas instancias de todo el
episcopado tchecoslovaco, reunido en 192?, se
abrió al año siguiente una primera Casa en
S astin (Eslovaquia), que tiene ya vida próspera.
A más de 40 suman los salesianos eslovacos.
Pero faltaba una obra entre los tchecos propia
mente dichos (Bohemios y M oravos) que ha
blan otra lengua distinta. Para ellos se acaba de
abrir una Casa de formación de vocaciones en
la pequeña ciudad de Frystak {M oravia), u ti
lizando un antigua convento de franciscanos.
Frystak se encuentra a 70 kilómetros al O .
de Brno (en aleman Brunn) por donde pasa lagran línea V iena-V arsavia-Leningrado y a 40 K m .
a S O . de O lomouc ( Olmutz) que es sede arzo
bispal. H állase, pues la nueva Casa muy bien
situada entre dos cadenas de montañas, en la
llanura de la Baja M oravia, terreno rico y con
gran densidad de población. La Casa empe-

3?8

zará con más de loo alumnos, de los cuales 56
jóvenes tchecos habían empezado ya su form a
ción en la Casa italiana de Perosa Argentina.
A dem ás la Sociedad Salesiana cuenta ya con
dos sacerdotes,
clérigos, 4 coadjutores y 10
novicios tchecos.
i Q ue el Señor bendiga esta nueva semilla
que promete consoladores frutos!
I Q U I Q U E (C hile). - E ¡ día d e l C olegio. M onumento a / V enerable D . Bosco. — Para
el " d ía del C olegio " el centro de Ex-alum nos
trazó un interesante programa de fiestas cívicoreligiosas. La espaciosa cancha del O ratorio
Festivo estuvo sumamente animada durante

la noche el T eatro Arauco se vió lleno de bote en
bote en la velada artística que arrancó frecuentes
y prolongados aplausos. Hacemos mención de
la banda que amenizó los diferentes números
del programa y le dió alegre animación y que
fu é digno broche de oro de la hermosa e im
borrable fiesta del « Día del Colegio».
L A P L A T A (Argentina). - B od as d e Pla t a
d e los E x-A lum nos d e D . B osc o . — Fundado
el Centro de L a Plata el ly de agosto de 1902,
llega a sus cinco lustros de existencia pictórico
de energías como lo han demostrado los festejos
organizados con esta ocasión. L us 900 socios
inscritos que forman el Centro fueron avisados

iquique (Chile) — Banda “ Eugenio S lic c a ,, del Centro de Exalumnos.

los deportes y fuegos artificiales. Como actos
religiosos descollaron la Comunión a la que
concurrieron numerosos Ex-alum nos, la M isa
cantada y Bendición con S . D . M . A l medio
día del ló se celebró un banquete: las mesas
estaban profusamente adornaron con guirnal
das y banderas chilenas, españolas c italianas;
se pronunciaron varios discursos en los cuales
se exteriorizó la simpatía por el recordado C o
legio, por D. Bosco y por la superioridad del
establecimiento representada por el D irector
D . Oscar Fucnzalida y por D . Luciano O rtiz,
alma del ex-alum nado. E n uno de los discursos
se propuso erigir un monumento a D . Bosco
en la plaza que da al Colegio. T odos aplaudieron
la magna idea y en el acto se eligió una comisión
pro monumento a D . Bosco: la ciudad de Iqui
que se adhirió como gratitud al insigne educador
y en homenaje al « Colegio D . Bosco * en cuyas
aulas se educan más de 600 ióvenes. D urante

mediante una activa propaganda y distribución
de circulares, y casi todos respondieron con
grande entusiasmo.
M ás de 200 acudieron a la misa de Comunión
general, celebrada por su lima. M ons. Francisco
A lbcrti, quien dirigió a los ex-alumnos bellas
palabras que demostraron la grande estima
en que los tiene.
Para perpetuar el recuerdo de esta gloriosa
fecha se inauguró en este día un magnifico
Frontón de pelota, jugando la mesa directiva
el partido inaugural, y una cancha de basketball.
H acia mediodía una falange de ex-alumnos
e invitados esperaban la llegada del Exmo. Sr.
Gobernador que aceptó la presidencia del familar banquete, que reunió alrededor de los
superiores salcsianos a unos 400 comensales.
Se pronunciaron elocuentes y entusiastas
brindis, destacándose especialmente el discurso

379

del D r. Raúl I. Ferrando y sob re to d o la afec
tuosa improvisación del S r . Gobernador, Excmo.
Sr. D . Valentín V ergara, que manifestó toda
su alma de Patriota, de creyente y de ad mi
rador de la O bra Salesiana. F u é interrumpido
con repetidas salvas de aplausos que se troca
ron al final en una estruendosa ovación.
U na brillante función teatral cerró la jornada,
de la cual queda tam bién como hermoso re
cuerdo, el soberbio grupo con que honramos
nuestras columnas.
M O N TEVID E O

( U rugu ay).

