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Título
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BS_1927_11
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Descripción
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Boletín Salesiano. Noviembre 1927
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Fecha de publicación
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1927.11
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extracted text
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Año XLII.
NOVIEMBRE, 1927
Número 11.
B O LE T I N SA L ESI A N O
REVISTA DE LAS OBRAS DE D O N B O SC O
S U M A R I O : Esiadiando a Don Sosco (V). — Modelo de Misioneros: P. Bálzola. —* De los Oraforíos
Festivos. — Para la formación de misioneros agricultores. — Tesoro espiritual. — De nuestras Misiones:
Rio Negro > China - Japón. — Culto de Marta Auxiliadora: La Virgen de Don Bosco (X I V). - La nueva
indulgencia del Rosario. - M aría Auxiliadora en Taiavera y en Moreiia. - Gracias de María Auxiliadora. —
Por el Mundo Salesiano: Lima: 50rio. de los Cooperadores Sales. - Rodeo del Medio: Congreso infantil. Uruguay: Movimiento misionero. — A l vuelo: Ancud - Asunción - Bahia Blanca - Barcelona - Bariloche Bogotá - Buenos Aires * Cartago - Cindadela - Ferreyra - Guayaquil - Ibaqué - Iqr.iqoe - Dma - Málaga Panamá - Rodeo del Medio « Salta - Sevilla - Talca - Valdivia - Valencia - Valparaíso. — Los que mueren:
El mes de las Ánimas. - Cardenal Reig. - Dfia. Ramona Gofii. - Srta. González. - D . F. Calvo.
E síu d ia n d o
a
D on
B osco
(V ).
L o s p r ogr esos de D o n B o sc o
En la vida de no pocos grandes hombres
y aún en la de algunos santos se verifica
un hecho singular: Llam ados a cumplir
una misión providencial en la H istoria,
sienten en sí como una fuerza y una voz
que a ello los llama, vencen multitud de
obstáculos que interceptan el camino de
su ideal y cuando están para entrar de
lleno en él, determinando definitivamente
su posición en la vida, o a punto .de em
pezar la grande obra, entonces se les ve
inciertos, dudosos, fíuctuan tes, como si
todo se obscureciese ante su vista. Es el
momento crítico de la historia de tantos
artistas, de tantos genios y aún de algunos
santos favorecidos con ilustraciones su
periores. H uelga citar ejemplos harto
conocidos; ¿no sucedió algo semejante
aún con el mismo D ivino Redentor,
cuando en la soledad y agonía del huerto,
suplicaba ai Padre que apartara de él un
cáliz tan amargo?
En D on Bosco se repite el fenómeno:
A l salir del seminario, recibida la orde
nación sacerdotal, se encontró perplejo,
sin saber decidir a q u é clase de ministerio
debería dedicarse. E ra la segunda vez.
£ / buen Gonse/ero,
Pero con sobrada razón, en el sagrado
texto, la santidad se identifica con la sabi
duría y en nuestro caso un sabio pidió con
sejo a otro sabio, al hombre de ¡os consejos,
como era llamado D on losé C afasso, aquel
santo y humilde sacerdote de T u rín , ele
vado ya' al honor de los altares. N o se
puede menos de reconocer la mano de la
D ivina Providencia al hacer encontrar a
D on Bosco con aquel hombre de D ios,
en el momento más incierto y más deci
sivo de su vida; como también se confirma
en este caso la economía divina, de dirigir
a las almas hacia las grandes empresas y
de levantarlas a las más elevadas cumbres
de la santidad, por medio de ia humilde
obediencia al D irector espiritual.
La Institución Salesiana y cuantos re
ciben de ella algún beneficio no tendrán
nunca para D on José Cafasso bastante
admiración y agradecimiento; la H istoria
que señalará con caracteres de oro el nom
bre de D on Bosco, ten drá siempre que
registrar la importantísima parte que el
Beato Cafasso tuvo en encaminar a Don
J2 2
Bosco al cu mplimiento de su misión. Su
acción podrá parecer limitada y fu e en
gran parte secreta ya que tenía por objeto
form ar una a una, muchas almas de santos
sacerdotes y ponerlos por el camino que
la Providencia les destinaba; trabajo hu
milde y escondido, aunque de resultados
benéficos y duraderos. Pero cuando se
4
^.
V
cerdote, es obra suya, porque en aquellos
primeros momentos de perplejidad, D on
Cafasso lo indujo a entrar en el florecien te
Convitfo Ecciesiástico de San Francisco
de Asís, institución providencial para el
C lero de T u rí n .
Esto, además de solucionar la apre
miante cuestión económica, dió oportu
nidad a D on Bosco de profu ndizar los
estudios ecclesiásticos, sobre todo el de
la moral; y al mismo tiempo, haciéndole
ejercitar los distintos oficios del ministerio
sacerdotal, le ofreció frecuen tes ocasiones
de ver y estudiar de cerca los elementos
de su fu tura misión, en los hospitales y
cárceles, en los asilos y correccionales,
en los talleres y buhardillas.
T res años permaneció D on Bosco en
el Convitfo Ecclesiástico, estudiando con
ardor, trabajando sin descanso, derra
mando doquiera se presentaba efluvio
de bondad, con grande edificación de las
almas. Y el Rvdo. Cafasso no lo perdió
jamás de vista y adivinando en un prin
cipio y conociendo después claramente
qué tem ple de hombre tenía ante sí y la
vocación extraordinaria a que D ios le
tenía destinado, lo guió sabia y segura
mente en sus primeros pasos.
¿ a g r a n d e arte*
El Beafo CAfflSBO, conlesor y consejero
del Vble. Ju n n bosco.
piensa y se considera que sin él, quizá no
tendríamos al D on Bosco de la historia,
o al menos no lo tendríamos tal cual fué
(ya que aquel hombre no estaba hecho
para quedar en la obscuridad) no hay pa
labras que basten para ponderar su m é
rito y lo providencial de su acción.
Porque el Beato C afasso influyó en
D on Bosco más de lo que se cree y de lo
que a primera vista aparece. D on Bosco,
como sacerdote, es obra suya; y la perse
verancia en el propósito concebido, la
victoria sobre las primeras dudas y d ifi
cultades, la combinación de los elementos
de donde surgió y triu nfó la idea de d e
dicarse a la juventud abandonada en el
O ratorio Festivo, son del Beato Cafasso.
Y decimos que D on Bosco, como sa-
E l mayor provecho, sin duda, que D on
Bosco sacó de su estancia en el Convifio
Ecclesiástico fu e su formación como con
fesor. A ello con tribuyó especialmente la
escuela del Convifto; y decimos escuela
tanto en el sentido literal de clases de
perfeccionamiento, como en el sentido
más amplio de tradición espiritual, al
fren te de la cual figuraban el T eó l. G uala
fu ndador del Convitfo, para la parte teó
rica y el Beato C afasso, para la práctica.
A mbos iniciaron una nueva corriente de
vida, en el ejercicio del delicado m inis
terio de las conciencias, que a la vista del
mal se elevaba a la reconstrucción del
bien y a la renovación del espíritu.
N o era solamente una reacción contra
el latente jansenismo dominante y contra
sus derivaciones' de la escuela rigorista;
era, prácticamen te, la vida, la expresión
de la caridad y bondad divinas en con
tacto con las alm as. El concepto del juez
que espera riguroso en el tribu nal al reo
\
525
y lo juzga con el código en la mano, fu é
sustituido por el del pastor, que corre en
busca de la oveja perdida, cura sus heridas
y lim pia sus manchas; o el del padre, que
espera con corazón ansioso a su propio
hijo y cuando llega lo abraza y mezcla ^us
lágrimas con las del hijo arrepentido y lo
reintegra en todos sus derechos y honores.
D e gran precio fu é para D on Bosco
esta escuela. D ebido a ella, tanto por la
convicción, fruto del estudio, como por
el conocimiento adquirido de los hombres.
como los años de su mayor vigor y ener
gía fueron dedicados, a pesar de la m ultidud de sus siem pre crecientes solicitudes,
a arrebatar a un sin número de alpias de
la esclavitud y miseria del pecado.
Resorte educativo^
Este fu é el principal secreto, el eje de
todo su método educativo. Lo que se llama
sistema de Don Bosco, susiancialmenfe con
siste eh ¡a educación del alma del niño y del
Don Bosco, en los comienzos de su misión, confesando o sus niHos en un prado.
como por las enseñanzas y ejemplos del
Bto. C afasso, como por la fe sobrenatural
que fu é echando raíces siem pre más hondas
en su espíritu, D . Bosco llegó a ser el apóstol
de la Confesión. S i en la íntima historia del
espíritu cristiano dejó Don Bosco trazado
un surco luminoso, éste fué sin duda el haber
hecho revivir la práctica frecuente de este
insuperable medio de regeneración, junto con
la de la Comunión, que asegura sus conquistas.
Empezó por ejercitar este ministerio
en todas sus form as, con toda clase de
personas, a todas horas y en todo lugar.
Y a su palabra breve^ y penetrante, a la
escrutadora in tuición de su inteligencia,
y sobre todo al encanto de su bondad no
había alma que resistiera, como no pa
recía posible que otro le igualara. A sí fu é
jóven por medio de la Confesión, i Cuán
lejos e infinitamente más elevados estamos
de los tan cacareados métodos modernos
de educación, que quieren prescin dir de
todo elemento sobrenatural y divino!
E n el alma del niño, que se pone toda
en cada cosa, la permanencia del mal
turba profundamen te cualquier otra acti
vidad. Por eso, el prim ero, el principal,
el supremo cuidado de D on Bosco fu é
el de extirpar de los más profundos pliegues
del corazón cuanto pudiera haber en él
de menos sano o de infecto, por medio
de la Confesión. Este es el medio más
eficaz y seguro (y no creemos pueda haber
otro) para corregir ciertas costumbres ne
fandas e inveteradas, que siegan en flor las
más grandes esperanzas del porvenir de un
524
joven. Por eso la palabra más frecuente de
D . Bosco cuando se hallaba entre los niños
y casi siem pre la primera, era una in v i
tación a confesarse; como lo que con más
ardor recomienda en sus reglamentos y
en todos sus escritos que tratan de la ed u
cación y corrección de los niños, es el
hacerlos confesar y, naturalmente, de la
mejor manera posible.
Sin esto no se puede concebir a Don
Bosco, ni la obra por él fundada. La m a
nera más propia de representar a Don
Bosco sería sentado en un taburete sin
respaldo, oyendo en actitud en extremo
recogida la confesión de uno de sus niños,
arrodillado a su lado y hacia el cual se
inclina delicadamente, con una mano
puesta sobre la rodilla y la otra delante
de la boca, cerca del oído del joven, mien
tras un centenar de niños espera su turno en
actitud verdaderamente devota y recogida.
D on Bosco estuvo dotado para este
ministerio no sólo de una ciencia profunda
y de una intuición natural extraordinaria,
sino de un verdadero don sobrenatural
de D ios. Leía en lo más íntimo de las
conciencias y veía claramente y en de
talle lo que había pasado por el ánimo
del joven que a 3u lado se arrodillaba.
Sabía y manifestaba al penitente no sólo
los hechos, sino el día, la hora, las veces
y las demás circunstancias y lo hacía con
la mayor sencillez, sin dar importancia
a aquella manifestación, que hacía solo
como para ayudar al penitente. Y , a pesar
de la convicción que tenían los niños de
que nada podían esconderle, querían con
fesarse con él y no con otro y se rendían
por completo a su amabilidad. Decimos
esto porque D on Bosco quería ya entonces
y trasmitió como precepto a los suyos que,
a la par que se invitara a los niños a fr e
cuentar este Sacramento, se les dejara la
mayor libertad en cuanto al tiempo y a
la elección del confesor, evitando toda
presión. Y el aparente desorden que se
observa todavía en los Colegios de Don
Bosco cuando los niños van a confesar
se, confirma lo que vamos diciendo.
Consecuencia y compJemenfo,
Q ue de tales principios naciera espon
tánea la práctica frecuente del otro S a
cramento, /o D ivina Bucarístía, es ta m
bién resultado y mérito de la citada es
cuela teológica del Convitto; práctica que
D on Bosco actuó de la manera m ás am
plia, dándole interpretación generosa y,
gracias a la expansión de su obra, la mayor
difusión.
Y aqui hace falta armarse de los cri
terios de la fe. Para D on Bosco el contacto
inmediato del alma purificada del pecado,
con D ios vivo y verdadero en el Sacra
mento del A ltar, producía la fuerz a en
el bien, el vigor de la perseverancia, la
elevación más sublime y la alegría más
pura del alma. Y por eso, él, que decía
de si mismo que bastaba que una criatura
fuera un jovencito para amarlo, hacía todo
lo posible para que sus niños se acercaran
a menudo, a esta fuente de todo bien.
Y también en este punto dejó D on
Bosco en la historia del espíritu cristiano
una huella im borrable, como aposto! de
la comunión frecuente y de la comunión de
Jos niños, que luego fueron consagradas
y recomendadas, hasta con sus mismas
palabras, a toda la cristiandad, por el
santo Papa Pío X , de feliz memoria.
S u misión especíBca.
E n otro sentido influyó la estancia de
D on Bosco en T u rí n , apenas ordenado
sacerdote, en su futura misión, que gra
dualmente se iba abriendo a su actividad.
D esde los primeros días de su residencia
en la ciudad le llamó repetidamente la
atención el espectáculo doloroso de tantos
niños abandonados por las calles, espe
cialmente en los días festivos, entregados
al ocio, dispuestos a viciarse y a corrom
perse mutuamente con actos y conver
saciones, sin que nadie se cuidara de ellos,
a excepción de los guardias, que de cuando
en cuando tenían que intervenir para
llevar alguno a la cárcel.
A demás, en sus piadosas peregrina
ciones por las cárceles, correccionales y
hospitales, y en las buhardillas de los
barrios más pobres, se encontró con un
gran número de jóvenes material y m o
ralmente perdidos, porque nadie se había
cuidado de enseñarles los deberes del
cristiano, (que son al mismo tiempo los
de la honradez y decoro), ni de con du
cirlos a D ios para alejarlos y defenderlos
de ios escándalos y compañías peligrosas,
525
siendo así fácil presa del vicio que los
arrastaba a la cárcel o a una precoz con
sunción, convirtiéndolos en el peligro y
deshonor de la sociedad.
L a ciudad de T u rí n se encontraba en
la época de su mayor desarrollo (en tiem
pos de Carlos A lberto) y un gran número
de jóvenes peones de albañil y obreros
llegaban de los hogares y pueblos cam
pesinos en busca de trabajo, los cuales,
por lo mismo que eran almas inocentes
y sencillas, estaban más expuestos, por
su ingenuidad, a ser víctimas de las in-.
fluencias deletéreas, contra las cuales
nadie se cuidaba de prevenirles.
Y mientras el espíritu generoso de D on
Bosco observaba y estudiaba, su corazón
gemía. ¿ N o se había ya ocupado desde
niño en alejar de los peligros c instruir
en la religión, los domingos, a los niños
de su pueblo natal? Su vocación se hacía
cada vez más clara y la mano de D ios lo
M O D ELO
DE
Lo fué sin duda el malogrado sacerdote
salesiano D on Juan Bálzola, cuya muerte
anunciamos en e¡ número anterior y del
cual damos hoy algunos datos biográficos,
sacándolos de la carta con que nuestro
Rvdmo. S uperior General anunciaba a todos
los S alesianos la dolorosa pérdida que nues
tra Congregación había sufrido, con la desa
parición de este heroico misionero y ejem
plar hijo de Don Bosco.
« E l día 21 del pasado agosto un tele
grama enviado desde M anaos (A mazonasBrasil) por M ons. M assa, nos anunciaba
que nuestro querido Misionero- D on Juan
Bálzola había muerto en la residencia de
Barcellos, rogándonos com unicáramos a
todas las Casas la dolorosa noticia. Yo
mismo cu mplo el encargo, tanto más que
conocí y aprecié a este buen salesiano
desde el prim er día que fu é aceptado
entre nosotros.
