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Título
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BS_1927_09
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Descripción
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Boletín Salesiano. Septiembre 1927
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Fecha de publicación
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1927.09
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extracted text
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Año X LIl.
S E P T I E M B R E , 1927
N ú m ero 9 .
B O LE T I N SA L ESI A N O
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
SU M A R IO : Estudiando a Don Bosco. — La birreta cardenalicia al segundo Cardenal salesiano - C arta del
Cardenal Hlond a su madre. — Dña. Dorotea y las Escuelas Salesianas de Barcelona. — Ordenes Sagrados
en la C asa Madre. — Tesoro espiritual. — De nuestros M isiones: Nueva Misión en la I. de Timor-Assam:
Noticias consoladoras - Congo B elga: Excursión apostólica. — Culto de M aría Auxiliadora: Las fiestas de
María Auxiliadora - Gracias de María Auxiliadora - P o r intercesión del Vble. Juan Bosco. — Por el Mundo
Salesiano: Perú - Belén - Barcelona - Bogotá - Concepción - Comayagüela - San Jo sé de C osta Rico Santiago de Cuba. — Al vuelo: Babia Blanca - Buenos Aires ■ Comodoro Rivadavia - Córdoba - Chile La CoruBa - Madrid - Mendoza - Patagones - Santiago - Táriba - Tibidabo - Valencia ~ Valparaiso
- Los que mueren: Don Justo Botignoli - Dña. Remigia S. de Herrán - Don Antonio Pizzomo etc.
Estudiando a Don Bosco
I. - Don Bosco y el milagro.
E n el número anterior vimos como la
múltiple actividad de D on Bosco gira
toda en torno de una idea central: ¡a sal
vación de la juventud por medio de ¡a caridad;
y que, en este campo, lo que verdadera
mente distingue la personalidad del V e
nerable es la revelación y práctica del S is
tema Preventivo en la educación de la ju
ventud, que pasará a la historia como una
de sus notas características.
A hora veremos como también la histo
ria deberá decir y registrar una cualidad
que acompaña inseparablemente a este
hombre extraordinario en todas sus em
presas y que lo eleva a la categoría de los
más grandes santos.
E le m e n t o h istó rico.
Q uizá ciertos espíritus den poca im
portancia o quisieran poder prescin dir
de este carácter, que según ellos no es
propio del campo histórico y sin embargo
en el caso presente, prescin dir de este
orden de hechos, sería falsear la historia.
Los que tienen fe, adm itirán sin difi
cultad estos hechos, porque saben que,
de una manera o de otra, siem pre que
causas insignificantes o desproporcionadas
producen efectos maravillosos, es que in
terviene un factor sobrehumano cuya na
turaleza sobrenatural y divina es fácil de
reconocer. Los que pretenden no creer,
sean al menos sinceros y admitan los he
chos tal como resultan de la historia y no
pretendan explicarlos con criterios rid í
culos, contrarios a la veracidad histórica.
Es mejor confesar que nos encontramos
ante un hecho inexplicable según nuestros
criterios, que no, por simples prejuicios,
rechazar la historia; podrá ser éste el ca
mino por do encuentren la fe y vuelvan
a D ios, fuera del cual en vano buscarán
la paz.
Don Bosco vivió en un siglo poco in
clinado a lo sobrenatural y que, sin más,
rechazaba el milagro y él mismo era un
hombre sumamente práctico y positivo,
que ponía al servicio de sus obras todo su
corazón, toda su inteligencia y todas sus
energías físicas y que, debiendo pensaren
buscar el pan para m ás de 500 niños po
bres, no tenía nisiquiera tiempo para darse
aires de hombre con templativo, vidente
o que se yo.
Y sin embargo su vida se desarrolla y
se mueve en un ambiente tan saturado de
sobrenatural, de cosas extraordinarias y
de milagros, que hace revivir las maravillas
258
de los más grandes taumaturgos de los
pasados tiempos. Como tuvo a su dispo
sición la Providencia, cosa que nadie se
atreverá a negar, dispuso también del
poder de D ios, que le concedió dones
extraordinarios y que obró, por mediación
suya, verdaderos prodigios. Y sucede
siem pre así en la sublime historia del C ris
tianismo: E l buen Dios cuando encuentra
a l hombre apto para las frondes empresas
y que con humildad sabe corresponder a sus
gracias, además de enriquecerlo con dotes
naturales superiores, lo ayuda y lo acompaña
con su acción directa y sobrenatural.
Elem enfo ¡nfegraL
En la generalidad de los santos el mi
lagro (llamémoslo francamen te así) entra
como un factor accesorio, más propio para
dar a conocer la intimidad de sus relacio
nes con D ios, que para ayudarles en el
desarrollo de su misión. E n D on Bosco
la cosa es muy diferente. Lo maravilloso
y lo sobrenatural no es una añadidura, algo
superfino, una especie de adorno de su
actividad y de su valor personal y humano,
sino que invade y penetra de tal manera
todo el desarrollo de su obra que ésta no
se puede explicar sin aquel y el milagro
es a menudo el secreto y m ás frecuen te
mente el medio de que se vale para el
cumplimiento de sus empresas.
V ano empeño sería querer circu nscribir
en el ámbito de una actividad puramente
natura!, aún suponiéndola al servicio de
un Genio, el éxito de la obra personal de
D on Bosco; demasiadas veces las cosas no
se hubieran realizado, si no hubiera in
tervenido el elemento sobrenatural, el
milagro.
El Santuario de M aría A uxiliadora,
para citar un ejemplo, que costó en aquel
entonces un millón doscientasmil liras,
cuando Don Bosco no era más que un
sacerdote apreciado por muchos, popular,
si se quiere, en T u rín y aún venerado por
aquellos pocos que lo conocían más ín
timamente, pero que estaba muy lejos de
ser todavía el Don Bosco antonomástico
y simbólico, se levantó a fuerza de m ila
gros. Para encontrar 7000 liras necesarias
para el pago de los jornales de una semana,
D on Bosco se lanza por las calles de T u rín ,
en busca de la Providencia; y ésta le sale
al encuentro junto a un palacio donde yace
un enfermo paralítico que, obediente a la
voz del santo, deja, después d.c tres años
de inmovilidad, el lecho, para ir al Banco
en busca de la cantidad necesaria y que a
pesar de las protestas del médico, queda,
desde entonces, completamente restable
cido. Y otra vez que el panadero exige
18.000 liras, negándose a servir más pan
si no se le entregan inmediatamente, la
cantidad precisa llega, sin saber de dónde
ni de qu ien, en el mismo instante en que
el acreedor exige su crédito. En estos
hechos el genio del hombre de negocios,
la sabiduría de la organización, no entran
para nada; quien interviene es O tro que
se sirve de D on Bosco como instrumento'
y que coopera con él. El prim er Coope
rador de Don Bosco y el más benemérito
es el buen D ios y la más solícita de las
Cooperadoras Salesianas es M aría A u xi
liadora, por cuya invocación se obraron
tantos milagros, sin los cuales la O bra de
D on Bosco no hubiera sido posible.
C onocim ienfo de las conciencias.
L o mismo hay que decir de su conoci
miento de ¡as conciencias. T a m b ié n esta
manifestación de un poder sobrehumano
lo acompaña íntimamente en su obra co
tidiana, siendo uno de los grandes resortes
de su labor educativa. Es cierto que estaba
dotado de una mirada penetrantísima, que
difícilmente se resistía y que obligaba a
confesar lo que se sentía que él leía en el
fondo del alma; que su paternal sonrisa,
su gran corazón, el tono y el acento de su
palabra, que sólo conocía las dulces notas
del cariñoso afecto, le hacían dueño de los
corazones a las pocas palabras; añádase
cuanto puede dar una intuición finísima
y una experiencia fruto de constante ob
servación; todos estos factores psicoló
gicos no bastan para explicar aquella v i
sión clara que él tenía a menudo de lo más
recóndito de las conciencias, que al primer
encuentro con un alma hacía que le reve
lara todos sus secretos, los pecados más
ocultos, indicándole el cómo, el cuándo,
el número de veces y otras circunstancias
con la más escrupulosa exactitud.
Y como en el alma humana, aunque
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sea la de un niño, hay puntos oscuros y
escondrijos voluntarios, donde anida y se
oculta el microbio moral, que hace im po
sible toda obra de regeneración, fácilmente
se comprende cuan estrecha relación exis
tiera entre el don sobrenatural concedido
al santo educador y su acción educadora,
basada, sobre todo, en el conocimiento del
corazón de sus niños.
En una palabra, quien quiera compren
der a D on Bosco y su obra individual y
social no puede, si no quiere falsificar la
de corazón que ama á la juven tud y que
corre paternalmente a su encuentro para
salvarla de los peligros morales y de la mi
seria material, el haber hecho notar la sen
cillez de su manera de obrar, en contraste
con la grandeza de la O bra desarrollada,
es ya un carácter. Pero hay algo que no está
comprendido en estas cualidades, que hace
la figura de D on Bosco grandemente sim
pática y que fácilmente se olvida al exponer
los hechos particulares.
Y efectivamente no es fácil hacer sentir,
Talca (Chite). - Grupo general del Patronato.
historia, prescin dir del elemento sobre
natural, del m ilagro. A quí no se trata de
polémica o de apología; es sólo cuestión
de realidad y sinceridad histórica.
n. - El carácter de Don Bosco.
Y ahora, a las grandes líneas del con
torno histórico de Don Bosco y a los rasgos
característicos de su figura, séanos lícito
añadir lo que en lenguaje de artistas se
llamaría el carácter, que es como la forma
que da vida a la materia, que aparece en
todos los rasgos, que invade toda la per
sona y que en nuestro caso se manifiesta
en el tono de vida y en la manera como
han surgido las obras, en su conjunto y en
sus particulares.
Ciertamente, el haber dicho que Don
Bosco es una figura de bondad, un hombre
I
hablando de cosas tan serias y tan gran
diosas, de concepciones tan vastas y ele
vadas y hasta de hechos prodigiosos y so
brenaturales, aquella aura suave de continua
y jam ás alterada benignidad y serenidad, oquella perpetua sonrisa de santa y cordial ale
gría que se com unicaba a todo el ambiente
y que junto con la amabilidad y la religio
sidad daban la entonación de aquella vida.
H acer notar debidamente este carácter
es sumamente difícil, como resulta casi
im posible describir adecuadamente, coo
palabras, las emociones que se experi
mentan ante un cuadro o un paisaje. Y
hago sobre esto especial hincapié, porque
quisiera que este carácter estuviera siem
pre presente a los ojos de quien lea y me
dite sobre D on Bosco, llegando a ser como
una ¡dea habitual, para no perderla de
vista siem pre que de D on Bosco se hable
o se escriba.
2Ó0
O rg a n i z a d o r co nscien te.
A demás hay que tener en cuenta otra
cosa: Don Bosco no es un santo a quien
se le escapen los milagros de las manos
como a un San José de Copertino, a un
San Francisco de Paula o a un Beato Cottolcngo que, fiado en la Providencia y
siguiendo los impulsos de su corazón, caso
por caso, crea una obra única en el mundo
casi sin haberla pensado: nisiquicra como
a un C ura de A rs, taumaturgo sencillo y
popular de las almas, cuya obra termina
con él. D on Bosco posee la alegre sencillez
de todos éstos; pero al hacer revivir en
pleno siglo X I X los grandes ideales de la
H istoria cristiana: la formación de las
almas, la institución de una Congregación,
la mediación universal de M aría, el apos
tolado de la evangelización, el poder tau
maturgo de la fe y de la oración, la santi
ficación del trabajo humano, la actuación
del amor preveniente en la educación, la
caridad activa y cooperativa, sabe lo que
hace y a dónde va, aunque no lo proclame
con las acostumbradas frases de re
lumbrón, sino expresándose, por asi de
cirlo, en dialecto. D on Bosco fu é un sabio
y hábil organizador y si no lo hubiera sido
no habría hecho la décima parte de lo que
queda de su trabajo.
A daptó a su siglo todo lo mejor de las
grandes instituciones de los siglos ante
riores (pues a menudo lo que en el cris
tianismo aparece como una creación, no
es más que una nueva forma de lo antiguo)
modernizándolo en la forma o, si se quiere,
sometiéndose a la influencia dcl mundo
contemporáneo, les dió nueva vida, adap
tándolas a las nuevas corrientes de la era
de las revoluciones, como puede llamarse
a la que sigue a los hechos del 1789.
i O rganización! H e aqui una cualidad
que no tuvieron ni siquiera todos los f u n
dadores e iniciadores de obras hermosas
y santas. Éntre Jerónimo E miliano, por
ejem plo, y su contemporáneo Ignacio de
Loyola, existe gran diferencia; pues mien
tras la santa empresa dcl primero de cate
quizar a los niños y a los pobres se desva
neció en breve y tuvo que ser renovada
bajo otra forma y con bien distinto vigor
por un santo legislador como fu e San C a r
los Borromeo, el santo de Loyola creó de
una sola pieza la granítica mole de la C om
pañía de Jesús, que es quizá, después de
la Iglesia, la Institución más segura que
recuerde la H istoria.
D e la Institución de D on Bosco, como
rebosa todavía del vigor de la Juventud,
por ahora no podemos sino augurar que
se mantenga; pero es innegable el hecho
de que el Genio de santidad que la inició
dejó en ella una huella tal de ordenada li
bertad y le dió una tradición de adapta
bilidad y de soltura que garantizan su con
servación viva y vital, aún a través de las
borrascas que los tiempos pueden desen
cadenar contra ella.
T r a b a j a d o r in c a nsa b le.
Q ue para llevar a cabo empresas tan
grandiosas, para emprender un número
tan grande de obras y todavía m ás, para
sostenerlas y ordenarlas de un modo esta
ble, haga falta un tem ple de trabajador
más que ordinario no es nisiquiera ne
cesario indicarlo. D on Bosco con toda su
serena im perturbabilidad fu é un traba
jador de los más emprendedores e incan
sables de su tiempo. N o es exageración
decir que no conoció más descanso que
el de la tum ba: ya que para él, como ve
remos más adelan te, no hubo descanso
nisiquiera durante el breve sueño con que
reparaba sus fuerzas, pues amenudo d u
rante él, su imaginación se hallaba ocupada
en aquellas sublimes visiones de la caridad
V de la solicitud para aquellos a quienes
amaba como a hijos.
Y nos place hacerlo notar desde ahora,
porque es ello una confirmación más de
lo que decíamos en el prim er artículo:
que la actividad, tendencia propia de su
siglo, se refleja en él y porque este carácter
lo aproxima siem pre más a las clases tra
bajadoras para las que tuvo sus preferen
cias y en cuyo favor empleó todas sus
sus fuerzas y de las cuales depende el
nuevo orden de la vida social.
L a ley y más que la ley, el amor a l t r a
bajo, como instrumento de conquista de
las almas y principal factor de la educación
de si mismo y de los demás, lo dejó como
testamento a los suyos, junto con la ele
vación del alma en la oración. Y si sus
hijos logran, aún en medio de un mundo
tan poco inclinado al espíritu cristiano,
II
26 1
captarse las simpatías de todos, sin dis
tinción de partidos y tendencias, se debe
al hecho de que cumplen el testamento
de su Padre y el mundo respeta en ellos
la oración, porque la ve unida al trabajo.
