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Título
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BS_1927_02
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Descripción
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Boletín Salesiano. Febrero 1927
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Fecha de publicación
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1927.02
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extracted text
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Año XLII.
Número 2.
FEBRERO. 1927
B O LETÍN SA L ESI A N O
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
S U M A RI O : ¡Más Cooperadores! — Un modelo de caridad. — De nuestras Misiones: Chaco Paraguayo Rio Negro (Brasil): La Divina Providencia - Entre ios Jibaros del Ecuador - Assam (India): Don Bosco
protege a sus misioneros - Desde la lejana Australia. — Culto de Marta Auxiliadora: La Virgen de Don
Bosco (IX). - Gracias. — Por el mundo Salcsiano: Certamen catequístico de la Rep. Argentina. — Uruguay:
Ecos del Cincuentenario.— Turín: Mons. Ga-nba Cardenal - Una nueva Causa de BeatiPicación > El <rencia Buenos Aires - Caracas - San Julián - Trclew.— Al vuelo: Asunción - Bahía Blanca - Bogotá - Cartago Colombia - Comodoro - Concepción > Cuenca - Fortín Mercedes > Guay tquii - Ibagué - Iquique - Madrid - Masaya
- Mendoza - Puerto Deseado - Riobamba - Rosario - Sarriá - Sani.ago - Sevilla - Viedma. — Los que mueren.
¡ M á s C o o p e r a d o r es!
U na de las propuestas que con solicitud
verdaderamente paternal hace esté año nues
tro amadísimo Rector M ayor a los Coope
radores S aicsianos en la carta que anual
mente les dirige y que publicamos en el nú
mero de enero, es la de aumentar el número
de asociados a dicha Pia Unión de Coope
radores, para que se pueda multiplicar el
bien que ¡os Mijos del Vble. Don Bosco
promueven en el mundo entero, no sólo con
la educación de la juventud pobre y obrera
en los países civilizados y cristianos, sino
difundiendo la luz del Evangelio entre los
salvajes e infieles, que en tan gran número
yacen todavía en las tinieblas del error y
de la barbarie.
En el círculo de vuestras relaciones no_
os será difícil encontrar, oh amados coope
radores, personas bien dispuestas que si les
dais a conocer ¡a O bra S aiesiana y la ma
nera fácil con que se pueden hacer participes
del bien que lleva a cabo en el mundo, hacii'ndose ^cooperadores salesianos con ve r
dadero gusto dcrán su nombre a la P í a U nión. Si cada Cooperador o Cooperadora
lograra durante el presente año, encontrar
un nuevo asociado, varios 'centenares de
miles de personas vendrían a reforzar el
ejército aguerrido que combate bajo las
banderas de Don Bosco.
Y para que más eficazmente os animéis
a este fecundo apostolado, vamos a reanudar
la publicación del hermoso trabajo « E l
Cooperador S alesiano debe ser otro Don
' Bosco », cuyo último fragmento apareció
en setiembre último y cuya continuación
viene como de molde, pues trata de los
distintos modos de cooperación salesiano.
D istin tos modos d e
cooperar.
Llegados a este punto, es magnífico,
me diréis, es magnífico c! programa, el
campo de acción que D . Bosco nos se
ñala; pero ¿cómo podremos nosotros que.
vivimos en el mundo, absorbidos por los
negocios y por las múltiples exigencias
familiares y sociales, cómo podremos en
tregarnos al múltiple trabajo que nos im
pone el título de Cooperadores Salesianos?
N o tem áis: D . Bosco es quien se apre
sura a disipar vuestras justas aprensiones,
poniéndoos delante los varios modos de
cooperación, para que cada uno pueda esco
ger aquella parte, aquel género que mejor
se avenga con su posición social, con sus
ocupaciones y con sus medios.
« N o es necesario, decía el
de Junio
de 1880 a los Cooperadores y Coopera
doras de Borgo S . M artino, no es nece
34
sario practicar todas y cada una de las
obras de caridad registradas en el Regla
mento; ni tampoco se necesita actuar
alguna o varias de ellas en un determ i
nado tiempo; basta y es suficiente practicar
alguna cuando se presente la ocasión... ».
« Y ocasiones, agregaba, de hacer el
bien c impedir el mal nunca faltan. Q ue
no nos falte la buena voluntad; que no
nos falte el valor; que no nos falte el amor
de D ios y del prójimo y nosotros sin darnos
cuenta, como padres o madres, como maes
tros o maestras, como sacerdotes o se
glares, como ricos o pobres, seremos
Cooperadores y Cooperadoras verdaderos-,
impediremos mucho mal y realizaremos
un bien inmenso ».
A l trazar el vastísimo programa de la
acción común a todos los Cooperadores
ya hemos visto en cuantas formas y cir
cunstancias podrá ser ú tilísima vuestra
cooperación individual o aislada. N ada,
pues tengo que agregar a este propósito,
sino es tributar un elogio por todo lo que
hasta ahora habéis hecho, y animaros a
que continuéis con entusiasmos crecientes.
C risto. T a l es también el aviso que nos
da el Señor cuando dice: Las fuerzas
débiles unidas se robustecen, y si una
cuerdecilla sola se rompe fácilmente, es
muy difícil romperlas cuando se unen
tres. Vis unita forfior... « funiculus triplex
difficHe rumpitur » (1), Así suelen hacer
también ios hombres del siglo en sus ne
gocios temporales. Y ¿habrán de ser los
hijos de la luz menos prudentes que los
hijos de las tinieblas? N o, por cierto. N os
otros, los cristianos, debemos unirnos en
estos difíciles tiempos, y de común acuerdo
promover el espíritu de oración y de ca
ridad con todos los medios que la Religión
suministra para remediar, o al menos m i
tigar, los males que en todo momento
pueden hacer que peligren las buenas cos
tumbres, sin las cuales se arruina la so
ciedad civil » (2).
N o basta por consiguiente que cada
.uno de vosotros aisladamente procure
cum plir el programa de los Cooperadores;
es necesario que la unión, haciendo vuestra
acción más concorde, le comunique mayor
eficacia.
U nión.
D ond e no h a y C a s a S a le s ia n a .
Pero faltaría a mi deber si no os dijese
que D . Bosco, al fu ndar la obra de los
Cooperadores, no pretendió tanto fomentar
una acción personal, como agrupar y or
denar las energías de muchos a fines co
munes.
Escuchad cómo en 1876 desarrollaba
admirablemente este concepto, invitando
a todas las almas buenas a form ar la
Unión Cristiana para hacer el bien.
« En todos los tiempos se juzgó nece
saria la reunión de los buenos para auxi
liarse mutuamente, para practicar el bien y
evitar el mal. Así lo hacían los cristianos
de la Iglesia primitiva, los cuales a la vista
de los peligros que cada día los amena
zaban, sin desanimarse ni por un mo
mento, unidos en un solo corazón y una
sola alma, se animaban unos a otros a
perseverar firmes en la fe y a superar los
incesantes asaltos de los enemigos de
Si en la población o ciudad de vuestra
residencia hay algún Instituto Salesiano
o alguna obra fundada o sostenida por los
Cooperadores, prestadle vuestro apoyo en
la medida de vuestras fuerzas.
Si no hubiese Instituto ni obras Salesianas, entonces precisamente es cuando el
celo de los Cooperadores debe manifestarse
fecundo de iniciativas, exuberante de t ra
bajos y sacrificios.
Con humildes auspicios comenzaron
siempre las grandes obras; que este mismo
principio tengan las obras de vuestro celo.
Será una pequeña reunión de Coope
radores o de Cooperadoras que, dirigidos
por el D irector o D ecurión local, se pro
pon en 'fu n d ar un O ratorio festivo, una
escuela dominical para niños o niñas; ora
( O E c d c .. I V .
(2) Reg U m er it Q .
12.
T
35
escuelas nocturnas con carácter profesional
o agrícola; ora círculos de jóvenes, so
ciedades deportivas, literarias, sociales, etc.
Y si luego el D ecurión o D irector,
como sucede con frecuencia, según las
ardientes aspiraciones del V enerable, es
un Párroco que reúne a los Coopera
dores de la propia parroquia, entonces la
en las parroquias bajo la guía y en auxilio
de sus pastores ».
Esta unión de fuerzas, a ser posible
alrededor del pastor, ai paso que ofrece
más amplio campo a las iniciativas p ar
ticulares las ordena más eficazmente, las
endereza con el concurso de cada uno,
para provecho común.
Foriin Mercedes (Patagonia-Argeniiaii) - Aspirantes misioneros salesianos.
acción revestirá formas y obtendrá resul
tados más eficaces y consoladores. Los
Cooperadores, unidos y guiados por su
celo, serán una verdadera providencia para
el bien y las obras parroquiales. U nos se
prestarán para la enseñanza del catecismo;
otros para las escuelas dominicales o noc
turnas; quien para conferencias a jóvenes
de uno u otro sexo; quien para otras mil
manifestaciones de actividad religiosa o
social, con inmenso provecho de las almas.
Y cuán a pechos estuviera ésto a nuestro
buen Padre, podemos deducirlo de estas
palabras: < Los Cooperadores están ligados
a la Pía Sociedad Salesiana; pero su fin
primario es el de trabajar en la diócesis y
C oopera ción indirect a.
C uan do por motivos especiales no nos
fuera perm itido tomar parte activa y per
sonal en las distintas manifestaciones de
la acción Salesiana, entonces he aquí lo
que dice el V enerable: « El que no estu
viese en condiciones de cum plir estas
obras por sí mismo, podría realizarlas
por medio de otros, como animando a
algún pariente o amigo a que se preste
a efectuarlas (i)^ .
N o es raro suceda en el mundo moral
lo mismo que acontece en el físico; en
(t) Re^Umeoto.
1
36
éste como en aquel, ¡cuán tas minas in
fructuosas! ¡cuán tos tesoros o'^ultos en
todas las capas terrestres! ¡cuán tas ener
gías latentes en todas las zonas, que no
esperan más que la mente adivinadora
que las descubra, la voluntad de! hombre
que las enderece y atesore!
Son numerosas las almas rectas que
para resolverse a obrar no necesitan tal vez
más que un rayo de luz que les muestre
el camino y un impulso que las anime a
un trabajo para el cual erróneamente no
se creían capaces, o al que les parecía
no eran llamados.
Conven zámonos: con muchísima fre
cuencia hemos de comprobar que aún
aquellas obras que creíamos eran más
conocidas, son para no pocos desconocidas
en todo o en parte.
T ertuliano decía a los perseguidores
de su tiempo: « N o nos condenéis sin
conocernos» ( i) . D on Bosco no se con
tentó con ésto: quiere que nosotros mismos
nos demos a conocer hasta de aquellos
que no quieren o no pueden estudiarnos;
quiere que adoptemos el programa que
nos. dió Jesucristo cuando dijo: « Para
que vean vuestras buenas obras» (2).
H aced que conozca todo el mundo el ad
mirable florecimiento del espíritu cris
tiano, para que muchos se asocien a noso
tros, y con impulsos de cooperación
fecu nda glorifiquen a nuestro Padre ce
lestial.
En nuestros días la propaganda es el
medio eficacísimo con que se difunden
los productos del comercio, de la industria
y de todo progreso humano. ¿ Por qué
no ha de emplearse en provecho de nues
tra causa este medio tan eficaz?
U na palabra vuestra, una conversación,
un discurso, el artículo en un periódico,
la lectura de la V ida o de alguna obra de
D on Bosco, la difusión del Boletín S a lesiano, de alguna hoja de propaganda, será
( t ) U n u m Rcstit I n tc r d u m : ne tgn ora ta d a m n e t u r.
< T b r t u l .. A polog., C . I .) .
(3) U t vid««n t o p era vest ra bo n a, c t í lo r f f lc e n t
Pa t re m v est ru m q u i in coe'ii est { M a t t h .. V , i 6 ) .
la semilla que, sembrada en terreno fértil
y fecu ndada a su tiempo por el incremento
celestial, suscitará un Cooperador, una
Cooperadora, acaso un apóstol ardiente
que aportará a nuestras obras el concurso
de una acción eficaz y m últiple.
L a oraciott.
Pero hay una cooperación que es la
más poderosa de. todas y posible a todos
al mismo tiem po: la oración. « N ada hay
en el mundo, dice S . Juan Crisóstomo,
que supere al poder del hombre probo
que ora» (1) . Y este concurso eficaz e
infalible desea el V enerable que sea pres
tado por todos.
¡ A h ! ¡O jalá que la fuerza sublime de
esta cooperación se supiese apreciar siem
pre y por todos ! Para perpetua enseñanza
de la humanidad quiso D ios que la victoria
del pueblo de Israel que luchaba por la
conquista de la tierra prometida no se atri
buyese al valor de Josué y de sus valientes
que lachaban heroicamente en la llanura,
sino a las oraciones de M eisé» que con
los brazos levantados oraba en la montaña.
Anímense, pues, las almas, a quienes
se les han negado los dones de fortuna,
del ingenio, de la palabra o de las energías
corporales, puesto que a ninguno se le
niega el medio poderoso de la oración.
Y cuando esta oración procede de los
labios del que se halla postrado en el lecho
del dolor, o de corazones consagrados
enteramente a D ios en las suaves asperezas
de la vida contemplativa, o de almas
heridas por la espada de la tribulación,
¡o h !, entonces la eficacia de la cooperación
no tiene límites! La oración de estas almas
humildes y pacientes, atravesando las nu
bes, sabrá encontrar el camino más recto
para el Cielo y no descenderá hasta que
haya sido escuchada por el A ltísimo. ¡ O h!
¡S i pudiésemos escudriñar los secretos
de la economía divina, muchas veces
quizás nos sería dado ver que lo que sostiene
al misionero en sus apostólicos trabajos.
( 1 ) N i l c st h o m ln e p ro b o ora n te p o t e n b u s. ( C
SOST.. i a M a t t h .).
h b i«
T
—
al obrero evangélico en la labor de la m ís
tica viña, lo que desarrolló los gérmenes
de cierta vocación, lo que movió el corazón
y abrió la bolsa del rico, fueron las oraciones
humildes de aquel Cooperador o C oope
radora que en la oscuridad, en el dolor,
en las privaciones de la pobreza tuvo el
santo heroísmo de olvidarse de sus penas
y aflicciones para pensar en los dolores
de sus hermanos, elevando sus plegarias
a D ios, según los fines de la Asociación!
{Continuará).
37
a su mente en tanta incertidumbre. A cudir
por medio de la oración al Corazón d u l
císimo de Jesús, centro de sus amores y
pedirle que le inspirara el mejor camino
para remediar aquella necesidad tan u r
gente y salvar las almas de aquellos po
bres jóvenes, en la edad más peligrosa;
U n modelo de caridad/*^
n.