N acido el
de febrero de 1860 en
V illam iroglio (D iócesis de C asal- M on fcrrato-Italia) había cumplido ya los 24
años, cuando el 1 1 de noviembre de 1884
iba guiando. Empezaba a comprender
que aquellos eran los niños revoltosos y
pendencieros del prim er sueño, aquellos
animales que de manera amenazadora ahullaban y rugían. ¿C u á n d o los vería cam
biarse en corderos y él al fren te de ellos?
Y a desde las primeras semanas de su
estancia en el Convitto se le veía en el
coro o en la Sacristía de la Iglesia rodeado
de jovencitos que lo seguían atraídos por
su bondad y a los cuales enseñaba el ca
tecismo, pero no podía hacer m ás, por
falta de locales. Sin embargo en su interior
iba madurando la idea de las reuniones
u oratorios festivos para jóvenes obreros
y habló de ello con el Arzobispo M ons.
Fran zoni, el cual aprobó la idea y le animó
a llevarla a efecto.
Y hete aqui que mientras estaba pen
sando cómo y cuándo daría principio a
su obra, un hecho al parecer insignificante
vino a sacarle de dudas. {Continuará).
M ISI O N E R O S
entró en la Casa de Sa n Juan Evangelista
de T u rí n , decidido a abrazar el estado
eclesiástico. Precisamente aquel mismo
año D on Bosco había trasportado a dicho
Colegio los H ijos de M a ría (1) que se en
contraban en M a thi y me había confiado
a m í su dirección. N u nca olvidaré el pri
mer encuentro que tuve con el joven
Bálzola y la im presión que enseguida me
hicieron sus virtudes, especialmente la
piedad, la sencillez, su amor al trabajo
y su celo ardiente para la salvación de
las almas.
T erm inados sus estudios de latín, entró
en nuestra Pía Sociedad y tuvo la suerte
de recibir el hábito clerical de manos del
mismo D on Bosco, el 20 de setiembre de
1887, en Foglizzo- AI año siguiente, hechos
los votos perpetuos, pasó a la Casa de
V alsalice y en 1889 f u é enviado a Faenza
donde recibió la ordenación sacerdotal el
17 de diciem bre de 1892 y en seguida se
dispuso a partir para las M isiones.
( 1 ) V éase d ar t ic a lo La V trftn de Don Bo$ee png. 999.
52 Ó
a los pies de M aría A uxilia
dora, junto con otros dos
jóvenes, un hebreo y un
protestante...
V uelto a M atto G rosso y
precisamente a C uyab á, el
P . Bá lz ola se puso con el
P. M alán , Su perior entonces
de aquella misión, y ahora
obispo de Petrolina, a buscar
el lugar más apropósito para
abrir una nueva residencia
misionera; y después de atre
vidas y peligrosas exploracio
nes, el 18 de enero de 1902,
a 500 kilómetros de C uyabá,
en Barreiro, empezó la fu n
dación de la Colonia I n d í
gena del S agrado Corazón de
J esús. C uando he aquí que,
después de siete meses, mien
tras trabajaba febrilmente en
la construcción de la nueva
residencia y de las cabañas
para los futuros neófitos, un
grupo de Bororos se acercó
cautelosamente al lugar don
de estaban ios misioneros,
decididos a matarlos a fle
chazos. Y sólo una in terven
ción providencial de M aría
A uxiliadora impidió la m a
tanza, haciendo comprender
al famoso capitán Joaquín,
que nuestros misioneros eran enviados por el Grande
Espíritu; y así se salvaron.
£1 misionero saicsianu Riio. D. Juan B a Iz o Ia . enfre dos indios
pur él convertidos y civilizados.
C on tales auspicios y con
su carácter sencillo, gene
Salió para A mérica durante la Pascua roso y siem pre animado por la fe, in cal
de 189?, como secretario de M o ns. La* culable ha sido el bien que el P. Bálzola
sagna a cuyo lado permaneció dos años. ha llevado a cabo en aquellas selvas, donde
En 1895, cediendo a instancias del G o
permaneció 15 años hasta 19 15 , ganando
bierno del estado de M atto G rosso (Brasil) a la F e de ^Cristo y a la C ivilización un
se aceptó la misión de la Colonia T eresa gran número de salvajes y trascurriendo en
Cristina, para la civilización de los indios medio de ellos una vida de continuos sacri
del Río San Loren zo; y allí fu é enviado ficios, con la mayor abnegación y alegría.
el P. Bálzola, sobrellevando durante tres
Confiada en 19 15 a los Salesíanos la
años toda suerte de fatigas, privaciones Prelatura del Río N egro ( N orte del Brasil),
y sacrificios.
allí fu é enviado D on ]. Bálzola para darse
En 1898 acompañó a Europa tres de cuenta del cam po que se nos ofrecía; siete
aquellos indios scmisalvajes aún, altos, meses duró el fatigoso viaje y con grande
fornidos, de abundante e inculta cabellera, alegría ofreció las primicias del nuevo
los cuales antes de regresar a A merica campo al V ble. Juan Bosco, bautizando
fueron bautizados por D on M igu el Rúa, solemnemente en el mismo día centenario
I
I
•J27
de su nacimiento, i6 agosto 19 15 , a uno
de aquellos indios, en nuestra Iglesia del
Sagrado Corazón de Jesús, de la ciudad
de Sa n Pablo.
• Y por 12 años consecutivos consagró
todas sus energías a aquella nueva misión,
fundando las residencias de S a n Gabriel,
T aracuá y Barcellos, llevando a cabo con
tinuas excursiones apostólicas, visitando
las malocas de los indios, hasta los con
fines de Venezuela y a lo largo de las
orillas del R ío N egro y de sus afluentes.
Agotado por tantas fatigas y por las
continuas privaciones, volvió a Italia en
1925, en un estado de gran postración.
Pero pronto pareció reponerse y recorrió
toda la península, dando sencillas pero
atrayen tes conferencias, a beneficio de
sus misiones, a donde deseaba volver
cuanto antes.
V uelto al campo del trabajo, se encontró
con la,extraord in aria sequía que impidió
por algún tiempo la navegación fluvial a
lo largo del Río N egro, único medio de
abastecimiento en aquellos apartadas y
salvajes regiones, aumentando grande
mente las preocupaciones y sacrificios del
incansable misionero, que se privaba
hasta de lo m ás indispensable, para darlo
a sus hermanos, volviendo pronto a re
caer y quedando reducido a un verdadero
esqueleto.
En abril último regresó a M anóos, para
ser visitado por los médicos los cuales
dictaminaron que no podía permanecer
más en aquellas tierras. Pero él, por e n
tonces, quiso volver a Barcellos donde
sabía cuán necesaria era su presencia,
aunque estuviera enfermo. Y el Señor
desde Barcellos lo llamó al premio de la
Patria Celestial.
La muerte de este M isionero es sin
duda una pérdida gravísima para nuestra
Pía Sociedad, pero es tam bién una prenda
de particulares bendiciones del C ielo.
Era devotísimo del Sagrado Corazón
de Jesús, de M aría Sm a. A uxiliadora y
del V b le. D on Bosco y tenía una devoción
especial a las almas del Purgatorio y po
demos bien creer que su Purgatorio lo
asó enteramente en esta vida. Sin emargo no dejemos de rogar por él, seguros
de que nuestras oraciones serán grande
mente aceptas a D ios nuestro Señor.
D on Juan Bálzola fu é un santo M isio
E
nero, que vivió siem pre en la presencia
de D ios y únicamente para su mayor
gloria. N osotros le hemos oido narrar
varias veces que encontrándose en medio
de aquellas soledades, con algún inminente
peligro humanamente al parecer insupe
rable, sentía en su interior una voz que
claramente le decía: ¿ crees tú que D ios
no vela sobre los pasos de sus siervos?
¿ Y podrás pensar que le es imposible
sa lv a r t e?»; y realmente el Señor lo salvó
más de una vez prodigiosamente, de m or
tales peligros.
E l único dolor que atormentó su co
razón fu é el perder, en algún chapuzón
involu ntario por aquellos ríos, no ya las
escasas provisiones de boca, sino las
hostias y el vino para celebrar la santa
M isa, viéndose privado durante semanas
y meses de celebrar y por tanto, de hacer
la santa Com unión. É l procuraba suplir
entonces con más frecuen tes comuniones
espirituales, pero fu é realmente su mayor
pena.
U no de sus mayores consuelos en estos
últimos tiempos, a pesar de que veía que
sus fuerzas se iban agotando por completo,
era el ver el actual movimiento de entu
siasmo por las misiones y sobre todo el
florecimiento de tantas vocaciones de jó
venes decididos a consagrarse al aposto
lado misionero.
A hora que el Señor lo ha llamado al
eterno descanso y que, como esperamos,
es ya eternamente feliz en el C ielo, cier
tamente no se olvidará de las almas que
formaron eh objeto de todos sus cuidados
aquí en la tierra, ni de sus hermanos, es
pecialmente los misioneros.
Por parte nuestra no lo olvidemos en
nuestras oraciones, recordemos y enco
mendemos al Señor sus ideales y obten
dremos especiales bendiciones. D e la
misma manera que la sangre de los m ár
tires es semilla de nuevos cristianos, ta m
bién la muerte de estos generosos após
toles del Señor es prenda de bendiciones
celestiales. Este fu é el ultimo pensamiento
que D on Bosco dejó a sus hijos en sus
memorias:
* Cuando suceda que un saiesiano sucumba
y cese de vivir trabajando por ¡as almas,
entonces diréis que nuestra Congregación
ha reportado un gran triunfo y descenderán
copiosas sobre ella ¡as bendiciones del C ielo*
328
D e l os O r a t o r i os F est i vos
Imporíanfe reunión en Valsálice
junto a la tumba de Don Bosco.
D urante los días 27, 28, 29 y 30 del
pasado agosto se celebró en V alsálice
( T u rín) una importante Asamblea, de
unos t j o D irectores o encargados de los
clases de m úsica, teatro. D eportes etc.
sin olvidar la U nión de los Padres de fa
milia y de los Exalu m nos, así como las
ju n tas de Patronato etc.
Se comprobó que la mayor parte de
los O ratorios son ya cotidianos, con es
cuelas o academias nocturnas y con todas
Turio-Voldocco — El Circulo “ Auxiliam., del O ratorio Festivo.
principales O ratorios Festivos salcsianos
de Europa, bajo la presidencia del Rector
M ayor, Rvd m o. Sr. D . F elipe Rinaldi y
demás miembros del C apítulo Su perior.
H allábase tam bién en la presidencia S . E.
Rvd m a. M ons. Ernesto Coppo, V icario
Apostólico del K im bcrley (A ustralia) que
no solo honró con su presencia todas
las reuniones, sino que prestó a ellas
el precioso contributo de su experiencia,
tomando parte en las interesantes discu
siones.
El O ratorio Festivo Salcsiano de Don
Bosco, instituido para la juven tud, tanto
estudiante como obrera, así de los pe
queños como de los grandes centros, fue
estudiado en toda la amplitud y detalles
de su vasto programa y en sus varias sec
ciones de compañías religiosas, círculos.
aquellas secciones que hacen que el O ra
torio sirva para la instrucción y formación
cristiana de la juven tud que lo frecuenta,
aún en edad ya madura. Resulta el O ra
torio un verdadero poema de obras cris
tiano-sociales, que, especialmente en ciertos
barrios obreros de las grandes ciudades,
puede llevar a cabo una misión verdade
ramente providencial.
D oquiera han llegado los H ijos de Don
Bosco, hasta en los territorios de M isión,
como base para el desarrollo de la O bra
salesiana, han surgido y florecen estos
benéficos oasis en medio del desierto del
mundo, donde la juven tud acude alegre
y bulliciosa y encuentra su salvación.
D on Bosco empezó su obra con el O ra
torio Festivo, en las Reglas que dictó
para los Salesianos les puso ésta como la
529
primera y fundamental d'e sus obras,
sus sucesores la han recomendado y pro
movido sin cesar. ¿P o r q u é? Porque,
como amenudo repetía el V enerable, ¡os
O ratorios son el medio más eficaz para la
regeneración de una ciudad, de una nación;
porque, como decía un ilustre Cooperador
de las O bras Salesianas, ¡os O ratorios
Festivos son ¡os planteles donde ¡as tiernas
plantecitas se enderezan y se robustecen,
son lugares de ejercicio físico y moral y palesttas de virtud, donde se armonizan el
altar con el escenario, la piedad con ¡a
alegría, la devoción con la .fuer z a muscular.
Los cooperadores y cooperadoras de
D on Bosco deben tener un especial em
peño en apoyar y sostener esta
obra, tan providencial y que tan
a pechos estaba a nuestro V e
nerable F u n dador y Padre.
d ar norm as prácticas y com pletas, para el fu n
cionam iento de esta secció n, pero h oy al tom ar
la plu m a solo nos habíamos propuesto d ar a co
nocer u n a in iciativa que en el C írcu lo " A u x i i i u m ,,
de T u r í n se practica ya desde cinco años a
esta parte con crecien te éxito.
N os referim os a lo que podríam os llam ar una
Exposición de habilidades, que tie ne por objeto
valorizar la cultura in d ivid u al, despertando la
afición a las artes y a las ciencias, y es al m ismo
tiempo un estím ulo eficacísimo para em plear
ú tilm en te el tiem po sobran te d e q u e disponen
tanto el joven estudian te como, sobre todo, el
artesano y que, consagrado al ocio o a cosas in ú
tiles, podría convertirse en el m ás grave peligro
para su perseverancia. E n esta Exposición cada
uno es lib re de expon er lo que m ás le agrade,
basta que sea fru to de su estudio o trabajo; cada
Iniciativa
digna de imitación.
E n el p rim er O ratorio F estivo SaIcsiano de V aldocco, en T u r í n , f u n
ciona una n u m erosa sección de {óvens
de los l ó a ios 25 años, llamada C irculo
* A uxiiium », que son su m ayor orgu llo
y en tre los cuales se logran los m ás con
soladores resultados. T o d os los O ra
torios F estivos debería n esforzarse en
Una
dar a una sección sem ejante la m ayor
im portancia, p u es si bien es bueno
y providencial q u e a los niños desde
los 8 a los 14 años se les acoja en nuestros O ra
torios para com pletar su form ación cristiana y
para tenerlos alejados de los peligros q u e do
quiera los rodean, sobre todo en los d ías fest i
vos, no habrá quien no com pren da q u e p reci
samente de los 14 años en adelan te, es cuando
más se hace sen tir esta necesidad y que es cosa
triste ver a los n iños aficionados al bien y p ia
dosos hasta dicha edad, y luego verlos alejarse
de nosotros, para engolfarse casi siem pre en el
torbellino del m al. E vi t a r ese naufragio es el fin
principal del O ratorio F estivo, de manera que el
mejor O ratorio F estivo será aquel que mayor n ú
mero acoja de estos jóvenes y a mayores; pero que
sean constantes, que realmente completen su fo r
mación religiosa, que sepan ser v ir il e intensamente
piadosos, porque entonces serán verdaderos após
toles del bien entre sus compañeros e in fluirán
eficazmente en e l saneamiento de l a S ociedad.
C o n gusto volverem os sobre este tema para
sección de la I V Exposición de habilidades,
en el O ratorio de Valdocco-Torio.
cual trabaja en su casa o en una sala que para
ello ofrece el O ratorio, d uran te los que llam a
ría mos ratos perdidos de todo el año, y en una
época determ inada del mismo (en T u r í n se hace
en otoño) con todos estos trabajos, agrupados
en distin tas secciones, se' organiz a una expo
sición que d uran te un m es es m otivo de fiestas,
visitas de autoridades, etc. Y finalm en te un ju
rado previam en te nom brado otorga los prem ios
correspon die n tes a las diversas categorías.
L as secciones en q u e se d ivid e la Exposición,
son las siguien tes:
S e c c i ó n I. — L iter a t u r a: Prosas, poesias,
com edias, dram as, etc.
S e c c i ó n H . — A r t e: D ib u jo , escultura, plás
tica, fotografía, m arquetería, m úsica etc.