----
¡os humildes, con ¡a mirdada fija en una v i
sión grandiosa y radiante, con ¡a frente ilu
minada por una idea sublime y con la son
risa suave y confiada del hombre seguro
de su empresa; y todo ello, envuelto en los
Don Sosco, nifio, empiezn, por medio de los jaegos, a ejercer
sQ apostolado.
E n el monumento que la H istoria le
vante a D on Bosco, si en una parte figu
rarán los emblemas de la caridad y de la
religión, en la otra, y no menos visible
mente, han de figurar los del trabajo.
H e aqui pues al hombre que nosotros
queremos colocar sobre el pedestal de la
H istoria: U na figura robusta, de ademanes
sencillos, francos, inclinada dulcemente hacia
esplendores y con la aureola de la santidad.
Leván tese un monumento o un altar;
siem pre la figura histórica de D on Bosco
será la de un S anto, que fu e grande d e
lante del mundo, porqué toda su santidad
la empleó, tanto en el campo del pensa
miento como en el de la acción, en ex
tender a los humildes y a los débiles las
benéficas conquistas de la caridad.
362
La imposición de la birreta cardenalicia
al segundo Cardenal salesiano.
El día 29 del pasado junio, fiesta de los
Santos Apóstoles Pedro y Pablo, se ce
lebró en Varsovia, \a solemne ceremonia
de la imposición de la birreta cardenalicia
al Emmo. C ardenal Augusto H lond, A rzo
bispo de G nesen y Poznan, Primado de
Polonia, que llevó a cabo, por especial
concesión de Su San tidad, el Presidente
de aquella católica República.
El sol luciendo con todo su esplendor
en un hermoso día de verano aumentó la
alegría y esplendidez de la fiesta. A las
11 de la mañana, se inició el desfile de la
comitiva por las principales calles de la
ciudad, desde el Parque La z ienki, en uno
de cuyos palacios se alojaba el E m mo.
Prelado de Polonia, hasta el antiguo P a
lacio Rea l. El espectáculo era verdadera
mente solemne y pintoresco. A brían la
marcha cuatro heraldos con librea, mon
tados en blancos corceles, seguidos de tres
carrozas de gala, descubiertas.
En la primera habían tomado asiento
los dos secretarios: el del nuevo Cardenal
y el de M ons. A blegado Pontificio, junto
con un ayudante de campo del Señor Pre
sidente de la República; en la segunda
iban el A blegado Pontificio y el G uardia
N oble, el primero envuelto en majestuoso
manto escarlata; el segundo, en brillante
uniforme militar de resplandeciente casco
y con manto de armiño sobre la roja gue
rrera. Finalmente, precedida y seguida
por piquetes de caballería de gran gala,
cerraba el cortejo la carroza del nuevo
cardenal, en medio de las aclamaciones
de la muchedum bre.
La comitiva entró en el Palacio por la
puerta principal que se abre debajo de la
torre del reloj, formando ala de honor un
batallón de soldados con su bandera,
mientras la banda militar tocaba el himno
nacional polaco.
D ejadas las carrozas, subió todo el sé
quito al Salón de honor y después de atra
vesar algunas salas, al llegar a la de los
Caballeros, S . E . el Sr. Ignacio Moscicki,
Presidente de la República, asistido por el
M inistro de Estado y rodeado de los m iem
bros de su Casa civil y militar, recibió a
Mons. Federico C allori di Vignale, Able
gado Pontificio, el cual, acompañado por
su Secretario y por el Guardia Noble,
Conde de Canale, presentó al Presidente
de la República sus credenciales, pron u n
ciando, en latín, un discurso, que fu é un
canto de admiración por la gloriosa N ación
Polaca entrelazado con los más sinceros
elogios para el nuevo Cardenal. Contestó
brevemente el Presidente para dar las
gracias y luego se entretuvo en afable con
versación por breves instantes con el A b
legado, a quien presentó las personas de
su Casa.
T erm inada esta ceremonia, volvióse a
form ar la com itiva que se encaminó hacia
la capilla del Palacio Real, llena ya del
más distinguido público. Estaban pre
sentes 5 . E . el C a rd. K akowski, arzobispo
de V arsovia y con él casi todos los arzo
bispos y obispos de Polonia; Mons. Chiarlo,
encargado de N egocios de la San ta Sede,
los representantes de los cabildos de G n e
sen y Poznan, los Canónigos de la Catedral
de V arsovia; y entre las autoridades civiles
había m uc hos, ministros, el mariscal del
Senado y el Rector de la U niversidad de
V arsovia. N o faltaban los íntimos dcl C a r
denal, entre ellos tres hermanos, de los
cuales dos sacerdotes salcsianos. La C o n
gregación Salesiana estaba, además, re
presentada por el muy Rvdo. D . Esteban
T rion e, en nombre del Rector M ayor
Don Felipe Rinaldi y por varios directores
de las numerosas C asas de Polonia.
Pocos minutos después de la entrada dcl
nuevo Cardenal y dcl A blegado Pontificio
con los respectivos séquitos, penetró en
la Capilla el Sr. Presidente de la República,
con su Casa civil y militar, sentándose en
su trono, dcl lado de la epístola, fren te al
trono dcl nuevo Cardenal.
U no de los obispos celebró la M isa re
zada, durante la cual la S chola Canforum
263
de la Catedral ejecutó escogidos cantos
polifónicos. T erm inada la M isa, el A b
legado Pontificio se adelantó hasta ios
pies del altar, al lado de la.epístola, desde
donde dió lectura al Breve Pontificio. En
seguida acompañó al nuevo Cardenal al
trono presidencial, ofreciendo al Señor
Presidente la birreta cardenalicia. El Pre
sidente tomó la birreta y con evidente sa
tisfacción la colocó sobre la cabeza de Su
Eminencia.
En seguida se entonó el T e Deum, que
fu é seguido del patético himno « Oh Dios
que por tantos siglos habéis rodeado de es
plendor a Polonia», canto lleno de elo
cuentes recuerdos históricos. Y así ter
minó la función religiosa.
D irigiéronse luego todos los presentes
al gran Salón , donde debía celebrarse la
recepción del nuevo Cardenal, por parte
del S r . Presidente de la República. La
mayor cordialidad fu e el distintivo de
este encuentro. El E m mo. Cardenal H lond
leyó un magnífico discurso, en el que con
firmaba los elevados ideales de su apos
tolado que en unión de intenciones y de
obras con todo el Episcopado polaco, se
propondrá prestar los mayores servicios
a la Iglesia, para bien de la Patria y en
armonía con los supremos poderes de la
N ación.
Respondió el Sr. Presidente dando las
gracias y manifestando su más alta estima
por el nuevo Cardenal y su deferen te gra
titud hacia el Santo Padre.
Luego el Sr. Presidente ofreció en honor
del nuevo Purpurado un suntuoso ban
quete al que participaron el M ariscal
Pilsudski, los M inistros del Estado, el
A blegado Pontificio, el G uardia N o b l e ,.
los A rzobispos y O bispos polacos, el per
sonal de la N u nciatura A postólica y ios
miembros de la C asa civil y m ilitar del
Sr. Presidente.
A las tres de la tarde volvió a formarse
la comitiva y recibiendo los homenajes
de la m ultitud, agolpada a lo largo de las
calles, el nuevo Cardenal volvió a su Pa
lacio del Parque La z ienkí.
Garfa del Emmo. Cardenal Hlond
a su madre.
U n diario de la A lta Silesia publicó en el pasado
julio la siguien te carta del nuevo C ardenal Salesia n o:
Poz n an, 20 de ¡unió de 1927.
Q uerid ísim a madre:
E l S a n to P adre se h a dignado en su bondad
nombrarme hoy cardenal de la S a n t a Iglesia R o
mana. E n medio de m i profunda emoción me dirijo
en este momento con e¡ corazón y con e l pensamiento
a V , querida madre, y a V. escribo mi primera carta.
C uando considero los admirables caminos por ¡os
cuales me h a conducido la Providencia, siempre
se me presente ante ios ojos del alma su querida im a
gen. V . con mas sabiduría que muchos doctos pe
dagogos supo echar en las almas de sus hijos los
sólidos cimientos de una vida firmemente apoyada
en la fe y en los derechos de D ios. Porque no sólo
supo V . re z a r sinceramente, sino que supo enseñarnos
con fa cilidad y buen método aquellas oraciones
de las cuales todos los días saco l a fuer z a y la
confianz a en D ios.
V . nos abrió un ancho camino de verdadera fe
licidad porque no nos educó con demasiadas cari
cias ni comodidades, sino con fortale z a .acostum
brándonos a! trabajo y ensenándonos a am ar el
deber y a cumplirlo seria y decididamente.
P o r eso no en otra parte sino en la nobleza y
magnanimidad de su corazón sencillo y de! todo
consagrado a D ios está el principio de aquellos
caminos por los cuales la D ivin a G ra cia me condujo
hasta llegar a estas que comunmente se llaman
dignidades, pero que como las entendemos en nuestra
fam ilia, no son sino mayores deberes de trabajo y
de sacrificio.
E n este d í a , pues, en que el S a n to P adre cubre
con el esplendor de la purpura cardenalicia nuestra
tranquila y humilde casa, doy a V . las más rendidas
gracias porque h a sido siempre para m i madre
cariñosa y me encomiendo a sus oraciones a fin
de que con mi trabajo pueda cooperar a la gloria
de D ios, a la prosperidad de ¡a Iglesia y a la fe li
cidad de la N ación.
Estos mismos sentimientos depongo sobre l a tumba
de nuestro querido padre, cuyo espirita de fort ale z a
y de sacrificio me anima y guia constantemente.
M ien tras con gratitud y veneración le beso las
manos le ruego que me bendiga en el camino de mis
deberes
S uyo
«I» A u g u s t o , C arden al.
264
Un Modelo de Cooperación Salesiana.
Sesuimos iomando de la Vida de D ñ a.
Dorotea de Chopifea, escrita por el P . J a
cinto Alegre, de la Compañía de jesús, los
episodios que demuestran el grande amor que
esta ejemplar S iervo de Dios profesaba a
las Obras del Vble. Don Bosco.
Las Escuelas Salesianas
de Barcelona (Hosiafranchs).
En 1888 había muerto santamente en
T u rí n D on Bosco y su inmediato sucesor
Don Rúa continuó tratando a D a. Dorotea
con aquel cariño y veneración de hijo para
con su madre que de su Santo Padre había
aprendido.
La primera vez que le escribió, que fu é
para felicitarla en el día de su santo 6 de
febrero, hablando de la muerte de D on
Bosco, para consolarla, le cuenta algunas
de las últimas palabras que el Santo pro
nunció en la tierra, que fueron para ella,
para la que él llamaba su querida M am á
de Barcelona, la M am á de los Salcsianos
y Salesianas, de la cual dijo aquellas m is
mas palabras que pronunció N . S. Jesu
cristo en el sermón de la cena hablando
con los A póstoles: Vado parare vobis locum
que se iba al cielo para prepararle un lugar
en el paraiso.
Al leer esta carta de D on Rúa, cuya
causa de beatificación está ya introducida,
a D a. Dorotea cuya heroica caridad con
los pobres es verdaderamente admirable,
hablando de D on Bosco el apóstol de los
obreros en el siglo X I X y tan próximo al
honor de los altares, se vienen a la mente
aquellas palabras de Sto. T om ás de A quino
hablando de su íntimo amigo S . Buena
ven tura, a quien encontró escribiendo la
vida de su padre S . F ra n c isco: Sinamus
S anctum pro Soneto laborare. Dejemos a
un santo que escriba de otro santo.
Y a el año anterior había intentado Don
Bosco, que D a. Dorotea presidiese en
T u rín las solemnísimas fiestas, que allí
se celebran todos los años en honor de
M aría A uxiliadora; pero por razón del
invencible horror que tenía esta señora
a todo lo que redundaba en honra y ala
banza suya no pudo conseguirlo.
Este año de 1888 insistió en lo mismo
su inmediato sucesor D on Rúa, quien
para obligarla más le decía en su carta que
pues acababan de perder a su santo Padre
D on Bosco, razón era que acudiesen los
huérfanos a su querida M ad re de Barce
lona, quien no podría negarles petición
tan justa.
N o se negó al principio rotundamente
a lo que le pedían y esto bastó para que los
Salesianos de T u rín creyeran tener la
dicha de poder conocer pronto a aquella
caritativa señora de Barcelona, de cuyas
heróicas virtudes habían oido hablar tantas
veces y con tanto encarecimiento a su
santo Padre D on Bosco.
T riu n fó tam bién esta vez en su pecho
su querida humildad y alegando como mo
tivo una tos persistente que la molestaba
huyó de las honras que en T u rí n le pre
paraban sus queridos hijos salesianos, pero
no huyó del trabajo que ella misma se
buscaba en Barcelona en favor de la clase
obrera tan abandonada entonces como
ahora y quizá más ahora que entonces,
porque no han crecido las obras sociales
que ella inició en la proporción que han
ido creciendo las necesidades.
E n carta de 16 de M ayo de 1888 le dice
a D on Rúa entre otras muchas cosas:
« H ubiera deseado tratar con V . de viva
voz una nueva fundación que deseo se
haga en esta, en un barrio muy pobre y
desamparado... T engo intención de com
prar un terreno que sea espacioso, y hacer
allí una sala grande, que sirva de escuela
y capilla.
H emos hablado varias veces con el R.
2Ó5
P. Branda sobre la necesidad que tienen sonal o socorro de dineros, nosotros que
los T alleres de Sarriá, de una iglesia más daremos muy contentos de ello. Con la
poderosa ayuda de V ., de su generosidad,
grande que la actual, en la que no pue
den colocar a los niños externos por falta influencia y actividad, espero que todo
sucederá bien y a tal efecto rogamos a D ios
de lo c a l».
todopoderoso».
Esta hermosa Iglesia de M aría A uxilia
dora que ahora tanto em
bellece el Pasco de D- Bosco
en Sarriá, no la pudo ver
ni siquiera comenzada. El
Viernes Santo de 18 9 1, es
decir tres años después, po
cos dias antes de su muerte,
fu é a Sarriá para ver los pla
nos de la Iglesia que acaba
ban del legar de T u ri n , como
si quisiera despedirse antes
de volar al ciclo de su que
rida obra.
A 3 de junio de 1888 escri
bía otra vez Don Rúa a D a.
Dorotea y despnjés de darle
las gracias por la gruesa li
mosna que les había man
dado para la celebración de
la fiesta de M aría A uxilia
dora añade:
« A hora viniendo a los
asuntos de que nos habla en
la suya del 26 de M ayo, le
diremos que nosotros he
mos tratado en capítulo con
toda seriedad de ellos, y nos
encontramos todos deseosos
de secundar las piadosas in
tenciones de V . Solamente
dos dificultades se nos pre
sentan: falta de personal y
falta de medios pecuniarios.
Barcelona (Bspaña). - Iglesia de San Jo s¿ en las Escuelas fundadas
por Dfia. Dorotea.