D e cóm o D ñ a . D o r o t e a c ono c ió a
D on ¿ a s c o y s e h i z o C oop e r a do r a d e
s a O b ra .
O igamos como nos da a conocer el P.
Alegre la relación de esta heroína de la
caridad con Don Bosco y su O bra.
« Las salas de Asilo que D ña. D o
rotea había fundado para la niñez pobre
y desvalida crecían prodigiosamente. Pero
la pena de la caritativa señora era cuando
ya creciditos los niños habían de dejar
el Asilo, para entrar de aprendices en
alguno de los talleres de Barcelona, donde
sabía que perderían sus almas, aquellas
almas que a Jesucristo le habían costado
tantas lágrimas, tanta sangre; a Jesucristo,
a quien ella lo debía todo y a quien
tanto amaba... y ¿n o haría nada para
salvarlas?
Su esposo le había dejado medios abun
dantes para eso y el encargo formal de
que lo hiciera sin hacer caso de lo que
de ella pudiera decirse. Pero ¿cómo...?
Por más que pensaba no se le ocurría nin
gún medio. Q uería fu ndar una institu
ción que atendiera a ello y no sabía cómo,
ni cuando, ni donde. U na sola cosa venía
( i ) U n modelo de c a r id a d * D ñ a . D oroteo de Cho~
pitea por el P.
Aleare, S. J. » Editorial Litúrgica
Española. C o rto $8t - Barcelona (España).
s ... .r M. 4
‘.' .Va i V
Dfia. Dorotea de Chopitea de Sorra,
pues por ser pobres, eran sin duda los más
queridos de su amoroso corazón.
T en ía ya pensado alquilar una casa;
poner al fren te de élla a un sacerdote
virtuoso y prudente, conocido suyo, que
vivía en la vecina villa de G racia; b us
car trabajadores hábiles y virtuosos, que
enseñasen a los niños salidos de las Salas
de Asilo, el oficio que más les gustase;
cuando tratando de esto con un individuo
de su fam ilia a quien pedía consejo, le hizo
ver éste las dificultades con que había de
78
tropezar en la ejecución de un plan tan
vasto y la inseguridad de su duración,
anadiendo que se acordaba haber leído,
aunque no sabía en qué diario o revista,
que en Italia cierto sacerdote acababa
de fu ndar una Congregación Religiosa,
con este mismo intento.
A l oír esto, parecióle a D ña. Dorotea
que se le abría el cielo. T en ía resuelto el
problema, que tanto le preocupaba, la
salvación temporal y eterna de los hijos de
los obreros, de sus queridos hijos de las
Salas de Asilo.
— Búscame inmediatamente, le dijo,
este diario o revista o lo que sea, que
esto me interesa extraordinariamente.
La Revista se encontró. En ella se
decía que en el año 18 41, es decir unos
40 años antes, un joven sacerdote de T u rín llamado D on Juan Bosco, había reu
nido en su casa algunos chicos pobres a
quienes enseñaba el catecismo y procu
raba aprendiesen algún oficio para ganarse
la vida; que era tal su amabilidad y d u l
zura, a imitación del dulcísimo San F ra n
cisco de Sales, que de todas partes acudían
a él los jovencitos deseosos de vivir en
su compañía; que llegaron a cien el primer
año y pasaban de doscientos el segundo;
que para que le ayudasen en tan santa
obra se le habían juntado otros sacerdotes,
que imitando sus virtudes y siguiendo sus
enseñanzas habían formado la Congrega
ción Salesiana; que uno de ellos, Don
Juan Branda, estaba ya en España, donde
llamado por el Sr. M arqu és de Ulloa
había fundado una casa de su orden en
U trera de Andalucía.
A ¡ go e x tr a o r d in a r io...
Sin darse punto de reposo escribe a
Sevilla, preguntando si era exacto lo de la
fundación de U trera. H abiendo sabido
que también en M arsella funcionaban los
T alleres Salcsianos, sin esperar la con
testación de Sevilla, escribe a aquella ciu
dad pidiendo informes de la institución
de Don Bosco.
Cerciorada ya de la existencia del nuevo
•
Instituto y de su conformidad con el
plan que ella antes había concebido, se
dirije respetuosa al Superior de los Salesianos de U trera, el Rdo. D on Juan
Branda, prim er salesiano que pisó tierra
española y que vive aun en T u rí n , su
plicándole le indicase las condiciones que
se requerían para fu n dar una casa Sa le
siana en Barcelona.
Cuando dos años antes, en 1880, salió él
de T u rín para España, al irse a despedir
de sil V ble. Padre D on Bosco, oyó que
con espíritu profético le decía éste:
— A hora vas a A ndalucía; pero no esta
rás allí mucho tiempo. D e allí se nos lla
mará por una Señora de Barcelona, para
una grande fundación en la Capital del
Principado.
N o dió él entonces gran importancia
a estas palabras, que m uy luego casi
olvidó por completo, pero al recibir la
carta de D ña. D orotea, le volvieron luego
a! pensamiento y se llenó de admiración
al ver como comenzaba a cumplirse aquella
profecía de su Santo Padre D on Bosco.
Escribió luego a D ñ a. Dorotea con tán
dole todo lo sucedido y diciéndole que
todo lo relativo a la fundación de Barce
lona era mejor que lo tratase directamente
con el fu ndador del Instituto, D on Bosco,
que residía en T urín .
G ran de fue la alegría de D ña. D oro
tea al ver que aun el Cielo parecía apro
bar con prodigios sobrenaturales los planes
de regeneración que ella había ideado,
para ios hijos de los obreros; pero no fu é
menor su tristeza al recibir la contestación
de Don Bosco, en que le decía, que por
el escaso número de Religiosos y el grande
de nuevas fundaciones que de todas partes
le pedían, aunque le daba buenas espe
ranzas para lo futuro, no podía al pre
sente atender a sus súplicas.
T
F und a c ión d e lo s T a lle r e s S a l e s i a no s
d e S a rr i á ( B a r ce lon a ) .
N o dejó piedra por mover D ñ a. D o
rotea para conseguir su intento, hasta
acudir al Su m o Pontífice y así vió a prin-
i
79
cipios del año siguiente, 1887, como lle
gaban a Barcelona, enviados desde Italia
por D on Bosco, dos de sus más escla
recidos hijos, D on Juan Cagliero (recien
temente fallecido Cardenal de la Sta.
Iglesia, fu ndador de las M isiones Salesianas en Patagonia, República Argentina) y
D on A lbera, que después de D on Rúa,
inmediato sucesor de D on Bosco, había
de ocupar el alto cargo de Rector M ayor
mientras preparaba todo lo necesario,
para convertir la T orre de Prats, en una
casa religiosa y en los T alleres Salcsianos,
que como en miniatura se abrieron aquel
año y que han ido creciendo como la
espuma, hasta el estado de florecimiento
en que hoy los admiramos y que no se
puede con pocas palabras describir.
Com o no se puede con pocas palabra»
decir lo que D ña. Dorotea hizo, trabajó y
El Bolelín Safesiano ane sqb plácemes y feUcKaciones a los del mundo entero, por la consagración
de los seis obispos chinos, que abre una nuera era en la historia del Catolicumo en el extremo Oriente.
o General de la Congregación Salesiana
y antecesor del actual D on F elipe Rinaldi.
Comenzaron en seguida a buscar terre
no para la nueva fundación y lo hallaron
luego muy a propósito, en una finca cerca
de Sarriá, llamada T orre de Prats que
por 20.000 duros adquirió inmediatamente
D ñ a. D orotea, donde se levantan ahora
los magníficos T alleres Salcsianos con su
Colegio, Casa de formación y como abra
zándolo todo, el espléndido templo de
M aría A uxiliadora, obra del insigne ar
quitecto S r . M arqués de Sagnier.
Por marzo vino de U trera a Barce
lona D on Juan Branda, que por espacio
de un mes vivió en casa de D ña. Dorotea,
dió a sus queridos Salcsianos los ocho años
de vida que aún le concedió el Señor y
las grandes muestras de agradecimiento
que dieron ellos siem pre, a la que, a im ita
ción de D on Bosco, llamaban con el dulce
nombre de M ad re. L a última vez que
estuvo en Sarriá, ocho días antes de su
muerte, fu é para examinar los planos de
la magnífica iglesia de M aría A uxiliadora,
que tanto había deseado, pero que no
pudo ver terminada (1).
( 1 ) Obtenidos ya los debidos permisos será pronto
un hecho el traslado de los restos de la ilustre Coopera»
dora a dicha iglesia, para ser colocados en artístico sar«
cófago, obra del M arqués de Sagnier.
E l p r o b l e m a del i n dio
en el C h a c o P a r a g u a y o .
Isla N apegue, A lto Paraguay.
L a M i s i ón inund a d a . — E n bu s c a d e un
re fug io.
H e desembarcado aquí hace dos días,
al anochecer, bajo una llovizna helada y
penetrante.
Sobre el borde de las barrancas, al
canzadas casi por la creciente del río,
aguardaban los Salesianos y unos pocos
indios.
Este año la invasión de las aguas desde
los primeros días de abril los desalojó da
sus casitas y tolderías, dispersán dolos hacia
los puntos más altos o al otro lado del río,
en las interioridades del Chaco.
Y con el plantío de mandioca y de batata
dulce hecho por ellos mismos, bajo la
dirección del buen « H ermano» Gregorio,
se ahogaron las esperanzas de una cosecha
abundante.
Lo que no han podido ahogar las aguas
es el cariño a la M isión, a los misioneros,
a! pequeño « O ratorio» de troncos de
palma, respetado aun por la corriente.
Cuando llega cl domingo, asoman por
distintas direcciones los frágiles «c a
chiveos», hechos dcl tronco del « Sarnahú », y en ellos los pobres indios dispersos
atraídos por el calor del nido saicsiano.
M ás aun: cl núcleo selecto, el más
adicto al « O ratorio», no lo ha querido,
abandonar.
A llí cerca, con ramas y paja han im pro
visado una vivienda miserable y aguardan
la hora en que la M isión disponga de un
terreno alto y fé t til, verdadera casa de los
indios hostigados por las crecientes, las
sequías y la codicia de la civilización, que
les disputa palmo a palmo sus antiguos
territorios.
D e s a m p a r o l e g a l d e l ind io.
Es en verdad anormal y som bría la situación en la que van quedando los indios,
cuando del territorio donde ellos viven
y donde vivieron sus antepasados, se
dispone, prescindiendo de ellos « en ab
soluto ».
El estado del Paraguay, por ejemplo,
en las postrimerías del siglo pasado, enajenó
casi totalmente el C haco a personas par
ticulares, sin tener ninguna cuenta de los
indígenas que desde largos siglos en él
moraban.
A sí se. ha tendido sobre el territorio una
gran red de vastos latifundios cuya explo
tación forestal y ganadera se inició, y avan
za desde la costa dél río Paraguay a po
niente hacia el interior del C haco.
Se apela, naturalmente a la incapacidad
de ejercer este derecho en el sentido de
la producción y a la consiguiente condición
de esterilidad que se prolongaría de un
modo indefinido sobre estos territorios.
Concedido. Pero el «derecho» que
asiste a la civilización de hacer entrar los
territorios bárbaros en el ritmo de la pro
ducción, no puede separarse dcl «d e b e rá
de llevar a las almas de los indígenas, tan
salvajes como sus selvas, la semilla de la
redención espiritual y económica y los
beneficios de la convivencia civil.
L a misma ley que consagra el despojo
de sus tierras, debe consagrar las garantías
de su porvenir material y moral en cl nuevo
orden de cosas. En cambio la ley aquí ha
quedado muda respecto dcl indio.
Existe en verdad una ley de « Reducción
de indios» destinada a facilitar la obra
humanitaria de reducirlos. Pero una sim ple
ojeada al mapa catastral dcl C haco Para
guayo, basta para comprender que los
propósitos de la ley quedan frustrados
ante la casi total enajenación de los terrenos
fiscales, base material de toda reduccicn»
¡
?
4*
Y cl recurso de la expropiación legal es
demasiado extremo para ser empleado
de un modo normal.
S e r i a s con secuencias»
L a orfandad legal del indio se va po
niendo de relieve en sus consecuencias,
a medida que cl avance del civilizado
provoca nuevos y m ás frecuen tes contactos
con la población indígena.
Estos contactos al margen de la ley, no
tienen otra norma que la voluntad de los
proprietarios o dcl empresario, y para cl
caso posible y probable de una ofensa o
de una injusticia de parte de estos, cl
indio se encuentra en el más absoluto
desamparo.
Por buena suerte, el carácter manso de
los indios del C haco Paraguayo no ha
provocado las agresiones y reacciones
sangrientas tan comunes en tiempos no
muy lejanos entre los T ob as del C haco
Argentino.
El indio es tolerado y convive en los
centros de población ribereña, en donde
concluye por recoger, como cl Lázaro
del Evangelio, las migajas caídas de la
mesa de los civilizados.
Pero su estado es un estado de depresión.
N adie se acerca a él como a un hermano
para elevarlo al nivel de la civilización en
nombre de la fraternidad humana.
Se les consiente levantar sus miserables
tolderías en las orillas de la población.
Empero nadie se acerca a cllas> como no
sea algún curioso turista deseoso de llevar
al extranjero alguna interesante reproduc
ción fotográfica.
i C uán tas veces los he visto ir y venir
por las calles cubiertos de andrajos, con
la cabeza y los ojos bajos, como abatidos
bajo el peso de una inferioridad fatal!...
C uando se les saluda, se les llama, se les
ofrece algún obsequio, levantan la mirada:
una expresión de extraña sorpresa les
ilumina el rostro ordinariamente frío y
una tenue sonrisa pasa sobre sus labios.
Esa impresión no se borra ya tan fá c il
mente. H e tropezado después de un año
con algunos de ellos y han reconocido en
seguida al que Ies había tratado con cariño
el año anterior. Es esta la razón que me guía
en estas excursiones periódicas y no libres
de sacrificios, en compañía de nuestros
misioneros: crear en los indios la im pre
sión prim ero, la convicción despué^^. de
que hay almas dispuestas a confuncíUsc
Chaco ParajBayo - Indios chamacocos baulixadoa,
con las suyas en nombre de un principio
superior, para elevarlos a ocupar su puesto
en los destinos de la vida.
L a s o lu c ión única.
H e consignado simplemente el hecho
del desamparo legal del indio, sin dejar
de reconocer la dificuldad casi insuperable
del legislador en la formulación y más
aun en la aplicación de normas y defensas
legales, para individuos absolutamente
42
incapaces de ingresar en el radío de las
reiacíones civiles.
U n ejemplo: H ace poco, el cacique de
una toldería de las proximidades de
« Puerto Pinasco» sale durante una noche
de su toldo, armado de un largo puñal;
penetra en otro toldo, en busca del indio
que le había ofendido y le hunde el arma
en el pecho, sin que ninguno de los pre
sentes form ule la más leve protesta.