S e c c i ó n I I I . — T écnica: M an u fac t u ras de
distin tas in d ustrias, m ecán ica, trabajos al to m o,
ajuste, forja, o r p i n t e r ía , electricidad etc.
S e c c i ó n I V . — D idá c tic a : C om pre n de tra-
330
b o jjs sobre ¡as m aterias d e las clases ta n to d iu r
nas como nocturnas: D ib u}o, caligrafía, dictado,
lenguas, con tabilidad, m ecanografía, taq u igrafía,
desarrollo y construcción de cuerpos geom é
tricos, trabajos m anuales, etc.
S e c c i ó n V . — Exploradores o B o y S couts:
C om pre n de los trabajos de organ iz ació n y f u n
cionam ie n to, confiados a la in iciativa personal,
todos útiles y relativos a la instrucción recibida
en la sección.
E n la exposición del C u rso 19 25-19 26 resal
taron de un modo especial los trabajos relativos
al C in cuen ten ario de las M isio n es Salesian as,
a la celebración del A ñ o F ran cisca n o y al C e n
tenario de Sa n L u is. L a in auguración de la
Exposición se hizo con gran solem n idad. Esta
ban presen tes el Rvd m o. S r . D . Rin ald i, el A sis
ten te eclesiástico de la F ederación de C írcu los
C atólicos, el Presiden te de la Juven tu d C atólica
D iocesana, el C o m ité C e n tral de D am as p ro
tectoras de las O bras Salesia n as y m uchos p ro
fesores y artistas de la C iu d a d , que acudieron
para form arse una idea de e^ta original exp o
sición y que tuvieron todos palabras de aplauso
y congratu lación para los jóven es artistas. N u es
tro S u p erio r G e n eral se mostró m uy com placido
por los ad m irables resultados obten idos y ex
presó el deseo — que hacem os n uestro — de
ver m uy pron to a otros O ratorios segu ir la
nueva y genial in iciativa.
P ara la formación
de misioneros agricultores.
En este mes de noviembre, se inaugura
en Cumiana ( T u rín-Italia) una Escuela
Agrícola M isionera, destinada a la fo r
mación de misioneros salcsianos agricul
tores. En ella serán adm itidos gratuita
mente aquellos Jóvenes que, animados
del ideal misionero, sientan además in cli
nación y gusto por la agricultura, tan ne
cesaria en los países de misión, tanto para
el sostenimiento de los misioneros, como
para la educación de las tribus salvajes.
Los alumnos de dicha Escuela serán ins
truidos en todos los preceptos de la mo
derna agronomía teórica y práctica para
poderlos implantar y enseñar en los d is
tin tos ambientes de las misiones.
L a edad de los candidatos puede variar
de los 14 a los 35 años y las peticiones
y donativos pueden dirigirse al Rvdo.
Sr. D . Felipe Rinaldi, Su perior General
de los Salcsianos, V ia Cottolengo 32 —
T u ri n (Italia).
L os Sres. C ooperadores Salcsia n os, cu m p lie n
do los requisitos de costu m bre, pueden ganar,
Indulgencia plenaria:
1 . E l día que se inscriben en la P í a Unión.
2. U na vez al mes, a elección de cada cual.
•
3. U na vez al mes, asistiendo a la conferencia.
4. A si m ism o, una vez al m es, el día en que
hagan el E je rc id o de la Buena M u erte.
5. E l día que por prim era vez se consagren
al Sagrado C oraz ó n de jesús.
6. Sie m p re que hagan E jercicios Esp irit u ales
d uran te ocho días seguidos.
Además, los siguientes d ías:
M es de N oviembre:
2 1 . Presen tació n de M a r ía Sa n tísim a.
22. St a. C ecilia.
M es de D iciembre:
8. Im m aculada C on cepción de M ar ía.
25. N a t ivid ad del Señ or.
T a m b ié n pueden ganar otras m uchas indu l
gencias plenarias y parciales y gozar de varios
privilegios, como puede verse en el Reglam en to
o * C édula de ad m isión a la Pía U n ió n », a la
cual nos rem itim os.
N o t a : 1) C o n dición para ga n ar las in d ulgen
cias con ced idas a los C ooperadores Salesian os
es la de rezar todos los días un P a te r, A ve y
G lo ria con la jacu latoria: S á n e te Francisce S a lesi,
ora pro nobis; — 2) L os C ooperadores que por
enferm edad o convalecencia no puedan ir a la
iglesia, podrán gan ar las in d ulgencias arriba
expresadas rezando en su casa cinco P a ter, A ve
y G loria.
La indulgencia del fraba/o.
T o d os los d ías, con l a única condición de estar
en gracia de D ios, los C ooperadores Salesia n os
que en m edio de sus ocupaciones o de su tra
bajo, levan ten el corazón a D ios con alguna
piadosa invocación, pueden ganar:
1 . U pa in dulgencia plenaria por una c u al
quiera d e dichas invocaciones.
2. 400 días de in d ulgencia por todas las de
m ás, cada vez.
RIO NEGRO (Brasil)
D e las selvas al C o l egi o.
(Rdoción dei Misionero Salesiano D. A . Giaccone).
Rvdmo. S r . D . F . Rin aldi:
H ace un año que me encuentro ya en
esta M isión y espero hacerle cosa grata
dándole a conocer algo de nuestros indios
tucanos, piratapuyas, desanas, y táñanos,
entre los cuales me encuentro actualmente.
H asta ahora nada se había escrito sobre
este argumento, porque al principio los
indios no eran conocidos y poco perm a
necían con el misionero. Si fácilm ente se
reunían todos a la hora de la comida o de
la cena, difícil era que se reunieran para
la escuela y los trabajos agrícolas. El ce
loso e incansable P. M arches!, casi siem
pre sólo, no podía cuidarse de ellos, ocu
pado co m o,estaba, con la ayuda de dos
solos coadjutores, en ¡a construcción de
una iglesia y de una C asa,\ pues como V .
sabe cuando se abrió esta misión había
solamente una cabaña de hojas de palma,
que servía de capilla, de dormitorio y de
comedor para los misioneros.
F u i yo el encargado de ocuparme d i
rectamente de los niños indígenas. A hora
bien, amadísimo Padre, para que pueda
hacerse una idea de nuestro campo de
trabajo, de las esperanzas y de los frutos
recogidos entre estos salvajes, empezaré
por presentarle al niño indio en la selva.
D e allí vienen y allá vamos a buscarlos,
para educarlos e instruirlos en los prin
cipios religiosos y morales, que deberán
convertirlos en otros hombres.
Vida salvaje.
El niño tucano, pirafapuya o de cu al
quiera de estas tribus, desde que nace hasta
la edad de seis o siete años, vive siem pre al
lado de la madre que lo lleva, ora colgado
a las espaladas, ora en brazos. Sin falta,
cada mañana, a las cuatro, va a bañarse con
la madre, lo cual repite varias veces al día
(nos encontramos en la zona tórrida).
N o usa vestidos, pero en cambio se
pintarrajea el cuerpo de las maneras más
variadas y extrañas.
C uando el indiecito empieza a manejar
la flecha, abandona a la madre y toda su
vida se concentra en la pesca o en la caza
de lagartijas, lagartos, pajaritos o yendo
en busca de hormigas. N adie puede man
darle; el niño salvaje hace lo que le da la
gana y va donde quiere. E l padre irá a
trabajar en el bosque, a pescar o a cazar
y el hijo, si lo cree conveniente, lo acom
paña; de lo contrario-, se marcha al río a
hacer la vida del holgazán: pesca, se baña,
se revuelca en la arena, como un lechoncito. Si la madre necesita ir a buscar agua
o leña, no hay miedo que mande al hijo
’a por ello. Irá ella, aunque sea con un
niño en brazos y otro a la espalada; el
mayorcito ya es pájaro fuera del nido
que goza de toda libertad.
La pasión por la pesca es tan fuerte,
que algunos días el indiecito se pasa horas
y horas a la orilla del río con el arco ten
dido y con los ojos fijos en el agua pronto
a disparar la flecha, sin sentir los a r
dientes rayos del sol tropical, ni moverse
au nque caiga un fuerte aguacero. Su fe
licidad es completa cuando puede volver
a la maloca con un buen número de peces
ensartados en un ramo; luego se acurruca
junto al fuego, los asa y se los come ávi
damente.
Llegada de los indios a ¡a Misión.
Los indios tienen la costumbre, después
de haber terminado la plantación de la
mandioca (trabajo que dura algunos meses
según los lugares y las herramientas de
que disponen), de ir a visitar a los pa
rientes y amigos aún lejanos, con los cuales
permanecen 15 o zo días en un lugar, un
mes en otro, tomando parte a la pesca, a
la caza y a otros pasatiempos.
A sí se reúnen y a veces llegan a nuestra
misión en grupos m uy numerosos. El
332
jefe del grupo se dirige a la maloca, en
busca del Tusano o Cacique, o de algún
conocido, para hacerse presentar al Padre
y visitar la misión. V iéndose bien rec i
bido se decide a permanecer y si no tiene
vestido, pide trabajo para ganárselo.
El prim er día generalmente los chicos
no se dejan ver; salen de la maloca para
observar la iglesia desde lejos, pero no se
acercan; al con trario, a penas aparece el
misionero escapan como conejos. Sin e m
bargo, por la noche vienen a rezar las
luda tam bién a los recién llegados, el
chico va perdiendo el miedo, se acerca
poco a poco a los que hacen círculo alre
dedor del P a i (padre) y hasta llega a sacar
la cabeza por entre las personas mayores,
para observar todos los movimientos del
misionero. Sí sus ojos se encuentran con
los del sacerdote, corresponde a su son
risa y se acabó el miedo y entonces le
entra una gran curiosidad.
Y en efecto, ai día siguien te y en los
días consecutivos el indiecito, todavía sal-
Rio Nesro (Brasii) ~ Lo» alumnos de la Esencia Agrícola de S . Gabríelt
ocupados cu las faenas del campo.
oraciones con sus padres, a los cuales se
arriman temblando y llenos de miedo.
V arias veces me ha sucedido, al salir de
la Iglesia y pasar junto a ellos, verles aga
rrados a sus padres, reteniendo la respi
ración y abriendo desmesuradamente íos
ojos espantados como si vieran acercarse
un monstruo; algunos se ponían a gritar
y otros querían escapar corriendo.
O tros indios acabada la fu n d ó n salían
antes que los demás de la Iglesia y se que
daban observando a respetable distancia.
Pero como al fin y a la postre el misionero
no es tan terrible como ellos se creen,
porque ric, bromea y juega con los niños,
departe amigablemente con todos y sa-
vaje, viene a observar a los niños ya re
cogidos en la M isión , espiando desde la
ventana o de la puerta, si están abiertas,
y, si las encuentra cerradas, mirando por
el ojo de la cerradura; los observa en el
comedor, en la clase de canto, en los t ra
bajos del campo: todo el día lo pasa en
la M isión . Si n ser nuestro efectivamente,
lo es ya con el corazón y con el deseo,
porque la alegría y la expansión de sus
compañeros lo aficiona a aquella vid a.
D urante aquellos días el hijo de la selva,
atraído por tantas novedades, se olvida
de ir a pescar o a cazar hormigas. N o hace
mas que pensar como hará para entrar
en el grupo de los demás que considera
535
m ás dichosos que él y si entre ellos hay
algún conocido le dice:
— T a m b ié n yo quiero quedarm e con
el Padre; ve a decírselo.
El embajador, loco de contento, corre
hacia el D irector para darle la buena
nueva, Y el D irector hace llam ar al padre
del niño y le pregunta:
— M e han dicho que tu hijo quiere
quedarse en la M isión . ¿ Se lo consientes ?
hacen ni recomendación, ni presión al
guna. U no de los últimamente llegados
preguntado por qué quería quedarse en
la misión contestó:
— Porque quiero aprender a rezar.
Cómo pagon Ja pensión.
E l recién admitido entra en la misión
como cuando entró en este mundo, ca-
Rio Negro (Brasil) — Las típicas malocas de los íacaoos j pirafapoyaa.
— Si él quiere, que se quede; yo no
tengo nada que oponer; al contrario, es
toy m uy contento de ello.
— Pues bien, llama a tu hijo y hoy
mismo form ará parte de nuestra familia..
A sí sucede ordinariamente.
Y como los padres tam bién se convier
ten en propagan distas diciendo que en la
misión su hijo esta m uy bien pues no le
falta harina de mandioca, pescado, ves
tidos, y aprende, a leer y a escribir como
los blancos, no falta quien al oir estas
nuevas presenta sus hijos al misionero.
Pero los hijos sólo entran en la misión,
si les da la gana, pues los padres no les
reciendo de todo. Los padres no pagan
nada, porque en estas selvas no se conoce
el dinero, ni con tribuyen al mantenimiento
del hijo con un poco de harina de mandioca
(el pan de los indios) o fru tas. Si el padre
de un niño asilado mata un jabalí, un
tapir o pesca algo en el río, lo lleva al m i
sionero diciendo:
— Esto es para mi hijo.
Pero no se marcha si no se le paga con
creces, lo que ha entregado y que según
^1 es para su hijo. Es inútil querer con
vencerles: el indio sólo entiende que
cuando da una cosa ha de recibir en pago
otra equivalen te. U na m ujer m e entregó
554
dos docenas de plátanos (fruta com uní
sima por estas tierras) y quería en com
pensación un kilo de sal, tres cajas de
cerillas, un pedazo de jabón y una docena
de anzuelos, a lo menos cinco veces el
valor de los plátanos que traía como re
galo para su hijo.
H e ahí la pensión que pagan los indios
para el mantenimiento y educación de
sus hijos; ¿có m o podemos, pues, llevar
adelante nuestra o b ra? Con el auxilio de
la D ivina Providencia que hasta el pre
sente no ha dejado nunca de asistirnos,
hasta con milagros.
F ácil es comprender que 6o niños in
ternos suponen un gasto considerable.
Confiamos también en la generosa caridad
de nuestros bienhechores. Y ya que se
me presente la ocasión voy a permitirme
un parén tesis. Madic se imaginaría que
aqui en el'río W aupes sobre la línea ecua
torial, pueda sentirse el frío. Y sin em
bargo es así. N uestros indiecitos, acos
tum brados a dorm ir siem pre junto al
fuego, en sus grandes malocas cerradas
y llenas de humo, en casa, aunque d u er
man cubiertos, ciertas noches cuando ruge
el temporal y sopla el viento que penetra
fácilmente a través de las paredes de hoja
de palma, se les ve temblando, hechos un
ovillo en las hamacas, ponerse encima
cuanta ropa encuentran disponible y ya
no son capaces de dormir.
U na noche dos chicos se bajaron de
la amaca, encendieron fuego y junto a él
se acurrucaron para calentarse. A fortu
nadamente me desperté en seguida y les
hice acostar de nuevo, dejándoles una
sotana y un sobretodo para cubrirse.
N ecesitaríamos, pues, con urgencia unas
100 mantas de lana; si no, ten dré que per
mitir a mis indiecitos que enciendan
fuego, con gran peligro de'‘ incendio. R e
com iéndenos a la can dad de nuestros
bienhechores y a las oraciones de las almas
buenas.
Sucede a veces que un nuevo alumno
pasa uno o mas días haciendo vida común
con los demás sin más vestido, que el
rudimentario que trajo de la selva, porque
no siem pre podemos disponer de pan ta
lones y americana; pero nadie se extraña,
porque todos, más o menos, pasaron por
el mismo cam ino. Y cuando recibe los
pantalones y americana para vestirse (¡son
los primeros!) el indio se encuentra siem
pre embrollado y más de una vez hay que
enseñarle a meter primero una pierna y
luego la otra y a abrocharse. U na vez
vestidos se miran de arriba a abajo, meten
y sacan las manos de los bolsillos hasta
20 veces seguidas y al dar los primeros
pasos parece que van a tropezar y a caer
y si se pregunta al recien llegado: — ¿ T e
gusta? contesta enseguida: — Agnú bugtiage (muchísimo).
N adie se rie, ni se burla del nuevo com
pañero, antes al contrario todos le dan
muchas muestras de .amistad y alegría.