C o n g re so M is io n e r o
B o sco .

en ¡os

- S em ana y
T a lle re s * 'D o n

E l entusiasmo misionero que reina en la fer
vorosa y salesiana inspectoría del U ruguay ha

Por la mañana! M isa de Comunión General
para los artesanos.
Por la tarde: plática sobre los salesianos após
toles de las M isiones de Oceanía y japón.
M a r t e s 2 0 . — Intención: Las M isiones Salcsianas de la India.
Por la mañana: M isa de Comunión para las
H . de M aría y niños de los O ratorios F es
tivos.
Por la tarde: Plática sobre los apóstoles salcsianos de la India y Bendición.
Por la noche: Primera sesión pública con 13
números entre los cuales: Proyecciones y
mapas luminosos sobre las misiones salesianas de la India, Japón y O ceanía y los
dos temas misioneros: Las Misiones como
medio de cultura en la Escuela por un niño

La P laía (A rg.) — Imponcnie grupo de Exalumnos, recuerdo de las B od as de P laia del aciivo C eoíro.

tenido una espléndida y elocuente manifestación,
en los actos que durante una semana entera
del pasado septiembre, se han
desde el 18 al
venido celebrando en los Talleres Don Bosco
de Mon tevideo, en ocasión del año jubilar de
San Lu is Gonzaga y como adhesión al 7° C on
greso Salesiano del Sagdo. Corazón de Jesús.
La simple enumeración de los números del
Programa dará una idea de su importancia y
organización.
D o m i n g o 18. — Intención: M isiones de la PaPatagonia y T ierra del Fuego.
Por la mañana: M isa de Comunión y misa
cantada.
Por la tarde: A las 3, función de Iglesia con
plática sobre los apóstoles M isioneros de
Patagonid y T ierra del Fuego.
Por la noche: Sesión de A pertura del C o n
greso con conferencia de proyecciones
luminosas sobre las mismas M isiones.
D i a 19. — Intención: L as M isiones de Oceanía
y Japón.

de la compañía dcl Clero Infantil y las M i
siones y !a Civilización en el mundo, por
un niño de la Compañía de San Luis.
M i é r c o l e s 21: Intención: Las M isiones Salesianas de Colombia y Ecuador.
Por la mañana: M isa de Comunión General
para la Compañía de San Lu is Gonzaga.
Por la tarde: Plática sobre los apóstoles sa
lesianos de las M isiones de Colombia y
del Ecuador y Bendición con S. D . M .
J u e v e s 22- Intención: Las M isiones Salesianas
de A frica.
Por la mañana: M isa de Comunión General
para el Clero Infantil.
Por la tarde: Plática sobre los apóstoles sale
sianos de las M isiones del A frica.
Por la noche: Segunda Sesión pública, con 13
números entre los cuales: Proyecciones
y mapas luminosos sobre las M isiones Salesíanas de A frica. Los temas misioneros:
Cooperación espiritual, por un niño de la
Compañía de San José y Las Obras misio-