D . Bosco antes de su muerte
y el Santo Padre después de la misma, nos
E n virtud de esta carta comenzó D a.
recomendaron suspender por algún tiempo
Dorotea
a poner por obra su plan de cons
toda construcción y toda nueva fundación.
tru
ir
la
escuela para niños de la clase
Y o he prometido observar tales órdenes
obrera.
y encomendé a todos mis hermanos las
Sobre la elección del sitio en que debía
mismas cosas, ya por obediencia ya por
necesidad. Sin embargo si D on Branda levantarse la escuela hubo no poca variedad
puede emprender la construcción de la de opiniones.
U n día D a. Dorotea llama al P. Branda
nueva capilla y tener la escuela en el barrio
V llévale a ver un terreno situado entre
de que V . nos habla, sin pedir nuevo per
1 '
266
Bercelona, Pueblo Seco y H ostafranchs.
Estaba en despoblado y algo distante de
estos tres puntos. Preveía D a. Dorotea
que aquel punto no tardaría en poblarse
y sería un punto céntrico, y deseaba pre
venir una necesidad antes que se sintiese.
O tros, que no miraban tan lejos preferían
un punto menos despoblado. D a. Dorotea
con la intuición y perspicacia que tanto la
distinguían, mirando lo porvenir como si
lo tuviese presente, se formalizó y atajó
las dificultades diciendo estas palabras:
O en este sitio se funda ¡a escuela o no se
funda.
* * *
Cedieron todos a su autoridad. Com pró
enseguida el terreno. M andó levantar a
toda prisa los planos de la obra y edificar
sin pérdida de tiempo la escuela.
En marzo de 1890 con asistencia del
Exemo. Sr. O bispo de la Diócesis y del
M . R. D . M iguel Rúa, G eneral de la C o n
gregación Salcsiana se inauguró la escuela
de la calle de Floridablanca.
C uán acertada estuvo D a. Dorotea en
la elección del sitio, lo probó el buen éxito
que tuvo la escuela. Bien pronto se echó
de ver que debía darse nuevo ensanche a
la obra. La capilla, cuya fábrica estaba ya
a flor de tierra, se vió luego que debía
tener proporciones mucho mayores. El
patio para el recreo festivo no bastaba para
adm itir la mitad de los niños que acudían.
F u é preciso com prar una porción de
terreno contiguo. El dueño aumentó el
p’^ecio más del doble. N o les parecía a los
I ..dres Salesianos poder conseguirlo. M a n
dó D a. Dorotea enterrar en aquel campo
medallas del Sagrado Corazón y S. José
y se deshicieron las dificultades y se con
siguió cuanto se quería.
« En la actualidad, escribía el P. N onell
en la .Vida de D a. Dorotea de C hopitea,
hace ya más de 30 años, más de 500 niños
reciben instrucción y educación religiosa
en la Escuela Salcsiana de la calle de Rocafort y Floridablanca, y todo el espacioso
patio se llena de niños, jóvenes y hombres
los días festivos.
D urante los aciagos días de la Semana
T rágica de 1909 fu é incendiada esta es
cuela por las turbas revolucionarias. Pero
esta desgracia pasajera fu é para la obra de
D a. Dorotea lo que para los árboles la poda,
que sirve para hacerles crecer más. Se
reedificó luego, se adquirieron nuevos
terrenos, de modo que actualmente casi
ocupa toda la manzana. Se construyó un
magnífico teatro. Pero lo que más llama
la atención es la grandiosa, clara, alegre,
sencilla y elegante Iglesia en que el Sr.
M arqu és de Sagn ier ha levantado al Pa
triarca San José un monumento de gloria.
H ace poco hallándose por casualidad
en la Iglesia de los Salesianos de Sarriá
una de las nietas de D a. D orotea, vió como
se acercaban a com ulgar con gran fervor
aquellos 600 jóvenes obreros y le vino este
pensamiento.
i T o d o esto se debe a tu abúclita!
iC u án ta gloria debe tener en el cielo!
Lo mismo me ocurrió a mi hace poco
también un D om ingo por la tarde al ver
la Iglesia de San José llena a rebosar de
obreros que con gran atención oían las
verdades del cielo que con adm irable cla
ridad y unción les predicaba el actual su
perior de la escuela D . Julio. Y pensando
en D a. D orotea salía de la Iglesia repi
tiendo:
¡C u á n ta gloria debe tener en el cielo!
Ja c i n
t o
A
leg re
S. J.
S e r e co m ie n d a a cua n tos envía n fo togr a fías
p a r a e l Bole tín Sa lesia n o o p a r a e l A rc h ivo
de lo C o n gregac ió n , noten c la r a m e n te en e l
do rso d e cada fo t o g r a fí a : í ® L a I n sp e c to rí a
o m isión d e do n de p r o v i e n e - 2 ° L a C a sa o
lo c a lid a d - 3 ° E l asunto d e la fo togr a fía í ® L a fe c h a e n q u e fu é tom ada.
Roga m os ade m ás a todos los e n c a rgados
d e p u b lic a c io n es y r e vis t a s sa lesia n a s, p o r
p eq u e ñ a s q u e se a n , no d e j e n d e e n v i a r dos
e je m p l a r es d e c a d a n úm ero a est a R e d a c c ió n ,
uno p a r a e n t resa c a r no ticias y o t ro p a r a e l
a rc h ivo.
2Ó7
De la Casa Madre.
59
m íeros sQcerdoÍQ S sa lesia nos
de 15 nacionalidades.
Solem ne, conmovedora, llena de las
más dulces esperanzas, resultó en la Casa
M adre de los Salesianos, el día lo de julio,
la ceremonia en la que el Eminentisimo
Cardenal de T u rín , M ons. G am ba, con-
Lo* 116 ordm andos doranle la posfraci6a.
fírió las sagradas órdenes a 56 subdiáconos
y a 59 sacerdotes, todos salesianos, alu m
nos del Instituto' T eológico Internacional
« D on Bosco» de T u rín .
Los 59 sacerdotes noveles-fueron objeto
durante dos o tres días de continuas m a
nifestaciones de afecto y simpatía; sus
compañeros de estudios organizaron una
serie de festejos en su honor, presididos
por nuestro Su perior General, quien casi
lloraba de emoción al ver a 59 de sus hijos,
elevados de una vez al sacerdocio y que
iban a esparcirse por el mundo, para pre
dicar el Evangelio y llevar por doquiera
el espíritu y los ideales de D on Bosco, que
tan de cerca han podido conocer durante
los cuatro años que han permanecido en
la Sede Central de la Congregación.
8 alemanes, 8 argentinos, 2 brasileños,
1 checo, 2 ecuatorianos, 2 eslovenos, 4 es
pañoles, 4 húngaros, 1 irlandés, 14 ita
lianos, 2 mejicanos, 7 polacos y 4 uru
guayos, que, completada su formación,
llegan al sacerdocio y vuelven a las res
pectivas naciones para trabajar llenos de
energía en el vasto campo confiado a la
Congregación Salesiana, deben ser mo
tivo de gran satisfacción también para los
Cooperadores Salesianos, que ven como
las obras que ellos sostienen con sus li
mosnas y con su apoyo personal, van ade
lante con energías siem pre nuevas, pues
estas ordenaciones sacerdotales son como
corrientes de savia vivificadora que co
munican nueva vida hasta a las más apar
tadas ramas del árbol salesiano. Y al mismo
tiempo ha de hacer concebir propósitos
eficaces para contribuir a la formación de
sacerdotes salesianos, pues la mayor sa
tisfacción para un Cooperador Salesiano
ha de ser la de poder decir; Yo he con tri
buido al sostenimiento o formación de
una o más vocaciones y participaré, en
gran parte, del bien que ellos hagan en el
nombre de D on Bosco.
L os Sres, C ooperadores Salesianos, cu m p lie n
do los requisitos de costu m bre, pueden ganar.
Indulgencia plenaria los siguientes días:
M es de S etiembre:
8.
12 .
14 .
15 .
29.
N ativid ad de N tra. Sra.
D ulce N o m b re de M ar ía.
Exaltación de la St a. C ru z .
L os siete D olores de M aría.
D edicación de Sa n M igu e l A rcá nge l.
M es de O ctubre:
7. L a V irge n del Rosario.
1 1 . L a M atern id ad de M a r ía S m a.
16 . L a Pureza de M aría S m a.
Nueva Misión Salesiana.
Con vivo placer le notifico nuestra feliz
llegada a la isla de Timar, nuevo campo de
M isión confiado a los Salcsianos. Es la
mayor de las pequeñas islas de la Sonda,
Con medios y personal, podremos pronto
extender nuestra acción a toda la isla que
cuenta con unos 200.000 indígenas todavía
paganos y que quisiéramos ver un día no
lejano hijos sumisos de la Iglesia. Por eso
recomendamos esta nueva e importante M i
sión al interés especial de los Cooperadores
y al entusiasmo de los aspirantes misioneros.
Los primeros 15 días los pasé en el in-
archipiclago situado entre la India y A u
stralia. T ien e una extensión de 30.923
km. cuadrados y una población de 500.000
habitantes de raza papú y malaya con
mezcla de elementos chinos, japoneses y
europeos. La parte occidental de la isla
pertenece a Holanda y la oriental, donde
se encuentra nuestra M isión, a Portugal,
siendo D ily la ciudad más importante.
terior de la Isla, acompañado por el más
anciano de los misioneros portugueses,
visitando los puntos más importantes de
la M isión. M e impresionaron los im po
nentes espectáculos de la naturaleza, la
maravillosa vegetación y la extraordinaria
sencillez de costumbres de aquella gente
indígena, ajena por completo a cuanto
fuera de su isla sucede.
D ily, Isla de Timar, 9-5-27.
Rvdmo. S r . D . Rin aldi.
269
H ace ya una semana que hemos inaugu
rado unos rudimentarios talleres de me
cánica, carpintería y zapatería y tenemos
ya 25 alumnos de m uy buena voluntad y
grandes esperanzas; apenas dispongamos
de algo más de medios y de espacio, este
número aumentará considerablemente.
N ucsta Casa ha revestido enseguida el
carácter salesiano; hemos empezado un
poco de banda y de canto. N uestras coplas
tradicionales y la M isa de A ngelis están ya
casi aprendidas, lo cual nos anima a seguir
con fervor en esta enseñanza, medio tan
práctico y eficaz para la educación cris
tiana especialmente en las M isiones.
Por ahora nos faltan aún muchas cosas
de las más necesarias: ornamentos, vasos
sagrados, ropa blanca, tela para vestir a
estos pobres niños, que van con un uni
forme demasiado... sencillo.
T a m b ié n por lo que se refiere a la ilu
minación estamos m uy ‘ mal: las pocas
lám paras de que disponemos están ali
mentadas con pésimo y escaso petróleo.
D e manera que no sirven para leer ni t ra
bajar.
A qui en D ily el poco comercio que hay
está en manos de chinos, los cuales hacen
pagar un olo de la cara por el más insigni
ficante objeto y esto lo hacen para resar
cirse de las aduanas. U n motorcito de
explosión v una pequeña dínamo nos pro
longarían la jornada de algunas horas,
serían la vida de esta pobre casa y fuente
de bienestar para toda la misión. ¡S i al
guna alma generosa nos los proveyera!
Bendíganos, amado Padre; acuérdese
amenudo de sus hijos de T im or, que son
los últimos llegados, pero los primeros
en el afecto.
Su obediente hijo
G . R o se t t i
Misionero S alesiano.
Los dulces nombre de J e s ú s y de M a r í a
se deben pronunciar con los labios puros
como azucenas y con el corazón encendido
como una brasa.
Son los nombres más venerados del cielo
y de la tierra y los más temidos del infierno.
E l abandono de la niñez, es una de las ra=
zones fundamentales de los males del siglo.
D
on
B
o sc o .
A SS A M .
Noticias consoladoras.
(Carla del Prefecto Apostólico Mons. L. Mathias).
Sh illong 5 de O ctubre de 1926.
A madísimo Padre:
Junto a la relación detallada del bien
espiritual realizado en esta nuestra que
rida M isión desde agosto de 1925 hasta
agosto del Í926, precisa darle alguna
noticia más detallada, que será grata no
sólo a su corazón de padre, sino también
a la numerosa Familia Salesiana, que
sigue con creciente simpatía la obra de
sus H ijos en la lejana Assam.
Cuando al finar 1922 le anunciaba que
con el auxilio de los R .R . P.P. Jesuítas,
entonces en Assam, se contaban por
aquel año 448 bautismos, nos hallábamos
satisfechos con nuestro trabajo; pero nues
tro intento era duplicar o triplicar esta cifra.
Lo que precisamente sucedió dos años'
después, y hoy, que estamos al terminar
el quinto año de nuestro trabajo en la
M isión, viene el número triplicado.
Como notará por el prospecto, am a
dísimo Padre, hemos tenido el consuelo
de administrar en este año 1300 bautismos,
o sea 525 más que el año pasado; hemos
triplicado la cifra del prim er año y al
presente son 3986 los bautismos adm i
nistrados desde 1922 hasta aquí. De este
modo hemos tenido en este año 110 bau
tismos al mes, por lo que debemos agra
decer al Señor.
El porvenir se presenta más halagador,
y esperamos que con la gracia de Dios,
con el aumento de los obreros evangélicos
y con el apoyo económico de nuestros
beneméritos cooperadores, podremos en
breve aumentar diez veces más la cifra
del prim er año, y ofrecerles en día no
lejano el don de cinco mil bautismos ad
ministrados en un año.
M as no concluye aquí el bien que con
la ayuda de D ios hemos podido llevar a
cabo desde agosto de 1925 al agosto del
19 2 6 .
El u de noviembre nos dirigíamos a
C alcuta, secundando la exquisita in vi
tación de S . E . M o ns. F . Perier S . J.,
quién ponía bajo nuestra entera dirección
270
la Catholic O rphan Press,o sea la tipografía
católica de los huerfanitos, que está a la
altura de las mejores de Calcuta y además
nos hemos encargado de la Procuradoría
general para ayudar a los M isioneros en
sus trabajos y numerosas necesidades.
S. E . tam bién nos confiaba el primero de
enero el cuidado de la Catedral de C a l
cuta; en donde los nuestros, además de
la capellanía, de un O rfanato dirigido
portante de estas alturas. Y tam bién roca
durísima para los W ellash o M etodistas
que van perdiendo terreno. A conse
cuencia de las divisiones entre ellos, se
fundó una Iglesia nacional Khafei que
acogió solamente en esta villa a once
sectas protestantes. El pueblo observa
y espera ver lo que haremos nosotros. El
año venidero verá, lo esperamos, que
este centro marcha prósperamente.
Awam (India). > £1 miaionero instruyendo a una pobre familia indígena.
por los H ermanos Cristianos, cuidan la
población inglesa, angloinidiana y nativa
de la parroquia.
El 19 de marzo nos hicimos cargo de
la residencia de Jowai en Assam. Se d ir i
gieron allá el carísimo P. Fariña y el
bondadoso P. U guct, a quienes siguieron
luego el Rcv. S r . Vallino y dos H ijas de
M aría S S . A uxiliadora, para implantar
un orfanato de niños y otro de niñas,
con tejidos, bordados y un taller para
niñas. Las dificultades no faltan ni falta
rán en este centro importante. Jowai es
la capital de los jaintia H illes y es, después
de Shillong, la segunda ciudad mas im-
E 1 Z4 de mayo se inauguraba solem ne
mente el orfanato de niños en Gauhati
con treinta de ellos, que son el solaz y
gloria del P. Piasecki, no sin que. tanto
a él como a nosotros nos preocupe la
idea de buscar los medios para susten tar
la creciente fam ilia.