El acto es horrendo. Pero dentro de su
bárbara mentalidad, el solo hecho de haber
sido consumado per el « cac iq u e», lo despoja
de todo carácter crim inal, y la intervención
de la justicia contra el culpable hubiera pro
ducido, quizá, entre ellos una seria reacción.
U na sola solución quedá, pues, aquí
para el problema del indio; amarlo como
a un hermano y sacrificarse en su edu
cación con un sacrificio proporcional a
sus inefables miserias.
Es la solución que afrontan los Salcsianos con ánimo resuelto y teniendo los
ojos abiertos sobre los mil obstáculos de
la empresa.
Los primeros éxitos les sirven de aliento.
A mediados del próximo agosto un núcleo
de los primeros neófitos de la M isión
Salesiana del Chaco, bajarán con su director
el Pbro. Emilio Sosa Gaona a la capital
para recibir de manos del O bispo M ons.
Sinforiano Bogarín, en la Iglesia Catedral,
la primera Comunión y presentar al señor
Presidente de la República el primer saludo
de las florestas chaqueñas.
Luego se presentarán en el teatro N a
cional para cantar ante el público el H imno
Paraguayo y declamar algunas sencillas
composiciones.
El hecho, como se ve, rebasa los límites
de un puro y nuevo exhibicionismo, para
convertirse en una afirmación seria y
elocuente de la capacidad del indio, fren te
a las exigencias de la civilización.
Será una prueba tangible de que, bajo
sus harapos y las repugnantes apariencias
exteriores, hay un alma capaz de los más
nobles sentimientos de la persona humana.
R i c a r d o P i t t i n i , Pbro.
Inspector salesiano.
RIO NEGRO (Brasil)
¡ L a D i v i n a P r o v i d e n c i a!
T aracuá 27 mayo 1926.
Rvmo S r . D . F . Rin a idi:
Finalm ente le escribo con la esperanza
de que esta mía podrá llegar a sus manos,
pues meses hacía que estábamos inco
municados debido a la baja del río...
N uestros buenos hermanos y hermanas
han dado ejemplo de gran mortificación
adaptándose durante tantas semanas a una
comida bien escasa y frugal. A veces con
sistía en un poco de harina de mandioca
con agua y algunas raíces de la misma
mandioca y un pescado sin condimento
alguno.
E n S an Gabriel todavía han sufrido
m ás, pues tenían algún enfermo y no
hay tanta caza y pesca.
E ¡ s is fe m a e du c a tiv o d e D on B o s c o,
Por lo que a la M isión se refiere creo
poderle dar noticias agradables. T an to
los indios como nuestros niños progre
san en la piedad. Por las mañanas d u
rante la Santa M isa y el catequismo, la
capilla se llena; por la tarde, para el ro
sario, bendición y catequismo, se v u Jv e
a llenar. N uestros niños frecuentan mucho
los sacramentos y varios de ellos, se acer
can todos los días a la mesa eucarística
con edificante piedad.
El domingo celebraremos la fiesta de
M aría A uxiliadora con gran solemnidad;
nuestros pequeños cantores ejecutarán .ina
misa nueva, varios harán la Primera C o
munión y una procesión solemne coro
nará la fiesta. Asistirán un gran número
de indios.
Lo que realmente nos llena de con
suelo y entusiasmo es el espectáculo que
ofrecen los niños de nuestro colegio.
C uando recuerdo las primeras dificultades
que tuvimos que vencer y las comparo con
el estado actual, siento el corazón conmo
vido ante la eficacia del sistema de Don
4?
Bosco. Los niños son 50 y el buen D on
Antonio Giacone, casi siem pre solo, los
asiste y gobierna sin ninguna dificultad;
son dócilísimos, nunca hace falta un cas
tigo, el solo temor de disgustar al misio
nero los mantiene dóciles y obedientes.
Están siempre contentos de fodo; i Y si
viera la pobreza de su comida y de su
vestido! T a m bién adelantan bastante en
el estudio. En cuatro meses algunos se
han hecho capaces de copiar una página
cualquiera con buena caligrafía. T am bién
se han acostumbrado bastante bien al tra
bajo. Tenemos un buen número de agri
cultores, un grupo de sastres que hacen
y arreglan la ropa para todos los demás
y un grupito de carpinteros que prestan
un buen servicio. E n la parte moral hacen
grandes esfuerzos y muchos se han trans
formado. U ltimamente quería aprovechar
una barca para enviar a algunos a visitar
a sus parientes y con sorpresa vi que no
eran muy entusiastas de la idea y, por
algunas palabras que me dijeron, com
prendí que no quieren volver a sus ma
locas, porque dicen que son demasiado feas
o sea peligrosas.
T am bién nuestras buenas H ermanas han
empezado a recoger internas; ya tienen
15 muy bien encaminadas. Por lo demás
estoy siempre con la pena de ver el gran
bien que se podría hacer y que se pierde
por falta de medios y escasez de personal.
C a fo r ce nu e v o s ce ñ ir o s d e M i s i ón
e n p r o y ec to.
E n una rápida excursión apostólica que
hice en febrero, he encontrado hasta 14
sitios donde ios indios están dispuestos
a iniciar la fundación de una M isión,
con Iglesia y Casa para el M isionero.
Y a han empezado a reunir material y.
esperan sólo que vaya el misionero para
empezar los trabajos. Pero ¿ q u é vamos
a hacer? D eberíamos ayudarlos con algo,
herramientas, algún regalo, para ani
marlos a llevar a cabo esta grande obra.
Y no es posible, los gastos de T aracuá
son ya tan elevados que apenas podemos
con ellos. Reflexione V . qué obra más
hermosa, poder en breve tiempo disponer
de 14 centros para recoger a los indios y
para que el M isionero pudiera visitarlos
regularmente; catorce capillas, al menos
con un catequista, (que más tarde podrá
ser uno de nuestros niños) que pueda
reunirlos todos los días para las oraciones
y el catecismo.
Pero con grande pena de nuestro co
razón hemos de renunciar a este halagador
programa por falta de medios y escasez de
personal. N o pasa día sin que venga al
guno de los jefes de tribu para decirnos:
¿ Cuando venís a empezar la iglesia ? c
insisten de i\na manera que con mueve.
A mado Padre, haga presente estas nues
tras necesidades a nuestros buenos coo
peradores; nuestra voz, que por la gran
distancia puede llegar hasta ellos tan raras
veces, sea sostituida por la suya tanto
más eficaz y si hay alguna alma gene
rosa que quiera venir a trabajar con no
sotros en este pobre • Río N egro, enviénosla pronto.
Con gusto prolongaría esta carta para
entretenerme con V ; pero el deber me
llama. E n nombre de todos mis hermanos
le envío nuestros respetuosos saludos y
le ruego no nos olvide en sus oraciones.
C on profunda veneración me repito de V .
afmo. hijo ín C . }.
J u a n M a r c h b s i Pbro.
Misionero S alesiano.
Eníre los Jíbaros del Ecuador.
T r a n ce a pu r a do.
H e aquí como narra el M isionero Salesiano
D . C arlos C respi, el grave peligro que corrió en
una exploración que hizo a la región de Indanza.
E n la primera escursión me proponía atra
vesar la cordillera del Catasgiú para descender
luego al hermosísimo valle del Zamora, donde
habría podido visitar algunas libarías, que jamás
han visto un misionero y recoger algunas raíces
de una planta, dotada de alta eficacia anestésica
contra el dolor de muelas. H echos ios prepara
tivos del viaje y habiendo contratado algunos sal-
1
44
vajes para que nos ayudaran a vadear el rio,
me dirigí con mis peones hacia el índanz a.
Pero llegados al río, los guías salvajes no apa
recieron; por otra parte las aguas me parecían
en extremo amenazadoras. Pero, no pudiendo
diferir la empresa, armado con una fortísima
lanza jíbara, de la durísima madera de chonta,
me aventuré al difícil paso del río. T ras un
cuarto de hora de lucha gigantesca contra la furia
de las corrientes, llegué a un peñasco colosal,
en mitad del río, desde el cual me disponía a
dirigir a mis hombres que venían cargados con
el altar, la máquina fotográfica y vestidos para
los jíbaros.
Los tres fornidos jóvenes animados con rnis
palabras y con mi victoria, bien unidos, proba
ron el vado, pero la primera tentativa fu é fatal
para su ánimo y se retiraron espantados. Su p e
rando el rumor de la corriente, les animo, les
doy normas oportunas y finalmente se deciden
8 una segunda prueba.
Entre tanto el cielo se había oscurecido y
una terrible tempestad empezó a desencadenarse
cayendo el agua a cántaros. M is peones no
pudieron vencer la corriente y a pesar de mis
insistencias se retiraron dejándome sólo sobre
aquel peñasco.
El peligro de mi vida se hacía cada vez ma
yor. Continuar el viaje, sólo, sin zapatos, calado
de pies a cabeza, sin nada para cambiarme era
una imprudencia fatal. Invoqué pues el auxilio
de M aría A uxiliadora y, a nado, me aventuré
entre las olas ya más violentas y casi invenci
bles, para reunirme con los míos. Cuando me
hallaba ya a pocos metros de la orilla, una co
rriente espantosa me arrastró, zarandeándome
como una paja. El peligro de muerte era inmi
nente. ¿ Hacia dónde me habría arrastrado la
furia de las olas, qué remolino me habría tragado
o contra qué peñasco me iba a estrellar?
Completamente sin fuerzas para resistir a la
corriente me abandoné en los brazos de M aría
Auxiliadora y en Ella puse toda mi confianza...
M is hombres, llorando como chiquillos, sin poder
socorrerme, ya me consideraban perdido, cuando
la corriente, en lugar de arrastrarme hacia el
medio del río, me lanzó a una especie de remanso
donde árboles gigantescos se inclinaban hasta
tocar las embravecidas olas. M uchas fueron las
ramas que se rompieron al intentar agarrarme
a ellas, pero finalmente encontré la rama de
la salvación, que me permitió llegar hasta la
orilla. Pálido, extenuado y sin fuerzas- me eché
en brazos de mis compañeros y jun tos dimos
gracias a. M aría A uxiliadora.
ASSAM (India)
D o n B o sc o
p r o í e g e a s u s m isi o n eros.
El dia 5 de octubre de 1924 un buen
número de cristianos, protestantes y pa
ganos se habían reunido en una im por
tante población, a 15 kilómetros de Sh illong, para asistir a la celebración de la
fiesta del San to Rosario. N uestros j'óvcnes
novicios acudieron a la fiesta para encar
garse del canto c iniciarse en los trabajos
apostólicos. T a m bién quiso tomar parte
en aquel día de apostolado nuestro buen
hermano Rvdo. P. Bonardi, que se vino
en bicicleta. L a fiesta consistió en una
misa solemne con sermón, un modesto
banquete, de una sencillez verdaderamente
apostólica y por la tarde una gran asamblea,
durante la cual nuestros buenos cristianos
tomaron la palabra, defendiendo con en
tusiasmo su fe y dando desahogo a su
fervien te piedad.
A la caída de la tarde emprendimos
la vuelta hacia Shiliong. C uatro vinieron
conmigo en automóvil, mientras que el
P. Bonardi, siem pre en bicicleta, nos
llevaba algunos minutos de delantera. Al
llegar a un sitio donde el camino hace una
rápida bajada, sería un desvanecimiento,
una insolación, solo D ios lo sabe; el caso
es que D on Bonardi, que bajaba por aquella
pendiente a toda velocidad, repen tina
mente fu é a dar de cabeza contra el suelo.
A lgunos segundos después, nosotros le
vantábamos a nuestro buen hermano sin
conocimiento y en estado lamentable. Le
di la absolución y lo pusimos en el auto.
A cada instante temía verlo expirar en mis
brazos. El pobrecito, sin conocimiento
y con los ojos extraviados, apenas podía
respirar. Llegados a casa, el médico, que
acudió con toda urgencia, no pudo disi
m ular la penosa impresión que le pro
dujo el enfermo y volvió varias veces
aquella misma noche. M e confesó que no
se explicaba cómo el P. Bonardi no había
muerto instantáneamente.
45
Abundantes hemorragias aumentaron
nuestros temores y debilitaron al paciente.
La noche fu é terrible, pero con la aurora
pareció brillar un rayo de esperanza; el
enfermo luchó varios días entre la vida
y la muerte, presa continuamente de
atroces dolores. E l D octor comprobó una
ruptura interna en la masa cerebral, que
amenazaba traer consigo serias complica
ciones. Por la noche del jueves, día 9, el
nias y contestar .él mismo a las preces
litúrgicas. A eso de las tres de la m adru
gada el médico dió el caso por perdido,
pero sin embargo prometió volver con
un célebre practicante de Calcuta, que se
hallaba de paso por Shillong.
L os dos fueron de parecer de intentar
la trepanación del cráneo o mejor, dada
la debilidad del enfermo, la extracción
por medio de una jeringa, de la materia
Assam (India) — En plena misión.
enfermo se hallaba en una extrema pos
tración de fuerzas, y esto, unido al recru
decimiento de los dolores, nos quitó toda
esperanza. U n ojo parecía perdido; todo
el lado izquierdo de la cara estaba horro
rosamente hinchado y ennegrecido y el otro
ojo aparecía como velado por una capa de
un rojo negruzco. L a situación se agravaba
rápidamente y el enfermo empezó a delirar.
La noche del 10 al 11 fu é terrible; todos
creíamos que sería la últim a; las extrem i
dades estaban ya frías y el corazón fallaba.
Entonces me dispuse a adm inistrarle los
últimos sacramentos y con grande m ara
villa de todos, le vimos seguir las ceremo-
de la espina dorsal, para disminuir la
presión de la sangre, i Q ué momentos de
angustia! Entonces me acordé de una
reliquia de D on Bosco que D on Pedro
Ricaldone me había entregado el día de
nuestra partida para las Indias y, con toda
la fe que me inspiró la gravedad del mo
mento y mi propia responsabilidad, la
apliqué sobre la cabeza del moribundo
poniendo el éxito por com pleto en manos»
de D on Bosco. ÍVle d irigí en seguida a la
Iglesia y arrodillado a los pies de M aría
A uxiliadora, con las lágrimas en ios ojos,
le supliqué que escogiera esta ocasión
para glorificar a su fiel Siervo.
4Ó
D esde la madrugada, nuestro querido
Don M anuel Bars seguía casi continua
mente el pulso del enfermo que, con golpe
irregular, llegaba apenas a 50 pulsaciones.
Pero apenas le hube aplicado la reliquia
en la cabeza, el P. Bars notó que el pulso
se regularizaba y gasi enseguida el enfermo
quedó como adormecido. Entre tanto
nuestros buenos novicios se renovaban sin
cesar en la iglesia, implorando el milagro.