?8o

ñeras del Catolicismo por un niño del Clero
In fantil y la II. Conferencia M isionera: E l
Espíritu Cristiano en la Familia y el espirita
Misionero.
V i e r n e s 25. — Intención: Las M isiones Salesianas del Brasil.
Por la mañana: M isa de Comunión General,
para la Compañía menor de San Luis
Gonza^a.
Por la tarde: Plática sobre los apóstoles salesianos de las M isiones del Brasil y bendición con S . D . M .
SABA D O 24 . — Intención: l.as M isiones S a l c sianas de China.
Por la mañana: M isa de Comunión Genera!,
para las Archicofrades de M aría A ux.
Por la tarde: Plática sobre los apóstoles salesianos de las M isiones de China y Ben
dición con S . D . M .
Por la noche: T ercera Sesión pública con 12
números entre los cuales: Proyecciones y
mapas luminosos sobre las M isiones Salcsianas del Brasil y de la China; los temas
misioneros: Necesidad y facilidad de la
cooperación material, por un socio de la
Compañía mayor de San Lu is y la Acción
juvenil en la propaganda misionera y la 111 “
conferencia misionera: L a acción de los
Cooperadores y Ex-alumnos en las M i
siones, por el presidente Nacional de los
Ex-alum nos Salesianos D r. M iran da.
D o m i n g o 25. — Intención: M isión Salesiana
dcl Chaco Paraguayo.
Por la mañana: 2 misas de Comunión General
la segunda celebrada por el Arzobispo de
M ontevideo M ons. Aragone - a las diez,
misa cantada.
Por la tarde, función de Iglesia con plática
sobre los apóstoles de las M isiones del
Chaco y Bendición con S . D . M .
Por la noche; Solem ne Sesión de clausura
del Congreso M isionero, con trece núme
ros, entre los cuales: Proyecciones y mapas
luminosos sobre la M isión dcl Chaco Para
guayo - F lor de la S elva, Drama misionero
en dos actos y un discurso del Sr. Arzobispo
de Montevideo.
i Bien por el U ruguay: ojalá tenga muchos
imitadores!
A SL I N C I Ó N (Paraguay) —- G ra ndioso éxito
d c l Prim or C ongreso M is io n e ro . — «C on el
auxilio de D ios la bendición de nuestro amado
Pastor, la presencia - como Presidente - de
nuestro queridísimo P. Inspector Rdo. P. Pi ttini; el decidido entusiasmo de todos los congre
sistas, la encomiablc actividad desplegada por
todas las comisiones de señoras, caballeros,
jóvenes y niños, hemos realizado nuestro p ri
mer Congreso hlisionero del Paraguay, con un
éxito tan rotundo que obliga a todo el Barrio

a levantar un himno de reconocimiento y ala
banza a D ios N uestro Señor y a nuestra querida
madre M a ría Auxiliadora por la especial protecciiSm que han dispensado a todos los trabajos,
preparativos, actos y sesiones del C o ngreso».
Así empezaba una revista local la crónica de
este Congreso, que fu é un verdadero aconteci
miento, que demuestra hasta donde pueden llegar
los jóvenes debidamente preparados, y dirigidos.

Los

A C T OS PRI N C I P A L ES:

Si bien todo ha salido admirablemente bien,
destacamos aquí la función inaugural, la sesión
privada del Comité del Congreso, la gran asam
blea de los niños, la solemne sesión de las Damas,
la brillante Jornada Eucarística, la emocionante
asamblea de los Jóvenes y Caballeros, a la que
asistieron dándole brillo y esplendor la dele
gación de la F . J . C . P . con su presidente Don
Eulogio Bergenz a, la Comisión Central de Damas
pro-misión Salesiana, las delegaciones de los
Exploradores Paraguayos, en cuyo nombre habló
el Sr. César Villalón, y del Centro J u a n Bosco.

AL VUELO

W :

A L I C A N T E {España). — E l día 10 del pa
sado junio se verificó en el amplio patio de las
Escuelas el reparto de premios, presidiendo las
dignísimas autoridades eclesiásticas, civiles y
militares. E l Exemo. Sr. A lcalde costeó y firmó
los diplomas de todos los premiados. El Excnio.
Sr. presidente de la Diputación regaló para
premios 25 ejemplares de la Perla de Alicante,
obra magistral dcl limo. Sr. Abad de la C ole
giata. T am bién los Ex-alum nos y Socios de
« Domingo S a v io » contribuyeron con 40 ptas.
a dicha premiación, que resultó m uy lucida.
U n fruto precioso dcl último curso escolar
fueron ocho niños que ingresaron en la Casa
de formación de Campello, con el ideal de lle
gar a ser un día salesianos y misioneros.
B O G O T A {Colombia). — E l día 15 de agos
to celebraron con gran entusiasmo sti fiesta
anual los ex-alumnos con un nutrido programa
religioso deportivo y literario. A ellos se unieron
los socios dcl Centro Don Bosco siendo n ú
meros sobresalientes de la fiesta los discursos
de los Sres. Bejarano y M éndez.
B U E N O S A I R E S {Argentina). — E l Centro
de Ex-alumnos de * Don Bosco * del Colegio
de San Juan Evangelista ha conmemorado
brillantísimamcnte el X X aniversario de su
fundación celebrando con especial solemnidad
el día del Ex-olumno, el día 4 del pasado
setiembre. La concurrencia fué extraordinaria,
las comuniones numerosísimas y se inauguró
un nuevo local para el Centro.