{Continuará).
CHINA
V ica r i a í o A p osí ó l ico
de Sh i u^C h o w.
(Relación del Misionero Salesiano D. Juan Guarona).
Las condiciones de la pobre C hina son
bien conocidas y los diarios hablan de
ella continuamente; nos limitaremos, pues,
a dar alguna noticia sobre la situación
general del K wa ng-T ung donde se en
cuentra nuestro V icariato.
El K wang-T ung, si bien durante este
año no fu é teatro de guerras fratricidas,
fu é la fragua donde se preparó U gran
guerra de estos últimos tiempos de la Re
pública una verdadera revolución que se
ha extendido rápidamente a todas las
provincias confinantes y que, llegada al
corazón mismo de la C h ina, H a n-K ow,
amenaza a la misma capital. N o es fácil
prever los efectos que podrá producir
esta nueva lucha organizada y llevada a
cabo bajo los pliegues de la bandera roja.
S hiu Chow ha visto durante este año
a millares de soldados desfilar m arcial
mente por sus calles; ha hospedado d u
rante meses enteros a los ejércitos que
se dirigían al N orte, pero no pudo sino
alabar la conducta de las tropas d iscipli
nadísimas y en extremo deferentes para
con la población, que bien recordaba los
abusos, vejaciones, injusticias y atropellos
sufridos anteriormente. Los paisanos no
reconocían a sus hermanos bajo aquellos
355
flamantes uniformes, guiados por cu m
plidísimos oficiales, educados con m o
dernos programas, que han creado un
nuevo ejército.
T am poco la'M isió n tuvo ningún m o
tivo de queja y por ello dimos las gracias
a las autoridades locales, siem pre atentas
para con la M isión y los M isioneros.
En cambio otra guerra mucho más t e
rrible ha minado' el edificio religioso con
tantas fatigas levantado y amenaza invadir
hasta la paz y sencillez de los campos y
el fecundo silencio de las montañas. U na
verdadera persecución organizada, una
S hiu Chow se encuentra a 240 kilóme
tros al N orte de Canfon, única vía de en
trada, la cual con su obstinado boycott nos
tiene separados hace un año de los centros
de aprovisionamiento. N o pocos europes
han sido maltratados. U no de nuestros
mismos misioneros, que llevaba consigo
desde M acao a algunos clérigos para la
M isión , vió todo su equipaje secuestrado
por los huelguistas, que lo condujeron
un día entero de una oficina a otra por
las calles de .Cantón, como un malhechor,
y aún intentaron meterlo en la cárcel de la
que lo libró la intervención de Mons. Fou r-
ñ
'
T
'
íííi
f
China — Una de las comunidades crísfianas más probadas par la persecaci6n.
guerra sistemática a la Religión y a sus
ministros, que tiende sobre todo a adue
ñarse de la escuela, aislando al europeo.
La huelga de Cantón fu é una simple
ocasión que dió incremento y atizó la
lucha que ya habían empezado los ele
mentos sectarios de K wang-T ung, im ita
dores ciegos y secuaces entusiastas del bol
cheviquismo. Las puertas de Cantón per
manecen cerradas a los vapores de H ongK ong y M acao y el europeo no puede llevar
consigo más que el puro equipaje y aún
reducido, pues en algunos casos hasta los
efectos personales son disputados y se
cuestrados. L as conrunicaciones resultan,
pues, dificilísim as, y el proveerse de pro
ductos europeos casi im posible. E l vino
de misa se nos está acabando, pues a
pesar de que nos llegó una partida a Hong
Kong, no ha sido posible retirarlo.
quet y así pudo volver a la Catedral a las
nueve de la noche, todavía en ayunas.
T res hermanas, hijas de M aría A u xi
liadora, que habían llegado de Italia en
febrero, se encontraron como primer sa
ludo, al tocar tierra china en Can tón, con
la desagradable sorpresa de verse secues
trado todo el equipaje, que sólo después
de 15 días de reclamaciones y visitas a
las autoridades, pudieron recobrar por
obra de un misionero.
Se debe a una protección especial de
la Providencia si algunos de nuestros m i
sioneros, de los que llegaron también en
febrero, pudieron evadir la vigilancia de
los huelguistas y en una pequeña canoa
dirigirse directamente del vapor a la esta
ción, con todo su equipaje.
Con tales restricciones el coste de la
vida ha subido enormemente y la cuestión
financiera nos preocupa no poco. En M acao y Hong Kong al paralizarse el comercio
con Cantón, los valores de las acciones
sufrieron una terrible baja, muchas casas
tuvieron que cerrar y las quiebras estaban
a la orden del día. N uestra M isión soste
nida en gran parte por amigos y bienhe
chores de aquellas colonias, perdió su
fuente de entradas más ordinaria y t u
vimos que ver a alguno de los más cons
picuos bienhechores reducidos a bien
críticas circunstancias, obligados a su p ri
mir muchos gastos y a adoptar otro gé
nero de vida, renunciando a las comodi
dades a que estaban ya acostumbrados.
Los mismos bienhechores de Europa y
A m érica, conoclendq el caos chino, no
se atreven a enviarnos sus donativos y
todos los días tenemos que encomendar
nos, con mayor confianza al Padre nuestro
que está en los Cielos.
A todo esto se añadió en abril y mayo
una acción contra los piratas que lograron
atrincherarse en un mercado fortificado,
estación de ferrocarril de la línea S hiuChow-Canton y así, durante un mes, que
daron interrumpidas las relaciones con
la capital. Los viajes costaban el triple:
baste decir que mientras el año pasado,
de S hiu Chow a Cantón el viaje costaba
3 dólares hoy hacen falta 9,20 dólares.
Di/ículfades morales.
La guerra económica, las privaciones,
los sacrificios personales no nos desalien
tan y aún se abrazan con generosidad.
Lo que verdaderamente aflige nuestros
corazones y muchas veces nos hizo de
rramar lágrimas amargas, es la guerra re
ligiosa hecha no sólo con la propaganda
de las ideas nuevas, con conferencias,
reuniones, manifestaciones y escritos de
propaganda, sino con amenazas y violen
cias que han causado ya sus víctimas. La
propaganda anticristiana se hace sistem á
ticamente, en todos los distritos y si, gra
cias a D ios, la mayor parte de ios cristianos,
sobre todo los ya formados, no se arre
dran, los paganos y los catecúmenos se
impresionan por ello grandemente y estos
últimos han dism inuido mucho de número
y los que han quedado, se muestran in
decisos y temerosos de proseguir por el
camino de la conversión em prendido. En
dos distritos, sobre todo, se hizo m ás sen
sible esta guerra: en N am Yung y en C hit iing, donde se declaró descaradamente,
llegando a la verdadera caza del hombre
y de las instituciones cristianas.
En el disfrífo de Nam Yung.
E n toda la C hina se había organizado
una gran manifestación contra la N avidad
de Jesús y en todas partes se preparaban
con saña para estorbar la fiesta más con
movedora y simpática del año Cristiano,
con públicas y clamorosas manifestaciones
que el mismo Gobierno prohibió a última
hora. Pero en N am Yung los revoltosos
salieron con la suya. O igamos como refiere
el hecho el mismo P . Dalmasso, allí presente.
A las 10 y media me encontraba en
Yong Leu donde se celebraba una misa
solemne con asistencia de gran número
de fieles. Entre tanto en la ciudad empezó
la manifestación de soldados y estudiantes
contra la fiesta de N avidad, improvisando
un mitin en plena calle.
A cabada nuestra función en paz, mientras
a eso de medio día estaba tomando un
bocado, se dirigió hacia la misión una m a
nifestación de soldados formados, todos
con una banderita en el fusil, en que es-taba escrito: perseguir, derribar la iglesia.
O ficiales a caballo los precedían y una
turba de pueblo los seguía.
Los manifestantes querían obligar a
todos los cristianos refugiados en la m i
sión a abandonarnos. D elante de mí un
cristiano recibió una tremenda bofetada
de un soldado; hago retirar a los cristianos
y me quedo solo en la puerta, para per
suadir a las buenas a aquellos desalmados,
de que nosotros no entramos para nada
en política, sino que nos cuidamos sólo
de religión. L a turba, entre tanto, ha ido
creciendo y más de un millar de pechos
exaltados gritan desaforadamente: fuera!
matarle! Parecía el infierno. Los soldados
amartillaban ya los fusiles y com pren
diendo que era inútil razonar con ellos;
después de echar a la calle a dos que ya
se habían metido dentro, me retiré y cerré
la puerta.
Entonces organizaron allí mismo un
mitin y 6 oradores im provisados se su
cedieron uno tras otro. Acabados lo^rdiscursos empezó la pedrea.
T
557
T odos los adornos y preparativos de
fiesta que embellecían el exterior de la
misión, fueron arrancados, destrozados y
pisoteados. V arios jarrones que nos h a
bían dejado para aquella ocasión, para
adornar la entrada, un gran candelabro,
los preciosos cristales a colores de\ Yong
Leu y todos los demás que se hallaban a
tiro, fueron reducidos a añicos. Piedras
como el puño eran lanzadas por aquella
turba furibu n da. Por una puerta secreta
pude mandar aviso urgente al mandarín
y ai comandante m ilitar de N am Yung,
(y me hice dar recibo de la comunicación)
pero se me contestó que hacía falta una
orden telegráfica del generalísimo de
Can tón.
E n tre tanto el asedio duró cinco horas
con una lluvia de insultos y blasfemias
de parte de aquellos esbirros y de aquel
populacho enfurecido. En el interior que
daban aún las pobrecitas ninas que habían
venido a cantar la San ta M isa y las m u
jeres que no se habían atrevido a salir
desde que empezó la manifestación.
Eran ya las seis de la tarde y aún un
grupo de facinerosos nos impedía abrir
las puertas. Y las autoridades sin moverse.
Finalmente el jefe de la policía urbana
vino en persona para defender nuestra
puerta y sostuvo una tremenda disputa
con un oficial funanés, que pretendía que
el policía no tenía ningún derecho de m e
terse en aquel asunto.
T a m bién en las residencias secundarlas
se intentó alguna violencia pero se lim i
taron a solas injurias y amenazas contra
los cristianos, que pudieron retirarse tra n
quilos a sus hogares, mientras aquellos
facinerosos vomitaban blasfemias contra
la religión. D igna de nota es la contesta
ción que un alum no de ly años, Agustín
Yong, dió a los que blasfemaban: ¿ E s que
para adorar al verdadero Dios es necesario
prepararse a morir? Pues bien, nosotros es
tamos prontos a ello.
E n e l disfrífo d e C h t-fíing,
M ucho m ás graves fueron los danos
ocurridos en este distrito, que desde hacía
tres años veía aumentar de una manera
consoladora el número de cristianos, tanto
que mereció cuidados especiales por parte
del V icario A postólico. Se iban formando
tres nuevas cristiandades, debido al tra*
bajo paciente y amoroso de varios obreros
evangélicos, que acariciaban las más ha
lagüeñas esperanzas de satisfacer las vivas
instancias de no pocos pueblos, ávidos
de instruirse en la religión.
Por hallarse estos pueblos a orillas de
un afluente del Pe K iang, a los pies de
elevadas montañas, eran m uy amenudo
molestados por los piratas, contra los
cuales la policía local, con el auxilio de
los soldados, organizó una acción general.
Los piratas, al olor de la pólvora, se espar
cieron por aquellas montañas, a donde
ciertamente no se habrían atrevido a subir
los soldados. Estos al ver frustrado su in
ten to, desahogaron toda su rabia contra
los tres pueblecitos, incendiándolos, des
parramando a sus habitantes e im ponién
doles subidos tribu tos. D ijeron que eran
encubridores de los piratas y su furor au
mentó cuando descubrieron signos reli
giosos en no pocas casas. L a caza a los
piratas se convirtió en caza a los cristianos
y las injusticias cometidas y hasta las eje
cuciones arbitrarias, fueron en gran nú
mero.
El hijo de nuestro maestro de P a S hin,
que corrió a la ciudad para avisar a su
padre del peligro que corrían, fu é arres
tado por los soldados y fusilado, sólo
porque llevaba un distintivo de ia misión.
Y por más que se denunció el hecho a las
autoridades, no se obtuvo nisiquiera una
contestación.
El jefe de policía es el enemigo más
encarnizado de los cristianos, actúa des
póticamente en todo el distrito y aún
encontró la manera de desacreditar- a los
cristianos y de atemorizar a los paganos,
haciendo encontrar, en el bolsillo de los
piratas autén ticos, rosarios o medallas que
en el momento de la ejecución eran sacados
del bolsillo por los verdugos y enseñados
al pueblo, incitándolo contra los cristianos.
U n joven vuelto a Wong T u S ang, des
pués de algunos años de servicio militar
y formado en una escuela de propagan
distas de Cantón, exaltado por las nuevas
doctrinas, hizo destruir las imágenes y
crucifijos de las casas, reponer los dioses
en la sala de los antepasados, que había
sido convertida en oratorio cristiano y
azuzó de tal manera a la población contra
el m isionero, que éste se vio abandonado
558
de sus queridos neófitos y no pudo cele
brar más la misa en aquel pueblo, atemo
rizado por aquel diablo encarnado. N o
obstante, los más fervorosos se pusieron
en camino y recorrieron más de 40 K m .
para ir a C hi t iing y tomar parte a las
fiestas de Pascua y de la Ascensión, cu m
pliendo con sus deberes de buenos cris
tianos.
Estos actos heroicos atraerán, así lo
esperamos, las bendiciones del Cielo sobre
este pobre pueblo y no tardará en volver
a florecer la vida cristiana.
Variedad de religiones en el Japón.
M iya z a k i ó de Ju n io de 1926 .
M u y R . S r . D . Rin ald i,
M e adelanto al tiem po establecido para esc ri
b irle y lo hago con el deseo d e darle algunos
datos pu b licados por n uestro d iario d e M iy azak l sobre el estado de la religión en el Japón,
datos em anados del M in isterio de G obern ació n ,
que, como oficiales, se prestan a serias y p ro
vechosas reflexio nes. N o tengo fac ilid ad de
plu m a para h acerlo; b usq u e V . si le parece
útil y oportu no, una persona q u e, basán dose
en estos datos, haga u n sen tido llam am ien to a
todos los buenos, d icié n doles: < R e z a d ,'re z a d ,
rezad p o r el Japó n ; ayu dad nos en todas las
fo r m as». Y a los que tien en vocación m isio
n era: « h a y trabajo ta m b ié n para t í.»
S i por una parte, la m editación de estas c i
fras puede espan tar, por el ejército colosal que
h ache fre n te al m isionero católico, y hacer
pe nsar en la m ezcla, en el caos in m enso de ideas
religiosas (si es que algu na conservan) de estos
m illones de alm as; por la o tra, da a com pren der
algo de las gravísim as dificu ltades en que se
encuen tra el m isionero católico para hacer
que se abra paso entre estas alm as el Rtino de
Dios y de la necesidad de que alm as generosas
se consagren a trab ajar en las m isiones, o fa c i
liten recursos para las m ism as.
H e aquí sin com en tarios los datos generales:
a) Sin toism o oficial: N u m ero de los
8.292
La n usk os o sea Sacerd o tes Si n to
Sin toism o religioso: com pren de 1 2 sectas
con un total de La n usk os
88.025
b) Bu d ism o: N u m ero total de los T e m
plos (de las varias sectas) oficiados
por uno o m ás Bon zos
71.28 7
C ad a una de dichas sectas se su b d ivid e en
O tras, que determ in a el docu m en to oficial.
A d e m ás los b ud istas tienen cá ted ras de p re
d icació n fu era de los te m p los en n ú m ero de
5.870.
I m agín ese p u es cómo el Sin toism o y el
Bu d ism o están arraigados en las fa m ilias; ya que
los cargos de La n usk o o Bon zo son hereditarios.