T rascurridos apenas tres cuartos de
hora, el padre Bonardi se despierta com ple
tamente cambiado. D esaparecido el dolor
de cabeza, recobró en seguida el uso de
la razón y de la palabra. A penas me vió
entrar de nuevo en el cuarto: — M onseñor,
me dijo, todavía no ha llegado mi hora.
Apenas V . me puso la reliquia en la ca
beza, yó noté algo extraño en mí; era la
vida que volvía a mis venas y una voz in
terior me dejó completamente tranquilo.
A hora me siento bien.
Cuando, el D octor volvió con todo lo
necesario para hacer la operación, no podía
dar crédito a sus propios ojos.
Y no tuvo más remedio que confirmar
que el peligro había desaparecido; pero
al hacerlo añadió: — El padre Bonardi
tendrá que estar todavía tres semanas, o
mejor, un més en cama. Y a no podrá so
portar el sol de la India, ni dedicarse a
ningún trabajo serio de cabeza. M ejor será
que vuelva a Europa y que sea destinado
con preferencia a un país frío». ¡Excelen te
m éd ico; pero se ve que no conocía el
poder de la intercesión de D on Bosco!
T res días después el P. Bonardi estaba
ya levantado. Y al cabo de una semana
puso al día todos sus registros. Y quince
días después del accidente, había vuelto
a hacerse cargo de todas sus ordinarias
ocupaciones; y aún tuvo que duplicarlas,
dada la escasez de personal. D e la pasada
aventura no le quedó, y ésto sólo por algún
.tiempo, más que una ligera debilidad en
el ojo izquierdo con una desviación del
nervio óptico que le hacía ver dobles
contornos.
L. M a t h ias
Prefecto Apostólico del Assam.
T
--
D es d e l a l e ja n a A u st r a l i a ,
(JDe ana relación del Vicario Apostólico
de Kimberley, Moas. Coppo).
Por decisión del episcopado australiano, desde
hace algunos años este Continente está consa
grado a M aría Sm a. A uxiliadora; por eso nos
consideramos doblemente felices al poder pro
pagar en estas lejanas tierras su culto y de
voción.
El mes a élla consagrado se celebró con es
pecial fervor y el día 24 de mayo, después de
la misa, se bendijo un magnífico cuadro de M aría
Auxiliadora y a Ella fueron consagradas las es
cuelas' en presencia de todos los alumnos de
las diferentes razas que integran la población
, de Broome.
La iglesia de Broome no puede ciertamente
competir con la de M aría Auxiliadora de V aldocco ni en capacidad, ni en hermosura, ni
en concurso de fieles; pero tengo la seguridad
de que la Basílica de T u rín no puede competir
con nuestra iglesia por la variedad de pueblos
que la frecuentan: A l árabe, al parto y al sirio
hay que añadir aquí el australiano, el chino, el
japonés, el maltés, el filipino, el irlandés, el
inglés, etc.
¡Cómo habrá bendecido nuestra celeste A u
xiliadora a esta abigarrada población, que la úl
tima tarde del mes de mayo hacía escolta a su
estatua, llevada triunfalmente entre doble fila de
linternas chinas, japonesas y australianas, con
alegres cantos y fervorosas plegarias! T am bién
los protestantes participaron a la fiesta, al menos
como cxpectadores y no pocos de ellos repitieron
varias veces la jaculatoria: o M aría A uxilio de
los Cristianos, rogad por n osotros», que con ca
racteres cubitales estaba escrita en la fachada
de la iglesia.
E l f r í un f o d e C r is to R e y .
Per medio de M aría conducimos las almas a
lesús, inculcando la devoción a jesús Sacra
mentado y celebrando con el mayor esplendor
posible la siguiente fiesta del Corpus Domini.
Dos domingos dedicamos al triunfo de Cristo,
Rey de la gloria. A la entrada de la iglesia se
h ía la jaculatoria: « Jesús Rey de la gloria, tened
piedad de nosotros . El primer domingo de ju
nio se celebró una solemne procesión en honor
de Jesús Sacramentado y el día de la fiesta del
Sagrado Corazón, se le hizo el más agradable
obsequio haciendo tomar parte al banquete cucarfstico por vez primera a un buep número
de niños de distintas nacionalidades, que reci
bieron tam bién el sacramento de la Confir
mación.
47
F r u to s consoladores»
U na mañana me encon tré éon un grupo de
jinetes. E l ¡efe de ellos detiene el caballo y me
pregunta: — Por favor ¿podría indicarme dónde
están las monjas?
Le indiqué el Colegio y seguí mí camino. Vuelto
a casa, supe que aquel buen señor había atravesado todo el K im berley, recorriendo a caballo
más de 1600 kilómetros, para llevar a su hija
al Colegio de las monjas. La buena niña acababa
de cumplir los dies años, era una excelente
amasona y asi pudo hacer a caballo tan enorme
distancia. Pero la pobrecita era completamente
ignorante en materia religiosa. F u é instruida,
yo mismo la bauticé y ahora es un verdadero
dechado de virtu d.
V isitando un hospital, me habían dicho que
un negro se hallaba gravemente enfermo en la
cárcel. F u i a visitarle en su pobre celda y resiggnado y bien dispuesto pudo recibir todos los
auxilios de nuestra Santa Religión; a la mañana
siguiente desde la celda de la cárcel pasaba a la
eternidad. E l domingo siguiente al hacer mi
acostumbrada visita a los prisioneros, aproveché
la ocasión para exhortarlos a estar siempre pre
parados para abandonar la doble prisión que los
retiene en este destierro.
N o hace mucho, fu i llamado urgentemente
para asistir a una enferma. Estaba gravísima,
pero tranquila. Recibió todos los auxilios reli
giosos y siguió sufriendo varias semanas, pero
siempre resignada a la voluntad de D ios, pidiendo
todos ios días la sagrada Comunión y, hace pocos
días, entregó su alma a D ios, con una muerte
verdaderamente ejemplar.
Aasfralía - Madre e hija, indígenas de Broome.
H ay aquí un buen número de obreros filipinos.
H ace algunos días me vino a visitar e! secre
tario de su sociedad, rogándome les hiciera un
memorial para presentar al gobernador del es
tado que debía hacer una breve visita a Broome.
H ice lo que me pedía y luego le rogué que vi
niera con todos los socios a la función que se
iba a celebrar en honor del Sagrado Corazón
de Jesús. M e lo prometió y cumplió su palabra,
i Pobres F ilipinos! T ienen tan poca comodidad
de practicar la religión. Pero están siempre dis
puestos a recibir los avisos y los sacramentos
en caso de enfermedad.
O tro tanto nos sucede con los pobres indí
genas ya bautizados. Sienten la nostalgia de la
selva. Por eso, no nos extraña si de cuando en
cuando desaparecen de Broome y no los volvemos
a ver por unos cuantos domingos; es que se han
ido en busca de sus amigos, que viven allá lejos
en la selva. Luego vuelven humildes y confusos,
dispuestos a recibir la reprimenda que les espera
y asintiendo con un fuerte yes a cuanto se les
dice. Pero ninguno de ellos ha rechazado hasta
ahora los sacramentos en punto de muerte.
Como se ve, pues, a pesar de las dificultades,
no faltan tam bién en este vastísimo campo de
misión motivos de consuelo para quien trabaja
en la Viña del Señor.
L ü V i r g e n de D o n B osc o .
IX.
E l c u a d r o d e l a l f a r m a y o r d e la I g le s ia
d e M a r í a A u xilia do ra *
La construcción del Santuario de M aría
A uxiliadora, gracias a su intervención
maternal, estaba ya tocando a su fin.
Pero una grande ¡dea traía preocupado
a Don Bosco: el C u a d ro pa ra el a lt a r m ayor'
del S a n tu a rio. Q uería que fuera una ex
presión adecuada del grandioso concepto
que él se había formado de su divina
protectora, M aría, A uxilio de los Cristianos.
E ncargó su ejecución a un verdadero
artista, piadoso y profundamente creyente,
que se posesionó de su ideal para trasla
darlo al lienzo. F u e el célebre pintor
T o m ás Lorenzone.
C uando tuvieron la primera entrevista
con el pintor, todos los presentes se que
daron atónitos ante la grandiosidad y
magnificencia del proyecto ideado por
Don Bosco. Este expuso así su pensa
miento: — En lo alto del cuadro la V irgen
San tísima coronada por los coros de los
ángeles, y a su alrededor, próximos a Ella
los Apóstoles, después los coros de los
mártires, de los profetas, de las vírgenes,
de los confesores. Y en la parte baja, los
emblemas de las grandes victorias de
M aría, y todos los pueblos de las varias
partes del mundo en actitud de levantar
las manos hacia Ella, en demanda de au
xilio. — H ablaba como si hubiera con tem
plado ya el cuadro que describía, preci
sando liasta sus más pequeños detalles.
Lorenzone que lo escuchaba extático,
cuando Don Bosco hubo terminado, le
dijo:
— ¿Y este cuadro dónde lo pondremos ?
— En la nueva Iglesia.
— ¿ Y V . cree que va a c ab er?
— ¿ Y por qué no ?
— ¿ Y dónde encontraremos local para
p in tarlo?
— En esto tiene que pensar el pintor.
— ¿ Pero dónde quiere V . que encuen
tre yo un local en condiciones para seme
jante cuadro? H aría falta la plaza Castello
(la plaza central de T u rín ). A no ser que
V . se contente con una miniatura que
habría que mirar con microscopio.
T odos se sonrieron, y el pintor con las
reglas del arte y las leyes de la proporción
hizo comprender a D on Bosco la im posi
bilidad de dar vida en el lienzo a un plan
tan grandioso. D on Bosco se mostró v i
siblemente contrariado, pero tuvo que
ceder ante la evidencia. Y entonces quedó
decidido que el cuadro comprendiera
sólo la V irgen, rodeada de los apóstoles
y evangelistas, con algunos ángeles. En
la parte inferior, como puesto especial
mente bajo la protección de M aría A u xi
liadora, aparecería el O ratorio de V aldocco.
El pintor tuvo que alquilar un salón
de elevadísimo techo en el palacio Mú-dumo,
y puso en seguida manos a la obra, que
duró unos tres años. M u y adelantado ya
e! trabajo se dió cuenta de que el m agní
fico león que acompañaba a San M arcos
llamaba demasiado la atención, con mengua
de la que merecía el personaje principaddefecto que corrigió haciéndole cambiar
de posición. El cuadro tanto por la gran
diosidad del conjunto, como por la per
fección de los detalles resultó una verd a
dera obra maestra; pero donde el artista
se superó a sí mismo, haciendo una obra
más divina que humana, fue en la imagen
de M aría.
U n día, narra un sacerdote del O ratorio,
entré en el estudio del pintor para ver el
cuadro. Era la primera vez que veía a
Lorenzone. Este se hallaba en lo más
alto de la escalera, dando las últimas pin
celadas al rostro de la V irgen Santísim a.
N i siquiera volvió la cara para ver quien
entraba, absorbido por completo por su
trabajo. A l poco rato bajó y se puso a
49
M ARI A A U X I U U M C H RI S T J A N O RU M . O RA PR O N O BI S .
(70 0 diaa i n d u lg.).
Caadro de María Auxiliadora, qne se venere en sa Seidnarío^estlica de Tarín.
( 4 m. de aocbo por 6 ^ de alio).
50
observar el efecto de sus últimos toques.
A un cierto punto se da cuenta de mi
presencia, y cogiéndome del brazo me con
duce al punto más favorable de observa
ción y exclama: i F íjese que hermosa es!
N o es obra mía, no; no soy yo quien la
pinto; una mano invisible dirige mi pincel.
Supongo que V . es del O ratorio; dígale
a Don Bosco que el cuadro saldrá como
él desea. — Y enseguida volvió al trabajo
con el entusiasmo reflejado en el sem
blante.
C uan do ya concluido c! cuadro, fue
llevado a la iglesia y colocado en su sitio,
el artista cayó de rodillas y prorrumpió
en deshecho llanto.
Y ciertamente el cuadro es de un efecto
maravilloso. T odo el que se arrodilla ante
la preciosa imagen, queda impresionado
por aquel semblante majestuoso a la par
ejue maternal y siente el corazón lleno de
devoción y confianza. D a la ilusión de
encontrarse ante una visión celestial. El
•artístico lienzo mide 4 m. de ancho por
y medio de alto. La V irgen Santísima
se destaca de entre un mar de luz que
viene de lo alto y que representa el
mar de gracias y privilegios con que la
San tísima T rin idad ha enriquecido a su
criatura predilecta; numerosos ángeles
le hacen corona y la contemplan extasiados;
la V irgen Santísima posa sus plantas sobre
una peana de nubes resplandecientes;
con la mano derecha empuña cetro real
y con una expresión indecible de cariño
maternal sostiene con el brazo izquierdo
al niño jesús, apoyado en su regazo con
los bracitos extendidos como diciendo:
Pedid, pedid a mi M adre; yo ¡o he puesto
todo en sus manos. Los Apóstoles y Evan
gelistas, cada uno con sus diversos símbolos
característicos, forman un círculo alre
dedor de su Reina, y la actitud suplicante
y agradecida de todos ellos parece querer
decir: Acercaos cristianos; aquí tenéis a
vuestra A uxiliadora. En la parte inferior
y en último termino aparecen las colinas
de T u r í n ,y el pie de ellas el O ratorio Saicsiano, del cual resalta sobre todo el
San tuario, como para indicar que la O bra
de D on Bosco está puesta bajo la pro
tección especial de M aría A uxiliadora, y
que su San tuario es el centro desde el cual
se irradia la gloria de su N om bre hasta
los últimos confines de la tierra.
•6
Lectores asiduos u ocasionales de estas
líneas, quienesquiera que seáis, en todas
vuestras necesidades temporales y espiri
tuales acudid con confianza a esta tauma
turgo Virgen de Don Bosco y no dejaréis
de experimentar los efectos de su protección
maternal.. M aría A uxiliu m C hristianorum
O ra pro nobis.
GRACIAS
DE MARlA AUXILIADORA
Buenos A ires ( A rgen tin a).— C uración p ro
digiosa. — El joven químico M iguel Oneto, el
día 29 de julio, en un accidente de automóvil,
se fracturó los dos huesos fron tal y occipital.
Llevado a la Asistencia Pública diagnosticaron
el caso como' fatal, colocando al pié de la camilla
un cartel con esta leyenda: Fractura de ia base
dei cráneo y hemorragia cerebral interna, con una
cruz roja encima del escrito, señal de muerte
próxima.
E l hermano y la madre del enfermo acudieron
para prodigarle sus amorosos cuidados, aunque
todos les compadecían y les daban ya el pésame.
Finalmente obtuvieron que el enfermo fuera tras
ladado al H ospital Ramos M e¡ia (uno de los mejor
atendidos) y allí el diagnóstico fu é idéntico al
de la Asistencia, juzgando inútil internarlo por
no conceder al herido más de tres horas de vida.