3 ái

G R A N A D A {Nicaragua). — E l día 21 del
pasado agosto con una ceremonia sencilla pero
cordial y conmovedora se colocó en sitio ho
norífico del Colegio, un hermoso cuadro con el
retrato de ¡a llorada Doña Carolina de Lacayo,
cooperadora salesiana insigne y verdadera madre
de los huerfanitos de Don Bosco. Se hallaba pre
sente a la ceremonia su Sr. esposo D . J. A n
tonio Lacayo y los 400 alumnos del Colegio.

O bispo y apadrinando el acto el Sr . Gobernador
y su señora esposa.
L I M A {Perú). — E l Oratorio Festivo celebró
con gran solemnidad la fiesta de su Patrono
S t a . Rosa de Lima. Una Comunión verdadera
mente general, la devota peregrinación a la
Casa de Sta. Rosa de Lima y una abundantí
sima Rifa de objetos útiles, fueron los números
salientes de la simpática fiesta.

QuUo (Ecuador). — Grupo de niños del Oraforio FesUvo que hicieron la 1* Comunión en junio último.
H A B A N A {Cuba). — Con gran solemnidad
llevó a cabo el S r . Arzobispo de la Habana,
la ceremonia de la bendición del edificio donde
se ha establecido la Institución benéfica M anuel
inelán, con Escuelas Profesionales de A rtes y
O ficios para niños pobres. E l edificio es gran
dioso y se halla provisto de todos los medios
modernos de higiene y enseñanza, siendo obra
que honra grandemente a los que la han pro
movido y la dirigen.
L A E N S E N A D A {Argentina). — Con asis
tencia del O bispo, M ons. A lberti, del G ober
nador D r. V ergara, del intendente municipal
y de otras autoridades, se celebraron, el día
24 del pasado setiembre, las fiestas patronales
de Nf r a. S r a . de ¡a Merced, con esplendor inu
sitado a lo que contribuyó especialmente la
solemne bendición de los nuevos salones del
Colegio Parroquial, llevada a cabo por el Sr.

P A N A M Á . — H allándose de paso en esta
ciudad el S r . D r. Alfonso Quiñones, ex-Presidente de la República del S alvador, se dignó
visitar las Escuelas Salesianas por cuya obra
manifestó gran interés y dignándose además
dejar un donativo para la sección deportiva
del O ratorio Festivo. T am bién se vio honrado
el Instituto con la visita del Rdmo. U no. A llaisCharles, Superior General de los H ermanos
de las Escuelas Cristianas. Los niños del Insti
tuto Salesiano fueron a recibirle con la banda
al fren te, a la estación del ferrocarril y luego
gozaron de una sus primeras visitas, de la qual
el illustre visitante salió sumamente complacido.
S A N IS I D R O {Argentina). — Con gran
brillo y esplendidez se llevaron a cabo los
festeios religiosos, y populares con motivo de
la inauguración de la Iglesia votiva a S an losé,
anexa al Colegio Santa Isabel, que dirigen los

382

LO S Q U E M UEREN

Exemo. Sr. Duque de Solferino.
E l pasado mes de julio dejaba de existir este
cumplido y cristiano caballero, lustre y prez
de la rancia aristocracia española, paladín esfor
zado de la tradición, sostenedor de todas las
buenas empresas.
España entera sintió como una desgracia la
desaparición de esta noble figura que, más que
con sus blasones era orgullo de la N ación espa
ñola por sus virtudes y ejemplos. Los H ijos de
Don Bosco han perdido en él a un admirador
entusiasta y a un cooperador constante de sus
obras, a las que dedicaba parte de sus cuantio
sas limosnas; ya que el D uque' de Solferino
fu é uno de aquellos ricos que han comprendido
el precepto de la caridad y tenia una parte fija
de sus rentas destinada a obras de caridad y
beneficiencia, con lo cual se habrá sin duda
preparado un lugar escogido en el Cielo.
N osotros al unirnos al dolor de España en
tera y al presentar nuestro más sentido pésame
a la familia, pedimos a todos nuestros coopera
dores una oración por su alma.
salesianos, los días 20 y 21 de agosto. Llevó a
cabo la ceremonia el Sr. obispo M ons. Alberti,
dando gran esplendor a la fiesta 1000 csploradores de Don Bosco y la Banda del Colegio
P í o X I , de Bs. As. Nota simpática dieron los
ex-alumnos de Don Bosco formando una cara
vana de unos 20 autos que fueron a esperar
al Sr. O bispo a la estación del ferrocarril y que
luego formaron escolta al Auto M unicipal en
que iba el prelado, hasta la entrada triunfal en
la población que fu é una verdadera apoteosis