Parece, por lo q u e an u ncian los diarios,
q u e con el n uevo D erecho religioso, q u e está
para ser em anado, de ahora en adelan te p re
ten da el G o b ier n o im p erial de estos cuidadores
de alm as, tít u los legales de estu d io. S i esto
llega a realiz arse m uch as alas se cortará n por
las d ificu ldades de los estu d ios y por la sit u a
ción fin an ciera. S i por una parte esta m u lt ip li
cidad de sectas es un verdadero caos; p ues,
en defin itiva con d ucen a la apatía religiosa; (y
adem ás es ta n pocoj religiosam en te hablan do,
lo que exigen el Sin ton ism o y el B u d ism o, que no
pueden a m enos q u e con d u cir al in d iferen tism o),
añada a esto las dem as creen cias religiosas y el
n ú m ero de sus m ision eros:
Rusos ortodoxos
M isio n eros 149
Presb iterian os
*
554
Bap tisteria n os
»
49
A nglica n os
»
542
C ongregacion istas
*
159
M e to d istas
»
564
E va ngelistas M i f u
*
28
E va ngelistas F u m i
»
6
E va ngelistas F u k im
»
47
L u tera n os
»
19
E jérc ito de la salvación
»
97 '
Iglesia propaga n d ista orien tal
»
52
Esca n d in avos
*
1
C ristia n o A ria nos
»
4
Iglesia de los am igos
*
24
E va ngelistas propagan distas
»
10
Iglesia de la m isericord ia
>
5
Iglesia de los com pañeros
>
8
»
96
Iglesia cristian a
C ristia n os
*
58
E figib a
»
I
Iglesia de la segu n da ve n ida
•
8
N a z are n os
*
10
S i n nom bre
*
54
M isioneros católicos,^romanos
*
195
A m ado Padre, m editem os sobre estos datos.
Piense q u e la m ayor parte de estos cristianos
de la últim a lista son japon eses, q u e se han
in depen d iz ado, desligán dose d e las enseñan zas
de la verdadera fe . V ie jos m ision eros defin en
al Japón así: « A l m a naturalm en te c ism á t ic a*.
R ece, rece por m í. E l viern es p róxim o es la
fiesta del Sagrad o C ora z ó n . U n- año ha q u e en
la vigilia se m e dió el an u ncio de m i ve n ida al
Japó n . C u á n tas y cu á n tas cosas en u n año
desde aq uella fec h a. G ra c ias, d esp u és de D ios,
a V . R .; ayú dem e a ser digno de todas las gracias
que m e h a-co n ced id o el buen Jesús. Ben d iga
a to dos, y en especial a su af.m o
V ic e n t e C im a t t i
M isionero S alesiano*
I
I
L a V i r g e n de D o n B osc o .
X IV ,
M ar/a Auxiliadora, para la propagación
y sosfenimienfo de la Obra de Don
Bosco, Je inspira Jas Obras de los
Hijos de M aría y de ¡a Pía Unión de
los Cooperadores Salesianos.
El siem pre creciente desarrollo de la
Congregación Salesiana y , sobre todo, su
expansión en el campo de las M isiones,
exigían un aumento considerable de bra
zos que acudieran a trabajar en aquel
campo tan extenso y abundancia de bienes
materiales para hacer fren te a los ingentes
gastos necesarios. E n ambas cosas pensó
la V irgen San tísim a, inspirando a D on
Bosco la institución de la Obra de M a ría
A uxiliadora para vocaciones de adultos y de
la P í a Unión de ¡os Cooperadores y Coope
radoras S alesianos.
El día j de febrero de 1876 en una C o n
ferencia que D on Bosco dió a los Salesianos del O ratorio dijo entre otras cosas:
* . . . El Señor espera de vosotros grandes
cosas; yo las veo con toda claridad, en
todos sus detalles y podría indicároslas
una a una. Se refieren al florecien te por
venir de nuestra Congregación, cuando
yo ya me encontraré en la eternidad. Sí;
el mismo buen D ios que ha empezado
esta O bra por medio de su Santísima
M adre, se encargará de sostenerla y de
llevarla a feliz térm ino. U na sola cosa
exige de nosotros; que no nos hagamos
indignos de sus favores, de su bondad
y misericordia. M ien tras nosotros corres
pondamos a sus gracias con el trabajo,
con la moralidad, con el buen ejemplo,
el Señor se servirá de nosotros y vosotros
mismos os adm iraréis de haber podido
hacer tanto bien. Si seguimos adelante,
con el espíritu de dulz ura y de actividad
de San Francisco de Sales, el mundo
tendrá que ceder y nuestra O bra promo
verá la mayor gloria de D ios y el bien de
la Sociedad.
Los H ijos de M aría.
D esde los primeros tiempos, cuando
D on Bosco empezó a encaminar hacia el
estudio a sus niños, se encontró con in
dividuos de edad ya avanzada que, no
habiendo podido por diferentes causas
seguir la carrera eclesiástica durante su
adolescencia, la emprendían más tarde
al verse libres de los obstáculos. E n estos
tales descubrió D on Bosco en general
mucha aplicación, fervorosa' piedad y
buena voluntad de prestarse en favor de
sus compañeros más jóvenes, ayudando
a asistirles, sirvién doles en el comedor, etc.
N otó además que el éxito de estos jóvenes
en la carrera eclesiástica era más seguro
que el de los niños, obteniéndose mayor
perseverancia.
Pero tam bién esta vez M aría A uxiliadora
había de enseñar el camino al Venerable.
A principios de 1875, un día, mientras
D on Bosco estaba confesando en la sa
cristía de la Iglesia de M . A uxiliadora,
preocupado por el pensamiento de la
escasez de sacerdotes y de vocaciones,
pensaba en su interior:
— ¿ Q u ié n sabe cuántos de estos niños
no llegarán a la meta; y aún para aquellos
que perseveren, cuánto tiempo ha de pasar
antes de que lleguen al fin, mientras que
la necesidad de la Iglesia es apremiante.
« A bsorto en tales pensamientos, sin
dejar de confesar, me pareció — narraba
el mismo D on Bosco — que me encon
traba en mi cuarto, sentado a la mesa, t e
niendo en mis manos el Registro de todos
los que se hallaban en casa. Y decía entre
m i: — ¿C ó m o es eso? ¿ E s t o y en la S a
cristía confesandb o estoy en mi cuarto
sentado a la m esa? ¿Estaré soñando? Pero
no; éste es el Registro de los niños y ésta
mi mesa de trabajo.
En tonces oí en mi in terior una voz que
me decía: — ¿ Q u ieres saber la manera
de aumentar, y aprisa, el número de bue-
?4 o.
nos sacerdotes? Fíjate en este Registro y
de él podrás colegir lo que hay que hacer.
M iré, pero enseguida añadí: — A qui
tengo eí registro de los niños de este año y
de los años anteriores y nada m ás. Y se
guía pensativo, recorriendo aquellos nom
bres, mirando encima y debajo, por ver
si había algo m ás, pero no veía nada. V olví
entonces a decirme: — ¿ Pero, sueño o
estoy d espierto? Y sin embargo estoy
aqui sentado a la mesa y la voz que he
oído era una verdadera voz.
sabía darme cuenta de cómo podía ser
virme para conseguir sacerdotes, muchos
sacerdotes y pronto. Exam iné otros re
gistros que allí había; pedí que me tra
jeran los de años anteriores, pero siem pre
inútilmente. Pero a fuerza de hojear los
registros, para cu m plir el mandato de
aquella voz misteriosa, observé que de
tantos niños que empiezan los estudios
para seguir la carrera eclesiástica apenas
un 15 por ciento o sea nisiquiera dos de
cada diez llegan al fin de sus deseos, siendo
Uno de loe primeros grupos de “ Hijos de Marta,, en el Per6.
Entonces quise levantarme para ver a
Aquella que me había hablado y me le
vanté en efecto. Los niños que estaban
esperando turno para confesarse al ver
que me levantaba de repente y como es
pantado, me rodearon ansiosos y me sos
tenían temiendo que me hubiera sobre
cogido algún mal; pero yo los tranquilicé,
diciéndolcs que no era jiada y seguí con
fesando.
Acabadas las confesiones, al llegar a mi
cuarto, vi que realmente encima de la
mesa estaba el registro de los nombres
de todos ios que se hallaban en casa, pero
nada m ás. Exam iné el Registro, pero no
la mayor parte alejados del Santuario o
por asuntos de fam ilia, o por la dificultad
de los exámenes, o por el cambio de idea
en la edad crítica de la juven tud.
En cambio, de los que siendo adultos
se deciden a abrazar el estado eclesiástico,
8 de cada 10 llegan al fin de la carrera y
empleando menos tiem po, pues están
dotados de voluntad y energía no comunes.
Y entonces llegué a esta conclusión: —
Estos son más seguros y llegan antes, que
es lo que yo buscaba. C onven drá que me
preocupe de ellos, que abra para ellos
casas a propósito y que les dedique espe
cíales cuidados».
1
54»
Esta fu é la primera idea de la Obra de
M a ría A uxiliadora para ¡as Vocaciones
de adultos a l estado eclesiástico. Los papas
Pío I X y León X I I I la bendijeron y re
comendaron grandemente y hoy existen
en todas las "Ñlaciones casas de H ijos de
M a ría (así se llaman los que se acogen
a esta obra para llegar al sacerdocio) que
han dado y siguen dando a la C ongre
gación Salesiana y a la Iglesia un gran
número de celosos y santos sacerdotes.
La nueva Indulgencia del Rosario.
P a r a perpetuar el recuerdo del solemní
simo Congreso Eucaristico que durante el
pasado mes de setiembre se celebró en ¡a ciu~
dad de Bolonia { lia lia ), junto a l sepulcro
de S anto Domingo de Cuzm án, S u S antidad
el Papa P ío X I , con breve de 4 de setiembre
de 1927, se ha dignado conceder a todos ¡os
fieles indulgencia plenaria, totics quoties,
mediante el rezó de la tercera parte del
S anto Rosario delante del S antísimo S a cra
mento, tanto expuesto como reservado en el
Tabernáculo, in perpctuum, con la sola con
dición de ¡a confesión y comunión en ¡a forma
acostumbrada.
Gracia extraordinaria, que no dudamos
servirá de estímulo a todos ¡os devotos del
S anto Rosario para acumular, con ¡a repe
tición de tan hermosa práctica, grandes te
soros para el C ielo. Y todos ¡os niños de ¡as
Casas S alesianas que, por prescripción del
mismo Don Bosco, rezan durante ¡a misa
de Comunión el S anto Rosario, todos los
días, encontrarán en esta gracia un nuevo
estímulo a la frecuencia de los S antos S a
cramentos, que tanto influyen en su forma
ción y educación.
M aría Auxiliadora
en Talavera de la Reina (España).
L os an tiguos A lu m nos de la ciudad d e T a la vera no olvida n e l bien q u e de la O bra Salesia n a
recib ieron y por ello conservan un gran cariño
a M aría A uxiliadora, a la cual se esforz aron en
hon rar de u n m odo especial duran te el pasado
m es de m ayo.
E l día de la A scensión, el dign ísim o S r . A rc i
preste, que con todo el clero de T a laver a tan
generosamen te ha con tribuido a todos los actos,
cantó m agistralm en te las grandezas d e M aría
A uxiliadora y de la O bra de D on Bosco, a n i
mando con su fervorosa palabra a los antiguos
alu m nos y dem ás devotos a conservar el amor
y gratitud hacia los salesianos, cuyo recuerdo
perm anece vivo e Im borrable en T alavera.
A l día siguien te, los fieles llenaron el tem plo
deseosos de oir las alaban zas de M ar ía A u xilia
dora de labios del Pbro. Salesíano D . V icen te
A gu ílar, q u e, como en años an teriores, presentó
a M ar ía A uxiliadora, con elocuente y fervorosa
palabra, los amores y anhelos d el pueblo talaverano.
Y llegó el día de la-fiesta. E n la m isa de C o
m u nión general recibió p o r vez prim era el pan
de los A ngeles iñ i gru po d e n iños, preparados
por su celoso maestro D . José Bárce n a, en tu
siasta ad m irador d e la O bra de D on Bosco,
sien do m u y n u m erosos los antiguos alu m nos
que se. acercaron al banquete eucaristico.
A las diez y m edia h ubo m isa solem ne ofi
ciando el S r . A rcip resté y cantando las glorias
de M a r ía el citado Pad re A gu ilar.
Por la tarde no faltó la procesión q u e resultó
solem nísim a. E ra una tarde verdaderam en te
hermosa, bajo el cielo azul de C astilla. L a i m a
gen de M ar ía A uxiliadora sonrien te en m ajes
tuosa carroza surgía de en tre una montaña de
ñ ores. T o d as las Asociacio nes católicas de la
ciudad acudieron a prestar hom enaje a la Reina
de los C ielos, distingu ién dose en tre todas la A rch icofradía de M ar ía A uxiliadora, numerosa y
en tusiasta, con herm oso estandarte estrenado
aquella m isma tarde, y la A sociació n de los A n
tiguos A lu m nos bajo la m irada sonrien te de
D on Bosco, que desde los pliegues de la nueva
ban dera, parecía son reír de satisfacción, ante
el triu n fo de la M ad re y Reina d e las O bras S a
lesianas.
L a ciudad de T alavera anhela volver a ver
a los Salesia n os en su seno y m an ten ié n dose tan
devota de M ar ía A uxiliadora, sin duda verá sa
tisfech os sus deseos. E n ta n to reciban nuestros
parabie nes de un modo especial los A n tiguos
A lu m nos y las A rch icofrades de M ar ía A u x ilia
dora que así saben conservar el sagrado fuego.
M O R E L I A ( M éjico). — E d ifican te resulta
la piedad y devoción con q u e los devotos de
M ar ía A uxiliadora quisieron honrarla el día de
su fiesta, a pesar d e las críticas circu nstancias
por que atraviesa la Iglesia en M éjico y de verse
por en de privados de la asistencia de los Sa c e r
dotes, para las sagradas fu ncion es.
E l día 24 d e m ayo, debido a la in iciativa y celo
d e la Ju n ta de C eladoras de la « A sociació n de
M a r ía A u;tíliadora > se reu n ieron u n gran n ú-
542
mero de devotos de la gran Señ ora, ante su altar
graciosamen te adornado, con profusión de cosas
y azucenas.
A las seis y siete de la mañana el S r . Baldomero Sila y el joven M an u el A gu irre rezaron
la^ oraciones de la misa a la que asistió gran
concurrencia. A las diez, el joven Leopoldo R o
dríguez rezó con toda solem nidad la tercera
misa y pron u nció una hermosa alocución can
tando las glorias de M ar ía, y expresando la se
gurid ad de que E lla oirá las súplicas de sus d e
votos para consolarlos en sus penas y devolver
la paz a la Patria consternada.
A l b e r g a (Españ a). — E n con trán dose en
ferm a de gravedad y desah uciada por los m é
dicos mi hija Pura, recordando las in u m erables
gracias que M aría A uxiliadora concede á sus
devotos, la encom endé a ta n buena M ad re p ro
m etiendo una limosna y p u blicar la gracia en
el Boletín S alesiano.
M ordía (Méjico) — La Junia de Celadoras de la Asociación de M aría Auxiliadora.
A las dos de la tarde se entonó un solem ne
trisagio y a las cuatro se rezó el Rosario orga
n iz ándose en seguida una solem ne Procesión
por el in terior de la Iglesia.
A las nueve de la noche las celadoras de la
A rch icofradía de M aría A uxiliadora, dichosas
por haber pasado un día ta n feliz al lado de su
querida M ad re, arrodilladas a sus pies, reno
varon su C onsagración a M ar ía y se animaron
a segu ir siem pre trabajan do con ardor para sos
ten er y propagar el culto de M aría A uxiliadora.
U na alaban za especial m erecen cuan tos su
pieron honrar con ta n to fervor a la Rein a de los
C ielos, a pesar de las difíciles circu nstancias
por que atraviesa su Patria, a la cual M aría A u
xiliadora no podrá menos de m irar con ojos de
m isericordia.
H oy cu m plo m u y gustosa m i prom esa ex h or
tando a todos a que recurran a la poderosa in
tercesión d e ’ M aría A uxiliadora.
Setie m b re de 1927.