En M adras aceptamos una nueva M isión
llamada de Cuasimodo, muy dilatada y
m uy pobre. El domingo de Cuasimodo la
inauguramos con una tanda de ejercicios
espirituales, que dejó piadosas impresiones
en los numerosos oyentes, nativos del
lugar y casi todos pescadores.’ En esta
zona pobladísima y de no pocas esperanzas.
m
271
los hijos de D . Bosco ten drán ciertamente
un grande y lisonjero porvenir.
Las H ijas de M aría A uxiliadora acep
taron en esta misma ciudad una escuela
externa para anglo-indianos, y con los
primeros de ju nio inauguraban sus labores
con beneplácito general. La escuela cuenta
cerca de 200 entre niños y niñas.
Las dos obras de Calcuta — las dos de
Jowai — la obra de G auhati — y las dos
de M ad ras, dan siete instituciones abiertas
en este año. M as no termina todo aquí.
E n mayo se inauguraba solemnemente
la Capilla del N oviciado, que nos sirvió
de parroquia por casi tres meses mientras
se restauraba la iglesia de Sh illong seria
mente amenazáda por los continuos terre
motos.
Esperamos que la generosidad de tanta
alma buena nos permita llevar a cima la
construcción de dos capillas laterales en
honor del Sagrado Corazón y de M aría
A uxiliadora.
D ejo de hablar de algunas escuelas
Aftsam (India). - El Rvdmo. P. Ricaldone rodeado del personal j novicios de aquella misión.
— T a m bién hemos inaugurado cuatro
Iglesias grandes y muchas capillas. En
Badarpur, donde trabaja el querido Padre
T orm o con incansable celo, se inauguró
una segunda iglesia en el barrio del F erro
carril. La hermosa iglesia está dedicada
al Sagrado Corazón.
E n N ongbah bendije la nueva iglesia
principiada por el inolvidable P. Deponti
y terminada por el carísimo P. M az zetti.
En aquel día dedicamos un recuerdo
especial a la señora Lina Gallinoni de
M ilá n que con tanta gentileza obsequió
la estatua de la V irgen.
Bendije tam bién la nueva iglesia de
Gau hati, fruto del trabajo del Pad^'e G il.
abiertas en varias localidades para no
hacer demasiado difusa esta relación.
Com o vé, podemos verdaderamente
agradecer y bendecir al Señor por todo
lo que nos ha favorecido en el año trans
currido. Y V . amadísimo Padre dígnese
bendecirnos, a fin de que podamos per
severar constantemente y merecernos del
Señor sus auxilios para trabajar con efi
cacia y propagar su Santo N om bre entre
estos pueblos ávidos de lu z y de verdad.
A f.m o hijo en C . J.
L. M
a t h ias
Prefecto Apostolice del Assam.
2/2
CONGO
BELGA.
Una escursión aposfólica.
Amado Padre,
Acabo de regresar de mí escursión ha
biendo visitado todos los pueblos congo
leses que se escalonan en una extensión de
^00 kilómetros, entre Eh‘sabeth\^HIe y S a kania, primera y última de las residencias
fundadas aqui por vuestros hijos. Desde
S akania me aven turé un poco más lejos
hasta K a t a la . En la convicción de que esta
relación de 15 días de misión no dejará
de serle grata me apresuro a enviársela.
H a cia M wa m b o. — P r i m e r a inst r ucció n.
— D ese rc ió n d e un ca rg u ero. — M ulemba y su p o b r e c a p ill a . — K un k ufa
¡a b e lla . — E l sust o d e P a n d o r e, —
Titim a do rein a ¡a e n fe r m ed a d d e l
P i a n — V ege t a ció n t ro p ic a l.
M e puse, pues, en camino el día 12 de
mayo con unos veinte cargueros indígenas
que llevaban mi tienda y las provisiones
para el viaje. Como íbamos hacia lo des
conocido no estaban de más algunas pre
cauciones. E. P. Shillinger, el aposto! de
los primeros poblados que iba a visitar,
nos acompañó un trecho para ponernos en
camino seguro; pero después augurándome
buen viaje, grandes éxitos y feliz vuelta
me dejó en un sendero apenas perceptible
que serpea a través de la espesa vegetación,
con mis buenos cargueros .
Llegamos al final de la primera etapa
hacía mediodía habiendo atravesado cua
tro pueblccitos: C haravira, K iluba, Mwe~
be¡a y Lilefwe. En H ih b a saludamos a
tres jefes de tribu que nos salieron al
encuentro; en Lilefwe invité a toda la po
blación a reunirse al rededor de mi tienda
en M waba lugar de mi primera etapa.
A penas tuve tiempo de montar la tienda,
tomar un bocado, preparar mi instrucción
en kibemba, lengua que conozco m uy a
medias y ya estaban allí mis oyentes. El
tam-tam reunió a las demás ovejitas dis
persas y bien pronto me vi rodeado de
unas 250 personas pendientes de mis labios.
U na copla, una instrucción sólida sobre
las verdades esenciales de nuestra Religión,
otro canto y luego les deje libres, rogándoles
que volvieran hacia las seis para rezar las
oraciones y darles algún aviso.
Y a preparar la comida, en la cual no
faltó el plato de la Providencia que inspi
ró al buen jefe de Mwamba, que obsequiara
al misionero con huevos y pollos y a los car
gueros con harina, cacahuetes y boniatos.
Por la noche, después de las oraciones,
dije a mis parroquianos que esperaba ver
los a todos a la mañana siguiente, para oir
la M isa que yo celebraría en la capilla por
ellos mismos construida. Solo algunas m u
jeres vinieron a pedirme que les dispensara
pues temían que sus bebés, que siem pre
llevan a la espalda, cogieron alguna p u l
monía con el fresquito de la mañana. D i
por buena su razón y los de Lilefwe a
noche cerrada regresaron hacia su pueblo,
mientras que mis cargueros encendían
una grande hoguera de precaución con
leña recogida en la selva cercana, do acecha
siem pre tramando alguna fechoría el amiguito S imba, el léon de K a ia nga .
El día 15 por la mañana, celebrada la
santa misa y después de animar a todos
al estudio constante del catecismo, me d is
ponía a reanudar la marcha cuando hete
ahí un accidente inesperado; uno de
los cargueros había desertado durante la
noche. ¿Q uien cargará con su fardo? U no
de nuestros jóvenes catequistas de Mwamba
se ofrece a llevárnoslo hasta la etapa pró
xima y henos de nuevo en camino.
Camino penoso, no siem pre a propósito
para mi bicicleta y con tanta vegetación
que casi sofoca. Finalm ente a eso de las
diez llegamos a Mulenga, donde me. espe
raban 74 catecúmenos. Recepción cordial,
distribución de medallas, inscripción de
neófitos y lección de Catecismo. Son buena
gente los de M ulenga; no tienen una capilla
tan bonita como la de Mwamba, pero tam
poco se puede pedir demasiado a estas
pobres gentes.
A la mañana siguiente, de madrugada,
de nuevo en camino: A travesamos Lundaka, pasamos por Mwzabemba a orillas
del M atando; por M fulwe, junto al rio F iskiwe; por K abahndo y hacia las diez de
la mañana, llegada a Kunkuta.
Es un pueblecito bien construido y a
pesar de su aspecto salvaje esta bien cu i
dado y produce una impresión agradable
al viajero. M e dirijo en seguida a la capilla
y ¿cuál no sería mi sorpresa al encontrarles
í
273
en plena sesión de catecismo? Allí estaban
todos los niños, el jefe ocupaba un lugar
distinguido al fondo, y el catequista es
taba explicando a todos su lección. La
capilla es preciosa, toda de material y pa
rece un claustro de convento. M on to mi
altar portátil y en seguida me pongo al
habla con el jefe que se mostró m uy am a
ble y complaciente; me hizo servir cer
veza y huevos y nos hicimos muy amigos.
donó durante la noche sin decir esta boca
es mía.
Al menos yo no creo sea otra la causa de
su deserción, pues la carga que les con
fiamos es pequeña, no hacen más de 27
kilómetros de marcha, los fardos dism i
nuyen de volumen cada día y reciben un
alimento abundante y excelente.
Para llegar a T ifim a tuvimos que atra
vesar dos pequeñas lagunas, la localidad
Congo Belga- - Indígenas llevando dones para sos jefes.
T oda la tarde la pasé medicando llagas
de ios indígenas, algunas bien repugnantes
por cierto; después les hice una instrucción,
acabada la cual tuve el honor de conocer
a tres jefes vecinos cuyos pueblos están a
cargo del misionero P. N oel, e la otra
parte de La K afu b u : D ichos jefe se llaman
M asbili, K ifa n ik a y Lumafa.
En K u n k uta repartí unas 120 medallas
de catecúmenos y al marcharme hice que
me acompañara hasta la próxima etapa el
catequista de T iiim a. O tro de mis cargueros
que había tenido algún lío con los policías
de Sakania, no teniendo gran interés en
volverse a encontrar con ellos me aban-
iI
M ufapila donde di una instrucción. M ulela cuyo jefe se vino conmigo y llegamos
al fin de nuestra etapa a eso de medio día.
Los negros que salieron a mi encuentro,
pequeños y mayores me hicieron ver en
seguida multitud de llagas debidas a una
enfermedad cutánea repugnante que ataca
sobre todo a los negros de las colonias
africanas; y ya me tiene V . de enfermero
durante toda la tarde.
T ifim a se halla a 74 kilómetros de L a
K afu b u; es el lugar mas avanzado a que
ha podido llegar el P. S hiilinger.
iConiinuará).
Las Fiestas
de María Auxiliadora.
E n los dos números anteriores dimos cuenta
detallada de las grandes solem nidades q u e, para
festejar a M aría A uxiliadora, se desarrollaron
en su San tuario principal de T u r í n . N os tocaría
a hora ir reseñando las fiestas que en m illares
d e iglesias y capillas, en cen tenares y m illares
d e ciudades y pueblos, se han dedicado a M aría
T o d as las ciudades y pueblos donde M aría
A uxiliadora tie ne un trono ó un altar han escrito
este año su página de oro. Q uisiéram os rep rod u
cirlas todas estas págin as llenas de en tusiasmo,
q u isiéram os ofrecerlas a nuestros lectores con su
atrayen te sencille z, con su sim pático sabor local,
con sus delicados particu lares. U n libro haría
falta, un libro que cada año aumen ta y que podriam os lla m ar el libro de la A uxiliadora.
L a V irge n San tísim a ten d rá bien presen tes
para colm arlos de ben diciones los nom bres así
Malfo Grosao (Brasil). - Las pequcRas b o ro ro s el día de M aría Auxiliadora.
A u xiliad ora, de un extrem o a otro de la tierra,
doquiera han llegado los hijos de D on Bosco y
las H ijas de M aría A uxiliadora, o se encuentra
un cooperador entusiasta de la O bra Salcsiana.
N uestra buena M ad re celestial ha pasado ra
d ia n te, majestuosa, llevada en triu n fo por las
calles adornadas de flores, entre cantos y ora
ciones, acompañada por co m pactas colu m nas de
devotos, en medio de una m ultitu d de personas
de toda condición que se inclinaban a su paso
in vocán dola y deseando fijar al m enos u n .m o
mento su mirada en aquel divin o rostro de la
V irge n , dispensadora de todas las gracias y
fue n te de todo consuelo.
Y M aría .Auxiliadora ha pasado como una
Rein a, haciendo florecer a su paso esperan zas,
ternuras, auxilios y favores celestiales.
de las grandes ciudades como de los pequeños
y desconocidos pueblecitos donde se cultiva la
tierna plan ta de su devoción.
D esde T u r í n , el prodigioso árbol no deja de
exte n der sus poderosas ramas por toda la tierra,
cobijan do bajo su som bra benéfica a todos los
pueblos que q u iere n v iv ir bajo la m irada benigna
de una M ad re que tanto nos quiere y que con
tanto afecto nos acompaña ahora, en el llanto
y en el dolor, para ser mañana nuestra Reina
en la mansión de la gloria.
H emos recibido relaciones a cual m ás com movedoras y en tusiastas y que hacen ver como los
triu n fos de T u r í n se repiten en todo el m u n do,
alcan zando c a d a vez m ayores proporcion es, de:
A r g e n t i n a : Buenos A ires, M endoz a, Rodeo del
M edio, Rosario, S a l t a y Tucumán.
275
C o l o m b i a : C a li, Foríaled U as, ¡bagué
C o s T A R i C A : C artago.
C u b a : S antiago.
C h i l e : Iquique y S antiago.
E c u a d o r : Cuenca y C uayaquii.
E s p a ñ a : A lican te, A rcos, Barcelon a,
y S a n J orge.
C ádi z , C iudadela, C ora na, C hiclana, E c ija , Gerona, M a
drid, M a llorca, M on t alvo, Puebla de C a z a lla ,
Puerto R e a!, S a n Ferna ndo, S a n J osé del V alle,
S a r r i á , S evill a , y Z aragoz a.
P a n a m á : C ap ital.
P a r a g u a y : Asunción y Concepción.
P e r ú : A requipa, Cuzco y Lim a.
V e n e z u e l a : T a ribá.
L a b a t e c a {Colombia). — E n cu m plim ien to
de un deber de gratit ud hacia nuestra M ad re
M aría A uxiliadora, pedim os se digne publicar
en el Bole tín la gracia extraordinaria que nos
concedió la S m a. V irgen en la persona de mi hijo
N éstor Constantino P a rr a en los m eses de noviem
bre y diciem bre del año pasado.
H allán dose gravem en te enfermo y desah u
ciado ya de los m édicos, ofrecim os a la V ir
gen San tísim a que, si devolvía la salud ai en
ferm o, publicaríam os la gracia enviando una li
mosna.
H oy cu m plim os gustosas nuestra prom esa,pues
m i hijo goza de com pleta salud y ha podido volver
ComayagQela (Honduras). - El paso de la Virgen a la enirada de la procesión.
a sus ocupaciones ordin arias, en el taller de he
rrería, después de dos años d e penosa e n fer
medad.
1 de M a yo de 1927.
R osa ri o A
B a r c e l o n a {España). — E n con trán dom e con
un t u m or frío en el cuello y tem iendo deberm e
som eter a una operación acu dí a M aría A u x ilia
dora, por mediación de D on Bosco y de D om ingo
Sav io , ofreciendo una com unión y una m isa a
cada uno y p u b licar la gracia.
F eliz m en te san é del t u m or sin ten er que ope
rarm e y con gusto cu m plo m i prom esa y repito
las gracias a m i buena M ad re M aría A uxiliadora.
24 mayo 1927.
E m e l i n a C a r r e r a s.
r r as de
Pa r r a .
M o n t e v i d e o { U ruguay). — U no de m is nietos
estaba en ferm o de m uchísim a gravedad. H abía
sido desah uciado por cuatro m édicos. T ra n si
dos de d olor acudim os a M aría A uxiliadora por
intercesión de D om ingo Sav io , al mismo tierno
que hicim os que el niño se confesra y com ul
gara.