U B R O S S A L ESÍA N O S.
Hemos recibido un elegante volumito profu
samente ilustrado, titulado L a Primera Comu
nión, en el cual el Pbro. Salesiano Rvdo. D . Carlos
NI. Izuricta, de Q uito (Ecuador), presenta un
método práctico y completo para preparar a
los niños a la Primera Comunión y acostum
brarlos al uso frecuente y digno de este Sacra
mento. La obra ha merecido la aprobación de
Su Santidad y de varios miembros del episco
pado ecuatoriano. Está editada en la Casa Salesiana de Q uito y forma un volumito de U 2
páginas. Lo recomendamos vivamente a las.
Casas Salcsíanas y a las Catequesis parroquiales

Mons. Benigno Yábar.
Los Padres Salcsianos del Cuzco (Perú) han
perdido a un amigo de verdad; nuestros C oope
radores han visto caer a su activo y celoso D i
rector Diocesano.
D ecir lo que la O bra de Don Bosco en el
Cuzco debe a M ons. Yáb ar es humanamente
imposible; siempre nos rodeó su cariño, nos
amparó su benevolencia, nos aconsejó su afec
to paternal.
I C uán to deseó que los salesianos fueran a
Paucartambo, su pueblo natal! Acaso algún
día se cumplan sus anhelos. Nosotros al depo
sitar el testimonio de nuestra gratitud sobre su
tumba, renovamos el propósito de seguir sus
ejemplos y enseñanzas.

Don Ramón Batlle y Pra(.
E l día 18 del pasado Septiem bre entregaba
a Dios su alma el Doctor en M edicina, don
Ramón Batlle y Prat..
Casi desde los cimientos de la O bra Salesiana en Sarriá fu é un decidido y entusiasta
Cooperador de la casa, a la cual prestó durante
más de cuarenta años asistencia facultativa, con
un celo y cariño superior a toda ponderación.

585
Cuando vino a Barcelona nuestro V ble. F u n
dador Don Bosco, tuvo la suerte, en compañía
de su padre, de comer con él: y desde entonces
jamás se entibió su afecto hacia los Salesianos.
Inumerables son los superiores y alumnos que
durante tan largo tiempo tuvo que tratar, entre
ellos a nuestro Rdmo. Superior General P. Rinaldi, y todos de él recibieron siempre atención
solícita y palabras de consuelo. E n circunstan
cias gravemente críticas fu é para los salesianos
una verdadera providencia. A un ahora, a pesar
de su avanzada edad, no dejaba nunca su visita
que hacía con el empeño e interés de siempre.
Para reponerse de alguna dolencia crónica,
fué a pasar una temporada en el Balneario de
Caldas de M alavella; y allí le sobrecogió la
muerte,* que vió llegar con mirada serena, y
a la que se preparó recibiendo con edificante
piedad todos los sacramentos y la Bendición
Apostólica.
A I hacer presente a sus respetables hijos nues
tro más sentido pésame, pedimos a nuestros
lectores una oración por el eterno descanso de
su alma.

Da. Laura Del Viso de Villafañe.
Falleció en C órdoba (R . A .) el 2 0 de A gosto de 1927.

Con intervalo de pocas horas la nueva Ins
pectoría de «Sa n Francisco Solano», ha su
frido la pérdida de dos insignes Cooperadores,
el D r. José Ignacio Bas y la distinguida Señora
Da. Laura D el Viso de V illafañe, esposa del
D r. Roberto V illafañe Centeno, Presidente del
Consejo Regional de los Ex-alum nos de Don
Bosco.
Perteneciente a una de las más distinguidas
familias de la Sociedad de Córdoba, fu é durante
toda su vida ejemplo de virtud y de piedad.
Siguiendo las tradiciones del hogar paterno,
eminentemente católico y creyente, supo formar
el proprio, en unión de su digno compañero el
D r. V illafañe, conforme a los sagrados principios
de nuestra santa Religión.
Como Cooperadora Salesiana profesaba a la
O bra de D on Bosco profundo cariño y ad mi
ración.
Sin que nada lo hiciera sospechar, cayó gra
vemente enferma c inútiles fueron los amorosos
cuidados de su buen esposo y de otros excelentes
facultativos; en menos de dos días pasó de esta
vida a la eternidad.
Como santa fu é su vida, asi fu é su muerte.
Asistida por el M inistro de D ios y confor-*
tada con los auxilios de nuestra santa Religión,
entregó su bendita alma a D ios, de quien habrá
recibido el premio de sus buenas obras y virtu
des.
Los Ex-alum nos de Don Bosco, en unión
con una delegación de los alumnos del Colegio