La intervención oportuna de un pariente m e
dico hizo que se le colocara provisionalmente en
una sala. Se probaron unas inyecciones en la
espina dorsal, para prolongarle la vida unas ho
ras más; pero el médico hubo de decir al padre
del herido: L a ciencia ha terminado su obra, el
diagnóstico está bien hecho; el caso es fa ta l... No
queda más recurso que la Providencia; sólo un
milagro puede salvarlo.
Indecible la consternación de la fam ilia; pero
en aquellas momentos de angustia el corazón de
todos se volvió hacia la que es A uxilio de los
Cristianos y pusimos toda nuestra esperanza en
el poder de M aría. D urante la noche dos sacer
dotes le visitaron para darle la extrema unción,
pero, ante el estado de sobreexcitación nerviosa
del paciente, desistieron momentáneamente,
tanto más que el capellán del establecimiento
les prometió no abandonar al enfermo.
A l día siguiente, viern es,se inició una novena a
M aría A uxiliadora, pidiéndole el milagro, con
promesa de publicar la gracia en el Boletín y
de hacer una oferta para las O bras de D . Bosco.
El sábado, último dia de su vida según la
ciencia, pues no podía ir más allá el efecto de las
inyecciones, el enfermo dló evidentes señales de
j
yi
morir. En aquellos momentos supremos, un joven
amigo suyo, sacándose un escapulario de la V ir
gen, se lo puso,' junto con una medalla de
M aría Auxiliadora que con este fin había traído
un sacerdote. A l contacto de estos sagrados ob
jetos, algo extraordinario sucedió en el enfermo,
pues, después de una breve conmoción, se dur
mió con un sueño bastante apacible.
¡O h poder de M aría! A l octavo día de la no• vena, o sea el viernes siguiente, los médicos
diagnosticaban que el enfermo estaba casi fuera
de peligro y al día siguiente, último de la novena,
lo declaraban en franca convalecencia.
A los quince días el joven volvía a su casa
y aunque los médicos temían, como consecuencia,
graves trastornos mentales; la curación fue com
pleta, pudiendo al cabo del mes reanudar todas
sus ocupaciones.
¡G racias mil sean dadas a-M aría Auxiliadora
por su intervención maternal, tan evidente y
reconocida por todos! G ustosos cumplimos lo
prometido y concluimos con nuestro V ble. Padre:
* Tened confienza en M a ría A uxiliadora y vereis
¡o que son los milagros
Diciembre de 1926.
P ablo J. F. T omasini, S a l.
Calceta (Ecuador). — H abiendo llegado a
mis oídos que una amiga mía se había envenenado
en un momento de obcecación, al considerar
la desgracia eterna a que se exponía su alma,
pedí a M aría Auxiliadora que no dejara morir
a la desgraciada sin los auxilios de nuestra santa
Religión, prometiendo una oración especial d u
rante un año en el santo Rosario.
Con asombro y gran alegría de todos, la en
ferma volvió a los pocos días a su razón, y p i
diendo un confesor, arregló las cuentas de su
conciencia. N o tengo palabras para expresar
mi gratitud a la poderosa Reina del Cielo y con
gusto cumpliré lo ofrecido.
1 octubre de 192Ó.
R osa C armen Z ambrano.
Q uito (Ecuador). — A los quince días de con
valecencia de una pertinaz bronquitis que me
obligó a guardar cama por tres semanas, caí
enfermo de tifoidea. E l médico de cabecera de
claró a mis superiores que un desenlace fatal
era casi inevitable, a causa de una inminente
complicación. F u i trasladado inmediatamente al
hospital, donde me atendieron con todo el es
mero que mi estado requería.
Al darme cuenta del peligro en que me halla
ba. sólo sentía tener que morir sin haber hecho
mi profesión religiosa.
E n trance tan apurado, reaccioné cuanto-pude
y con un fervor y una té que jámas hasta entonces
había sentido, el día 19 de junio, quizá en el
mismo momento en que un compañero mío, ata
cado de la misma enfermedad, volaba al cielo.
comencé una novena a M aría A uxiliadora, p i
diéndole, por intercesión del V ble. Don Bosco.
me obtuviera la curación, si era conforme a
la voluntad de D ios. E mbargaba mi mente el
pensamiento del inmenso campo que el Señor
ha confiado a los salesianos... soñaba en el bien
que yo podría hacer... y mi confianza en 1a
Sm a. Virgen aumentaba más y más.
¡O h prodig¡o! al octavo día de la novena me
vi completamente fuera de peligro y entré en
franca convalecencia, con admiración de los m é
dicos y de cuantos me habían visto antes.
Actualmente me encuentro bien y lleno de
gratitud a M aría A uxiliadora y a Don Bosco;
publico esta gracia para que conste que jamás
se recurre a su valiosa intercesión sin ser escu
chados.
24 de julio de 1926.
José L . Aguirrb
Novicio S alesiano.
D a n ta m b ié n g r a c i a s a M .3ría A u x i
lia do ra :
Bahía B lanca (A rgen tina).— V irginia Borettini, por haber obtenido la salud de su padre.
C ali (Colombia). — Aquilina Amalia, por la
curación de un ataque violentísimo que sufría
su madre, sin esperanza de alivio. — Claudio
Filigrana, por haber salido bien de una terrible
situación y envía una limosna. — M anuel G on
zález, Isaac Collazos, jesús A . Bermúdez, Luisa
S . de Carbajal, V irginia C uevas, M ercedes Aragón de Lenis, Dolores Bizarro, Camila Zea,
Adelmo Rizo, N icolás Echeverri, Aurelia Lora,
M anuel E . Filigrana, y Fidellna M artínez, por
favores recibidos y envían una limosna.
E l C armen (Colombia). — Tránsito Zabala
manda aplicar dos misas en acción de gracias.
G irón (Colombia). — Aurelíano Montiüa, por
haber obtenido la salud de su esposa desahu
ciada por los médicos. — Ramona de Gómez
por haber sido socorrida en una grave necesidad
y envía una limosna.
M o Relia (M éxico). — Francisca Ramos, por
una señalada gracia.
M éxico. ;— Un lector del « Boletín Salesiano *
por una gracia señalada.
R io G allegos (A rgentina). — Uno señora en
vía al San tuario de M aría Auxiliadora 90 liras
para celebrar una misa en acción de gracias.
ViNCES (Ecuador). — H erminia Arana, por
gracia recibida y envía una limosna.
Valencia (España). — Una devota de M aría
Auxiliadora pot haber salido de varios apuros.
— C . G . de A . por haber librado de un gran
peligro a una persona de mi familia y por la
curación de un hijo enfermo de gravedad*
I
C e r í a m e n C a í e q u ís í i c o G e n e r a l
d e l os C o l e g i o s Sa l es i a n o s de la R e p ú b l ica A rg e n í i n a .
Sumamente interesante resulta todos los años
el Certamen Catequístico organizado por los
Colegios Salesianos de la República Argentina,
mediante el cual se da en todos éllos a la ense
ñanza de la Religión la importancia que m e
rece, se logra que su estudio sea completo, pro
gresivo V razonado y se forma todos los años una
verdadera falange de Catequistas bien prepara
dos, a quienes la autoridad eclesiástica otorga
especiales diplomas de M aestros y A uxiliares.
Como la instrucción religiosa de la juventud
es la razón primera de la O bra Salesiana y cotis-,
tituye su principal objeto, con gusto damos a
conocer la organización de este importante C er
tamen, que bien puede tomarse como modelo.
Debemos las siguientes noticias a la amabilidad
del P. V espignani, iniciador y alma durante tantos
años de este torneo y actualmente miembro dig
nísimo del Capítulo Superior de nuestra Con
gregación.
e Institutos Religiosos de la Ciudad E terna. A d
quirí la medalla reliquiario que había ganado,
vi la corona de laurel con que había sido coro
nado y tomé nota de los temas que el Em mo.
Cardenal Vicario había propuesto a los conten
dientes. Cada año eran tres y me hice con la
colección de cinco o seis años.
V i tam bién como se hacía el examen y cla
sificación de los trabajos de inteligencia, que
después de la prueba de memoria, sirven de
base para la clasificación y premiación de los
vencedores.
Desde aquel año 1898 nuestro Certamen de
Buenos A ires tuvo las dos pruebas de inteli
gencia y de memoria, a imitación del certamen que
se celebra en Roma en la iglesia de N tra. Sra.
de la Piedad, bajo la presidencia del Em mo.
Cardenal Vicario.
L os orígenes.
« Los orígenes de este certamen catequístico
se confunden con los del Colegio Pío I X de
Buenos A ires, iniciado en el 1878. Tomando
como modelo el Certamen catequístico que, pa
trocinado por el mismo Su m o Pontífice, se ce
lebra todos los años en la Ciudad Eterna, nues
tros niños daban de memoria el catecismo de
Astete, preguntas y respuestas; se disponían en
círculo, se hacían diez vueltas perdonando dos
errores y siendo excluidos al tercero. Los que
no habían caído ninguna vez recibían el primer
premio; los que habían hecho una falta, el se
gundo; y a los que tenían dos faltas, se les adju
dicaba el tercero.
Pero, la completa organización y desarrollo del
Certamen Catequístico de la Argentina datan
de la publicación de la Encíclica Acerbo nimis,
con la cual S . S . Pió X organizaba la enseñanza
del catecismo, estableciendo entre otras cosas
que, después de haber enseñado a los niños las
Tslociones Generales de Catecismo, se dedicara
un cuadrienio a estudiar año por año, seria y
detenidamente, las cuatro partes que integran la
Doctrina cristiana, según e! catecismo del Con
cilio T ridentino. Desde entonces el Certamen
Catequístico Salesiano de la República A rgen
tina, se convirtió en una verdadera escuela
completa de Religión, según las prescripciones
pontificias y siguiendo el método tradicional
de nuestro V ble. Padre Don Bosco.
Efectivamente desde el año 1906, fecha de
la E ncíclica, se dispuso:
1) Q ue todos los colegios de la Argentina a
partir del
de marzo, principio del curso es
colar, empezaran el cuadrienio catequístico, en
señando y explicando la primera parte del cate
cismo, o sea el credo con sus doce artículos,
sqgún el Catecismo Romano.
2) Pero como los niños fácilmente olvidan
lo que han estudiado los años anteriores, se de
terminó que durante las primeras cuatro sema
nas del curso, que en Argen tina corresponden
Como en Rom a.
Cuando en 1898 vine a Europa para el C apí
tulo Genera), fu i a Roma para conocer detallada
mente la forma cómo se llevaba a cabo en dicha
ciudad el importante certamen. V i como eran
nombrados el emperador y su corte, compuesta
de cuatro príncipes, un capitáp y un alférez.
Precisamente aquel año resultó Emperador un
niño de nuestro O ratorio festivo del Sagrado
Corazón de jesús de Roma, vencedor en un cer
tamen al que tomaron parte todas las Parroquias
D esd e la ” A c e rbo n im is.”
55
generalmente a la Cuaresma, se repasaran con
la debida explicación y dedicándole media hora
diaria, las Nociones Generales que abarcan las
cuatro partes: Credo, Mandamientos, Sacra
mentos, O ración y V irtudes cristianas. Este cur
sillo termina con un certamen especial que se
llama certamen pascual, porque sirve como pre
paración a la Pascua; y así se logra que todos
los niños, tanto nuevos como antiguos, desde
la cuarta elemental en adelante estudien todos
los años un verdadero compendio completo de
Buenos Aires (Argentina) —
£1
en todos los colegios, en una instrucción se
manal que dan a todos los alumnos, desarrollan
los temas especiales correspondientes al cua
drienio en curso, sobre los cuales ha de versar
la prueba de inteligencia por escrito. Y el D i
rector por su parte también toma como tema
de sus instrucciones dominicales en la iglesia
la misma parte del catecismo, aplicándola a
la práctica de la vida cristiana, mientras en la
clase cada maestro hace aprender bien el texto
.del catecismo extenso y da su explicación literal.
Emperador y su corte, vencedores en el Certamen Catequístico GeneraL
toda la Doctrina Cristiana, que constituye una
buena base de instrucción religiosa.
5) L a dominica in albis, día tradicional en
la Iglesia, que recuerda como los nuevos cris
tianos recién bautizados, al despoiarse de las
blancas vestiduras, salían de la infancia espiri
tual, empezando para ellos un período de ins
trucción más sólida y superior, nuestros alum
nos empiezan a estudiar, según un programa
especial sacado del Catecismo Romano y en
relación con el texto mayor aprobado por Pió X ,
la parte del catecismo que corresponde ai año
del cuadrienio corriente (Asi, por ejemplo,
siendo el año de j 927 el segundo del V I C uadrie
nio después de la E ncíclica, corresponderá es
tudiar la segunda parte o sea los M andamientos
de D ios y de la Iglesia).
4) A l mismo tiempo los Sres. Catequistas
Los niños por su parte, que de labios del
Sr . maestro, del Sr . catequista y del Sr. D i
rector oyen la explicación de la misma materia
bajo distintos aspectos, se interesan, toman sus
apuntes, y consultan las obras catequísticas de
la Biblioteca escolar, que tienen a su disposición,
para prepararse al gran certamen catequístico
de fin de año, que se hace con toda solemnidad.
E l C cría m en e n cada colegio.
5) H acia el final dei C urso, generalmente
en la segunda mitad de octubre, (E l curso en
Argen tina termina en diciembre) se celebra en
cada colegio el gran Certamen que comprende
dos pruebas: una de inteligencia, por escrito, y
otra de memoria, oral. Para la primera se fijan
tres temas sacados a suerte entre los correspon
dientes al año en curso, explicados durante el
año por el Sr. Catequista y que el alumno debe
redactar, balo vigilancia, en el espacio de 4
horas. Para la prueba de memoria, se disponen
los contendientes en círculo, recitando de me
moria preguntas y respuestas sucesivamente. El
que equivoca una palabra que altere el sentido
en los más mínimo, queda fuera de combate.
Se tienen en cuenta las vueltas que cada cual re
siste para premiar luego la mayor resistencia.
Los que resisten las diez vueltas tienen un optime.
6. Después de esta selección, que general
mente se hace por la mañana, se pasa a la parte
más solemne c interesante, que consiste en la
proclamación dol Centurión y de los diez Decu
riones, con cuatro Accésits. Para ello, los sobre
vivientes del combate matutino han de sostener
todavía tres o cuatro vueltas de preguntas de
memoria y luego se procede a la apertura de los
sobres, para conocer a quien corresponden las
calificaciones obtenidas en la prueba por es
crito, y según este doble resultado se proclaman
los vencedores y las dignidades del Certamen
Catequístico de cada Colegio. El presidente del
certamen corona al penfurión y cruza su pecho
con la banda de los colores nacionales en medio
de los aplausos y aclamaciones de los presentes.