M a r ía M a r t i n .
J e r e z d e l a F r o n t e r a (Españ a). — H allá n
dose m i m adre gravem en te enferm a la e n co
m en dé a M aría San tísim a A uxiliadora, haciendo
varias prom esas si obtenía su curación.
L a san tísim a V irge n m e escuchó y gozosa
cu m plo lo prom etido.
A gosto 1927.
A na Benit ez Bo n il l a.
Idem. —- H allán dom e agoniz an te diéron m e
a besar la medalla d e M ar ía A u xilia d ora que
pen día de m i cuello, cosa que no pude hacer por
estar ya privad a de conocim ie n to. D esp u és mi
esposo intentó h acer pasar por m i garganta una
747
cucbaradita de agua de Lo u rd es, no consiguic ndoio la prim era vez. Probólo segunda ve z , d es
p u és de invocar el auxilio de M ar ía A uxiliadora
y con gran sorpresa de cuantos rodeaban mi
lecho ya p u d e't raga r algunas gotas.
A I fin la V irgen San tísim a escuchó las preces
que por m i le d irigía n y m e devolvió la salud,
salván dom e la vid a.
Agradecid a a ta n buena M a d re envío una l i
mosna para el culto de M ar ía A uxiliadora y
gustosa cum plo la promesa de p u b licar la gracia
obtenida en el Boletín S alesiano.
17 de agosto de 1927.
M e r c e d es B us q u é d e L a g u Ía .
A r m e n i a (C olo m b ia). — H acia algunos años
que su fría graves dolores en las m ejillas sin
que los m édicos encon traran rem edio alguno,
para m i m al.
H abien do llegado a m i conocim iento los p ro
d igios que M a r ía A uxiliadora obra con aquellos
que con fe la invocan, acudí fervorosam en te a
ella pid ién dole la salu d. Esta buena M ad re ce
lestial escuchó casi en el acto m i oración y hoy
día m e encuen tro en teramen te aliviado.
E n agradecim ien to de ta n singu lar favor d e
seo hacerlo p ú b lico para gloria de la V irgen de
D on Bosco y envío una limosna para la O bra
Salesian a.
7 de julio de 1927.
J o a q u ín R o d r i g íie z.
R i o b a m b a (E cuador). — í A ti poderosa A u x i
liadora de los C ristia n os m i eterna gratitud por
el extraordinario favor recibido, que deseo sea
p u b lltad o para q u e cuan tos han oido algu na vez
tu bendito nom bre, a tí acudan con segura con
fianza en todas Jas circu nstancias, aun en las m ás
apuradas y difí^ñles de la vid al
E l día 21 de agosto del año pasado salí a ca
ballo de m i pequeña propiedad hacia la ciudad
de Riobam ba, don de había de tra tar algunos
n egocios urgen tes. E l ciclo estaba despejado y
la luna ilu m inaba el sendero que m e conducía a
la ciudad, a través de montes y al borde de p re
cipicios. D os horas después aquella hermosa
mañana se obscureció y una densa n iebla co
menzó a cu brirlo todo. A pesar de esto seguí
adelante por espacio de u n kilóm etro, hasta que,
notando q u e el caballo se había extraviado, me
apeé para buscar el cam in o. Pero aun no había
dado diez pasos, cuan do caí rodando a u n abism o.
A l llegar a l fon do recuerdo ta n sólo un ruido
como de u n a tabla q u e se rom pe. Pasada la p r i
mera im presión y presa de terrib les dolores,
quise levan tarm e pero caí desplom ado en el
m ism o sitio.
Si n auxilio h u m ano, en las m ás terrib le so
ledad, con agonías de m uerte, la niebla iba en
volvien do m i cuerpo como en un blanco sudario.
E n aquella situación ta n terrib le y dolorosa i n
vo q u é a M ar ía A uxiliadora rogán dole se com
padeciera de m i y no m e aban donara.
i O h bondad e incom parable m isericordia de
M ar ía! A I poco rato oigo voces y varios cam i
nantes descendieron hasta m i para sacarme de
aquel lugar fatal. T e n ía todo el cuerpo m agu
llado y una doble fractura en una de las piernas.
Con d ucido a la ciudad de Riobam ba algunos
facultativos opin aron que era necesaria la a m p u
tació n y otros, dada mi avan zada edad de 67
años, ju zgaban im posible mi curación. Si n em
bargo yo sentía gran confian za en el poderoso
auxilio de M ar ía San tísim a. M is h ijos, ya sin
m adre desde hacía 8 años, tem iendo ta m b ién
perder a su padre, em pezaron con todo fervor una
novena a M ar ía A uxiliadora y esta bon dadosí
sim a M a d re vino pron tam en te en n uestro a u
xilio. Prim eram en te derramó en m i alma el
su ave bálsam o de la conform id ad a la voluntad
divin a y luego nos concedió la curación de mi
m al. E n efecto, pocos días después el fac u lta
tivo que m e asistía quedó adm irado ante la r á
pid a consolidación de las frac tu ras y hoy día
ando perfectam en te y puedo desem peñar todos
m is deberes.
L le n o de gratitud p u blico este favo r, que
m e ha otorgado M ar ía A uxiliadora y envío una
lim osna.
17 de ju lio de 1927.
M i g u e l P e íIa f i e l S.
V a l e n c i a (Espa ñ a). — Estan do gravem en te
enferm o m i hijo José M ar ía, que padecía una
aguda apen d icitis, invocam os a M aría A u x ilia
dora ofrecien do una lim osn a, y mí hijo recobró
la salu d.
Por lo q u e agradecido a nuesta excelsa M ad re
publicam os la gracia en el Boletín S alesiano.
A gosto 1927.
J o s é M . A p a r i s i , Abogado.
Dan también gracias a María Auxtiiadora:
A n c u d (C h ile). — A . M . de S . y envía una
lim osna.
A n t o f a g a s t a (C h ile). — M ar ía A raya y envía
una lim osn a.
C a l i (C olom b ia). — Pedro José Rojas, M aría
Ignacia C u evas, E rn estin a M u ñ o z M ., M an uel
M ar ía G o n z ález y Rosita V elasco agradecen
a M ar ía A uxiliadora especiales favores y envían
una líVnosna.
C a s t r o (C h ile). — C an d elaria de C árd e n as y
L u c in d a V . de E n n'quez y envían una lim osna.
C o l o s o ( C h i le ) .— José y M ar ía D . y envían
una lim osn a.
CONSTITUCION ( C h ile). — L a u ra D ía z de
C ác eres.
CopiAPÓ (C h ile). — F elisa de C ald era y envía
una lim osna.
744
'C h e p i c a (C h ile).
I n és de Pardo - Berta
C arvac ho.
C h i l l á n (C h ile). — Josefina Róblete de O cuña
y F ran cisco C astillo y envían una lim osna. M axim ilia n o Sa n M ar tín - M ar ía y C arm ela
V ildosola.
L a C r u z (C h ile). — F rancisco Lla n os y envía
una lim osna.
. L os A n d e s (C h ile). — Lasten ia C arm ona y
envía una lim osna.
S a n t a T e c l a (E l Salva d or). — Rosa V . de
Rodríguez manifiesta su eterna gratitud a M aría
A uxiliadora por varios ípvorcs recibidos.
S a n t i a g o (C h ile). — Raq u el ( ^ , M . G . L . ,
E m ilio Bravo y envían una lim osna.
T a l c a h u a n o (C h ile). — Piacencia L .
T e ñ o (C h ile). — Jav ier S . Perez.
T q l t e n (C h ile). — O tilia de C arrillo y .envía
una lim osna.
T u n i a (Colo m bia). — C elso Rocha y Benicia
M u l c h e n (C h ile). — Segu n d o Pobleta y en
vía una lim osna.
N u e v a I m p e r i a l (C h ile. — Petron ila Bclm ar.
P a r r a l ( C h ile). — Ester O rtega.
P u R E N (C h ile). — Juan Su terrey.
Q u i n o (C h ile). — Esm era A . - C lc o fé Riffo
y envían una lim osna.
Q u i r i l m e (C h ite). — José S . E n riqu ez .
S a n F e r n a n d o (C h ile). — E lisa M . de C am ilo
y envía una lim osna.
S a n J o s é d e l e M . ( C h i le ).— San d alio Jaramillo y envía una lim osna.
S a n M a r t í n d e l o s A n d e s (C h ile).
Juan
A . Estay, Loren za R eyes, Sep ú lved a de M a m e,
E ufe m ia H errera y F lori n da M orales y envían
una lim osna.
C astro de O cam po manifiestan su gratitud a la
V irgen de D on Bosco por haberles concedido
im portan tes beneficios y envían una lim osna.
V a l d i v i a (C h ile). — T rá n sito Jaram illo y
T elcsila G arcía y envían u n a lim osna.
V i l l a r r i c a (C h ile). — H erm enegildo Breois.
V a l e n c i a (Españ a). — D . E d u ardo G ra n el!,
Pbro. da gracias a M ar ía A uxiliadora por varios
favores recibidos y envía una lim osna da 45 ptas.
Y o t o c o ( C o lo m b ia ).— M an u el de Jesús E s
cobar, por varios favores, recibidos.
Z a r a g o z a (Espa ñ a). — M ar ía Pan dos da
gracias a M aría A uxiliadora y envía una lim osna.
J e r e z ( M éx ijo). — A m alia Escobado, envía
una lim osna para las M isio n es Salesia n as, agra
decida a M . A uxiliadora,
L I M A (Perú). — B o d a s d e o ro d e lo s
C o o p e r a d o res S a lesia n o s. - Bendición e inau
guración de nuevos talleres en e l Colegio S alesiano
de B reñ a . - D esfile de zooo alumnos. - Asiste el
Presidente de la República, S r . Leguia, el A r
zobispo de Lim a y varios obispos del P e rú . —
T o m a m os de < L a C ró n ica» del 29 de agosto;
* Solem n es actuaciones se verificaron ayer
en el local de los religiosos Salesianos, con m o
tivo de celebrarse las bodas de oro de los C oo
peradores de esa fu n dación y de la O bra de M a
ría A uxiliadora para las V ocaciones E clesiásticas,
establecidas por el V en erable D o n Bosco. Estas
fiestas con m emorativas fueron dedicadas al
selíor Presiden te, d e la Rep ú blica y al E p isco
pado Peruano. A las diez y m edia d e la mañana
se celebró por el ilustrfsim o M o nseñ or E m ilio
L issó n , A rzobispo de L i m a, una misa de Salu d
en el tem plo de M a r ía A uxiliadora, a la que
asistieron especialm en te in vitados los obispos
y dign idades de la iglesia q u e se encuen tran
actualm en te en esta capital con m otivo de la
reunión del C oncilio Provincial, m iem bros del
cuerpo diplom ático y una selecta concurrencia
que llenaba totalm en te el am plio y sun tuoso ed i
ficio, del tem plo de M aría A uxiliadora. T e r m i
nada la m isa, el Presid en te L egu ia, acompañado
de los M in istros d e Instrucción y de M arin a,
doctores O liveira y R u b io , y de su com itiva, se
dirigieron a la inauguració n de los n u evos ta
lleres, edificados en los terrenos del colegio con
fren te a la A ven ida del Brasil, acto q u e f u é apa
drin ado por el señor Legu ía y p o r la señora M e r
cedes A yu io de Puente y dió la bendición ritual
M o nseñ or L issó n . D os m il alu m nos de las es
cuelas salesianas de L i m a, C allao, M agdalen a
y C hosica, form ados en el patio de h onor del
establecim iento can taron el H im no N acion al y
después los in vitados a estas cerem onias v isi
taron los n uevos talleres d e sastrería, zapatería,
im pren ta y encuadem ación, instalados en la
n ueva fu n d ació n . Por la A ven ida del Brasil
desfilaron los alu m nos en correcta form ación
y en colu m na de h onor siendo revistados por
el Presiden te y por las autoridades presen tes.
E n la tarde se verificó la Asam blea Salesiana
en el salón d e actos del colegio con una actuación
literario-m usical, en la q u e el discurso de 01 den
fu é dicho por el doctor E varisto G ó m e z Sá n c h e z ,
q u e f u é varias veces in terru m pido por los aplau
sos de la concurrencia. T a m b ié n pron u nciaron
discursos en esta asam blea la señorita Asu n ta
V alle y el ex-alu m no salesiano señor C ésa r R .
Barriga, term in ando la fiesta con las palabras
de agradecim ien to y de clausura, pron unciadas
p o r el reverendo Padre Inspector de los Salcsianos.
L a parte m usical de esta fiesta estuvo a cargo
de los alu m nos que dírijen los religiosos sale
sianos y d e las bandas de sus institu tos, que
tocaron las m ás selectas com posiciones de su
re p er to rio».
R O D E O D EL M E D I O (Rep. Argentino).—
C o n g reso in fa n t il.— C o n la participación activa
d e los 750 alu m nos de la Escuela, los días 28,
29 y 70 de Ju lio, se celebró u n pequeño C o n
greso del Sagrado C orazón de Jesús en ad h e
sión al d e B elé n , efectuado en e l próxim o p a
sado m es de Ju n io.
S e d ivid ió para su m ayor facilidad en tres
Jorn adas, asignando a cada clase el orden del
día y la form a de in tervención a los actos p r i
vados y pú b licos. Por la mañana se efectuó en
cada clase la A sam blea Privada, y por la tarde
la Pú blica, en la que se leía n unos discursitos
y las correspon dien tes Resoluciones, siendo
amenizada con cantos corales y solos.
L a Prim era Jornada se dedicó al Sdo. Corazón
de Jesús y estuvo a cargo de los alu m nos de 3^''
G ra d o; en la Segu n d a se con m emoró el C e n te
nario de la C anon iz ación de Sa n L u is G on z aga
por los alu m nos de 4 ° G ra d o; en la T ercera,
que t uvo p o r fi n despertar el espírit u m isio
nero en tre los n iños, actuaron los alu m nos de
5® y de 6® G rado.
C áben os la satisfacción de h acer p ú blico el
entusiasmo y el fervor con que los buenos niños
y {óvenes participaron a los diversos actos del
C o ngreso, penetrados todos de un serio espíritu
y vivo in terés de q u erer hacer algo gran de para
gloría d el C orazón D eífico d e Jesús.
S e clausuró el Pequeño C o ngreso, renovan do
los congresistas la C onsagración al Sd o . C orazón
de Jesús, y form u lan do cada uno firm es resolu
ciones de h acer efectivas con la oración y coope
ración las palabras d el m ism o Jesús < A dvenia t
Regnum tuum *.
C om o recuerdo se obsequ ió a los alu m nos con
una im agen del Sd o . C oraz ó n que llevaba i m
presa al dorso la oración in d ulgenciada por las
Sa n tas M isio n es.
Inspccforía U R U G U A Y O - P A R A G U A Y A N A
M ovim ie n to m isio n e ro . — C opiam os del
D on Bosco d e M on tevid eo:
—
< C onsoladoras proporcio nes va tom an do en
n uestra Inspectoría el movim ien to en favor de
r
546
las m isiones. L a « A sociació n Ju ven tu d M isio
nera » bendecida por el actual Pontífice y tan
recomendada por los superiores M ayores de la
C ongregación se va estableciendo poco a poco;
cada día aumen ta el número de suscríp tores
a la Revista « Juven tu d M isio n e r a»; se orga
nizan congresos, se prom ueven cruzadas esp i
rit uales en favor de las m isiones, etc. etc. ¡C u á n
contento estará nuestro b uen Padre D on Bosco
al con tem plar desde el C ielo el m agnífico in cre
mento que en tre nosotros va tomando la idea
de las m isiones, que ta n a pecho le estaba d u
rante los días de su peregrin ació n por esta tierra.
V ista A legre (Asunción).
Están m u y adelantados los trabajos prepara
torios del C ongreso m isionero q u e "ha d e cele
b rarse próxim am en te en aquel C olegio m odelo.
E l 24 de Ju n io los tres grupos del C írc u lo « Padre
Sosa * reu n iéronse para tra tar de los votos con cer
nientes a la Plega ria misionera y mapas misioneros.