Pió X , asistieron al sepelio de sus restos, que
resultó una elocuente manifestación del pro
fundo pesar que su prematura muerte produ
jera.
A su querido esposo y estimado amigo el
D r. Roberto Villafañe Centeno, lleguen las
expresiones de nuestro sentimiento y pesar,
mientras pedimos al Señor le conceda la resig
nación cristiana.

Dr. José Ignacio Bas.
Falleció en Córdoba

(R. A .) el 2! de Agosfo de 1927.

U na sensible cuanto dolorosa pérdida acaban
de sufrir los Cooperadores Salesianos con la
prematura muerte del distinguido Sr. José
Ignacio Bas, ilustre abogado del foro argentino.
N acido en el cristianísimo hogar que formaran
los distinguidos cónyuges Señor T o m ás Bas
y Dona Eusebia Capdevila, modelo de madres
cristianas, puede afirmarse que durante toda
su vida, jam ás olvidó las enseñanzas que apren
diera en el seno del hogar.
H ombre intachable, poseedor en grado sumo
del don de gentes, enaltecido por su nunca
desmentida sinceridad, supo conquistarse el
afecto y Ja estima de cuantos Je conocieron
y trataron.
F u é estudiante modelo, vivaz y aventajado,
y desde los albores de su prestigiosa vida uni
versitaria, dió claros indicios de poseer una
inteligencia brillante y privilegiada.
E n 1908, cuando sólo contaba 21 años de
edad, se graduó de doctor en Jurisprudencia,
con una de las mejores T esis que hasta la fecha
se hayan presentado en la Escuela de Derecho
de la U niversidad de T rejo en la docta ciudad
de Córdoba, siendo , poco tiempo después,
nombrado Profesor de Derecho Romano, de
la misma, con el unánime aplauso de Profesores
y alumnos.
Su actuación en los poderes públicos jamás
ha podido ser mancillada. Como Diputado y
Senador en la Legislatura de Córdoba, y como
Secretario del Consejo Deliberante en la M u n i
cipalidad de la misma C iudad, dió claros ejem
plos de honradez acrisolada y sincero patrio
tismo.
Pero lo que más distinguía al D r. José Igna
cio, como cariñosamente le llamaban los in u
merables amigos, que hoy lloran su muerte,
era ese conjunto de exquisitas virtudes cristia
nas, que él había ido cultivando desde niño en
su alma y que hasta el último día de su vida,
había acrecentado y robustecido con la práctica
de la Religión.
N i la agitación propia de la intensa vida
política, ni las graves preocupaciones de su
estudio de abogado, uno de los más ilustres y
ponderados de los círculos forenses de Cór-

384
doba, ni 911 destacada vida social, fueron obstá
culo para la práctica y la pública manifestación
de su fé de católico creyente. Devotísimo de
la Virgen del Carmen, llevaba constantemente
sobre su pecho el santo Escapulario y bajo sus
benditos pligues expiró.
Desde el primer ataque de angina pecloris,
que sufriera un mes antes de su muerte, iba
preparándose para dar este gran paso.
Los cuidados de sus parientes y allegados y
ios recursos de la ciencia, parecía iban a triunfar
sobre el terrible mal, pero desgraciadamente
el Domingo, 21 de Agosto, un nuevo y fatal
ataqucf ponía fin a su .preciosa existencia.
En sus últimos momentos recibió con edi
ficante piedad los auxilios de nuestra Santa
Religión y rodeado de su esposa, hermanos e
hijitos entregaba plácidamente su alma a Dios,
completamente resignado a su divina voluntad.
He aquí en breves líneas trazada la figura del
insigne Cooperador argentino que la O bra de
Don Bosco acaba de perder, en la Inspectoría
« San Francisco Solano ».
Por eso los H ijos de Don Bosco lloran su
muerte y elevan al Señor la plegaria de gratitud.
A las exequias fúnebres que resultaron una
apoteosis y un elocuente testimonio del inmenso
afecto que se profesaba al extinto, asistió e!
Exmo. Sr. Gobernador de la Provincia con
todos sus M inistros, el Sr. Intendente M u n i
cipal con el Concejo Deliberante, cuanto de
distinguido tiene el Clero, foro, banca y comer
cio de Córdoba, como también una legión de
amigos,
El nombre del D r. José Ignacio Bas queda
escrito con caracteres indelebles en los anales
de la O bra de Don Bosco y será recordado de
generación en generación con profunda gra
titud e intenso cariño.
Paz en su tumba y una plegaria por su her
mosa alma.