T am bién reciben una medalla los demás vence
dores, o sea aquellos que habiendo obtenido opliine en la prueba de memoria, alcanzan la sufi
ciencia en el trábalo escrito, que es el que de
termina la precedencia entre éllos.
E l C ertam en Inspectoría!.
7) Hasta aquí hemos hablado del Certamen
particular que se celebra en cada colegio y que es
una preparación para el Certamen general que .se
celebra en la Casa Inspectorial de Buenos Aires
el día 4 de noviembre, fiesta de San Carlos, Pa
trono especial de la Casa y del Certamen C ate
quístico, y que también se llama inspectorial
porque es convocado y presidido por el Sr . Ins
pector. A este certamen acuden los 15 vencedores
de cada Colegio que deben repetir la prueba de
inteligencia y de memoria. La primera tiene
lugar en la Casa de Pormación de Bcrnal, presi
dida por el Sr. Inspector con dos de sus conse
jeros y varios secretarios para hacer la clasifi
cación de tos trabajos escritos. La segunda se
celebra con toda solemnidad en la casa Inspectorial, en presencia dcl Exemo. S r . Arzobispo
diocesano, de una nutrida representación dcl
clero secular y regular, y de gran multitud de
cooperadores de la O bra Salesiana.
8) E l certamen oral se hace como el final
de cada Colegio: una primera parte eliminatoria
por la mañana; y por la tarde, la lucha definitiva
en que los sobrevivientes dan todavía una prueba
de memoria y obtienen la calificación defini
tiva, mediante la apertura de los sobres que
contienen tos nombres de los autores de los
trabajos escritos, ya clasificados según su mérito.
¡ H o n o r a los ve n cedores!
9)
Se procede entonces a la proclamación de
los vencedores empezando por el Emperador de ¡a
Doctrina Cristiana, que ha de ser de 4° año de
cuadrienio catequístico y que por lo tanto ha
tomado parte cuatro años seguidos en el C erta
men catequístico. Luego se nombran cuatro Prin
cipes y finalmente, el Capitán General y A lférez,
que tremola el espléndido estandarte imperial
del Q uadrienio Catequístico y dcl Certamen G e
neral de los Colegios Salesianos. Luego son ele
gidos por orden de mérito: un Ceniurióti, diez
decuriones y 4 accésits que formam todos juntos
la Corte del E m perador.
U na ovación clamorosa estalla en el Salón y
la banda de música entona el himno catequístico,
cantado por todos los alumnos y aquellos cen
tenares de niños desfilan delante del palco
donde se han colocado las dignidades para ren dir
homenaje al emperador, sentado en su trono y
rodeado de su corte. Luego se organiza un desfile
hacia la iglesia, precediendo todos los niños a
las dignidades y al emperador que sigue de
trás del estandarte (Preciosísimo bordado en oro
y seda que represente el lábaro de Constantino
con la diadema imperial y con la inscripción
« hoec est victoria quae vincif mundum: fides nostra *
Llegados a la iglesia espléndidamente iluminada
y adornada, se entona un solemne T e Deum y
después de una breve exhortación del Sr . ins
pector, se imparte la bendición con S . D . M .
E x i to educa tivo.
Como se ve, este Programa de Instrucción
catequística con sus pruebas de inteligencia y
de memoria, que termina con esta solemne y
entusiasta proclamación de los vencedores, se
practica en nuestros colegios de la República
Argen tina desde hace casi $0 anos (1878-1927).
T iene como base el Catecismo Trídentino y se
desarrolla a imitación de las clases y pruebas
que se hacen en Roma patrocinadas por el mismo
Su m o Pontífice y presididas por el Em mo. C ar
denal V icario, con la ventaja de seguir por turno
el cuadrienio catequístico, según la E ncíclica de
Pió X y completándolo con las normas de
nuestro V ble. Padre Don Bosco, medíante la
preparación cuaresma!, la predicación catequística
en la iglesia, la explicación en las clases, y el es
tudio de ios dos tratados de Don Bosco « F u n
damentos de la l^cligión > (Joven Instruido) y
« E l Católico en el Siglo ».
Como recuerdo dcl Certamen y para honra
de los vencedores cada año se imprime una artís
tica memoria; con las fotografías del Emperador
y su Corte y de los vencedores en los distintos
colegios. Se reproducen además algunos de los
trabajos escritos hechos por los alumnos más
aventajados.
Por medio de este certamen hace ya casi cin-
55
cuenta años que se forman en ia República
Argentina una verdadera falange de cristianos
verdaderamente instruidos, bien armados para
combatir como oficiales de primera línea en el
ejército de nuestro Señor Jesucristo y de su Iglesia.
En el curso de 1926 han resultado Emperador
y primer Príncipe dos H ijos de la Pampa argen
tina, M atías H orn y Honorio Gildenberger, de la
Colonia alemana católica y alumnos internos del
Colegio de N tra..Señora de la G uardia de Bernal.
¿No podría hacerse algo semejante en todas
las Naciones? *
tado innumerables y generosos cooperadores salesianos, esas almas escogidas por D ios para
llevar a cabo la grande obra de la salvación d e
la juven tud de nuestros días.
O r a íoríos festivos.
Esta obra primordial de la actividad salesiana
ha merecido y merece, en la Inspcctoriá de San
José, particularísima atención. Puede decirse que
no hay Colegio que no tenga anexo un flore
ciente O ratorio festivo.
Villa Colón {Uragoay) — Mas de 1000 níRos de los Colegios Salevanos
aníe el Sanfoarío de Marta Auxiliadora, celebrando d Qacneolenario.
Ecos del Cincueníenarío
de la Obra Salesiana en el Uruguay.
D espu és d e cincuenta años d e labor.
Esta gloriosa conmemoración cíncuentenaria
encuentra a los salesíanos del U ruguay en un
período de febril y creciente actividad y tan
'ligad os en el País, que ya forman, puede deci<.' , una O bra eminentemente nacional, res
petada y admirada por propios y extraños, apoyo
de la Iglesia, esperanza de la Patria.
Damos a conocer a continuación el estado
actual de la O bra iniciada hace cincuenta años
por M ons. Lasagna. Admiraremos así de paso
el apoyo que tam bién en aquel país han pres-
Centenares de niños los frecuentan reci
biendo así en los días festivos sana instrucción
religiosa y teniendo luego comodidad de diver
tirse a sus anchas sin peligro de ofender a D ios.
Pueden calcularse en 60.000 los niños que han pa
sado por ios diversos O ratorios de la Inspectoría.
Escu elas d e A r t es y O Bcios.
Esc ramo característico de la actividad sale
siana, que se propone la formación de obreros
cristianos y competentes, cuenta en la Capital
con el espléndido establecimiento conocido con
el nombre de Talleres Don Bosco, que otros llaman
el H ogar del N iño Pobre.
Tam bién esta Casa tuve sus tiempos heroicos
a imitación del O ratorio fundado por D on Bosco
en T u rín , tiempos en que un mismo salón era
taller de sastrería, de zapatería y encuadernación
y a la vez clase de música y comedor!
H oy alberga a más de zoo internos artesanos
y otros tantos estudiantes externos, y se está
construyendo un teatro capaz de z.ooo per
sonas y los nuevos talleres que permitan recibir
hasta foo internos.
Escu elas A grícolas.
Florece la < )ackson » a 17 kilómetros de la
capital. Es un establecimiento modelo en su
género; cada día más admirado, es el orgullo
de la N ación. Asisten a sus exámenes represen
tantes de las Asociaciones Rurales y del Gobierno
y lo visitan personalidades del extranjero, que
llegando al U ruguay se interesan por conocer
los progresos del ramo en la República. H ablan
m uy alto en su favor los numerosos premios
que obtienen anualmente sus productos en las
Exposiciones N acionales, como en la Interna
cional Sudamericana de 1919 .
Es digno de notarse que de los textos usados,
once son obra del personal docente de la E s
cuela.
T am bién en el Paraguay, se ha fundado hace
tres años la * Escuela Agrícola Don B osco», en
Ypacarai cerca de Asunción, con los mejores
auspicios, contando con el cariño del pueblo y
del Gobierno paraguayos: ya se levanta una parte
del futuro edifleio. Será digna hermana de la
anterior.
C olegios d e enseñan z a secundaría.
Existen dos en el U ruguay: el Colegio Pío I X
de Villa Colón (Montevideo) con 1 yo estudiantes
internos y zoo externos, que desde hace dos años
se amplió notablemente, y el colegio N uestra
Señora del Rosario (Paysandú) con yo internos
y 400 e.xternos.
A mbos habilitados por la U niversidad de M on
tevideo, dotados de todo el material de enseñanza
necesario, poseen su respectivo O bservatorio
Astronómico.
El de V illa Colón fue por muchos años el O b
servatorio N acional de la República: el de Pay
sandú envía aun hoy todos los datos de su región.
Son dos establecimientos que honran al país
y han formado buena parte de los actuales p ro
fesionales de la República.
O tras infern ados y e xfem ados.
A dem ás de los anteriores debemos enumerar
aqu í: el «Colegio D . Bosco * (Paysandú 1890)
en ampliación, con tyo externos. E l de «San
M iguel • (M ercedes 1S93) con dos capillas ane
xas y 200 externos. « San Isidro * (Las Piedras
1879) fu é la primera casa de formación: en com
pleta renovación para un gran internado: tiene
lyo externos. « N uestra Señora del Carmen»
(Salto 1920) zoo externos. L a actual casa de for
mación del M anga (Montevideo 1905) con más
de too internos.
O tros cinco Colegios en M ontevideo con asis
tencia total de 900 externos: tres de ellos fue
ron inaugurados en 19 17 , z y, 24; los otros dos
han renovado por completo su edificación en
los últimos años.
En el Paraguay están: en Asu nción el * M on
señor Losagna» (1896) con 400 externos, en
ampliación.
En Concepción el * Instituto San José* (1900)
zoo internos, ensanchado con capacidad para
50 internos. En Vista A legre el « Sagrado C o
razón de Jesús» (1924) lyo externos y oratorio
cotidiano con más de 200 niños.
A dem ás en el 1924 se comenzaron la Escuela
Agrícola D . Bosco, y la M isión del C haco.
L a lista que antecede demuestra el gran des
envolvimiento de la obra, sobre todo en los
últimos 10 años en que se anotan 7 nuevas
fundaciones, renovación y ampliación en casi
todas partes y la aceptación de 4 nuevas p a
rroquias.
La necesidad en que se han visto hasta el p re
sente los Salesianos del U ruguay de dirigir m u
chas de sus energías materiales y morales para
impulsar la acción salesiana en otras Repúblicas,
como se notó en el número anterior; los muchos
salesianos que continuamente ha suministrado
a otros países (más de i z o en estos yo años) han
sido causa de que la O bra Salesiana en la pe
queña República no tomara proporciones mate
riales mayores como hubiera sucedido a no m e
diar estas circustancías.
I
P a rroqu ics e Iglesias.
A ruego de las Autoridades Eclesiásticas del
U ruguay y del Paraguay, se han encargado los
Salesianos de 9 parroquias y varias viceparroquiás. Se ha visto en ellas florecer la piedad y
transformarse completamente por su influencia
algunas localidades.
N o pocos de sus templos son dignos monu
mentos de la caridad de los cooperadores: la
hermosísima Cripta de M . A uxiliadora, la igle
sia de San M iguel, la de S . Francisco de Sales,
la de M . A uxiliadora, (Sagrado Corazón).
Aproximadamente son yyo.ooo las almas con
fiadas en las parroquias tan solo a los cuidados
de ios salesianos, y que sienten por su medio eJ
influjo bienhechor del Evangelio de Jesucristo;
3^0.000 almas que se cobijan ya bajo el manto
poderoso de M aría A uxiliadora.
Q uiera la V irgen de Don Bosco, fecundar
esos trabajos, bendecir a esos O breros de la Viña
del Señor, los hijos de su gran Apóstol del S i
glo XIX.
-
r
57
T U RÍ N (Italia) - E l A r z obispo, A lons. J o s é
O amba, e levado a la dign idad carden alicia.
Esta aUgre noticia ha despertado en T arín
y en los demás sitios donde el ilustre Prelado
era conocido grandes manifestaciones de ale
gría y de gratitud hacia el San to Padre Pió X I ,
por la benevolencia con que ha querido premiar
los largos años de fecundo apostolado del celoso
Pastor de la D iócesis de T urín.
La Familia Salcsiana se une a este himno de
alegría y regocijo y da gracias al Señor por el
alto honor que ha querido conceder, en la
trechan al rededor del amado Pastor, revestido
de altísima dignidad, y después de darle la más
cumplida enhorabuena, imploran sobre él la p le
nitud de los celestes dones y reverentes se in
clinan para recibir su paternal bendición.
¿fe Una nueva C ausa d e 3eati S cación.
E l lunes día 29 de noviembre último, en pre
sencia del S r . Arzobispo M ons. josé Gamba, se
constituyó en la Curia Eclasiástlca de T urín el
tribunal encargado de dar comienzo al Proceso
D iocesano informativo para la Beatificación de
la sierva de D ios T eresa V alsé-Pantcllini, re-
Floreocia (ItaKa) — S. M. d Rey de Italia y ncestro Saperíor General asisten a la inaagnracíón de traa lápida.
persona de su Pastor, a la piadosa ciudad del
Sacramento, de la A uxiliadora y de D . Bosco.
A la sombra del santuario de M aría A uxilia
dora, el nuevo Cardenal gozó cuando niño d éla
benevolencia y de la ternura del V ble. D . Bosco;
en el templo a Ella dedicado el pequeño José
Gamba rezó, cantó con sus compañeros a la
Celeste M adre, pidiendo todos los días su au
xilio y protección.
El óptimo alumno del O ratorio no olvidó
nunca la Casa que lo albergó como hijo en los
d l’ s de su primera juven tud. Mons. Gamba ma
nifestó siempre una benevolencia especial ha
cia Don Bosco y su Casa M adre de Valdocco,
que tantas veces honró, más tarde, con su pre
sencia.
En tan fausta ocasión los Salesianos, las H ijas
de M aría .Auxiliadora, los Cooperadores y Coo
peradoras de D on Bosco cariñosamente se es-
ligíosa profesa del Instituto de las H ijas de M aría
A uxiliadora, fundadas por el V ble. Don Bosco.
Ha sido nombrado postulador de la Causa
el sacerdote salesiano Rvdo. D . Fernando M accono, autor de una hermosísima biografía de
esta privilegiada H ija de M aría A uxiliadora, que
deja tras si tan delicado perfume de las más he
roicas virtudes.