C om o se ve, en V ista A legre se trabaja, y de
veras, cu m p lié n dose así de una manera ejem plar
la volu n tad decid ida de los Su p eriores M ayores
de que el movim ien to m isionero arraigue p ro
fu n dam en te en los instit utos del V b le. D on Bosco.
F elicitacion es y augurios cordialísimos.^
Aosta (Italia) — Expoaición de ornamentos y objetos de caito para la Misión Salcsiana
del Chaco Paraguayo (Agosto 1927).
H e aquí ahora un poco d e crónica de lo que
se va haciendo en las casas, conform e a los datos
que nos su m in istra la < A cadem ia M o ns. L asagna • del M a n ga, encargada por el P. Inspector
del movim ien to m isionero en la Inspectoría.
Asociación P . Roque Gon z ále z en Concepción
(Paraguay).
E l 12 de Ju n io quedó constitu ida en el «‘ C o
legio de Sa n José» de aquella ciudad la < A so
ciación P. Roq u e G o n z ález * q u e se propon e
fo m en tar en los alu m nos el am or a las misiones
católicas.
O rgano oficial de la Asociación es el sem anario
O ratorio F estivo y la revista J uven t ud M isionera.
N uestros m ejores augurios a la « Asociación
Roq u e G o n z ález *. Esperam os frecuen tes no
ticias de los éxitos con que el Se ñ o r ben d icirá,
a no d u d arlo, el celo de sus activos m iem bros.
Paysa ndú (Rosario ).
T a m b ié n de allí em piezan a Hegar buenas
noticias; la revista J uven t ud M isionera cuenta
ya con un b uen nú m ero de suscríp tores, y se
piensa activar la propagan da en todas las form as
posib les. E l corresponsal san d ucero escribe:
< Y o m e po n d ré a trabajar m ucho para satis
facer así los deseos de los Su p eriores m ayores
etc. *.
Inicia tivas del Comité.
L os estu dian tes de filosofía d e M a nga han
repartido en tre los colegios irnos carteles de
propagan da para la revista J u ve n t u d M isionera;
dichos carteles deben ser colocados en las salas
de recibo, patios y otros lugares frecuen tados.
N u m erosos son ya los suscríp tores de la R e
vista; pero pueden y deben ser m ás. E l U ruguay
y el Paraguay Po deben quedarse rezagados
747
en el movim ien to de sim patía qua hacia esta
Revista se ha prod ucido en los d e m ás países del
m u n do.
A d e m ás los estu dian tes han repartido unas
hojitas bim ensuales para prom over en tre los
n iños, oraciones y buenas obras en favo r de las
m ision es. S e trata de una verdadera C ru z ada
espiritual que resu ltará, sin duda algu n a, alta
m en te provechosa para los m isioneros y sus
obras.
L os estudian tes de M a nga tienen a su d ispo
sición gran cantidad de dichos carteles y hojas,
y se consideran felices de poderlos enviar a quien
los solicite.
D isponen tam bién de un buen nú m ero de
ejem plares de J uven t ud M isionera, correspon
d ien te al mes de Ju n io.
AL VUELO
A N C U D (C hile). — E l día z z del pasado
agosto u n terrib le incendio destruyó com pleta
mente el palacio episcopal de la ciudad de A n cu d,
diócesis regid a actualm en te por el obispo saUsiano, M ons. Abraham Aguilera. L o m ás sensible
de esta desgracia f u é la irreparable perdida del
Rv d o . Padre A ugusto M el z er, salesiano ejem
plar y m u y versado en ciencias n aturales, q u í
m ica, m atem áticas y astronom ía, que pereció al
q u erer, con un rasgo heroico, salvar del incen dio
el San tísim o, q u e estaba reservado en la capilla
episcopal. T o d o el m enaje, la preciosa b ib lio
teca y los arch ivos del obispado quedaron des-
Bogoií (Colombia) — Fachada del Colegio y del Saníaario a Níra. Sra. del Carmen, en consfrucción.
D e l P . Correa.
T erm in arem os esta cron iquilla extractando
de una carta que desde la C h in a envía el F .
C orrea, lo siguien te:
« E l dinero enviado p o r los u ruguayos hasta
ahora ha tenido la siguien te destinación: 300
dólares, com pra de una casa para la < Escuela
A rtigas»; 120 dólares, com pra de un cinem ató
grafo; 80 dólares, com pra de films; 100 dólares
donados al Instit uto < D . Bosco * d e S h iu C h ow
para com prar u n iform es para la ban da. A penas
term in ados esos u n iform es le en viaré la foto
grafía de la ban da. M i l gracias por todo. Esp e
ramos que los uruguayos sigan haciendo llegar
hasta los an típodas los efectos de su noble en tu
siasm o m isionero >.
i Estos son ejem plos d ign os de aplauso e
im itación 1
tru ídos. L as pérd id as se calculan su periores a
los ^00.000 pesos. Esp era m os que la caridad
(Tristiana no dejará de ve n ir en auxilio del obispo
salesiano, ta n rudam en te probado y de su fragar
el alma del salesiano heroicamen te fallecido.
A S L J N C I Ó N (Paraguay). — E l día 20 del
pasado agosto se celebró en el T eatro N acional
un gran festiva! pro M isión S alesia no de! Chaco
Paragu ayo. V arios cantos y declam acio nes sir
vieron d e con torno a la m agistral e in teresan tí
sim a conferencia que sobre los in dios del G ra n
C h aco, dió el m u y Rv d o . P . I nspector D on
Riccardo Pittin i.
B A H I A B L A N C A (A rgentin a). — E l 24 de
ju n io ú ltim o, el Rvd o. S r . Inspector de las M i
siones de la Patagonia, D . G au d e n cio M a n acch ino ben d ijo con toda solem n id ad l a primera
548
piedra de las nuevas Escuelas de A rtes y O ficios,
que allí ae constru irán por m érito sobre todo
de la benem érita com isión de C ooperadoras Salesia nas, p resididas por la Sra. Sara O . de H uergo.
B A R C E L O N A (Esparfa). — M u estras de
gran actividad da la A sociació n de Exalumnos
del Colegio de S a n J osé, de Barcelona. L a «4grupaelón excursionista del m ism o llevó a cabo con
gran de éxito, los días 14 y l y del pasado agosto,
la tradicional peregrin ación al Sa n t u ario de
M o n tserrat. C in co de los socios h icieron la ex
cursió n a pie desde Barcelon a. T a m b ié n han
creado una nueva secció n, C lub de pelota Vasca,
deporte m ás español q u e otros m u y en boga.
T a m b ié n han otorgado, como en años anteriores,
el Premio de honor, consisten te en diplom a, m e
dalla, una estatua de San José y una libreta de
la Secció n m utuallsta de la A sociació n con una
im posició n in icial de 25 p tas., al m ejor alum no
de las Escuelas.
B A R I L O C H E (A rgentin a). — D ebido a la
generosidad del S r . D . Primo C apraro la m o
desta capilla de este pueblo andino ha adquirido
una ariistica P il a Bautism al, tallada en cán dido
m árm ol de C arrara, cuya ben dición dió lugar
a una sim pática fiesta.
B O G O T Á (Colombia). — Sigu e n con ardor
los trabajos para la construcción del S an tuario
N acional de N t r a . S r a . del C armen, de que h e
m os hablado en nú m eros an teriores. C o n genial
y delicado pensamiento se ha querido que todos
los niños de las Escuelas públicas y privad as de
la N ación con tribuyeran al m ism o, aunque sea
con la minim a cantidad de 1 cen tavo; y el mismo
M in istro de Instrucción pública E xe m o. S r.
D . J. V icen te H uertas se ha dignado recomendar
la idea a todos los D irectores departam en tales
de 1. P., a los Inspectores provinciales y locales
y a todos los maestros de Escuelas y C olegios
de la Rep ú blica.
B U E N O S A I R E S (/Argení/na). — L os Coo-^
peradores Salesia n os y ex-alu m nos del C olegio "
Pío I X para celebrar dignam en te el aniversario
del nacimiento de Don Basco y el cincuentenario
de ¡a fundación de las dos Asociaciones de los C oo
peradores S alesianos y de M a r í a A uxiliadora
para vocaciones de adultos, organiz aron una serie
de actos para el dia 14 del pasado agosto, que
resultaron brillan tísim os. — A las 8 de la mañana
h ubo misa de cam paña en los patios del O ratorio
de Sa n F rancisco de Sales. — A las diez, m isa
solem ne en el San tu ario de Sa n C arlos, oficiada
por el Rvd m o, M o ns. Roq u e C arran z a, D irector
arquidiocesano de los C ooperadores Salesianos.
— A las I o y m edia h ubo una C on ferencia para los
m iem bros de la Pía U n ión, q u e estuvo a cargo
de M o ns. G ustavo F ran cesch in i, q u ien habló
d« D on Sosco y d e su O b ra, deten ién dose espe-
cialm en te en la lab or realiz ada por los Salcsianos
en la Re p . A rgen tin a. — A las 12 y m ed ia t uvo
lugar el tradicion al alm uerzo de las C om ision es
D irec tivas de los varios cen tros de Exalu m n os,
al que tom aron parte unos ly o com ensales p re
sididos por el Presid en te del V b le. C olegio de
Párrocos, M o n s. Roq u e C arran z a, por el S r .
Inspector y otras personalidades. A los postres
h ubo elocuentes y en tusiastas b rin d is. —- A las
cinco de la tard e se celebró el acto académ icom usical en el salón de actos recien temen te d e
corado debido a la generosidad de la Junta
C en tral de C ooperadoras Salesia n as. L os exa
lu m nos pusieron en escena el dram a: Los tres
m ártires de C esáreo.
Ide m . — E n el colegio Pió I X , bajo la p re
sidencia del Rvd o. P . D irec tor, se celebró el
día 50 de m ayo un certamen de lengua la tina,
q u e d u ró hora y m edia, alcan zando u n in terés
especial en los seis últim os vencedores q u e r e
velaban u n estudio in tenso y una preparación
esm erada. L a idea nos parece m u y salesiana y
digna d e im itación.
Ide m . — E n la ju ra de la ban dera, celebrada
en el C u artel de G ra n ad eros de Buenos A ires,
el S r . Inspector de las M isio n es Salesian as de
la Patagonia bendijo e l au to-capilla, que figuró
el año pasado en la E xposició n M isio n era de
T u r í n y acto seguido celebró en él la m isa de
campaña ante dos m il reclu tas. L a ceremonia
de la ben dición f u é apadrin ada por el M in istro
de la G u erra G ra l. A gustín P . Justo y su
S r a . esposa.
C A R T A G O (Costa Ric a ). — A lgu n os jó
venes de las Escuelas Salesia n as, patrocin ados
por el D irec tor d el C olegio, Pad re So ld a t i, se
han propuesto llevar a cabo una obra que ha
m erecido la aprobació n y el aplauso del Presi
dente de la Rep ú blica, de las A u toridades y
de la Prensa. S e trata de constru ir en el Presidio
de Sa n L u c as una capilla dedicada a l culto de ¡a
Virgen de ¡os A ngeles, Pa trono de Costa Ric a .
Y - e l M in istro d e Instrucción Pú blica, en una
C irc u lar recom endando la O bra d ice en tre otras
cosas: « E n aquella isla de dolor y de retiro debe
haber otra isla de silencio y de recogimiento, donde
el corazón se arrodille para pensar en D ios*.
C I U D A D E L A (M enorca). — Los entusiastas
exalumnos del Colegio de C iudadela organiz aron
una gran m an ifestación patriótica para con m e
m orar la gloriosa fecha del 9 de julio, que re
cuerda el heroísmo d e 620 antepasados isleños,
q u e su p iero n resistir triu n falm en te a ly.ooo
tu rcos, desde el 2 al 9 de ju lio d e 1558 . L a m a n i
festación, a la cual tom aron parte todas las au
toridades, resultó una verdadera apoteosis.
F E R R E Y R A (<4 rgenfina). — C o n m u y buen
acuerdo una com isión de celosos cooperadores
m
549
salesianos de C órdob a (Rep . A rgen tin a) se han
propuesto i r fundando O raforíos Festivos, orga
niz ados y dotados d e los m edios necesarios para
este gran apostolado. E l día 29 de ju n io se in au
guró u no d e estos O ratorios en el pueblo de
F errey r a , con gran de consuelo y alegría d el ce
loso párroco de la localidad.
reunidos todos los colegiós católicos de la ciudad.
H allábase ta m b ién presen te el O bispo M o ns.
L a b b é , quien pron u nció una herm osa alocución,
desfilando después los colegiales ante el S r .
M in istro, quien se mostró grandemen te com pla
cido de este im portan te y florecien te plan tel de
educación.
G U A Y A Q U I L (Ecuador). — E l Colegio S a lesiano Cristóbal Colón, para u n irse al armonioso
concierto de afectuosas m anifestaciones con que
la sociedad guayaquileña ha recib ido al nuevo
obispo Mons. C arlos M a r í a de la Torre, le dedicó
el 21 del pasado ju lio un cariñoso homenaje.
Por la mañana los alu m nos asistieron a la misa
L I M A (Perú). — E n cinco de ju n io pasado
apareció el prim er nú m ero de una hojíta t i t u
lada « E l S an tuario Popular Expia torio del S a~
grado Cora zón de J esús», órgano del nuevo
T e m p lo , q u e, como anunciamos oportu nam en te,
la N ación Peruana va a dedicar al D eífico C o
razón de Icsús en M agdalen a dcl M a r . Salu da-
Grupo recnerdo del Día de! Exalumno celebrado en el C o le ro Salesiaoo
de Sania Tecla (£1 Salvador) (l O^VIl-1927).
celebrada por su li m a., recibien do casi todos
la C o m u n ión de sus m anos. D esp u és del desa
yu no le dedicaron una brillan te fiesta gim nástica
y a las tres d e la tarde u n acto dram ático-m u
sical, actos todos q u e fu ero n m u y del agrado
del nuevo Prelado, q u e se mostró sumam ente
com placido.
I B A G U É (Colombia). — E l día 29 d e Ju n io,
en las Escuelas Salesian as de Ibagu é, se celebró
una solem nísim a fiesta en h onor del Su m o Po n
tífice, del lim o. S r . O bispo d e la D iócesis y en
favor de la Buen a Prensa. Estaban presen tes
todas las person alidades d e la ciu d ad y se p ro
n unciaron herm osos d iscursos d e circu nstancia.
I Q U I Q U E (C hile). — E n su visita a las
Provincias d c l N o r t e e l S r . M inistro y C anciller,
Don Conrado R íos G a lla rdo visitó e l Colegio
^alesiano Comercial de Iquique, don de estaban
mos a la nueva hojita y le auguram os los m ás
lisonjeros éxitos.
Idem. — E l Instituto de ¡as H ijas de M a r í a
A u xiliadora, celebró el día 5 del pasado agosto
las bodas de pla t a de su fundación. E u é un ver
dadero hom enaje de am or y gratitud de las
H ijas d e M ar ía A uxiliadora, alu m nas y exalu m n as a su celestial M ad re. D ió realce a los actos
con su asistencia y con su palabra el lim o. S r .
O bispo dcl C u z co, M o n s. F arfá n .
M Á L A G A (España). — L os exalumnos del
local colegio salesiano m erecen especial ala
ban za p o r h aberse prestado a la creación de un
equipo de Footba ll, * E l S por ting *, con el fin
de allegar m edios para el sostenim ien to y d es
arrollo del O ratorio F estivo. E l n uevo team
dispone de cam po propio y acaba d e conquistar
el títu lo d e cam peón d e su categoría. S i los
350
socios, adem ás de dar a sus ganancias este cari
tativo objeto, no descuidan su form ación reli
giosa, habrán encontrado un excelen te medio
de san tificar el D eporte.
P A N A M Á . — E l día 14 dcl pasado agosto
para con m emorar dignam en te el 18® aniversario
de ¡a fundación del Hospicio de H uérfanos, se
bendijeron las nuevas máquinas, con que se ha
am pliado el taller de m ecán ica, organiz ando
con este motivo una sim pática fiesta presidida
por el lim o. S r . A rzobispo D r. G u illerm o Rojas,
que llevó a cabo la ceremonia de la bendición,
después de la cual se desarrolló un in teresante
Program a literario-m usical.