Lla m ado un nuevo m édico ya nos dió alguna
esperanza d e curación; a los dos meses lo daba
de alta y h oy, al cabo de un año, esta com ple
tam en te sano. E n acción de gracias a M aría
276
A uxiliadora, haremos decir una m isa, enviamos
una limosna y pedim os se publique este favor
en el Boletín S alesiano.
¡unió de 1927.
1
a ta n celestial Señ ora uno de m is h ijos, que
espera consagrarse a ella en la benem érita C o n
gregación Salesiana.
9 de junio de 1927.
A n ge l a R o din o
de
P is a n o .
Idem. — V oy a relatar una cura portentosa
obtenida por la ben dición de la S m a. V irgen ,
A uxilio de los C ristianos.
Bajando mi m adre, de noche, de uno de los
pisos altos de la casa, resbaló en el prim er
escalón y cayo rodan do hasta el piso bajo, donde
quedó sin movim ien to alguno y como muerta.
Pn el acto la pusieron en cama y se mandó por
el m édico.
A l verla éste en tan mal estado, sin sen tido,
dcsñgurada y con todo el cuerpo magullado a
causa de ios golpes recib idos en la caída, dijo
que no había nada que hacer, tanto m ás siendo
mi madre ya entrada en años. E n este lastimoso
estado pasó tres días, sin poder moverse, ni
h ablar, ni com er cosa alguna.
A l saber yo lo sucedido y viendo la gravedad
de su estado, fu í sin perdida de tiempo a los
T alleres de Don Bosco a pedir enviasen a casa
un sacerdote para dar a mi m adre la bendición
de la S S . V irgen A uxilio de los C ristianos. A l
instante el P. G am ba envió al P. G iovan n in i.
L u ego q u é le f u é dada la bendición, quedó
sumergida en un profu ndo sueño por u nas dos
horas, al cabo de las cuales despertó bruscam en te
y asom brada preguntó qué era lo que había
pasado, para encontrarse en cama. Q uiso levan
tarse a lo que se opuso mi hermana; pero ya
estaba bien; pudo com er y darse vueltas en la
cama sin que se le h ubiera aplicado ningún
remedio. A l día siguiente se levantó y sin ayuda
de nadie pudo caminar.
¿ Q u ié n no ve en esto la poderosa protección
de la Sm a. V irgen? G racias m il, oh M ad re mia,
por tan señalado favor y por tantos otros que me
has concedido.
T u amante hijo
J u nio 1927,
C . H e N N ESEY lU LIE N .
M a y a l s (España). — Sen tía desde algú n t ie m
po un fuerte y persistente d olor en el cuello,
que me im pedía hacer la m enor inclinación de
cabera.
T em ien do ten er que acu dir a un m edico esp e
cialista, puse toda mi esperan za en la que es salud
de los enferm os y A uxilio de los cristianos.
A p liq u e una estampa de la V irgen a la parte
dolorida y le dije con fervor: j M a r ia A uxiliadora
haced que cure pronto!
D esde aquel instante desapareció todo dolor,
quedando com pletam en te curada. A gradecida a
tan buena M ad re, publico la gracia y ofrezco
T
e r es a
A
r es t é
V d a. de P i n o l .
M ÉJI C O . — H abiendo sido detenida, junto con
dos personas de m i fam ilia, con motivo de la
persecución religiosa, se nos condenó a multa
de ?oo pesos oro cada una y como manifestásemos
no poder pagarla, nos f u é con m utada la pena
con trein ta días de prisión.
E ncon trán donos en tan aflictiva situación, a
los cinco días de estar en la cárcel, com en zamos
con toda fe y devoción una novena a M aría
A uxiliadora y al octavo día fuim os puestas en
libertad por gestiones de personas caritativas.
A gradecida mando decir una M isa y publico
la gracia como lo ofrecí.
24 jumo 1927.
U n a C o o pe r a d o r a S a l e s i a n a .
S a n t a n d e r (Españ a). — M i l y m il gracias
doy a la S m a. V irgen M aría A uxiliadora por
el favor ta n grande que recibí.
T e n ien do a mi h ija M erced es enferm a del
t ifus, los m éd icos eran de opin ión que había
que sacarla de casa para hacerle una operación
de éxito dudoso por la elevada fiebre que la
atorm en taba.
S e confesó y acudim os con toda nuestra fé
a la S m a. V irgen para que conju rara el peligro.
C u an do los m édicos volvieron , con gran sor
presa, dictam in aron que ya no hacía falta la
operación y hoy m i hija se encuen tra como si
nunca h ubiera estado enferm a.
C u m p lo pues con m uch ísim o gusto la p ro
mesa de p u b licar la gracia en el Boletín S alesiano
y m an dar decir una misa en acción de gracias.
18 de mayo de 1927.
M
anuel a
G
o n z á l ez.
S a r r i a (B a rñ a-Espa ñ a ). — E n con trán dose mi
padre gravem en te enferm o, con com plicaciones
en varios órganos im portan tes y cuando m ás
próxim o parecía un fatal desenlace, acudim os
con gran fervor a nuestra amantísima' M ad re,
M aría A uxiliadora, para que, si era la volu ntad
de D ios, le devolviera ¡a salud.
Y la V irgen de D on Bosco ha escuchado
nuestras h um ildes súplicas, pues después de una
dolencia ta n larga y penosa, m i padre está hoy
ya en franca convalecencia; y para com pletar m ás
la gracia, contra la opin ión de los m édicos que
decían seria forzoso operarle tan pronto como
estuviera algo fortalecido. D ios media n te, no
habrá necesidad de tal operación, pues todo su
organismo fun cion a norm almente.
^
I
'r
277
G racias m il damos por tan señalado favor a
nuestra bondadosísim a M ad re M aría A u x ilia
dora.
n a
P
r e r o s t í.
SiNALOA (M éjico). — S e hallaba un joven so
brin o mió atacado de una fuerte fiebre y desa
huciado de los m édicos. Persuadida de la grande
bondad de M aría A uxiliadora para con los que
la invocan con fe y confian za, me d irigí a esta
celestial M ad re pid iendo la salud del enfermo,
para consuelo tam bién de sus padres, gran de
m en te apenados por la reciente pérdida del hijo
mayor.
L a San tísim a V irgen se dignó oir m i petición
y el joven recobró la salud; por lo cual en señal
d e gratit ud enviamos una lim osna para las M i
sion es Saleslanas.
J u lio 1927.
L
au r a
G . V d a.
de
A
l c a l d e.
T e l é n (Pampa-A rgentina). — E ncon trán dose
una Señ ora amiga en estado m uy delipado, al
extrem o de que su esposo se vió en la necesidad
d e realizar una consulta de m édicos, quienes m a
nifestaron que el estado de la paciente era grave,
por un tu m or in terior que amenazaba fatales
consecuencias; le aconsejaron se trasladara con
la enferma a la C apital federal donde hallaría
todos los recursos necesarios, para el caso de
una in tervención qu irúrgica.
N egá n dose a ello la paciente, aconsejé a su
esposo hicieran una novena a M ar ía A uxiliadora
pidién dole la salu d, con la promesa de hacer
celebrar una misa y acercarse a los San tos S a
cram en tos él y ios suyos.
G ustoso accedió y se comen zó la novena con
todo fervor. A l tercer d ía, la enferma mejoró
notablem en te y en seguida se halló fuera de p e
ligro, gozando hoy de perfecta salu d. C u m plien do
la promesa, desearon se hiciera público el bene
ficio recibido.
M a yo 1297.
M
a r g a r it a
R.
de
G
a r m e n d Ía
.
( U ruguay ) .— L le n a de in mensa
alegría cu m plo mi promesa de hacer público mi
agradecim ien to a M aría A uxiliadora. U n prim o
mió debía ser sometido a una delicadísim a ope
ración que segú n los m édicos era de éxito m u y
dudoso.
L o encomendé a M aría A uxiliadora y debido
a la bondad de la V irgen , salió h ie n d e dos ope
raciones consecutivas y h oy se halla com pleta
mente curado.
(G racias por todo M ad re m ia!
24 julio 1927.
C . S . B.
V
il l a
C
o l ó n
uxh
B e j a r (España). — V elia M árque z , por haber
obtenido la curación de su madre, ya desah u
ciada a causa de una pulmonía doble.
J u n io 1927.
A
D a n fa m bién g r a c i a s a i War/a A
lia d o r a :
C a l i (Colom bia).— L a Priora y religiosas Agus
tinas del Conven to de la M erced , por haber
sanado de una congestión cerebral a una de sus
ed ucandas, después de rezar tres A vem arias a la
V irgen de D on Bosco. — M a ría J esús Bedoya y
envía una limosna.— M ercedes N a rvá e z de M uñoz
por la curación de un ú nico hijo ya desahuciado
del m édico. — Francisco A . V argas por la salud
de su esposa y otros varios favores recibidos y
envía una lim osna. — A n a M . L . de Domínguez,
Aureliano C asas C uevas, Ruperto V ictoria, M i
guel Escobar, Tomás Pére z Rengifo, S usona López,
Dolores C h arria, C armen F ranco de Prado, y
envían una lim osna para la O bra salesiana.
E l C a r m e n (C o lo m b ia).— M iguel V .C a icedo
V ergara por especial favor recibido, y envía una
limosna.
L i b e r t a d ( U rugu ay). — Concepción R . de
G uerra y envía una limosna para su culto. — R a
mona P . de Rodríguez manda celebrar una misa
por gracia recibida.
M o n t e v i d e o ( U rugu ay). — E lvir a C . de Len a,
por la completa curación de su ahijada y envía
una lim osna. — Bern a rda V illa r de Vega y envía
una lim osna. — C . H ennesey J u lien por haber
salido ileso de una terrible explosió n de pólvora,
-r- A ngelita Péndola de Beret ta, por haber c u
rado de una grave enfermedad que la tenía su
mamente postrada. — J u a n M . A rdoino, por un
señalado favor y envía una limosna. — Elisa
P . de Nosei, por gracia obtenida del V b lc, D on
Bosco. — O linda Nosei por gracia obtenida y
envía una lim osna. — M a r ía Muhges de Arocena
y manda celebrar una misa.
M o n t e r r e y ( M éjico). — M iguel C irilo J r . y
envía una limosna.
N ic a r a g u a.
recibida.
—
J u a n it a Flores, por gracia
P a t a g o n e s ( A rg.). — T ercilia J . de T ao, por
haber obtenido la salud de una sobrin ita y en
vía una limosna.
P020BL A N C O (Españ a). — Por h aber sacado
bien de una pulmonía a m i hijo A n ton io F élix.
P u e b l o C . A l d a o ( A rgen tin a). — Inocencia
G . de V iílaseca por varios favores obtenidos de
M aría A uxiliadora y envía una lim osna.
R o s a r i o ( A rgen tin a). — Pedro N oro, por h aber
obtenido u n b uen éxito en un difícil negocio.
R u b í (Españ a). — L . C . de P . por haber obte
nido la salud de una persona m uy querida. —
278
F.. C . J e C . por varios favores recibidos y envía
una limosna para los h uerfan itos de D on S o
sco — R . F . Por la feliz solución de un asunto
diñcil.
S
a l t o
recibidos.
( U r u g u a y ).— M . J . S ilv a , por favores
S a r a n d i d e l Y i ( U rugu ay). — U na devota,
por haber obtenido la curación de su m adre. —
M . R ., por haber obtenido la salud de mi a n
ciana abuela.
Por iníercesión
del Vble. Juan Bosco.
A l h a b la r de D . B osc o , co m o d e los d e m ás Sie rvos de
D ios, n os i m p o r t a h acer c o n st a r q u e no q u e re m os en
m a n era a lgu n a c o n t rav e n ir a las d isp osic io n es pontifÍB
d a s , ni a t r i b u ir a n i n gú n h ec h o u n a a u to r id a d su p e r io r
a la q u e m erece u n si m p le t est im o n io h u m a n o, n i prea
v e n i r el l u i d o de la Iglesia, de la c u a l, a e je m p lo d e
D o n B osc o . nos glo ria m os d e ser o b e d ie n t isi m os h ijos.
A y a g u a l o ( E l Salvador). — D esde el p r i n
cipio dcl año tp zó, una tos fuerte y pertin az ator
mentaba a m i querida m adre, anciana de 8o
años. E n julio se agravó tanto que se tem ió por
su vid a. N o podía com er casi nada, el m édico la
encontraba m uy déb il de corazón y los remedios
no producían efecto. M e escribieron que si q u e
ría verla con vid a, me pusiera luego en viaje.
U n viaje desde A m erica C en tral a Italia no es
lo m ás fác il, sobre todo en pleno curso.
H erido en el alma por tan dolorosa noticia,
corrí a la Iglesia lloran do y puse mi esperanza
en D on Bosco, em pezándole una novena y p ro
metiendo publicar la gracia si obtenía la curación
de mi madre.
M ien tras tanto entre el tem or y la esperan za,
estaba esperando nuevas noticias. Llegaro n al
fin y m uy consoladoras; mi m amá estaba bien;
ya no tenía tos, había recobrado el apetito y las
fuerz as, pudiendo en un solo día hacer dos viajes
a la iglesia, cam inando m ás de un kilómetro y
en fatigosa su bida.
A hora me escriben que sigue bien, a pesar de
la dura estación in vern al. ¡ Q u é poderosa y eficaz
es la la in tercesión de D on Bosco; lleno de gra
titud procuraré ser hijo menos in digno de un
padre tan bueno y su plico se p u blique esta gracia.
Febrero 1927.
S
a l va d o r
G
amba
S. S.
G o d a y C r u z ( M en do z a- A rgen tin a)— L a niña
N e lly Julieta, de dos años y medio de edad en
ferm ó de escarlatina el 28 de ju lio de 1926.
D esde el prim er momento la enferm edad se
presentó gravísim a; fiebre m u y alta, irritación de
las am ígdalas e inflam ación de ganglios que se
temió degenerara en abeeso. Calm ada un tanto
la fiebre le atacó el reum atismo, in flam án dosele
las articulaciones de las piernas y brazos, con
agudísim os dolores.
E l 11 de agosto, sin desaparecer del todo el
reum atismo, se le presentó una disentería con he
m orragia, en la que se desangraba por momentos.
Los m édicos de cabecera se reunieron en con
sulta con el especialista de niños m ás afamado
de M en do za. T o m aro n m edidas enérgicas para
cortar la h em orragia, pero ésta persistía agotando
a la nena en tal form a que a cada instante se
tem ía por su vid a.
D uran te la enferm edad, como d esde el p rin
cipio fu é grave, se hicieron varias novenas de
misas a distin tos santos y la enferm ita llevaba
estam pas y reliq uias de todos ellos. Pero el día
pasó una noche m u y m ala, q u ejá n dose a
cada instante de fuertes dolores en los in testinos
y, viendo cercano su fin, pues la hem orragia no
cedía, se llamó a u n Padre salesiano para que
le diese la bendición y se decid ió no pedir más
que a D on Bosco la salud de la niña.
L a tarde del l y los doctores en consulta la
encon traron m u y m al, tanto que llam aron al
padre y le d ijeron que ellos habían hecho cuanto
la ciencia aconsejaba, pero que si querían lla m ar
a algún otro m édico lo h icieran, pues ellos con
sideraban el caso perdido.