;fe F iest a simpá tica. — F u é la que se celebró
en la Casa M adre de T u rín el solemne d ía de
N a\'idad, con motivo de ^ celebración de las
Bodas de Pla t a sacerdotal, de uno de los p ri
meros salesianos que, en la generosa República
del Ecuador, dieron su nombre a la Congregación
Salesiana, el Rvdo. S r . D . M arcial Yá ñe z . Entre
las muchas felicitaciones y augurios que recibió
en esta ocasión, es digno de particular mención
el autógrafo con que le obsequió Su Santidad, el
58
Papa P ío X I . AI pié de un espléndido retrato
del Papa se leer * Dilecto Filio J á n e z M artiali,
Societatis S aleslanae, recurrente X X V anno ab
eius ordinatione sacerdotal!, apostolicam benedictionem peramenter impertimus. Plus PP. X I» .
Al P. Yáñez y a todos lossalesianosdel Ecuador
nuestros plácemes y augurios.
F L O R E N C I A (Ifolia) - 5 . M . e l R e y de
/ falla y nuestro S u p e r io r G e n e r a l asisten a
una doble solem ne ceremonia en e l C olegio
S a lesia no.
Día memorable será en los anales de la casa
Salesiana de Florencia el dia 4 de noviembre
último, en que S . M . el Rey de Italia, V íctor
M anuel 111 quiso honrar con su augusta pre
sencia dos ceremonias grandemente significa
tivas: la inauguración de una lápida conmemo
rativa de los ex-alum nos del Colegio, caídos en
el campo de batalla durante la G uerra Europea
y la colocación de la primera piedra de un nuevo
edificio para Escuelas Profesionales.
S . M . cl Rey, con todo su séquito, fue reci
bido a la entrada dcl Colegio por nuestro S u
perior General y demás superiores, mientras
todos los alumnos e invitados prorrumpían en
una cariñosa ovación, que se confundió con las
notas de la marcha Real y los vítores de la m u
chedumbre, que llenaba el gran patio conver
tido en salón, adornado con banderas, flores y
estandartes.
Se adelantó luego el Cardenal M istrángelo para
saludar al Soberano, que pasó a ocupar el trono
preparado en el palco real, teniendo a su dere
cha al Emmo. Cardenal Arzobispo y a su iz
quierda a nuestro Rector M ayor.
El diputado Sr. Donati pronunció un elocuen
tísimo discurso haciendo resaltar los méritos de
la O bra Salesiana y el valor con que sus ex
alumnos supieron sacrificar su vida por la Pa
tria, entonando un himno a la Casa de Saboya,
<]ue fue coronado con una estruendosa ovación.
Se adelantó luego uno de los alumnos, h uér
fano de guerra, que con voz timbrada y con
movida agradeció al Rey la dignación de haber
querido participar a aquella fiesta, prom etién
dole que todos los niños presentes serían buenos
ciudadanos de la Patria, amantes de D ios y de
su Rey. Cuando cl niño hubo terminado, el so
berano visiblemen te conmovido, abrazó y besó
al huerfanito en medio de los entusiastas aplau
sos de la muchcdümbrrc.
H abló también el Profesor S r . M eli en nombre
do los ex-alum nos, exponiendo el concepto in
formador de las Escuelas Profesionales Salcsianas.
Term inados los discursos, cl Em mo. Cardenal
con cl Clero, y cl soberano seguido de todas las
autoridades, se dirigieron al lugar donde debía
descubrisc la lápida. AI caer la bandera que
la cubría aparecen los nombres de los valientes
«x-alum nos, que son saludados con el himno del
Piave, cantado a coro por todos los alumnos.
T erm inado el himno, el Cardenal bendijp la l á
pida y debajo de ella fue colocada una gran
corona de laurel con bayas de oro, regalo de
Su .Majestad.
En seguida se dirigieron todas las Autoridades
al lugar de la primera piedra de las futuras
Escuelas Profesionales, que, después de ser ben
decida por el Cardenal A rzobispo, fue colocada
en su sitio y recubierta de cal por S. M . el Rey
y demás autoridades.
Term inada la doble ceremonia, el Soberano
dejó la Casa Salesiana, saludando muy afectuo
samente al E m mo. Cardenal y al Rvd mo. Sr.
D . F . Rinaldi, mientras los niños y-demás asis
tentes al acto lo aplaudían y ovacionaban sin
cesar.
B U E N O S A I R E S (Argenf/ na).— Un glorioso
cincuentenario. — E l Colegio Pió ¡ X de Artes y
Oficios, organizó grandes festejos para conmemo
rar el primer cincuentenario de su fundación.
E ntre los actos organizados merecen especial
mención:
1) L a visita de la J un ta D irectiva de la Unión
Industria! Argentina, que dió con su alta repre
sentación gran prestigio a la labor de nuestras
Escuelas. Las distinguidas personalidades, ob
sequiadas por los Superiores del Establecimiento
visitaron las secciones de Artes Gráficas, Sastreria,
Carpin tería, T allado, M odelado, Decorado, H e
rrería y M ecánica, pasando luego al grandioso
templo de San Carlos, obra del malogrado ar
quitecto Salesiano, P. Ernesto V espignani. En
uno de los patios se reunieron los alumnos, y
uno de ellos, en nombre de sus compañeros,
pronunció breves palabras de agradecimiento por
la deferencia de la U nión Industrial al visitar
las Escuelas. D espués hizo uso de la palabra el
Inspector de los Satesianos, Rvdo. D. lorgc Serié
y por último pronunció una breve alocución el
Presidente de la U nión Industrial, Sr. Lu is Colombo.
2) Los actos religiosos con que se dieron gra
cias al Todopoderoso y a la Patrona de las O bras
Salcsianas M aría A uxiliadora, por la visible pro
tección que han dispensado al Colegio Pió IX
en estos primeros cincuenta años de su exis
tencia.
Por la mañana hubo misa de Comunión G e
neral y O ficio solemne estando el sermón a cargo
del Notario Eclesiástico de la C uria de La Plata.
Por la tarde después de una plática de circuns
tancia, el Sr . Inspector, P. Serié, entonó un
solemne Te Deum, ante Jesús Sacrapientado,
que fué coreado por los alumnos de las Escuelas
y gran número de fieles que concurrieron al acto.
5) La Velada literario-musical, que fu é el
número principal del programa de festejos. A
la presencia de numerosas autoridades y distin
guidas personalidades, se desarrolló el acto que
r
59
defó en todos las más gratas impresiones. Dos
ex-alumnos, el ingeniero Juan A . Briano y el
Sr. Roberto Sánchez, en representación de los
ex-alumnos de las Escuelas Profesionales, te
jieron la historia del establecimiento, haciendo
resaltar el valor de los primeros fundadores,
el grado de perfección a que se ha llegado ven
ciendo incontables difícultades y los sentimientos
de gratitud de la falange de Ex-alum nos Estu
diantes y Artesanos que a la obra del Colegio
deben el haber podido conquistar un puesto
honrado en la Sociedad. Las declamaciones.
rodeaban cariñosamente al ilustre Prelado de la
Iglesia Venezolana.
E l discurso de ofrecimiento estuvo a cargo dcl
Presidente de los Ex-alum nos que, al terminar
su discurso, en que delineó la figura de M ons.
Castillo, como recuerdo de la fiesta y como ho
menaje de amor hacia el Sr. D irector dcl Colegio
Rydo. D . M áxim o Pwowarzik, le ofreció ¡a joya
de la condecoración con que el Gobierno Nacional
j>remió su ardua labor educativa en pro de la ju
ventud venezolana, concediéndole la M edalla
de Instrucción Pública.
Riobamba (Leñador) — Colegio Salesiano. qoe después de nuevas iroportanf< ampliaciones,
podrá albergar a más de 300 alumnos.
cantos y piezas musicales fueron ejecutadas con
sumo gusto y arrancaron al público entusiastas
aplausos.
C A R A C A S {Venezuela). — E l día 7 de no
viembre ios Salesianos y alumnos del Colegio
CiSan Francisco de Sales * ofrecieron sincero
homenaje de cariño a l limo. Mons. Lucas C . Cas
tillo, dignísimo obispo de Coro, ex-alumno sa
lesiano y Presidente honorario de la Asociación de
Ex-alum nos de Don Bosco.
Por la mañana ofició M ons. Castillo un solemne
Pontifícal, durante el cual confirió a los jóvenes
salesianos venezolanos, D . Isaias O jeda y Don
Cosme Alterio, la Sagrada orden del Diaconado.
Por la noche se le dedicó una solemne velada a
la que asistieron numerosas autoridades y repre
sentaciones de las órdenes religiosas. U n selecto
grupo de ex-alu m nos, con su señor Presidente,
Finalmente subió a la tribuna el festejado
Prelado, quien díó efusivamente las gracias a
todos ios presentes por los festejos con que le
habían obsequiado, declinándolos en la persona
venerable de su ilustre mentor, el Rvdo. P. Riva.
I D E M . — Para festejar dignamente el se
gundo Centenario de ¡a Canonización de S an
Luis Conzaga, los salesianos de Caracas han
promovido un simpático Certamen entre todos
los alumnos de los Colegios de la Ciudad, sale
sianos y no salesianos, que ha merecido del
Exemo. S r . Nuncio Apostólico Mons. Fernando
Cento, una hermosisima carta, que dice entre
otras cosas:
« Aplaudo con la más viva y sincera simpatía
su feliz iniciativa de abrir un concurso entre los
jóvenes estudiantes de instrucción primaria y se
cundaria. N o podían ser más oportunos la convoca-
6o
toria n¡ los temas escogidos:los temas tienden a dar
a conocer más y mejor la brillante figura de S an
Luis Gonzaga y a valoriz ar en la conciencia de los
jóvenes los más nobles y elevados ideales de la vida...
M e es muy grato manifestar publicamente mi
aprobación y ofrecer a V. R . una medalla de oro
como premio al trabajo que, a juicio del jurado,
sea más digno de aplauso
S A N J U L I A N (Palagonio-A rgeníina) - La~
bo r salcsiana. — Extractamos .d e una carta:
* Escribo desde este lugar que M agallanes en
su primer viaje de circumnavegaclón de la tierra
parroquial,tam bién a ellos confiada. E n e! colegio
se cursan las clases elementales, contabilidad y
mecanografía. Cada día dedican un rato a los
ejercicios gimnásticos y el grupo de pequeños
gimnastas (cuya fotografía publicamos) dió gran
realce a la Fiesta de la Raza, que se celebró el
12 de octubre con extraordinario esplendor.
TRELE W
desgracia.
A última
dura prueba
Don Bosco
(Paíagonia-A rgenfina) - S e n sible
hora recibimos la noticia de una
a que ha sido sometida la O bra de
en la Patagonia. La iglesia y el
San Julián (Patagonia - Arg.) — Los pequcllos gimnastas se preparan para la Fiesta de la Raza.
('^1 de marzo i$z o) reconoció como un golfo
m uy extenso, que le hizo concebir la esperanza
de llegar por él al Pacifico y que habiendo man
dado a dos veleros que lo explorasen, emplearon
en ello dos días. H oy no es más que una pequeña
bahía, que apenas puede dar entrada a pequeñas
embarcaciones. Fue aquí donde aquellos he
roicos tripulantes vieron a hombres como gi
gantes, a los que llamaron patagones, por las
grandes hormas que dejaban impresas en la
playa.
• Ya nada queda hoy de todo esto: los habitantes
casi todos europeos, de diversísimas rasas y
naciones han formado una población comercial
de más de dos mil almas que va aumentando y
embelleciéndose cada día más. Los H ijos de
Don Bosco, no obstante la gran escasez de per
sonal, han abierto, en este apartado ángulo de
la tierra, un modesto colegio junto a la Iglesia
Colegio Salesiano del Pueblo de Trelew, de la
Gobernación de C hubut, acaban de ser destruidos
por un voraz incendio.
D espués de tantos trabajos que costó su cons
trucción, en pocas horas los salesianos se han
encontrado sin casa y sin recursos.
La prueba, aunque m uy dolorosa,n o dasanlmará a los H ijos de Don Bosco, que en esta
hora han sentido ya el consuelo de la caridad
de los demás hermanos de la República, pues, a
iniciativa del Inspector de Buenos A ires, D . Jor
ge Serié, ya se ha iniciado una suscripción y los
Ex-a!um nos de los distintos centros de la Re
pública se proponen realizar una activa cathpaña, para allegar fondos para la pronta recons
trucción del Colegio e Iglesia que tanto bien
hacen en aquella región.
¡ Q u é ocasión tan hermosa para contribuir a
una verdadera obra de caridad!
6i
AL VUELO
A S U N C I Ó N (Paraguay), — L as fiestas cenienarias de S an Luis se celebraron con Inusitadd
esplendor en el Colegio * M ons. Lasagna ». A pa
drinó la fiesta y tomó parte en élla el mismo
Ministro de ¡a Guerra D r. Luis Ria rt y dieron
especial brillo a las fiestas los valientes Explora
dores Paraguayos. Asistieron unos i .joo niños.
C A R T A G O (Costa Rica). — E l Ministro de
Educación Pública, Don Luis Dobles, visitó el i8
de setiembre el importante Colegio Salesiano
de Cartago, fijándose con detención en todos
los detalles y dirigiendo luego una hermosísima
alocución a los alumnos. Le sorprendió agra
dablemente, al visitar la escuela de zapatería,
ver que un alumno de segundo año le pidió
permiso para tomarle la medida de un par de
zapatos. Entre otras cosas dijo;
S iento gran
tristeza ppr haber pasado tantas veces frente a este
santuario de la virtud y del trabajo, sin haber en
trado a ver lo que aquí se hace por la Pa tria ».
Rosario (Argentina) — Colegio San Jos¿, donde se reoníeron los colonos italianos.
T am bién en el O ratorio de Vista Alegre de la
misma ciudad se celebró dicha fiesta con gran
solemnidad el día 19 de setiembre siendo apa
drinada por el Exemo. S r . Encargado de negocios
del Brasil, D r. Vionna Keiks.
B A H I A B L A N C A (Argentina). — E l Gober
nador de la Provincia, D r. Vergara, visitó el día
11 de noviembre último los dos Colegios salesianos de la « Piedad * y < Don Bosco • y el de
las H ijas de M aría A uxiliadora, teniendo en
todos ellos palabras de alto encomio por la labor
desarrollada y prometiendo la protección oficial.
B O G O T A (Colombia). ~ H a llegado a nues
tras manos un hermosísimo número de una nueva
revista titulada Arte G ráfica, con que la Escuela
T ipográfica Salesiana se propone difundir el
conocimiento de la noble arte de G utenberg.
La presentación y ejecución es verdaderamente
artística y auguramos a la Revista largos años
de vida.