R O D E O D E L M E D I O { A rgentina). — Con
gran solem nidad celebraron los exalu m nos de
D on Bosco de esta localidad el D í a del E x a
lumno, el día 14 del pasado agosto. H erm osas
proclam as d istribu idas an ticipadam en te ase
guraron un gran concurso, habién dose obte
nido rebaja de pasajes en la C om pañ ía de F erro
carriles. H ubo dos misas de C om u n ión G eneral
a las 7 y a las 8 V m edia. A las 8 se constit uyó
la mesa electoral para la renovación de la C o
misión D irectiva, cuyo escrutin io se hizo por la
tarde. A las 10 y cuarto se descubrió una lápida
a la m emoria del gran m isionero P. L u is Botta
prim er D irector de las Escuelas. A las 10,45
celebróse la Asam blea G e n eral de Exalu m nos,
sacán dose luego un gru po fotográfico. — A las
12, se reunieron todos en fraternal banquete y
a las tres de la tarde t uvo lugar la V elada M ú
sico- T ea tral en la cual f u é proclam ada la nueva
C om isió n D irectiva. A l día siguien te, festivid ad
de la Asu n ción, se celebró una gran fiesta d e
portiva, con carreras de bicicletas y gran match
de Poot-Ball, y por la npehe, una velada teatral
a beneficio del C en tro.
S A L T A (A rgentina). — E l día 24 de julio se
celebró con gran solem nidad la fiesta de S a n
Luis, que fu é verdaderam en te la fiesta de los
niños de Salta, ya que se llegó a reu n ir en el
C olegio Salesiano el consolador n ú m ero de
2.800. U n rasgo con m ovedor f u é la irrupción
violen ta en uno de los patios del C olegio de un
gru po de m ás de 500 niñas que, vien do a sus
herm anitos tan atendidos y tan alegres, recla
maron de una manera ruidosa que cuanto antes
se establezcan allí las H ijas de M aría A u x ilia
dora para gozar de iguales beneficios.
S E V I L L A (Españ a). — L a Asociación « J u
ventud M isionera* dcl C olegio Salesia n o p ro
m ovió un Concurso pro Misiones, consistente
en la con testación dada por escrito, por jóvenes
de am bos sexos, a la siguien te pregu n ta: ¿C uáles
son los medios más fáciles y eficaces que se po
drían practicar y propagar para mejor favorecer
a las Misiones en general y a las S alesianas en
particular? S e concedieron j prim eros prem ios
(Suscripció n d e u n año a J u ve n t u d M isionera
y la V id a de D on Bosco del P . Egañ a); 1 1 se
gu n dos (Suscripció n de u n año a J u ve n t u d M i
sionera) y t i terceros (V ida b reve de D on Bosco).
T A L C A (C hile). — C o n gran de activid ad se
e%tan llevando adelante los trabajos de cons
trucción de la hermosa torre que h a de completar
el templo salesiano de T a lca. E s de estilo gótico
y alcan zará una altura de 40 m etros. C on ten drá
un gran reloj con cuatro esferas y un ju ego de 8
cam panas eléctricas. Esperam os recib ir planos
y fotografías para darlos a conocer a nuestros
lectores.
Idem. — E l día 25 del pasado ju lio recibió
T a lc a la visit a del M inistro de H igiene de la
N ación, m ostrán dose m u y com placido del rato
que pasó en el Patronato Salesiano « M a ria n a
S i lv a » don de se educan m ás de 400 n iños pob res
y a los m ás necesitados rio solo se les da i n str u c
ción, sino desayu no, alm uerzo y ropa.
V A L D I V I A (C hile). — E l día 7 del pasado
agosto, f u é un día verdaderam en te solem ne en
los anales de la local C asa Saiesian a. S e be n d i
jeron los nuevos locales pa ra clases que el a u
men to siem pre crecien te de alu m nos ha hecho
in dispensables; se in auguró el nuevo salón social
de l Centro Exalumnos S alesianos y se con m e
moró con un solem nísim o acto académ ico el
Cincuentenario de la Institución de l a P i a Unión
de los Cooperadores S alesianos.
V A L E N C I A (V enezuela). — A una sole m n í
sima y afectuosa m anifestación de cariño dieron
lugar las fiestas con que se con m emoraron las
Bodas de P la t a sacerdotales del dign ísim o D i
rector del C olegio Salesian o, D . Rodolfo F ierro,
conocido escritor salesiano y que d u ra n te varios
años dirigió sabiam ente el Boletín S alesiano.
E l día 1 1 de ju n io se in iciaron los festejos con
una velada lírico-literaria, d uran te la cual el
S r . Inspector P. D e F errari, leyó una carta
congratulatoria del Exe m o. S r . N u n c io de Su
San tid ad en V en ez uela, M o n s. C e n to. A l día
siguien te el festejado celebró la m isa ju b ilar en
medio de la m ayor solem n idad, seguida de b e
sam anos y T e Deum. L u ego se celebró en honor
dcl festejado una brillan tísim a Revist a Gim nás
tica y finalm en te una velada dram ática después
de la cual el P. F ierro, vivam en te emocionado
dió gracias a cuan tos había n con tribuido a la
esplendid ez de aquellos actos. E l Boletín S a le
siano con gusto se adh iere a los hom enajes y
augura al festejado pueda llegar a las bodas
de oro.
V A L P A R A I S O (C hile). — E l general Don
Victor Figueroa, autoridad m ilitar de l a Repú
blica, visitó, acom pañado de distingu idas per
sonalid ades, las Escuelas Salesianas de A rtes
3í t
y O ficios. Su p eriores, educandos y exalu m nos
obsequ iaron al ilustre personaje, sin tién dose
grandem en te honrados con su visita. Por su
p arte el G e n eral quedó gratisim am en tc im p re
sionado d e la organiz ación y eficiencia del esta
blecim ien to y antes de desped irse dirigió su
cálida palabra a los alu m nos, a quienes exhortó
a aprovecharse de las enseñan zas que reciben
de los hijos del V b lc. D on Bosco, para ser el
día de mañana dignos, ciudadanos de la gran
patria chilena.
E l M es de las Á n i mas.
D urante e l mes de noviembre un sentimiento de
caridad cristiana debe obligarnos a ofrecer abun
dantes sufragios por las almas del purga torio, por
¡as de nuestros parientes y amigos y , como miem
bros que somos de una gran fa m ilia, por todos los
S alesianos y Cooperadores difuntos.
A sí lo h acía Don Bosco.
C uando moría un niño, un bienhechor o un
amigo de la C asa, disponía enseguida oraciones
públicas, comunión general, rezo del santo Rosario,
celebración de un modesto fu nera l y aplicación de
la M isa de comunidad en sufragio de su alma.
H a cia re z a r todos los días alguna oración es
pecial por ¡05 difun tos; lo mismo h a cía, todos ¡os
meses, e l día del ejercicio de la Buena M uerte y
e l último d ía de C a rn ava l.
P o r ¡a t arde del d ía de Todos ios S an tos, el
Venerable Don Bosco asistía en la iglesia en medio
de sus niños a l rezo de las tres partes del santo
Rosario, que casi siempre guiaba é l mismo y e l día
z de noviembre celebraba un solemne fu nera l por
todos ¡os fieles difuntos.
Recomendaba a sus niños e l acto heroico de ca
ridad en fa vo r de ¡as almas del Purga torio. C uando
se acercaba una fiesta en la cual se pudiera ganar
indulgencia plenaria, aplicable a los difuntoSj no
dejaba nunca de advertirlo.
E xhort aba a ¡os enfermos y a los atribulados a
socorrer a aquellas pobres almas, ofreciendo por
ellas a D ios sus tribulaciones y sufrimientos y él
ofrecía ¡os propios junto con constantes oraciones.
C uando algún niño u otra persona le pedían un
buen consejo en modo genérico, D on Bosco decía
muchas veces: * H aced una C om u n ión o rezad
la tercera parte del Rosario u oid la san ta M is a ,
en sufragio de aquella alm a del Purgatorio a
la cual falte solamente el m érito de esta obra
buena para satisfacer a la justicia divin a y volar
a l Paraíso.
Est as y otras prácticas de piedad en favor de
las benditas almas, ¡as aconsejaba Don Bosco aún
sin ser preguntado.
D e estos rasgos se ve claramerite como Don
Bosco amaba en el S e ño r a sus niños y a sus bien
hechores. S obre todo amaba sus almas. L as amaba
intensamente durante ¡a vida y por eso ¡as seguía
aún más a llá de ¡a tumba, acompañándolas con
¡as oraciones y sufragios hasta ¡a P a t r ia celestial.
¿D e qué hubiera servido cultivar con tanto cui
dado aquel precioso ja rdín , si las flores y ¡os frutos
no hubieran llegado a sazótP L a s flores y frutos
que D on Bosco cultivaba en su ja rdín para ofre
cerlos un d ía a l D ivino D ueño de ¡a mies, eran las
almas. D a m ih i animas.
Pero otro sentimiento que animaba a Don Bosco
a socorrer a ¡as almas del Purga torio era el de la
gratitu d, especialmente cuando se trataba de sus
Cooperadores y de todos aquellos que contribuían
a l desarrollo de sus obras. Por ellos rez aba y hacia
re z a r en vida y por ellos ofrecía abundantes su
fragios después de muertos.
Y esta práctica de caridad l a h a dejado como
herencia a sus hijos ¡os cuales todos ¡os días enco
miendan repetidamente a l S eñor a los Coopera
dores y un d ía a l año se celebra en todas sus casas,
un solemne funeral por todos los Cooperadores y
Cooperadoras difuntos.
Redoblemos, pues, durante este mes ¡as oracio
nes y sufragios por ¡as benditas almas, pensando
que aquí de un modo especial se verificará ¡o de
que con la m ism a m edida que m id iereis, seréis
m edidos.
Emmo. C arden al D r. Enrique Reig.
E l Bole tín S alesiano no pued e menos de u nirse
a! llan to general con q u e España entera ha visto
desaparecer al gran A rzob ispo de T o led o y Pri
m ado d e Españ a.
*
H om bre de tan tas in iciativas y de tanta acti
vid ad e n el C am po de la A cción Social C atólica
era u n ad m irador en tusiasta de D on Bosco y de
sus O b ras. A m aba a los salesianos para quienes
tenía rasgos d e patern id ad y cariño q u e nunca
olvidarem os. In tervenía con gusto a nuestras
fiestas, enviaba prem ios para n uestros con cur
sos y certám en es catequísticos, recibía en su
Palacio a los H ijos de D on Bosco como a m ie m
b ros de su fam ilia.
752
T e n ía especial predilección por la obra fu n d a
mental de n uestro F u n d ad or, los O ratorios
F estivos, que proponía siem pre como modelo
a las catcquesis parroquiales.
N u estra gratitud será eterna y m ien tras pe
dimos y ofrecemos abu ndan tes su fragios por
su alm a, procurarem os ten er presen tes sus
enzeñanzas y consejos.
Dña. Ramona Goñi.
L a -primera y sin duda una de las m ás en tu
siastas C ooperadoras de la O bra Salesiana en
M ad rid , ha sido llamada a recibir el prem io de
sus heroicas virt u d es. L a noticia de su m uerte
nos causó honda pena pues la conocim os per
sonalmente y pudim os ad m irar su san tidad y
la caridad heroica que anim ó toda su vid a, que,
como lo de todas las alm as especialm en te q u e
ridas de D ios, no dejó de estar sem brada de
pu n zan tes espinas.
F u é la verdadera m adre de los Salesia n os, a
quienes recib ió a su llegada a la capital de E s
paña y a los q u e guió y sostuvo en sus prim eros
pasos con gran generosidad y sobre todo con
alma de apóstol.
F u é micrnbro activísim o de la Ju n ta de C o o
peradoras Salcsían as hasta su m uerte y.no se p a
raba ante ningún sacrificio cuando se trataba de
hacer propaganda para prom over el desarrollo
de la O bra Salesiana en M ad rid .
Infiltró el am or a nuestra C ongregación en
sus parien tes, a los cuales damos desde estas
colu m nas el m ás sen tido pésam e y gran diosos
proyectos tenía para que el bien de la O bra SaIcsiana pudiera exten derse a su tierra natal C orella ( N avarra), donde ya por su in iciativa había
hecho su rgir y sostenía un florecie n te O ratorio
F estivo.
A u n q u e no dudam os habrá ya recib ido el
prem io de sus heroicas virt u d es, la encom en
damos no obstan te a las oraciones de nuestros
lectores y sobre todo la proponemos como ejem
plo de vid a cristiana y de cooperación salesiana.
Srfa. Luisa González S.
E l 5 de A gosto p. p . dejaba esta valle de l á
grim as para ingresar en la eterna morada de los
justos el alma de la q u e f u é Señ orita L u isa G o n
zález S . H ija de m u y distingu ida fam ilia salva
doreña, buscó desde sus prim eros años la p er
fección cristiana como h ija de M ar ía In maculada,
dedicando el tie m po libre a obras de celo.
L a C ongregación Salesian a que se in iciaba
por aquel en tonces en la capital de la República
del Salva d or f u é objeto de su especial cariño y
a ella consagró sus m ejores energías y en tu
siasmos juven iles.
U na cruel enferm edad la postró por quince
años en el lecho del dolor, edificando a todos
con su in alterable pacie ncia y sobretodo con
su perfecta resignación a la d ivin a volu n tad.
S u m uerte ha sido sentida por toda la sociedad,
siendo sus fu n erales una prueba in equívoca de
la alta estim ación en que era tenida.
L os Salesia n os y las H ijas de M ar ía A u x ilia
dora agradecidos depositan sobre su tu m ba una
siem previva y presen tan su m ás sen tido pésam e
a la óptima m amá y buenos hermanos.
Sa n Salva d o r (Rep ú b lica del Salvador).
Sr. D. Feliciano Calvo,
Coadjutor Salesiano.
O tra flor escogida de virt u d que del- desierto
d e esta vid a ha sido trasplan tada a los pensiles
del Paraiso.
N at u ral de V illaroya de los Pin ares, provincia
de T e r u e l, donde nació en 18 87, entró en la C asa
Salesian a de Sa rr iá (Barcelona) para apren der
el oficio de carpin tero.
E n can tóle el apostolado del C oad ju tor Sa le
sia no, maestro de A rtes y O ficios, y correspon
diendo al d ivin o llam am ien to, en tró en la C o n
gregación Salesia n a, en la que f u é un verdadero
modelo de coadju tor, m aestro com peten te en
su arte, ed ucador sabio y cariñoso y religioso
ejem plar.
S u robusta constitución resistió d uran te 24
años, con ejem plar espíritu de sacrificio, a los
avances de la enferm edad que ib a m in ando su
existencia, sin que por ello dejase de trabajar
cuanto sus fuerz as le perm itían, sien do el esp í
ritu de trabajo una de sus salesianas caracte
rísticas.
E ra tam bién grandem en te amante d el O ra
torio F estivo, en el cual trabajó m ie n tras pudo
con. verdadero espírit u de apóstol.
N osotros al com u n icar la noticia a los C o o
peradores para que encom ienden su alma a O íos,
les exhortam os a que patrocin en por todos los
medios posib les las vocaciones de C oadju tores
Salesianos, esa gen ial instit ución de D on Bosco,
que tien de a d ar la juven tu d obrera h ábiles
m aestros de arte y ed ucadores san tos.
Recordad en vuesfros sufragios a:
C a li (Colom bia). — E m ilia Sin isterra y R e
medios D u rá n .
S a n t a T ecla (E l Salvador). — Isabel M orales.
R . L P.
Cm
mproimcióm de le em íorided edceUM Ílcm.
G c m f c i D . D O .V IE N I C O G A R N E R I .
Es U U eciaicato Tl|h J e U So c k ilw i E A Io ra t afe n a d o M ) - T ari*
Coreo Regiee M ergiKriie, í74.
T