A n te esta declaración se redoblaron las p e ti
ciones y prom esas a D on Bosco. C u an do m archó
el último doctor serían las ocho de la noche y a
las once empezó la enferm ita a descansar con
bastante tra n qu ilidad; la noche del 15 al 16 la
pasó relativam en te bien, pasó un día m u y tra n
quilo y se declaró una franca m ejoría. H oy se e n
cuen tra com pletam en te sana y sus padres agra
decidos a D o n Bosco desean se p u b liq u e esta
gracia.
J u n io 1927.
Ba
l bin a y
F
r a n c is c o
G
a r g iu l o
.
M a d r i d (Españ a). — H abién dom e salido un
bultito en un brazo, hará ocho o n ueve años,
em pezó a crecer y los m édicos me d ijeron que
no tenía im portancia. Pero en el mes de octubre
del pasado año se m e puso del tam año y form a
de u n lim ón y duro como una piedra, de su er
te que los m édicos ' ju zgaron q u e tenía que
operarse.
E n este apuro, m e p use en el brazo una reli
quia de D on Bosco y le em pecé una novena.
E l último día de la novena, por la m añana, se
abrió el bulto por si solo, em pezando a su p u rar
y en pocos días quedó el brazo com pletam en te
curado.
N o sé como dar gracias a D o n Bosco por ta n
279
señalado favor. A gradecida envió loo pesetas
para su causa de Beatificación, y z y , para M aría
A uxiliadora, a la que debo tantos favores.
junio de 1927.
G e r t r u d is C a r b o n e r o
y
S o l.
P a y s a n d ú ( U rugu ay). — E n m uchas circu ns
tancias he recurrido a la protección del V b le.
luán Bosco y nunca fui desoída. E n el año
1924, después de una grippe q u ed é con unos d o
lores tan fuertes en la cabeza y en los oídos que
obtenido la curación de su padre, de un cáncer
q u e sufría.
C a l i (Colom bia). — U na cooperadora salesiana da gracias al V b le. D on Bosco por haber
alcan zado una deseada colocación para su hija.
GuADALAjARA ( M ejico). — / . L . C . agradece
a D on Bosco la curación de su mamá.
M é j i c o . — Dolores S olorz ano de Rebollar, da
gracias por haber sanado de una grave enferm e
dad median te la aplicación de una reliquia de
Magdalena del M ar (Perú). - EJ Presidenie de la Rapúblíca pronnneiando su dÍBcnrso en la ceremonia
de la colocación de la Primera Piedra del Saníuarío al Sagdo. Corazón de Jesús.
todos los sín to m as den u nciaban una próxim a
m astoiditis.
C oloq u é entonces una reliquia del V b le. sobre
la parte enferm a y casi instantáneamente desa
parecieron los dolores y la sordera, como ta m
bién una afección que m e había quedado en los
bronquios.
O tras gracias he obtenido del V b le. Juan Bo
sco aplicán dom e una reliquia y haciendo una
N oven a en su honor.
A b ril de 1927.
D on Bosco y por la curación de su hijo en ferm o
de fiebre tifoidea. — C armen Re z a , envía una
limosna para la beatificación del V b le. Juan B o
sco, por h aber conseguido la salu d de una h er
mana. — B e a t ri z C astañeda, da gracias a D on
Bosco p o r haberla lib rad o de una operació n al
oido. — S o fi a G u ya rd, da gracias a D on Bosco
por el arreglo de un asunto m u y delicado.
S a n J u a n (A rgen tin a). — René J . de Ke U er
agradece a D on Bosco el haber salido bien de
una terrib le situación económ ica.
So r J o se f i n a L o f f r e d o ,
H . de M . A .
B u e n o s A i r e s (.Argentina). — M . G a J a t i, da
gracias por u n señalado favo r obten ido por intrecesión d e D on Bosco.
C a l d a s d e M o n t b u y (Españ a). — M a r í a C a rbó M un tada da gra d as a D on Bosco p o r haber
A I
L as oraciones breves o jaculatorias son
un remedio eficacísimo contra las tentacio
nes que pueden asaltarnos en el transcurso
del día y durante la noche.
Don
Bo s c o .
M A G D A L E N A D E L M A R {Lim a-Perú). —
S a n íu a r ío E x p i a ío r ío o í S a g r a d o C o r a z ó n de
J e s ú s . — Solem ne y grandiosa bajo todo aspecto
resultó el dom ingo, y de ju n io, la ceremonia
de la ben dición y colocación de la prim era piedra
del San tuario al Sagrado Corazón de Jesús, que
los Salesianos, con la cooperación de todos los
buenos, se proponen levan tar en M agdalen a del
M ar, junto al Instituto « Pablo A l b e r a ».
F ueron padrin os el S r . D . Augusto B . L eguía, Presidente de la Repú blica y la Sra. Rosa
D evoto de Leguia.
O fició el lim o, y Rvd m o. S r . A rzobispo M o ns.
L isso n , A sistieron en tre otras personalidaes el
D r. F abio Lo z ano, M in istro de C olom bia, el
D r. H aronea, M in istro de C u ba, D r. Pedro O liveira, M in istro de culto, el A lcade de M agd a
lena del M a r con los m ie m bros dcl M u n icipio,
el D irector G e n eral de E nseñan za, los m ie m
bros de la C o m isión pro T e m p lo, los Exalum nos
de D on Bosco, los Colegios Salesianos de Lim a,
in ternos y externos, el colegio D on Bosco del
CúUao, el Instituto Pablo A lbera de M agdalena,
y los varios colegios y escuelas particulares y
oficiales.
D espués de una misa de campaña, duran te la
cual ejecutaron piadosos cantos la Escolan ía SaIcsiana y todo el coro de los niños con acom pa
ñamiento de ban da, se procedió a la bendición
y colocación de la Primera Piedra de la futura
iglesia.
T erm in ada le ceremonia el S r . A lcade de
M agdalena dcl M ar, S r. C esar Bcrnales, p ro
nunció un elocuente discurso haciendo resal
tar el alto significado de aquella ceremonia y dcl
T e m plo que iba a levan tarse en aquella barriada.
H izo luego uso
de la palabra el S r.
Inspector de los S a
lesia n os P. Pedemonte, quien dijo
entre otras c osas:
í Se ñ or Presiden te:
So b re la piedra
que acabáis de co
locar en estos c i
m ien tos, ha de su r
gir el monumento
que la piedad de
todo el Perú va a
consagrar al C o ra
zón Sacratísim o dcl
m ás gran de y m ás
sincero amigo del pueblo qua jam ás hayan saluda
do los siglos: el D ivino Reden tor. La tu rba que os
rodea, la niñez que os aplaude ebria de en tusias
m o, os sonríen y os aplauden en nom bre de la
República en tera, porq u e todo el Perú acepta
las tradiciones cristianas que amaron sus héroes
y que sus ascen dientes siem pre defen dieron.
A este lugar de expiación y de penitencia acu
dirán peregrin os de L i m a y de las ciudades del
Perú a rogar por la Patria y a re m em orar las v i r
tudes cristianas de los antepasados que hicieron
gloriosa la H istoria N acional.
Es m ás: la O bra que va a desenvolverse aq u í
con el concurso de toda la N ación , con el óbolo
de la viu d a, con el sacrificio del niño, con la o fre n
da del obrero, con la dád iva del acaudalado y
con el concurso p revisor de vuestro G ob iern o,
es obra esencialmen te nacional por sus alcances,
porq u e ella preparará los am igos y maestros
que han de acu d ir generosamente a las lejanas
capitales d e los departam en tos y de las p rovin
cias, para dar la mano a los hijos del obrero que
pu lularán en los O ratorios F estivos y poblarán las
Escuelas V ocacionales, cuya difusión es un a n
helo vuestro.
Este Instituto ' Pablo A lbera ’ y la Escuela
de A rtes y O ficios de Breña m iran m ás allá aún.
A uscultan con ansiedad el m ás pavoroso de los
problem as nacionales, cl de la redención del
indio, y se disponen a secu n dar los planes de los
gobiernos q u e, como el vuestro, se desvelan por
cl hijo de la C ord illera, para elevarlo sin m ás
dilaciones, a la noble condición de ciudadano
cristiano, ilustrado y consciente de sus deberes,
a la par que defensor de sus derechos.
Es por eso que nos acompaña la ben dición dcl
San to Padre. Por
eso, señor, os acla
ma este pueblo, por
eso os vitorea esta
t u r b a i n fa n t i l en
medio de la cual os
sen tís fe li z , como
quien lee en sus
sem blantes la p ág i
na gloriosa que esta
niñ ez escrib irá en
los anales de la Pa
t ria, que abre a las
activid ades de sus
h ijos ta n m agníficos
horizontes. Por eso
la h u m ilde O bra
Pro3wcto del nuevo Templo.
Salesia n a, con sus
28 i
siete m i! oratorianos y educandos, os saluda a
la cabeza de sus am igos y cooperadores, y os
agradece cuanto h acéis para que se realicen en
el Perú los ideales de D on Bosco.....
Señora M ad rin a: Asocián doos gen tilm en te a
n uestro regocijo y a nuestra obra os captáis la
gratit ud de todos. E n vos saludamos a la D am a
peruana cuya tradicional bondad se inclina so
lícita a en jugar las lágrim as del desheredado y
cuyo corazón generoso se abre a los clamores
del pobre y se con m ueve sobre las t urbas de
presen te. T o d os os contem plan y adm iran sin
tiendo en sus juven iles pechos esa emoción in
descrip tible que despierta lo grande, lo sublim e;
porque sublim e y grande es la escena que ante
nuestros ojos se desarrolla en estos instantes;
el ambiente suave y apacib le, el rítm ico ru m or
del m ar; el sim bólico altar con su augusta cere
monia; las tiernas m elodías; vuestra gentil p re
sencia; el alborozo de alegres corazones; las m ú
sicas marciales: todo, todo hace brotar de nuestros
sonrien tes labios la dulce nota de intensa gratitud
por la noble y autori zada aprobación que os h a
béis dignado dar a este acto religioso-social.
Sen tim os nacer en nestros generosos corazones
el propósito de correspon der a la educación salesiana que recibim os, para se n 'ir a D ios y a la
Patria,
D e la sombra de este San tuario N acion al al S a
grado C orazón de Jesús; de este lugar vocacional
los ahora niños, mañana sacerdotes y obreros,
llevaremos por todos los rincones de la Repú blica
lu z, ciencia y progreso, al niño, al m en estral,
al in dio rudo.
G ra tit u d y prom esas que obsequiosos deposi
tamos a vuestros pies en este solem ne día d e
em ociones y esperan zas.
H e dicho.
D iscurso del Presidente.
A l term in ar de hablar el niño L ira, el señor
Presiden te de la Rep ú blica, dijo:
S eñores:
Perú. Plano del Santuario Nacional al Sagdo Corazón.
niños que reclaman el pan de la instrucción y
de la educación cristian a.....
E l C orazón que derramó sus bondades sobre
la H u m anidad proteja a este hospitalario suelo;
a cada uno de sus generosos h ijos, y al supremo
y dem ocrático M an datario que, con mano firme
y elevación de m iras, trabaja eficaz mente por la
grandeza y felicidad de la Patria ’ .
T erm in ado el an terior discurso, el niño M an u el
L ira, alu m no del Instituto Pablo A lbera *, puso
en manos del señor Legu ía un badilejo de plata
como recuerdo de la fiesta y dijo:
< Perm itid, señores, que la d é b il, pero sincera
voz del n iño, se deje oír en este solem ne him no
que m i amada Patria eleva hoy al cielo en la p ri
mera estrofa de la Piedra F u n dam en tal del gran
dioso T e m p lo , q u e va a ergu irse en este sitio
bendito ya por la mano del Pontífice.
H ablo en nom bre de m is com pañeros peruanos,
representados por esta inquieta m ultit ud aquí
N o sólo como M anda t ario de una N ación tra
dicionalmente católica, sino como hombre formado
en un hogar que dignificaron las más puras p r á c
ticas de nuestra religión, me complazco íntimamente
en poner la primera piedra del templo que la piedad
de los fieles consagra, en este simpático pueblo,
a l culto universal del S agrado Cora zón de J esús.
£1 templo es el alma de nuestras ciudades. En
é l se re z a a D ios en los días de tristeza y se le da
las gracias en los de l a gloria pa ra l a pa tria; en
é l se concentran los espíritus en sus horas de in fo r
tunio. y cotidianamente e l templo propicia las
plegarias de gratitud o de esperanz a que se elevan
del corazón humano.
H a c ia fa lt a , pues, a ! adelanto en que se encuentra
esta ciudad, la obra cuya construcción se inicia,
gracias a l laudable esfuerzo del comité encargado
de custodiar los óbolos que el sentimiento iristiano
hace llegar de todas partes. M i Gobierno, atento
a toda manifestación de progreso en cualquier punto
de l a República y que h a fomentado las impor
tantes obras que facilit an la comunicación de M ag“
dalena del M a r con la capital, prestará, en todo
momento, su apoyo a l a edificación del nuevo templo,
tanto más cuanto que en sus muros de granito,
como h a dicho el señor A lca lde, se grabarán los
282
nombres de h s héroes de ¡a Pa tria que se sacrifi
caron por verla libre, grande y gloriosa.
S eñor A lcalde; S eñor D irector del Instituto
« Pablo A lb e r a »: Os expreso mi reconocimiento
por el elogio caluroso que habéis hecho de los es
fuerzos que despliego en pro del resurgimiento n a
cional, y formulo mis votos más sinceros porque
la obra que hoy comienza, bajo los auspicios ge
nerosos del sentimiento público, llegue a su término
dentro del más breve plazo.
E l lii m n o N ocional, coreado con entusiomo
por todos los alu m nos, realzó aquel solem ne acto.
Ivlomentos después pasó el S r . Legu ía y su
com itiva al Instituto Salesiano anexo, en donde
desfilaron ante él cerca de m il alu m nos salesianos
con sus respectivos estandartes y bandas m ili
tares: hom enaje que agradeció el S r . Legu ia con
palabras de alto aprecio y com placencia.
D uran te la ceremonia se repartieron grabados
de la fachada y plano de la Iglesia que se va a
constru ir, proyecto del ingeniero F elipe G on z ález
del Riego. E l tem plo será de estilo romano, de una
nave central de 1 o metros de ancho y dos naves la
terales de 4 metros cada una. En el crucero estará
la C apilla Exp iatoria, para inscribirse en ella los
nombres de los héroes nacionales. F ren te a dicha
capilla, estará el ala destinada a los alu m nos del
institu to vocacional, in dependiente del cuerpo
prin cipal de la Iglesia. T o d a la construcción será
de cemento armado y ladrillo; y la torre que cons
tará de cuatro cuerpos, alcan zará una altura de
35 m etros. E l techo de la Iglesia será plano y
se constru irá de cemento armado con altos re
lieves.
B E L E N (Palestina). — V I I C o n g r eso 5 a/e*
lesio n o d e l S a g r a do C o r a z ó n d e J e s ú s . — S o
lem nísimos han resultado los cultos en honor
del Sagrado C orazón de Jesús, con motivo dcl
V i l Congreso Salesiano de esta devoción, cele
brado en el pasado ju nio en la ciudad que vió
nacer al Redentor dcl mundo.