Dr. Gerardo Valdivia.
M urió santamente, como vivió, a la edad de
setenta y dos años, en Sucre, Bolivia, el
de A bril de 1927, fortalecido con todos los
auxilios de nuestra Santa Religión y habiendo
recibido con grandes muestras de fe la Bendi
ción papal.
Con la muerte del D r. V aldivia hemos per
dido uno de los mejores amigos y bienhechores.
Desde que conoció a los H ijos de Don Bosco
y la finalidad d esús obras, fu é uno de sus mas
decididos protectores. Prestó desinteresadamente
sus servicios a la casa, como médico, por
espacio de 30 años.
N o sólo visitaba y atendía con cuidado p a
ternal, a nuestros enfermos, sino que también
les proporcionaba él mismo los remedios.
N o satisfecho de esto procuraba ganar amigos,

entre sus muchas relaciones, para la obra salesiana.
Esperamos que el Señor le habrá recompen
sado con largueza sus caridades, lo que le pe
dimos en nuestras oraciones.
Depositamos la flor de la gratitud sobre su
tumba c imploramos del Cielo a sus afligidos
hijos resignación y conformidad en su gran
pena.

Don Carlos Nogués.
Copiamos de « E l O ratorio » de Asunción
(Paraguay):
Con la mano temblorosa, con. los ojos hen
chidos de lágrimas y con el corazón prensado
por el dolor, escribimos el querido nombre
de don Carlos Nogués, distinguido caballero,
gran corazón de amigo, insigne bienhechor de
nuestras obras, modelo de cooperador salesiano, excelente padre de fam ilia y prototipo
del perfecto cristiano.
T ras larga y penosa enfermedad que nos
tenía en constante alarma por las alternativas
de crisis y reacciones, a pesar de los cuidados
solícitos de los suyos, de las atenciones extraor
dinarias de los médicos y de las inumerables
oraciones que de todas partes subían hasta ai
cielo por su salud, Dios quiso poner el sello de
su misericordia en la frente de este santo, y
se lo llevó, arrancándolo del medio de nuestro
corazón que lacerado llora la irreparable p ér
dida.
¡Q ue se cumpla en mí la santa voluntad de Dios,
repetía en sus últimos momentos este modelo
acabado de cristianos! Aleccionados por él,
enjugamos nuestras ardientes lágrimas para
besar la mano de Dios que nos atribula con
tan immenso dolor.

1

I

á

•1

R e c o rd a d en vu e sfro s s u fra g io s a :
Bó l l ig a
(España). — Emilia Viudel, C risanta Lain, Amparo A lvaro, Prudencio Castella
no y Gaspar Atienza.
C a l c e t a (Ecuador). — S erafín Vera Almeida,
Francisco P . Zambrano, Teresa Vera Vda. de
Zambrano.
C u en c a (España). — D ñ a. Luisa M uñoz
Chumillas, Vda. de Peña.
M a d r id (España). — luán B . Aparici.
S 0M M ARIVA
(Italia). — S rt a . della Valle
Verónica.
V il l a d e D . F a d r iq u e (España). — G re
gorio M ejía , Feliciana Romero, M anuel Romero,
luliana S ánchez \ illanueva.

C o a a p r o b a c ió a d e la a a fo rid m d e e le a iá a lic a .

G eK B ln D . D O .M EN ICO G A RN ERI.
E*tab1e<<n>knio Tip. dc la Sociedad Edilora laleraacío u l - Taria
C o r e a R e g ia a M a r g ie r U m , tT 4 .

i

I

I

I

Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano 1927