C O L O M B I A . — Condecorados. El Gobierno
de la N ación, el Gobierno Italiano y el Gobierno
A lemán han sentido la necesidad de premiar
la obra caritativa de tres insignes hijos de Don
Bosco, en los lazaretos de leprosos de aquella
República. A l P . C rippa, que cuenta más de
70 años y que ha pasado los últimos
de
su vida al cuidado de los enfermos, el G o
bierno Italiano 1q ha hecho caballero d la Co
rona de Italia y el Gobierno Colombiono lo con
decoró con ¡a gloriosa C ru z de Boyacá, que le
fu é impuesta de una manera solemnísima, de
lante de todas las autoridades milita<'es, civiles
y eclesiásticas. Y el Gobierno Alemán ha con
cedido la medalla de la Cruz Roja a los dos salesianos alemanes P P . M aximiliano Burger y
Carlos Bachkaus, que desde el ano ipos v 1910
respectivamente trabajan incansables en aquella
generosa república.
C O M O D O R O (Pafagonía-Argentina). — En
los importantes yacimientos petrolífeios de esta
1
Ó2
región se levantará cuanto antes un Colegio S a lesiano, para la formación de personal idóneo
para la explotación petrolífera, que comprenderá
además una escuela elemental graduada y un
curso comercial de tres años.
C O N C E P C I Ó N (Paraguay ) .— Con gran so
lemnidad se han celebrado las Bodas de Pla ta
del local Colegio S alesiano. Debido a la genero
sidad de los Cooperadores, $e ha podido inau
gurar en esta ocasión una parte del edificio, que
comprende tres espléndidos salones de 15 por
10 metros. Los antiguos alumnos tomaron gran
parte en los animados festejos que se organi
zaron.
abnegados sacerdotes y a la labor proficua de
las H ijas de M a ría Auxiliadora, cuenta ya con
centenares de niños, que los domingos y días
festivos acuden a recibir instrucción religiosa y
se entretienen santamente con juegos higiénicos
y morales.
. I B A G U É (Colombia). — A l lado de la iglesia
del Carmen se ha levantado un hermoso edificio
de 5 pisos en el cuerpo central, y de dos en las
alas laterales, que permitirá la instalación có
moda y didáctica de los antiguos talleres y de
otros nuevos. A barcará los- talleres de tipo
grafía, encuadernación, carpintería, zapatería,
sastrería y mecánica.
Rosario — El Cónsul Italiano rodeado de sus compatriotas qae participaron al “ Dia del Colono ».
C U E N C A (Ecuador). — E l viernes, 10 de
octubre, se realizó en la casa de formación de
« El l iró n » la conmovedora fiesta de la conclu
sión de los Santos Ejercicios, con la profesión
de seis novicios y la toma de hábito de seis aspi
rantes, que ingresaron en el N oviciado, i Cómo
consuela ver prosperar en todas partes gene
rosas vocaciones!
F O R T I N M E R C E D E S (Argentina). — El
célebre San tuario de M aría Auxiliadora recibió
el 71 de octubre a la gran Peresrinación anual
de Bahía Blanca y pueblos del transito. Dos
largos trenes llegaron al San tuario cargados de
romeros, que fueron m uy bien recibidos por
los aspirantes misioneros del Colegio anejo al
San tuaiio, y que pasaron el día on devotas fun
ciones en honor de M aría A uxiliadora.
C U \ Y .- \ Q U I L [Ecuador). — Consuela sobrcmanoiM el desarrollo que ha tomado el O ra
torio •^Domingo S a via *, que tanta falta hacía
en la Perla del Pacifico. Confiado al celo de
I Q U I Q U E (Chile). — E n lá solemne distri
bución de premios del Colegio « Don Bosco » el
presidente de los ex alumnos hizo entrega, con
un hermosísimo discurso, al joven M arinovit h,
del premio que el Centro de ex alumnos ofrece
al mejor alumno del último curso comercial,
i Q ue hermoso y significativo es este rasgo de
los ex-alumnos que se va haciendo común en
todos los Colegios salesianosl
M A D R I D (España). — Las Escuelas populares
de S an J ua n Bautista, del Barrio de Bellas V istas,
han aumentado casi en un centenar el número
de alumnos en el presente curso, alcanzando ya la
cifra de 412 alumnos; pero los locales actuales
son insuficientes, y cuanto más pronto se levanten
los nuevos pabellones-escuelas proyectados, se
podrá multiplicar el bien que ya se hace en aquclla necesitada barriada.
M A S A Y A (Nicaragua). — Con humildes prin
cipios y debido al celo de la junta de Educación
salesian a,sc inauguró el dia 24 de setiembre
T
I
63
una nueva Casa S aiesiana que, dada la genero
sidad de los nobles ciudadanos de M asaya, es
pera poder disponer pronto de un hermoso edi
ficio para la educación de centenares de niños.
M E N D O Z A (Argentina). — A la presencia
del Gobernador de la Provincia y del Imo. Sr.
obispo de C uyo, se realizó el día 17 de ocubre en
el Colegio Don Bosco un espléndido festival
gimnástico musical, durante el cual, el batallón
n. t2 de Exploradores del Colegio, juró la ban
dera y llevó a cabo con maestría numerosos
ejercicios gim násticos.
P U E R T O D E S E A D O (Patagonia-Árgentina).
— Por la celosa iniciativa del P. Beauvoir y con
la caridad de los cooperadores ha sido posible
en 14 meses construir: U n brazo de edificio de
28 por 5 m., destinado a clases y dormitorios;
una espaciosa galería, para reparo en días de
lluvia y frío y para salón de actos; una amplia
capilla y un espacioso comedor y... un piquillo
de deuda que queda a cargo de las almas buenas.
R I O B A M B A (Ecuador). — D espués de m u
chos trabajos y fatigas y gracias a la generosi
dad de los Riobambeños, se ha podido llevar a
cabo la construcción de un grandioso edificio para
la educación de la J uventud. La iniciativa se debe
a la labor inteligente y previsora del P . S icker;
la ejecución y término, al corazón de apóstol
del P . Florencio S á e z .
R O S A R I O (Argentina). — Cumpliendo con
uno de los números principales del programa
que Don Bosco diera a sus hijos al enviarlos a
A mérica, se celebró con gran éxito el D ía del
Co/ono, que, estrechando los vínculos de los hijos
de la Patria lejana con el lazo de la Religión,
conserva en ellos la herencia más preciada de
sus antepasados, la Religión cristiana. F ue una
fiesta completa, con funciones religiosas, ban
quete fraternal y grande velada teatral, dando
realce a todos éstas, la presencia del Cónsul de
Italia, que dirigió a los reunidos un hermosísimo
discurso, en el que hizo resaltar la labor alta
mente meritoria de los hijos de Don Bosco.
S A R R I A (Barña-España). — En la fiesta de
final de curso de las Escuelas Salesianas, reci
bieron el premio de aprendizaje terminado, 50
alumnos. T am bién se entregó el premio « G/mbernat * (instituido por un ex-alumno) ai alumno
considerado como de mejor conducta y los dos
premios * Antiguos alumnos » a los dos alumnos,
un artesano y un estudiante, que más se han
distinguido por su aplicación.
S A N T I A G O (Chile). — Con grande solem
nidad se festejó en el Colegio de la Gratitud
N acional, e l 2® centenario de ¡a Canonización de
S an Luis Gonzaga. N otas salientes fueron el
número extraordinario de Comuniones infantiles
y la hermosa Velada presidida por el nuevo obis
po salesiano M ons. Jara, durante la cual se re
presentó el drama « L a Victoria de S a n Luis
Conzaga ».
S E V I L L A (España). — L a cruzada del Buen
H ablar, que con tanto tesón emprendieron los
alumnos salesianos de Sevilla hace cinco años,
se extiende cada vez más, habiéndose adherido
a ella muchos colegios de España y A mérica y
aun alumnos de Institutos y U niversidades, Un
sencillo distintivo usado por los asociados sirve
en todas partes de protesta y de aviso contra
los mal hablados.
I D E M . — Las S eñoras Celadoras de las M i
siones S alesianas, han emprendido una Cruzada
M isional, sirviéndose para ello de la Cooperación
de los jóvenes de la Cruzada dcl Buen hablar,
con el fin de promover un subsidio extraordi
nario para las O bras y M isiones Salesianas.
V I E D M A (Argentina). — Solem nísimas re
sultaron las fiestas patronales que, en honor
de N . S. de la M erced, organizaron los Salesianos
en la capital de Río N egro. U n gran número de
primeras comuniones, muchedumbres de fieles
sucediéndose todo el día en la iglesia, y sobre
todo la gran procesión o manifestación religiosa
de la tarde, a la que intervenieron el S r . G ober
nador y demás autoridades de la Provincia,
fueron elocuente prueba de la gran piedad de
los Viedmenses.
Don Manuel Trejos.
Ha fallecido este insigne bienhechor del C o
legio Salesiano de Cartago (Costa Rica) lleván
dose tras si los afectos de todas las almas buenas.
El conocía de cerca nuestra Congregación.
H abía visto y admirado el desarrollo de nuestra
O bra en Cartago, en estos últimos años y cómo
contribuía a la buena educación de los hijos
del Pueblo. Comprendía que para la Religión
y la Patria no había obra más importante y
benéfica. L e conmovía oir el coro de Ips niños
rezando en el santuario de M aría A uxiliadora:
« Yo quiero que después de mi muerte, mi nombre
quede grabado en este Templo para tener siempre
parte en estas oraciones».
Y adquirió un título que en la Escuela-T aller
lo hace Bienhechor de la Patria y en la Iglesia,
acreedor a grande mérito y a toda misericordia
delante de D ios.
V las generaciones de niños que pasarán por
estas Escuelas aprenderán a bendecir su memoria
y a dar gracias y gloria a Dios por la nobleza de
alma del gran ciudadano y dcl católico ejemplar.
U na oración por su alma.
Don Francisco BussoUno.
Coadjutor Salesiano.
La nueva Inspectoría de la Argentina acaba
de sufrir una sensible pérdida con la muerte
dei ejemplar coadjutor salesiano, Francisco Busaolino, uno de estos ancianos coadjutores que
acudieron de los primeros al llamamiento de
Don Bosco que les ofrecía en sus Casas, pan,
trabajo y Paraíso.
Enviado a A m érica con la expedición de m i
sioneros del año 1895, trabajó incansable suce
sivamente en las Casas Salcsianas de Bernal,
P í o I X , León X I 11 y Pió X , como maestro
sastre, hasta que en 1920 fué destinado a la Casa
de Rosario (Argentina) para desempeñar cargos
de gran confianza en la Casa.
Ejemplarmente piadoso, e\ acto cumplidor de
sus deberes y de carácter jovial y abierto, era
querido por todos, como lo demostraron las
i.icesantes oraciones que se hicieron para ob
tener su curación durante su larga enfermedad,
que él aprovechaba para ofrecer a D ios conti
nuamente sus sufrimientos y para rezar el Ro
sario, que constantemente tenía entre las manos.
Devotísimo de la V irgenSan tísima,voló al Cielo
en una de sus fiestas señaladas, el día de la Virgen
de la M erced, 24 del mes de setiembre, dedicado
también especialmente a M aría Auxiliadora.
Descansa en paz queridísimo hermano y desde
el Cielo, junto con los demás coadjutores que te
precedieron, pide a M aría Auxiliadora y a Don
Bosco que nos envíen muchas vocaciones dé
coadjutores, que tienen en la Congregación Salesiana un campo tan extenso de Apostolado.
Exemo. Sr. D. José Tejera y Terán.
insigne bienhechor de las O bras Selasianas
y Cooperador entusiasta de Don Bosco, falleció
en Puerto Real (Cadiz-España) el día 19 de no
viembre. Este noble caballero estoba emparen
tado con la inolvidable D a. Dorotea de Sorra.
Su muerte provocó una gran manifestación de
duelo en todas las clases sociales, prueba evi
dente del respeto y del cariño que le habían
merecido sus extraordinarias virtudes.
A su ilustre familia, sumida en el dolor, la
expresión de nuestro más sentido pésame y la
seguridad de que su recuerdo vivirá impercedero entre los H ijos de Don Bosco. A todos
nuestros lectores, pedimos una oración por el
alma del finado.
D.ia. Matilde Loízaga de Oiaechea.
Llena de años y de méritos falleció en Baraclado el 16 de noviembre último, D ña. M atilde
Loizaga, madre dichosa dei actual Inspector
Salesiano de la España Cen tral, Don Marcelino
O iaechea.
M ujer profundamente cristiana y adornada
de las dotes que el Espíritu San to nos describe
como tan raras en la mujer fuerte de los Libros
Santos, durante los últimos años de su vida
tuvo el inefable consuelo de ver fructificar, sus
enseñanzas y ejemplos en el hijo sacerdote saIcsiano, que tanto endulzó con sus obras de
celo y caridad los últimos años de su idolatrada
madre, que cual otra mamá M argarita, compartía
con los salesianos el hogar, sintiéndose madre
de todos los niños por ellos educados.
El Boletín S alesiano, mientras da el más sen
tido pésame al Rvdo. D . M arcelino O iaechea,
excita a todas las madres a que no regateen sus
hijos a D ios, si quieren experimentar los más
dulces consuelos.
r
Dña. Sinforiana Carazo de Lasaga.
T am bién el Sr. Director de las Escualas Salesianas de M adrid, ha pasado por el duro trance
de perder a su santa M adre, fallecida> en Vitoria
el 24 de noviembre.
A l dar al Rvdo. D . José Lasaga nuestro más
sentido pésame, lo mismo que a su otro hermano
sacerdote salesiano, que tanto trabaja en el le
jano Perú, pedimos una oración a nuestros lec
tores por el alma de la piadosa señora, que dió
dos hijos a la Congregación Salesiana.
limo. Sr. D. Rafael Romero García.
A l en trar en máquina el presente número,
recibimos la dolorosa noticia de) fallecimiento
de este venerando anciano de 99 años, honra
y prez dcl clero español, modelo de ciuda
danos, promotor del bienestar y adelanto de su
Patria, cooperador insigne y amigo cariñoso
de los Salesianos, que le llamaban con el dulce
nombre de abuelito y a quienes dió no sólo sus
bienes, sino su corazón.
Reservándonos dedicarle un recuerdo especial
en el próximo número, depositamos sobre su
tumba el testimonio de nuestra grat tud y ele
vamos al C ielo nuestras preces, que, aun su
poniendo no sean necesarias, dada la s. ntídad
de su vida, como sufragios, servirán almenos
para im petrar dei Señor que desde el Cielo
siga siendo nuestro especial protector.
R ec o r d a d e n v u e s tr o s s u /r a g io s a :
Almodovar del Campo (España). — D ña. Luisa
Boada y Delgado.
C a li (Colombia). — M aría Francisca O choa.
J ere z (M éjico). — Josefa V era, Virginia Gonzáles, Apolonio Soria y Q uirino G albán.
V illa de Don Fadrique (España). — Julia Diaz
M aroto.
Coa apro¿acAÍa de h amloridaJ ecfesiásilae.
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DO.HENICO GAK VÜKl.
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