E l día 5, fiesta de Pentecostés, fue reservado
especialmente a las com unidades religiosas fra n
cesas de la ciudad, que respondieron al llam a
miento con grande entusiasmo y piedad.
E l día 16 , fiesta dcl C orp us D om in i, f u e la
vez de las com unidades femeninas de la Parro
q u ia, que a su vez consagraron cultos solem n í
sim os al Sagrado Corazón.
E l dom ingo siguien te, día 19 , tocó a los Salcsianos de Belen, Cremisan, Beitgem al y J erusalén,
a los cuales se unieron los P . P . Franciscanos,
tratando uno de ellos dcl deber de la reparación
q u e in cu m be especialmente a las personas re li
giosas.
E l día z i , fiesta de Sa n L u is G on z aga se c e
lebró el Congreso interno de los salesianos, con
in tervención de los teólogos, filósofos, novicios y
niños m ayores, tratán dose los tem as propuestos
en el program a que publicam os en el pasado ju n io.
F in alm en te la clausura solem ne t u vo lugar el
día 25, fiesta del Sagrado C orazón con m isa de
C om u n ión G e n eral, M isa solem ne con asistencia
Pon tifical, una ora de adoració n pública predicada
y finalm en te la grandiosa procesión eucarística,
presidida por el Patriarca latino de Jerusalén y
acompañada por todas las C om u n idades religiosas
Belén. Iglesia Salesiana dedicada al Sagdo. Corazón.
Asociaciones católicas y una tu rba im ponente de
fieles, que duró dos horas seguidas, sin el menor
inciden te, a través de las calles de la sim pática
ciudad dcl N acim ien to.
B A R C E L O N A (F.spaña ) . — E j e r c i c io s esp ir iíu a lcs d e E x A lu m nos. — C o n gran de éxito han
celebrado este año los an tiguos alu m nos de Sarr ia
Barcelona y M a t aré los E jercicios espirit uales
(así, sin disfrazarlos, por respetos hum anos,
con el vago nom bre de C onferencias apologcticosocialcs). L a com unión general y conclusión de
los mismos se hizo en las Escuelas Salesia nas de
Sa r r iá , casa solariega de los Salesianos de España,
en form a n ueva y con m ovedora, debido al celo
organiz ador dcl D irec tor de la C asa, P. V iñ as.
E n el presbiterio estaban colocados los estan
dartes de las Asociaciones de Sarriá y Barcelona.
L a San ta M isa, en la que ofició el P. M ar tín ,
f u é ayudada por los señores D u ra n y Fran colí,
que en su niñez la ayudaron al venerable don
Bosco, y asistieron como ccroferarios algunos de
283
los socios m ás jóvenes de las casas de Sarr ia,
Barcelona y M at aré. D espués del rezo del San to
Rosario y can tos eucarísticos por los asistentes,
les fu e repartida la Sagrad a C om u n ión por los
dos predicadores de los ejercicios, los PP. A l
cán tara y M ar t í n , encargándose de d irigir la
acción de gracias y consagración a M aría A u
xiliadora el señor D irector, R . P. V iñ as.
D espu és siguió un acto em ocionan te de f r a
ternidad.
L os A A . A A ., rodeando sus estandartes, f u e
ron a salu dar a los alu m nos de la casa Ins
pectoría! los cuales los recibieron con su banda
de m úsica. U n artesano, alu m no de carpin tería,
señor Bailarín, les dió la bienven ida en un d is
curso lleno de afecto y de en tusia m o, subrayados
por los aplausos de los fu tu ros an tiguos alu m nos.
D e contestarle se encargó el secretario de la
Region al, don José M a r ía Pérez G ó m e z , el cual
con las palabras, con el corazón, con las lágrim as
hizo ver a los m uchachos lo que son los antiguos
alu m nos y , cual u n niño que disputa con otro,
les d ijo... que no sólo a ellos cobijaban los S u
periores sino que a nosotros ta m b ié n ... t.
E l P. V iñ as dijo que estaba con ten to, que
había visto llorar a m uchos y ... que esto era lo
qua m ás le había gustado del acto aquel.
U na vez tomado un suculen to desayu no con
que fueron obsequiados por el que ha sido el
alma de los ejercicios de este año, en el que se
dió rienda suelta al buen h u m or y se leyeron
adhesiones y saludos, pasaron a la habitación de
don Bosco, hoy capilla, y a llí, saturados del re
cuerdo del A póstol, con tem plando el sitio donde
parece ser t uvo la visión sobre la M isio n es, con
emoción in tensa, recib ieron del señor D irector
la Bendición con el San to C rucifijo.
B O G O T Á (Colombia). — E n e l C o n g r eso d e
la R e p ú b l i c a .— L os Salesian os de C olom bia han
em pren dido la construcción de un grandioso
San tuario N acion al a la Patrona de la N ación ,
la V irgen del C arm en y para ello, adem ás de
hacer un llamam iento a la caridad de todos los
colom bia nos, han solicitado el apoyo del G o
bierno. L a discusión de su petición dió lugar en
el C ongreso a un breve debate, en el cual hi m bres
de todos los partidos, aún los m ás extremos,
m anifestaron sus sim patías por la obra salesiana.
H e aquí algu na de las voces que aüi se oyeron:
F orm u ló e inició el proyecto el D r. Luis Ign a
cio A ndrade, con el tino y en tusiasmo que acos
tu m bra.
Palabras del D r. L u is Z e a U ribe: * L ós ¿alesianos merecen ser apoyados porque se sacri
fican por los leprosos en los lazaretos de C olom bia;
porque se consagran a form ar los obreros del
país y finalm en te porque se abstienen de la po
lítica ».
D on J o rge Holguiir. « Presen to a la com unidad
i i
selesiana m is entusiastas parabie nes por tan gran
dioso proyecto, que es de todas m is sim patías,
a cuya realización debemos propen der todos los
colom bianos ».
E l D r. Demetrio G a rc ía V á zque z, asi se ex p re
saba después del segundo debate: « C onste que
ningún socialista, ningún radical, ningú n libre
pensador, se opuso al proyecto de los salesianos:
fue una opin ión favorable y u nán im e por parte
de n oso tros».
E l D r. C arlos ¡io lga in Lloredo: « M e será m uy
grato y satisfactorio con tribuir en cuanto de mí
Colomlxa. - Proyecto d d Santuario Nacional
a la Virgen dd Carmen.
depen da, a la concesión del auxilio para la her
mosa obra del San tu ario n acio n al».
E l D r. J osé H ila rio C uéllar: • A los salesianos
no les echamos bolas n egras*.
E l D r. J o rge J u a n O rozco: '' Represen tan te por
A n tíoquia, no o m itiré medio alguno para que
el C ongreso lleve a feliz tér m in o el proyecto,
a fin de perpetu ar no sólo la memoria de nuestra
Rein a y M ad re sino la labor m eritoriay trascen
den tal de los H ijos del venerable D on Bosco,
a quienes D ios re m u nere con usura su obra in
teligen te y sabia «.
284
El D r. J orge Z aw adsky: « C o n los salesianos
hacemos una exc e p c ió n ».
E l D r. M a teo M edin a C amocho: « En mi
calidad de católico cu m p liré con el deber de
apoyar, hasta donde m e lo perm itan m i con d i
ción e in fluen cias, tan elevado propósito.»
E l D r. Alberto S ic a rd tomó un em peño tan
caballeroso como decid ido para d a rfe li z term in o
al fin al proyecto.
Los D res. Francisco Pére z , S otero Penuela,
J u a n C . M a r tín e z y el G ra l. Pompüio Gutiérrez
tomaron el asunto como propio.
E l D r. Victor U rueta: « Con m ucho gusto apoyo
el proyecto en c u est ió n ».
D el mismo parecer fueron los D res. siguientes
(quienes ofrecieron al menos su voto afirmativo)
A rmando S olano, C arlos U ribe E cheverri, A n
tonio J osé M ontoya, Pedro J u a n N ava rro y los
dem ás.
L os de la com isión D res. T ulio Posada, A n ibal B a de l, E fr a ín Llórente y Fernando Pin zón,
estuvieron m u y de acuerdo y rindieron un in for
m e en teramen te favorable con una rapidez digna
de encomio.
E l D r. A lejandro C aba l Pombo, como Presi
dente de la C ám ara, logró vencer los obstáculos
c in terrupciones continuas hasta lograr que se
diera el decisivo segundo debate.
M ario Ibero ( D r. Fií/e/ T'o/res): L os salesianos
saben hacer las cosas. N o sólo firmo la presen
tación del proyecto sino que lo sost e n go».
L os D res. N icasio A n zola y Luis C arlos Ir a gorri se interesaron vivam en te por el proyecto;
y lo m ismo otros m uchos cuyos cristianos y
elevados sentim ientos hacían presuponer una op i
nión favorable, y en especial el distinguido parla
mentarlo D r. Próspero M árque z , que habló con
el entusiasmo y maestría que eran de esperarse.
E l G ra l. Leandro Cuberos N iño: « A precio el
espírit u altruista de esa Sociedad, fun dada por
D on Bosco*.
SE N A D O DE LA REP U BLI C A
E l D r. C amilo M uñoz Obando: * T o m o la
palabra para dejar constancia públicam en te de
mi voto afirm ativo a este proyecto, porque bien
inform ado he llegado a la conclusión de que esta
es una C om u n idad altamente benéfica para el
p a ís.»
E l D r. A rturo O jeda: * Y o tam bién me adhiero
a la moniicstación de! D r. M u ñ o z O ban do».
T a m b ié n el Boletín S alesiano d ice un gracias
a ta n benévolos Señ ores y pide a M aría A u x ilia
dora y a D on Bosco recom pensen el cariño que
profesan a la O bra Salcsian a.
C O N C E P C I Ó N (P a ragu a y).— E l O r a t o rio
F e s t ivo . — Es verdaderam en te consolador el f l o
reciente estado de esta Institución predilecta
de D on Bosco. La concurrencia in fan til como
nunca: 950 billetes de rifa gratu itos son insu
ficientes para en u m erarlos, pasando de yoo ios
oratorianos de la tarde. M u c h os bien hechores
proveen con tin uam en te los objetos para prem ios
de los niños.
D iariam en te se preparaban 170 n iños para la
primera comunión, que se efectuó en la octava
de la fiesta de la V irgen , el día de Pen tecostés.
L a Compañia de S a n Luis, tie ne una celosa
C om isión D irectiva de los mayorcitos del O ra
torio. C uen ta con 60 socios activos y 80 asp i
rantes. E l Pequeño Clero tiene ta m bién su C o m i
sión D irectiva y actúa con grande en tusiasmo
Presta valiosos servicios a la obra oratoriana
y co n tribuye con su en tusiasmo y trabajos p er
sonales una abnegada Comisión de señoritas, que
tienen a su cargo la Asociación de caridad pro O r a
torio Festivo. A ctualm en te están organiz ando una
K er m esse y rifa a beneficio del O ratorio.
L a A sociació n J uven t ud M isionera se va fo r
mando en tre los O ratorianos. F in alm en te este
año se ha nom brado una Comisión pro fiesta p a
tronal de M ar ía A uxiliadora, com puesta de un
buen número de caballeros que trabajaron con
gran de en tusiasmo y éxito.
Sirv a esta activid ad de ejem plo y de estím ulo
para que en todas partes se dé a esta O bra la
im portancia que tiene en el concepto de D on BoC O M A Y A G Ú E L A { H onduras). — N os es
criben dal C olegio Sa n M igu el;
« Prorru m pe con en tusiasmo de nuestros co
razones le expresió n de la gratit ud para con D ios
y con M aría A uxiliadora por haber logrado al
fin ver coronados nuestros esfuerzos para dar
estabilidad al C olegio «S a n M igu e l».
D esde el año de 1 9 1 1 , que los salesianos abrie
ron esta casa por las instancias del llorado C a r
denal C agliero, que distinguía esta república
con un particu lar cariñ o, hasta el presen te, fu é
una continua lucha para ad q u irir una propiedad;
hasta que el día 14 del m es de M a y o , se firm ó
la escritura de la propiedad del solar contiguo
a la casa, donde reside actualmente c! colegio.
E l terreno adqu irido es el que m ás nos con
venía: tiene casi una hectárea de extensió n; está
situado en tre las dos ciudades, de T cgu cigalpa y
C om ayagüela, en un lugar alto, siem pre oreado
por las brisas que vienen de la cañada del rio
C holu teca, que corre al norte; fren te a la plaza
C olón y contiguo tanto a la casa ocupada en la
actualidad, como a los vastos cam pos de deportes,
donde pueden entretenerse 500 alu m nos y go
zando de un panorama espléndido.
Sea n rendidas infinitas gracias a la V irgen de
D on Bosco por un favor ta n señalado, obtenido
en el m es a E lla dedicado.
Y como augurio de tie m pos m ejores para el
colegio, quiso D ios que el día siguien te vin iera
a celebrar la M isa de C om u n ión el Exe m o. I n
tern u ncio, D r. don José F iet ta, en visita por estas
repúblicas y que recibieran de su mano la C o-
—
2S 5
m u nlón Pascual unos 50 exalu m nos, con quienes
se en tretuvo d esp u és del café en fa m iliar conver
sación. E l excelen tísim o señor nos dió la en hora
buena y su ben dición para que pron to se levante
el edificio, que debe dar cabida a la multitu d
de alu m nos in ternos y externos, que cobija el
C olegio * Sa n M ig u e l», que debe cooperar efi
caz men te a la reconstrucción de la nueva patria
form ando las nuevas generaciones con los p ri n
cipios de la educación cristiana.
A gradecem os vivam en te este valioso testi
m on io, que tanto honra a nuestros hermanos de
aquella florecien te Rep ú blica, los cuales, com
pletando cada vez m ás el vasto plan que se han
propuesto, han in augurado en el pasado mayo
una Escuela T ip ográfic a, que han querido se
llamara « A u x ilia do r a».
S A N T I A G O D E C U B A .— P r o g r e so s rfe ¡a
O b r a S e le s i á n a . — D ebido a la generosidad de
ComayagQela (Honduras). - El Iníemancio Mons. Fieiía. rodeado de ios Ex-alumnos.
S A N J O S É ( C os/ q R ic a ).— T esU monio e/oc u e n íe . — E n una discusión sostenida en el C o n
greso de la N ación sobre la escasez del p resu
puesto de Educación Pú blica, uno de los d ip u
tados se quejaba de las subvenciones dadas a la
enseñan za privad a, que dism in uían el p resu
puesto en favor de la oficial y entre otras cosas de
c í a :« S e crearon muchas becas para e l Colegio de los
S alesianos de C ariago. ¿N o fué ése un error? Vo,
por ¡o menos, lo considero así > a lo que el M in istro
del ramo contestó: « £ / Colegio de los S alesianos
presta buenos e importantes servicios; a fa l t a de escuela oficia l de A rfes y O ficios, a l l í se forma el
tipo idea l del Obrero. Y o , con todo y mis ideas
antirreligiosas, no me a trevería a cercenar las becas
concedidas a ese Colegio. ¿Por ^ué? Porque este
Centro está prestando a l pa ís útilísimos servicios
sociales. Yo conozco aquel Centro; a llá he ido,
no guiado por e l espíritu de curiosidad sino por
e l de l estudio y de l a observación y he salido com
placido. M anifiesto que recibo constantes solici
tudes de jóvenes que pretenden becas p a r a aquel
establecimiento y me embarga gran pesar cuando no
puedo favorecer a tanto joven que desea ser útil
a sus padres y a la S ociedad en que vive *.
D on V icen te K i n d elá n , residen te en M ad rid , pero
que conserva gran de cariño a la ciu d ad de Sa n
tiago donde vió la luz prim era, se ha podido
llevar a feliz tér m in o un nuevo c u erpo de edi
ficio de las Proyectadas Escuelas Profesionales,
en las cuales el B arrio de Pu n ta Blanca tendrá
m uy en breve un cen tro cu ltural, destinado a
la ed ucación de la clase obrera, si a la obra ge
nerosa de D on V icen te K í n d e lá n , se u ne la
de tan tas personas a quienes el Se ñ o r ha con
cedido grandes bienes d e fortu n a, para que
los em pleen en beneficio de los pobres y ne
cesitados.
C o m o acto d e Propagan da y de obsequio a la
especial protectora de las O bras Salesian as M aría
A uxiliadora, se celebró el día 22 del pasado
mayo una solem nísim a velada a la que acudió
distinguido y n u m eroso p ú b lico y de la cual
decía el d iario local L a Independencia: « Repitan
los ben em éritos Padres Salesia n os, consumados
m aestros en la educación de la n iñ ez, estos e n
tretenim ien tos que tanto moralizan al pueblo
y reciban por ello m il en horabuenas y felicita
ciones >.
286
AL VUELO
W i
B A H I A B L A N C A (A rgentina). — EJ dom ingo
día 24 del pasado abril se celebró en la nueva
C apilla anexa a l Colegio de las H ijas de M a r í a
A uxiliadora, la prim era m isa, con gran sole m n i
dad y concurso. Resulta un tem plo digno de la
celestial Señ ora. E n un artístico altar de m ármol
sonrie bondadosam en te la venerada eñgie, obra
de gran m érito artístico de la Escuela Profesional
de Escu ltura del C olegio Salesia n o Pió I X , de
Buenos A ires.
B U E N O S A I R E S (A rgentina). E n cl C olegio
Salesiano de la calle D orrego, por p lausible in i
ciativa de los Exalu m nos, se celebró un Congreso
a l S agrado Cora zón de J esús, como adhesión al
V I I C ongreso Salesia n o, tenido en Belén el p a
sado Ju n io. L a sesión de clausura se llevó a cabo
con gran solem n id ad el día 19 de ju n io.
Idem. — E l día 15 de ju n io, un grupo de 40
jovencitos de las Escuelas Profesionales se con
sagraron a Jesús Sacram en tado para dedicarse
con promesa pública a la veneración y adoración
de Jesús Sacram en tado y para desagraviarle por
los olvidos, ingratit udes y m aldades de los
hom bres.
Idem. — L os exalu m nos del C olegio de la Boca
inauguraron en el pasado m ayo un curso de Con
ferencias sociales, disertan do el S r . M arcos A .
M orín igo sobre « F or m ac ió n de la F am ilia».
Para la segunda y tercera se señalaron los tem as
« E l origen del Estado * y « L a propiedad ».
C O M O D O R O R I V A D A V I A (A rgen tina).—
En estos im portan tes yacim ien tos de petróleo
se está term in ando la construcción de un nuevo
Templo, dedicado a S . L u d a por haberse d es
cubierto la nafta en el día a ella dedicado. C o n
tiguo al nuevo T e m p lo, segu irán las obras para
la construcción de un im portan te Colegio S a le
siano. La D irección de los Yacim ien tos merece
especial alaban za, por cl in terés que se to m a en
p roveer a aquella zona de los medios necesarios
para la educación moral y para la asistencia re
ligiosa de sus moradores.
C Ó R D O B A (A rgen tin a). — E l sábado, día 4
del pasado ju n io, se ben dijo y al día siguien te
dom ingo, se in auguró solem nem en te, un nuevo
tem plo salesiano en cl barrio de Sa n V icen te,
em inentemente obrero y cuya población se ha
cuadru plicado en estos últim os años. A si te n drá
este barrio un tem plo para honrar a D ios, pero
necesita cuanto antes de otro tem plo de la virt u d
y del saber para form ar el corazón de los niños.
Con la cooperación de los buenos Cooperadores
será pronto una herm osa realidad un Colegio
gra n dioso capaz de centenares de niños.
C H I L E . — E l Exe m o. S r . N u n cio de S u Sa n
tidad en C h ile, M o ns. A loisi M asella, ha sido
elevado a ocu par la N u n ciatu ra de la San ta
Sed e en el Brasil. T o d a la Rep ú blica chilena,
que tanto apreciaba sus altas dotes de mente y
de corazón, se deshizo en hom enajes de ad m i
ración y de cariñ o. E n ellos flgurarbn de un modo
especial las organiz aciones juven iles, a cuya
prosperidad tanto ha con tribuido el bondadoso
Prelado y los Salesianos con sus alu m nos y ex
alu m nos fueron de los prim eros en testim on iar
al N u n cio que se desped ía, su cariño e in con d i
cional adhesión.
L A C O R U Ñ A (España). — Solem n ísim a ha
resultado la fiesta que el día 10 de ju lio celebraron
los E xalu m n os salesianos de esta ciudad con m o
tivo de la bendición de la nueva bandera, que f u é
apadrin ada por D on Pedro B arrié y su disti n
guida esposa. M isa de com u n ió n, misa cantada,
lu nc h, gran velada, fueron los nú m eros salien tes
de la fiesta.
M A D R I D (Espa ñ a). — M u estras de consola
dora actividad da constamente el Instituto Sa le
siano de Sa n Ju a n Bautista de C u atro C am inos.
D uran te el pasado ju n io celebraron con gran
en tusiasmo la fiesta de Sa n A n ton io, onom ástico
del S r . D irector, el C ertam en C atequístico que
resultó brillan tísim o, la fiesta de Sa n L u is G o n zaha, la Feria de fin de curso y la distribución
de prem ios.
M E N D O Z A (A rgentin a. — E n el salón d e
actos del C en tro de E xalu m n os de D on Bosco,
ante numerosa concurrencia, fueron pron unciadas
tres conferencias sociales los dias zó, 27 y 28 del
pasado m ayo sobre: « E l C ristia n ism o y la S o
ciedad >, < L a Iglesia y el O brero » « Jesucristo
en las conciencias >. E s consolador ver como en
todos los centros de nuestros exalu m nos se da
gran im portancia a esta clase de estudios.
P A T A G O N E S (A rgentina). — L os exalu m nos
.de D on Bosco de este florecien te C en tro de vid a
salcsiana inauguraron el día 12 del pasasdo m ayo
un hermoso salón de conferencias y sala d e reu-
287
niones. A sistieron n um erosos socios, m u y con ten
tos per hallarse en un local proprio y esplén d ido.
S A N T I A G O { Chile). — L os exalu m nos del
C en tro B la s C a ñ as piensan in iciar en breve lasclases de la U niversidad Popu lar, que sosten drán
los exalu m nos del C en tro. T a m b ié n han abierto
una O ficina jurídic a gratuita para obreros en la
cual prestarán sus servicios varios exalu m nos de
la carrera de Leyes.
Z am ora, San ta n d er, C astellón, A st u rias, León,
C uen ca y M u rc ia. Esperam os que tam bién
de fes N aciones de habla española em peza
rá n pronto a llegar las adhesiones, como p ro
poníamos en el Boletín Salesiano de )unio
último.
V A L E N C I A { V enez uela). — E l 8 del pasado
junio se cu m plieron 25 años de la ordenación
sacerdotal de los prim eros 5 salesianos de C olom -
Santia^o de Chile. - El S r. Noncio de S. S. Mona. Aloiu Masella, coa d clero qae lo acompañó
en el solemne Pontifical del día 24 de mayo.
T A R I B A { V enezuela). — L a Comp a ñia de
S a n L u is C on z aga del C olegio Salesian o, para
cerrar dignam en te el año cen tenario de Sa n L u is
organizó para ios últimos días de abril y
de
m ayo un solem ne trid u o, en honor del Sa n to Pa
trono de la Juven tu d y una V elada M ú sico- D ra
m ática, que se vieron coronados del m ás conso
lador y brillan te éxito.
T I B I D A B O {Barcelona - Espa ñ a). — S e va
com pletando la Corona de G loria que han de
form ar, alrededor del Sagrado C orazón, los es
cudos de todas las Provin cias Españolas y los
de las N acion es H ispanoam ericanas. E n España
han em pezado ta m b ién a con tribu ir a ello las
católicas y dignas dipu tacio nes de A lica n te, T a
rragona, C iu d ad Real, Baleares, B u rgos, H uesca,
bia y en tre ellos del conocido sociólogo y escritor
de cosas salesianas D on Rodolfo F ierro, que por
tantos años d irigió el Boletín S alesiano y cuyas
obras tanto han con tribuido a d ifu n d ir, en los
paises de lengua castellana, el conocim iento de
D on Bosco y de su sistema ed ucativo. { L a m ás
sin cera en horabuena!
V A L P A R A I S O { C h ile ). — L os exalu m nos del
C olegio Salesiano, tras no pequeños esfuerzos y
venciendo dificultades de todo género han llegado
a constituir un C entro, lleno d e vid a y en tusias
m o. T a n to para honrar la m emoria del que por
tan tos años fue celoso Inspector de C h ile, como
por el apoyo que les prestó para la consolidación
de su C en tro, han decicido dar a éste el nom bre
P e Don L u is N a i.
288
Rvdo. Sr. D. Jusfo Boíignoli 5. S.
C opiam os de E í O rden, diario del Paraguay:
< E n Ypacaraí, a los 58 años de edad, falleció
plácidam en te el presbítero salesiano D on Justo
Botignoli. M u y joven vino de su patria, Italia y
f u é de los m ás destacados profesores del C olegio
M o nseñ or Lasagna.
Consagró toda su robusta salud y esclarecido
talento al bien de la niñez y juven tud paraguaya.
D esplegó su incansable actividad trabajando
con celo adm irable en el C olegio M onseñor L a
sagna, en C oncepción, V ista A legre. H a poco
editó un com pleto diccionario en guaraní y una
gram ática razonada del m ismo idioma, que dedicó
a nuestro ilustre prelado monseñor Bogarín.
A quejado por una larga enferm edad, sus su
periores lo enviaron a Italia para ver si los aires
patrios hacían reaccionar su quebrantada salu d;
pero el bondadoso P. Justo, al darse cuenta de
que su enfermedad no tenía m ás remedio, quiso
vo lver a su querido Paraguay, donde fu é atendido
con extremado cariño por el cura Párroco p res
bítero J. Ríos y por la fam ilia M afRodo.
S u s últimos días los quiso pasar en la escuela
salcsiana de Ypacaraí y alli f u é trasladado con
esmero por sus hermanos salesianos que se t u r
naban ju n to a su lecho.
C o n la placidez del justo el bondadoso sacer
dote exhaló sus último susp iro. C aigan sobre
su tu m ba las flores del recuerdo y las oraciones
p ia d osas ».
Dña. Remigia S. de Herrén.
A la avan zada edad de lo z años, dejo de existir
esta an tigua C ooperadora de la O bra Salcsian a
en el U ruguay.
D otada de un espíritu netamente cristiano supo
infiltrar la fe y la piedad sólida en el alma de sus
descendientes, que fueron y siguen siendo su
m ás preciada corona.
U nidos ante el Se ñ o r con su fam ilia, y en
especial con su hijo D on A lfredo, elevam os al
C iclo nuestras O raciones para que D ios recom
pense abundantemen te el bien que la extinta
derramó a manos llenas.
Don Antonio Pizzorno,
F alleció en M on tevideo ( U rugu ay).
D e él podemos decir con toda verd ad; ha
m uerto un hom bre. Porque era el hom bre ideal
el hom bre carácter, el hom bre bueno, el hombre
de los hom bres, el hom bre de D ios.
Recié n casado se despedía de sus montañas
del G enovesado trayen do a estas playas los ricos
tesoros de su corazón, de su volu n d ad , de su
trabajo, de su honradez, de su sangre y de su fe.
Incansable en el trabajo, n u nca se tomó un
asueto. A ustero para consigo, fu é padre de m u
chos a quienes prodigó sus desvelos y su dinero
y por eso en él se verificó la promesa del E sp í
ritu San to; S u memoria será colmada de bendi
ciones. N o en vano le apodaron el Cónsul I t a
liano, pues m uchos com patriotas a él deben su
prim er apoyo como em igran tes.
E n tre los muchos por él socorridos, los artesanitos de D on Bosco ocuparon lugar preferen te
en su corazón.
T a n cariñoso f u é con los T alleres D on Bosco,
que se alegraba in tensamente al ver su b ir las
paredes del edificio y nunca escatimó esfuerzo
para cualquier in iciativa en su favor.
A l pedir a nuestros lectores una plegaria pror
su alm a, lo proponem os como modelo y tipo del
Cooperador S alesiano.
R ec o r d a d en v a esfr os su fr a g ios a :
B a r c e l o n a (Españ a). — Enriqueta Bordas y
Casfelló — S r . X i ró y J o r d á — Concepción V idal
Ribas y Torrents, Vda. J u ncadella — Francisca
B a la r t , Vda. B a ró;
B e n a v i d e z (Españ a). — Estanislao M artinez
Fernández-,
C a l i ( C o lo m b ia).—'M ercedes A yerbe de Borrero, S a r a F ern á nde z , M ercedes G irón, J u a n de
la C ru z Rojas, y E loísa Palacios Vda. D e Lópe z .
E l B l u f f ( N icaragua). — D ñ a . F rancisca A lvarado de Gu tiérre z.
L a b a t e c A (Colom bia). — S antos Velasco, N a tii ' idad J aimes.
L é r i d a (Españ a). — José P ifa rré Agelet.
M o n t e v i d e o ( U rugu ay). S r . D . J u a n Lladó,
fallecido a los 90 años. D irigió la O bra de los
talleres D on Bosco y era grande amigo de los
salesianos, que lo recordarán siem pre con gra t i
tud y ca ri ñ o .— D ñ a ; C ristin a F erná nde z de D ufréchou fallecida a la edad de 92 años. F u e m adre
del Pbro. Salesiano D . E duardo D ufrechou a
quien acom pañamos en el d uelo. — D r. Antonio
H ará n: F u e uno de los prim eros m édicos que
asistieron a los salesianos y a sus alu m nos siem pre
desin teresadam en te y aten dién dolos con gran
solicitud y cariñ o. C o n trib uía adem ás con su
óbolo m ensual de C ooperador al sostenim ien to
de los talleres D on Bosco. D ios le haya recom
pensado tanta carid ad.
Y a m UNDI (Colom bia). — D ña . J ust in a H e r
nández Vda. de M a fia .
C oa aprobaciáa d a la mmtoridmd eclesiáaflca.
C e r c ó le! D . D O . N V E N I C O G ^ R . N E R I .
Eslablceim ieofo T ip . d e l a So c ie d a d E d i to ra lo le ro a t ío a a l - T ari»
C o rso R e g ia s M a r g ie r ila . 174,